El responsable de mis males.

Ella
Ella
Me despierto plácidamente después de haber dormido toda la noche, mientras me estiro en mi confortable cama tomo el teléfono para ver la hora, asombrada de lo temprano que es aún decido alistarme y salir a correr. Me gusta respirar aire fresco y ver la hermosa salida del sol. Estoy tan entusiasmada el día de hoy, tenía tanto tiempo que no dormía tan bien, que no me sentía tan relajada. Cuando salgo de mi piso veo al señor Lucas brindarme la más sincera y real de las sonrisas, en respuesta hago lo mismo: - Así que decidiste madrugar hoy mi niña, me dice. - Si don Lucas, me dormí muy temprano anoche y me desperté hace unos minutos, y como falta mucho para entrar al trabajo, decidí levantarme a correr, sabe cuando me gusta hacerlo. - Claro que lo sé, me dice mientras se ríe- soy el que te ve salir y te recibe cada vez que lo haces... ve y sal, el día está espléndido. - En respuesta apruebo, me despido cortésmente y me dirijo a la salida. Lucas es un señor como de algunos cincuenta años, es el encargado de darle mantenimiento al edificio donde vivo. Recuerdo que desde el primer día que lo conocí fue una persona muy amable conmigo, nos llevamos muy bien y hoy día se ha convertido en una persona que aprecio mucho. Llego de correr con una hambre sorprendente, el haberme acostado sin cenar anoche al parecer me está pasando factura, sin poder esperar decido preparar el desayuno antes de bañarme, siempre lo hago al revés. Desayuno como nunca y luego de hacerlo me dirijo a darme una ducha. Después de salir del baño y alistarme me dirijo a la salida para irme a mí trabajo. Mientras voy conduciendo por la calle, no puedo dejar de admirar lo hermoso que amaneció el día de hoy, tan soleado y despejado, además tuve un sueño tan reparador que no puedo dejar de augurar y sentir que hoy tendré un gran día, sigo conduciendo mientras canto uno de los temas en tendencia que suena en la radio. Llego a mi oficina y me parece extraño no encontrar a Elena en su puesto de trabajo, entonces me acuerdo y deduzco que a lo mejor se acostó tarde por la cena familiar y que a eso se puede deber su retraso. Paso aproximadamente dos horas entre reportes, informes y papeleos que me mantengo totalmente absorta en el mundo laboral, y no me había fijado que su oficina aun se mantenía vacía. Saco el celular de mi bolso y decido llamarla, Pero es en vano, automáticamente me envían al correo de voz, preocupada por su ausencia y el hecho de no poder comunicarme con ella me dirijo con prisa y sin cautela a la salida de mi oficina, de repente choco con el fuerte hombro de alguien que me obstruye el paso e instantáneamente siento el derramamiento de un líquido negro que cae considerablemente en el fino traje del sujeto con el que tropecé, pero lo que me sorprende más aún es la cara de desagrado que tiene el hombre y las palabras que escupe instantáneamente: - Fíjate por dónde caminas, y no necesariamente lo dice de buena manera.
