Capítulo 8

SEAN

Cuando me dijeron que Kendall estaba aquí me dieron ganas de saltar por la ventana, pero me contuve. Ahora entra a mí oficina como si nada, ¿no sabe que terminamos ya?...

– ¿Que haces aquí, Kendall? –*le pregunto*

– Solo quería pasar a verte, Sean. ¿Acaso es prohibido?

– Es algo extraño que mí EX venga a verme –*suspiro*– Tu padre tendría que ser quien viniera

– ¿Ex?. Sean, por favor. ¿No podemos intentar de arreglar esto? ¿Volver a estar juntos? –*ella se acerca a mí seductora*– ¿Nada que se pueda hacer? –*acaricia mí brazo*

*Me alejo*– Kendall, no hagas esto más difícil de lo que es

– Pero, pasamos por mucho, Sean. Si tan solo....

– ¡BASTA! –*digo casi gritando*– No, Kendall

SEAN

Por unos segundos la imagen de Elizabeth se viene a mí cabeza, cómo sonríe, sus ojos, su risa. Mí mente se pierde en ella, ¿que está haciéndome?. Elizabeth me está volviendo loco, tanto que no quiero estar con alguna mujer, aunque sea la más bella del planeta...

*Se acerca a mí y acaricia mí brazo*– Vamos, Sean. Te conozco de pies a cabeza... –*acerca su rostro al mio*– Se todo lo que te motiva, Sean, todo –*baja su mano hasta mí pantalón

*La alejo*– ¡BASTA, KENDALL!. Estás demacrando tu orgullo, ¡suficiente!

– Sean, entiendo que yo te amo como jamás alguien te va a amar

– No empieces con esas estupideces, por favor. ¡VETE! –*le digo*

– No te lo vas a librar de mí tan fácil... ¡YA TE LO DIGO! –*sale de la oficina*

– ¡WOW! –*dice Elizabeth, entra cerrando la puerta detrás de ella*– ¿Señor...?

*Camino de un lado a otro como león enjaulado*

– ¿Se encuentra bien? ¿Que ha pasado? –*me dice*

*La miro fijamente*– ¿Que estás haciéndome? –*me acerco rápidamente a ella*

– ¿Señor...? –*dice levantado su mirada hacia mí cuando me acerco*

*Tomo su cintura y pego mis labios a los suyos*

*Sus brazos abrazan lentamente mí cuello*

ELIZABETH

¿Esto es verdad? ¿¡QUE ESTÁ PASANDO!?. La intensidad de su beso, me marea por completo, me besa de forma tan apasionada que no siento el suelo. ¿Cómo es que llegó a esto? ¿A esta forma de besar tan intensa?...

*Se aleja lentamente*– ¡Lo lamento, señorita Keller! –*se aleja de mí*

– Aamm... Señor, yo. Perdoneme usted, debí haberlo detenido

– No puedo creer que haya hecho eso... –*toma su cabeza entre sus manos*

– Yo solo venía a... bueno a traerle este archivo –*digo algo alterada*

– Si, bueno... déjelo ahí y luego lo veré –*dice agachando la mirada*

– Aamm... Si, señor... –*dejo el archivo ahí y salgo rápidamente*

ELIZABETH

¡DIOS MIO! ¡QUE MANERA DE BESAR!. Entro a mí oficina y me dejo caer contra la puerta tocando mis labios, ¿que acaba de pasar?. Mis piernas tiemblan y las manos me sudan. Estuve distraída en todo momento, el señor Carter no me llamo a su oficina. Por la tarde voy a la casa de Jane, Helena está con nosotros...

– Pero Alex es muy inmaduro –*dice Jane*

*Helena suspira*– Ya están grandes para tener este tipo de discusiones

– Ey... –*Jane me señala*– ¿Que le pasa a esta chica?

– ¡Ey!... ¡LIZY! –*Helena me grita*

*La miro*– Aamm... ¿Que está pasando, chicas?

– ¿Donde esta esa cabeza? ¿Eh?. Estás pérdida –*las dos se sientan juntos a mí*– ¿Que te pasa?

