De ahora en adelante debo ser más insistente.

???Sofía
???Sofía
Debo confesar que soy una muy buena actriz. Después de que Leonor me contara de su plan, analizo que quizás Sebastián pudiera negarse a llevarme a casa, así que, finjo estar ebria... estoy segura que de este modo no sé resistiría a acompañarme. Lo conozco bien y se que es muy caballeroso. Llegamos a mi apartamento y me toca actuar el doble... quiero que vea que estoy mal, para que así tome la decisión de llevarme a mi destino él mismo, y resultó; mi ex me toma de las manos y prácticamente va guiando mis pasos. Entramos a nuestro destino y me lleva directamente a la recámara. Aprovecho que está intentando acostarme y le toco los expectorales, mientras le susurro que lo amo y que es el amor de mi vida" los borrachos no mienten" y yo en mi defecto tampoco lo hago. Me abalanzo sobre él y lo beso... lo beso como si fuera la última vez, de forma demandante y apasionada, me responde y me atrae hacia él. Le quitó el saco que lleva puesto y cuando intento desabrocharle la camisa, se aparta y me dice que no puede hacerlo, que sería un error. En Mi papel de borracha me rio; aunque la verdad es que quiero hacer todo lo contrario. Me acuesta en la cama y se va. Yo me quedo sola y vacía...no quiero pensar que el amor que Sebastián sentía por mí se pudo haber esfumado. Pienso que a lo mejor pensó que se estaría aprovechando de mí situación y por eso no cedió... pensar en ello aliviana un poco mi corazón.
Sebastián
Sebastián
Voy conduciendo de camino a la mansión mientras estoy analizando que rayos me pasa. Vine con la convicción de que Sofía era el gran amor de mi vida. La tengo frente a mí dispuesta a realizar aquello que tantas veces anhelé que se volviera a repetir, y no pude hacerlo... ¿qué me frenó? Pienso que a lo mejor pudo ser su embriaguez, mi orgullo, mi resentimiento, o a lo mejor ya no estoy perdidamente enamorado de ella... acelero el coche dispuesto a llegar lo más pronto posible.
Al otro día.
Ella
Ella
Salgo de la oficina de mi jefe después de haberle recordado cada uno de los compromisos que tiene previsto para el día de hoy. Recuerdo que ya pronto partirá de viaje con mi amiga Elena y que se ausentará por unos días. Reflexiono en lo mucho que lo voy a extrañar, y no solamente a él, sino también a mi mejor amiga... aquella que ilumina mis días con sus ocurrencias. Me acuerdo que cuando vengan de vuelta tendré que ir donde la modista; la encargada de diseñar nuestros vestidos de damas de honor, para realizarnos la primera prueba. Cuando fuimos a tomarnos la medida, prácticamente solo asentía a las sugerencias de mis compañeras. Estaba dispuesta a cumplir únicamente con sus peticiones.Yo en particular no tenía ninguna. El círculo social íntimo de Elena es muy restringido, nada más seremos cuatro; sus primas Verónica y Casandra, una prima de Sebastián por parte de su padre, que aunque no es familia directa de Elena, se tratan como si lo fueran, ya que son muy cercanas y se llevan muy bien, y claro yo. Pienso en como será el vestido...ni me recuerdo cuando fue la última vez que usé uno... pero todo sea por complacer a una de las personas más importantes de mi vida.
Eduardo
Eduardo
Estoy en mi consultorio pensando en que puedo hacer para despedir al amor de mi vida... mi futura esposa. Recuerdo todo lo que tuvimos que pasar y confrontar para que su familia pudiera creer en que mis sentimientos eran sinceros. Elena y yo nos conocimos cuando emigré de Cuba; mi país natal, a estudiar medicina a España. Su familia en un principio pensó que yo solamente estaba interesado en su fortuna y no podían estar más equivocados. Me propuse demostrarle que sus pensamientos eran errados, y aunque me costó mucho trabajo y esfuerzo, me aceptaron. La más difícil de conversar fue su tía Leonor. Pero quién podría resistirse a la exquisitez de su personalidad, a lo hermosa que es por dentro y por fuera. Reflexiono en ello y ya estoy loco por convertirla en mi esposa. Dentro de tres días se irá a República Dominicana por viajes de negocios con su primo Sebastián... conociéndola bien y sabiendo lo mucho que le gusta estar al aire libre, considero una idea que sé, podría encantarle. Llamo a nuestra organizadora de bodas, pues tiene más conocimiento que yo en el asunto y le cuento la idea que tengo en mente... Una vez acordado nuestro plan estoy más tranqtranquiloque Julieta hará un excelente trabajo, y lo más importante, sé que Elena quedará maravillada.
