Capítulo 9

SEAN

Me desperté muy tarde, son las 08:00am, siempre llego a las 6 al trabajo. Me levanto, me ducho y me visto para irme a la empresa. En mí cabeza lo único que está es Elizabeth, en lo bien que se sintió besarla, tengo ganas de hacerlo otra vez. Termino de arreglarme el traje

ELIZABETH

Debido a un accidente la ruta se cortó, tuve que bajarme del autobús e irme caminando rápido al trabajo. Llegué casi una hora tarde, ojalá que no me encuentre con nadie...

*Entro*– ¡Tarde, señorita Keller!

– Un accidente, Lucy. Tuve que caminar hasta aquí –*le digo*

– Agradece a Dios, que el señor Carter aún no ha llegado

*La miro confundida*– ¿Aún no?. Que raro jamás llega tarde

– Inclusive hasta horas más temprano que nosotros

– Bueno, mejor me iré a mí trabajo –*me meto en el ascensor*

– Buenos días, señor Carter –*escucho a Lucy saludar*

– Buenos días –*se mete al ascensor y se me queda viendo*

*Bajo la mirada al suelo*– Buenos días, señor Carter –*digo con voz temblorosa*

– Buenos días, señorita Keller –*se gira dándome la espalda*

*Suspiro mirando al suelo*

SEAN

Siento el ambiente cargado de tensión, una tensión que me está matando lo único que quiero es besarla. Tiene la mirada en el piso, no me mira...

*Me giro hacia ella*– Elizabeth... –*le digo*

– ¿S...si, señor? –*levanta la mirada hacia mí*

– Perdón por esto –*la pego a la pared del ascensor y me lanzó a sus labios*

*Posa sus manos en mí cuello*

– Tenía tantas ganas de hacer esto –*digo mientras la beso*

– Señor... –*dice ella con voz agitada*

*Suena el timbre del ascensor*– Rayos... –*me alejo y arreglo mí ropa*

ELIZABETH

Unas personas ingresaron al ascensor, yo hice que leía unos papeles para tapar mí cara sonrojada y mis labios hinchados. Miro al señor Carter quien sonríe, las personas salen del ascensor un piso antes que nosotros...

*Se acerca a mí de nuevo*– ¿Y... que piensas?

– ¿Sobre... esto? –*trago saliva*– No se que decir sobre esto

– Si, ¿que me dices?

– No entiendo en que sentido lo pregunta. ¿Bueno o malo? –*me dice*

– ¿Sobre mí? ¿Sobre nosotros?

*Lo miro*– ¿Usted que piensa? ¿Sobre mí?

– ¿Quieres que te muestre que pienso? –*dice sonriendo*– Bien, te mostraré –*me vuelve a besar*– Me gustas

*Me sonrojo de inmediato*– Yo... Jamás me habían dicho esto

– Entonces yo te lo digo, me encantas, desde aquel día en el ascensor en el que nos conocimos

*Me río*– Bueno... aamm... usted también me gusta, señor Carter

*Sonríe*– ¿De verdad?

*Asiento sonriendo*– Si, mucho, me gusta mucho

*Se acerca para besarme de nuevo cuando se abren las puertas del ascensor*– Uf... tenemos que ir a trabajar ahora

– Si, ya lo sé... –*digo*– Que tenga buen día, señor Carter

– Ten buen día, señorita Keller –*ambos salimos del ascensor*

SEAN

Entro a mí oficina feliz de la vida, me duele la mandíbula de tanto sonreír. Llamo a la escuela para confirmar mí llegada en una hora, acabo de decirle a Elizabeth que venga a la oficina...

*Entra y me sonríe*– Buenas tardes, señor Carter

– Buenas, señorita. Cierre la puerta por favor –*digo*

*Cierra la puerta*– ¿Tenemos que irnos a esa escuela? –*se acerca a mí*

– Si tenemos... –*me levanto*– Pero antes me vendría bien unos besos de la mujer más bella de este mundo

– ¿La mujer más bella? ¿Quiere que vaya a buscarla? –*se gira hacia la puerta*

*Tomo su mano y la jalo hacia mí*– ¿Donde crees que vas?