– Nada, solo pienso en la mudanza –*digo*

– Claro. Anda dinos la verdad, ¿que te pasa? –*dice Jane*

– Bueno... No sé cómo decirles esto –*suspiro*– El señor Carter... él me beso, hoy

– ¿¡TE BESOO!? –*gritan las dos*

*Jane me sacude los hombros*– ¿Cómo que te beso, Lizy?

– Bueno... ¡NO SE!. Solo entre a su oficina y ¡PUM! se abalanzó sobre mí –*digo nerviosa*

*Se ríen con ganas*– ¡JAJAJAJAJA!... Por amor de Dios –*dice Helena*

– ¿Por qué se ríen? ¿Que es tan gracioso?

– ¡El hecho de que estás enamorada de tu jefe! –*ríe Jane*

– ¿¡QUE!? ¡NO!. Es mí jefe por amor de Dios, no puedo sentir cosas por él

*Helena me mira*– ¿No te lo había dicho? ¡Ese hombre está loquillo por ti! ¡Te lo dije!

*Niego con la cabeza*– ¡NO ME ILUSIONEN!. No quiero pensar que algo podría pasar entre nosotros

– Entonces, ¿si te gusta? –*dice Jane*

– Si, bueno no sé. Jamás me pasó esto, además es SEAN CARTER... conquistador de modelos y de las mujeres del mundo

*Helena ríe*– Puede que Sean Carter haya encontrado a una buena mujer con la que quiere pasar una linda vida

– ¡No hables como si fuera un cuento de hadas, Helena!. Esto no es uno

SEAN

Doy vueltas en la cama, no puedo dormir pensando en ese beso que si lugar a duda robo mí alma. Me levanto rendido a la idea de dormir, voy hacia mí sala y me sirvo un vaso de whisky...

– Maldición, ¿que estará pensando ella ahora? –*me digo a mí mismo*– Espero no haber arruinado nada –*suena el timbre y voy a abrir*

*Me muestra dos pizzas*– ¿Que me dices, hermano? –*dice Connor*

– Pasa, necesito alguien con quién hablar –*ambos entramos y nos sentamos*

– Bueno tu fiel hermano y confidente, está aquí. Anda, te escucho –*dice abriendo las pizzas*

– Creo que tienes razón, hermano

*Toma una porción y me mira*– Tengo razón en muchas cosas, Sean. Se más específico

– Creo que si hay una mujer en mí vida –*digo suspirando*

*Golpea la mesa*– ¡LO SABIA! ¡YO LO SABIA! –*dice*– ¿Quien es la afortunada?

*Lo miro fijamente*

– Elizabeth... –*suspira y deja la pizza*

– Lo se, hermano

– Sabías que ella de verdad me gusta, Sean –*dice suspirando*

– Me fue imposible evitarlo, desde el principio me enamoré de ella, en aquel ascensor

*Me mira*– Te aviso que no voy a rendirme, lo sabes bien

– ¿De verdad quieres hacer esto, Connor? –*me cruzo de brazos*

– Si, hermano. Veremos quién se gana su corazón –*se levanta y se va*

– No debí haberselo dicho, mierda...

ELIZABETH

No dormi nada anoche, me la pasé en vela, pensado en el señor Carter, ¿que quiere de mí? ¡No entiendo nada!. Helena se quedó a dormir con nosotras en casa de Jane, por la mañana me levantan y me visten...

– No puedo creer que escondiera semejante cuerpo, Lizy –*dice Jane*

*Helena le sonríe*– ¿No te lo dije, Jane?. Es que se viste como una monja

– ¡Ya, ya! –*exclamó*– Debo empezar a cuidarme, entendí

– Además toda la ropa te va bien, con razón el señor Carter está loco por ti

*Suspiro*– Por favor no sigan con eso

– Está bien, no te molestaremos más. Pero de verdad te ves bien... ¡Mírate!

*Me levanto y me miró al espejo*

*Suspiro*– Está lindo, gracias chicas

– Después te enseñamos a usar lentes de contacto –*dice Helena*

– ¡Oh no no!. Seguiré usando mis gafas, muchas gracias. Además ya tengo que irme, adiós –*le doy un beso en la mejilla a cada una y empiezo a irme*

– Anda por tu hombre –*bromea Jane*

– ¡BASTA YA! –*sigo mí camino*