Elena
Elena
Estoy en el ascensor dirigiéndome a la salida de la empresa. Cuando estoy por montarme en mi vehículo siento la mano de alguien, que se posa en mi cintura. No necesito ver siquiera quien es para saber de quién se trata...es mi bombón de chocolate, mi futuro esposo: - Entonces no tienes siquiera que volverte para saber que soy yo. - Conozco tus manos tanto o más que las mías. Me volteo y lo beso. - Mañana te tengo una sorpresa. Cuando salgas del trabajo paso por ti. - Estoy ansiosa porque sea mañana entonces... le digo. -¿Quieres que vayamos a cenar a mi apartamento? Me dice. En realidad sé que lo que menos hacemos cuando nos reunimos en su casa es pensar en comida... y me encanta que sea así. Razono en ello e inmediatamente afirmo. Lo hago con una risa pícara, una risa que conoce perfectamente el significado de esa pregunta. Ambos nos subimos a nuestros vehículos y nos dirigimos a hacer aquello que tanto nos gusta y que tanto añoramos y deseamos.
Eduardo
Eduardo
Beso a Elena por cada rincón de su piel ¡La amo tanto! Se lo hago saber cada vez que hacemos el amor, cada vez que nos entregamos el uno al otro. Mientras la hago mía escucho sus gemidos y eso me excita más... Estamos tendidos en la cama exhaustos después de habernos dado tanto amor: -Ahora si es verdad que tengo mucha hambre. -Quieres que te prepare algo de comer... le pregunto. -No mi amor, quédate aquí conmigo. Prefiero que pidas algo ¿Qué te parece una pizza? Me rio, la conozco tan bien, que sé que eso diría. Me levanto de la cama y procedo a pedir aquello que mi amada quiere.
Ella
Ella
Estoy en mi casa y no puedo creer que ya mañana sea martes. Pronto Sebastián y Elena se marcharán. Estoy pensado en ello y de repente me viene a la mente la visita inesperada que tuve hace unos días...me ha costado mucho dejar de pensar en ello y no puedo evitar sentir miedo cuando lo hago. Escucho el ruido de mi teléfono indicándome que me están llamando. Suponiendo que quizás tenía tiempo sonando mientras estaba inmersa en mis pensamientos lo tomo sin siquiera fijarme en quien llamaba; - Buenas noches Ella, soy yo Sebastián. <Sorprendida, duro unos segundos en silencio antes de responder...mi contacto debe decir "hola" nuevamente para sacarme de mi trance> -Hola Sebastián, disculpa es que estaba... - Si estás ocupada puedo llamarte luego... -No, no, no...ya terminé, no te preocupes. Le digo apurada, no quiero que cuelgue. - Es que ...te estoy llamando porque...bueno, este... quiero saber si ya hiciste las reservaciones del viaje. -Si , lo hice el mismo día que me hizo la solicitud. - Claro, se me olvidaba lo eficiente que eres. - Gracias, pero solo cumplo con mis responsabilidades, Usted sabe que…. -Qué te he dicho de las formalidades.. -Lo lamento, es que a veces se me escapa. Suelo ser muy respetuosa con mis superiores, no lo hago intencionalmente - Te entiendo, creeme, te comprendo totalmente. Ahhh...también te quería proponer almorzar juntos mañana. Es que... quiero que me des tu opinión en unos asuntos muy importantes respecto a la empresa. - Si claro, con mucho gusto, señ... digo Sebastián. -Hasta mañana, Ella. -Hasta mañana Sebastián. -Ella…. -Síiii -…Que duermas bien. -Gracias igual, le respondo mientras suspiro.