– Era broma... –*ríe*– Pero quieres besos de la mujer más bella de este mundo

– Si... Y la tengo justo frente a mí

– Que tonto... –*me besa mientras la abrazo*

SEAN

Después de intercambiar algunos besos y palabras salimos de la empresa para ir directo a la escuela donde nos presentaremos. Llegamos y vamos al salón de los más pequeños, hablamos por unos momento...

*Un niño levanta la mano*– Disculpe señor Carter

– ¿Si, jovencito que se le ofrece? –*digo*

– ¿Usted es el jefe de toda una empresa o tiene más?

*Me río*– Aamm... tengo varias empresa al rededor del país y algunas en el exterior

*Otra niña levanta la mano*– Entonces es jefe de todas

– Si, así es. Ustedes también pueden ser jefes de empresas, si estudian y se esfuerzan

*Un niño levanta la mano*– ¿Ella es su novia? –*señala a Elizabeth*

– Aamm... bueno. Les confesaré –*me acerco a ellos*– en realidad me gusta mucho, pero aún no le pregunto si quiere ser mí novia. Tengo que esperar un poco más

ELIZABETH

Veo como Sean habla con los niños, es muy bueno en esto, no tiene problema en responder todas las preguntas que tienen. Después de un rato decidimos marcharnos, vamos en auto hacia la empresa...

– Estuviste muy bien con los niños –*le digo*

– Es que son muy agradables, parece que escuchan más que los adultos –*me sonríe*

– Eso no te lo voy a negar –*lo miro mientras conduce*– ¿Por qué me besaste?

*Me mira*– ¿Cómo?. No entiendo

– ¿Que por qué me besaste la primera vez? –*lo miro*

– Cuando Kendall fue a mí oficina intento seducirme, pero tu no salías de mí cabeza. Cuando te vi entrar no me aguante

*Me río*– ¿Solo por eso? ¿De verdad?

– Si, y me alegro. Me dejó las cosas claras –*toma mí mano*

– A mí también –*le sonrío*– Cómo que eres muy impulsivo

– No te lo voy a negar, soy muy impulsivo, te lo digo ahora

– Bien, creo que puedo lidiar con eso –*le doy un beso en la mejilla*– Pero... antes que nada tenemos que conocernos mejor

– ¡Llevamos trabajando juntos más de dos semanas!

*Me cruzo de brazos*– Sabes a lo que me refiero, Sean. Más personalmente, cómo somos, lo que nos gusta o no

– Bien, entonces pongamos un plazo de dos meses para conocernos. ¿Que me dices?

– De acuerdo, dos meses señor Carter. Pero en la empresa tenemos que ser serios

– Estoy de acuerdo con eso... –*dice Sean*– Así será

ELIZABETH

Fue un día muy largo finalmente viernes, fin de semana. Mañana debemos ir a casa y Sean me ofrece llevarme, acepto con gusto y conduce hasta la casa de Jane...

– ¿De quien la casa? –*me pregunta*

*Lo miro*– La casa es de mí mejor amiga, Jane. Vive con su novio Alex, también es un amigo

– ¿Alex también está en esa casa?

– No, tuve un viaje de trabajo regresa en una semana. Debo empezar a buscar un lugar donde vivir

– Yo te puedo ayudar

– No, no. Deja que yo me encargo de eso, no te preocupes

*Sonríe*– Está bien, cómo digas. Hay que tener límites, pero si necesitas ayudar me dices, ¿Si?

– No te preocupes –*digo*– Bueno ya tengo que entrar

– Está bien, antes... ¿No me vas a dar un besito de buena noches?

*Me río*– Pareces un niño... –*le doy un beso*– Buenas noches

– Buenas noches, amor

*Bajo del auto*