Sebastián
Sebastián
Estoy en la terraza de la casa. Hoy casi no tuve tiempo de ver a Ella, tuve un día muy ajetreado. Ya falta poco para el viaje y estoy tratando de dejar varios asuntos adelantados para mi regreso. Hace unos días recibimos la petición de dos nuevos proyectos. Así que, pensando en mi ausencia, mi equipo de trabajo y yo decidimos enfatizar en ello. Después de haber definido los objetivos y requisitos pertinentes, llevamos a cabo un plano del sitio. Estos días han sido agitados. Pero pese a ello, tengo a mi asistente entre ceja y ceja. Agarro mi teléfono y la llamo. Cuando responde caigo en cuenta que no mentalice una excusa justificable, así que digo lo primero que tengo en mente. Tartamudeo y me rio de mi mismo. La invito a almorzar bajo el pretexto de" asuntos de trabajo "... después de colgar pienso en lo patético que me debe haber percibido y rio.
Leonor villamar
Leonor villamar
Estoy en el apartamento de Sofía. Tengo entendido que ayer estuvo por mi casa. Además de buscar su coche el cual se le había quedado en la mansión después de nuestro plan, también quería verme y hablar conmigo. Los lunes mis amigas y yo jugamos al tenis y después salimos a cenar, así que no me encontraba en casa. Desde que recibí el recado opté por venir a una hora prudente, y aquí estoy, tomando café... Sofía me cuenta todo y casi no lo creo... ningún hombre se resiste al sexo y más si es con la mujer que ama, claro que no se lo hago saber: -Sabes como es mi Sebastián de considerado, no tienes de que preocuparte. - Lo mismo pensé Leonor. Pero y si ya no me ama como antes. - No supongas estupideces. A caso consideras que el hecho de no volver después de su ruptura y el no haber tenido nada serio después de su separación es para menos, solo alguien especial marca de esa manera... fuiste el amor de su vida Sofía. Nunca lo dudes. Le digo... mientras le agarro la mano. Para animarla le propongo que vaya a la empresa de sorpresa y que le lleve cualquier obsequio que le haga recordar su relación. Reflexiona en sus rosquillas preferidas, aquellas que siempre le regalaba durante su noviazgo y la chica quiere salir despavorida inmediatamente. Pero la freno y digo: -Querida, espera que esté próximo a la hora del almuerzo. Así también podrías aprovechar e invitarlo a comer. - ¡Claro, como no lo pensé!... que haría sin su ayuda...
???Sofía
???Sofía
Después de visitar la confitería preferida de Sebastián y aquella en la cual guardo tantos buenos momentos, me dirijo a su lugar de trabajo. Dispuesta a seguir la orden de Leonor. Estoy tratando de parquear mi vehículo en el estacionamiento de la empresa, cuando, a través de mis cristales observo a la distancia a Sebastián que se aproxima. Viene acompañado y muy a gusto con su asistente. Me mantengo en mi carro. Quiero mirar hasta el más mínimo de los detalles. Contemplo lo feliz y cómodo que se vé, la forma en que la mira y no lo puedo creer. Embelesada observo como le abre hasta la puerta antes de introducirse en el vehículo. Mi corazón palpita y mi ser solo se rige por los celos, la incredulidad y la ira. Le doy con fuerza al volante y maldigo ávidamente a la mosquita muerta que lo acompaña. Me niego a suponer que Sebastián se haya fijado en esa mujer. Los recuerdos de lo que pasó, o mejor dicho de lo que no sucedió esa noche en mi apartamento, se encienden en mi cabeza. No puedo creer que esta tipa sea la responsable. Aprieto fuertemente los dientes mientras los veo partir. De ahora en adelante debo ser más insistente, determinante, cautelosa e inteligente si en verdad lo quiero recuperar.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play