Sebastián
Sebastián
Me despierto de mi cama rápidamente, debo llegar temprano a la empresa y seguir poniéndome al día hasta del menor de los detalles. Entro a la ducha y tomo un baño caliente, siento que es una de las cosas que más relajan, claro, aparte del sexo. La velada familiar transcurrió de lo más divertida; cenamos muy bien; tomamos vino y nos mantuvimos charlando de temas triviales, conociendo cada uno de los detalles que me perdí en mi ausencia. Bajo las escaleras y veo a mi madre y a mis hermanas sentadas en el comedor, parece que solo esperaban por mí, reviso la hora para ver si me da chance de sentarme a la mesa o si debo pedir algo cuando llegue al trabajo, por suerte aún es temprano y me da tiempo de compartir este breve momento con mi familia. Noto que ni mi abuelo ni Elena se encuentran, así que pregunto inmediatamente por ellos, mi madre me dice que mi abuelo salió temprano a reunirse con unos socios y que luego se reintegrará a la empresa para hablar conmigo, mi prima, por otro lado, se excedió de copas y aún está dormida, llegará más tarde al trabajo. Mi hermana mayor sale primero, me besa y se despide, yo salgo unos minutos después directo al trabajo. Voy manejando uno de los autos de lujo de la familia y mientras me aproximó a la empresa noto un carro que prácticamente va a cero millas, molesto y desesperado por el retraso que me está provocando decido rebasarlo... miro por los cristales un poco ahumados del responsable de mi lentitud, me llama la atención ver una silueta que no distingo muy bien de alguien muy relajado cantando y moviendo la cabeza al ritmo de la música. A casi dos cuadras de llegar al trabajo escucho la vibración de mi celular; es el abuelo diciéndome que me espera en la oficina, acertando, cuelgo. De repente veo el mismo vehículo que rebasé hace unos minutos parquearse precisamente en dónde estacioné ayer, expectante espero en el auto para saber quién es el causante de mis males... veo a un joven, o al menos eso, percibo a la distancia en la que nos encontramos, desmontarse del carro responsable de mi atraso. Respiro profundo a regañadientes y no me queda de otra que buscar otra zona de parqueo.
Elena
Elena
Me levanto tarde en la mañana con un fuerte dolor de cabeza, ya ha pasado prácticamente una hora desde el horario en que debería entrar al trabajo, los tragos que te tomé y el desvelo de anoche producto de pasar una noche de pasión con mi futuro esposo, me están pasando factura, rio para mis adentros. Bajo corriendo las escaleras mientras trato de encender mi teléfono, en ese momento me doy cuanta de que se me olvidó conectarlo ayer y está sin batería. Decido que para no demorar aún más sería conveniente pedir algo de comer en la oficina, por lo que ni siquiera me molesto en mirar hacia el comedor, de todos modos se que todos los integrantes de esta casa, ya se encuentran en sus respectivas actividades. Llego a la empresa con casi dos horas de retraso, paso rápidamente por la oficina y veo a mi amiga Ella muy concentrada en su computadora, decido no molestarla y es en ese entonces cuando recibo la información de que mi primo desea verme con urgencia, si pensarlo, me dirijo a su despacho.
Alondra
Alondra
Estoy tomando el sol en la piscina de la mansión Villamar, honestamente podría acostumbrarme a este estilo de vida, suspiro pesadamente mientras vago en los recuerdos de mi vida pasada, de lo adinerada que una vez fué mí familia y de como lo perdimos todo gracias a los juegos de apuesta de mi padre, el cual finalmente después de despilfarrar todo nuestro dinero decide suicidarse y acabar con su vida, aunque no fue un padre perfecto, su desenlace no deja de dolerme. Aterrizo instantáneamente a la realidad, pues sé que Sebastián no me mira como la mujer de sus sueños y si quiero vivir la vida que me merezco tendré que buscarme otra presa, lamento tanto que no sea su chica soñada, Sebastián es el hombre que cualquier chica podría querer; guapo, buen amante, honesto y adinerado, me muerdo los labios al saber que no será para mí, pues tengo bien claro que solo soy un pasatiempo. Estoy tan ensimismada en mis pensamientos que me sobresalto al escuchar una conversación o más bien una discusión entre mi cuñada y un chico guapo al que no conozco y no tengo la menor idea de quien será.
Ernesto
Ernesto
Voy manejando rumbo a la mansión Villamar, sé que mi mejor amigo Sebastián acaba de llegar hace unos días, sé más que nadie que nuestra relación está quebrada a causa de Sofía, Pero aún así no dejaré de buscarle y pedirle perdón por lo que hice, al fin de cuentas soy el único culpable de que nuestra amistad se acabara. Recuerdo aquel día que me hizo la historia de que había conocido al amor de su vida, lo ví tan contento y tan decidido que inmediatamente supe que hablaba en serio. Días después de confesarme su amor por aquella chica de la cual desconocía su nombre, quedamos en reunirnos para presentarme y al fin conocer a su novia. Estoy inmerso en mi móvil, un segundo después escucho la puerta de la cafetería donde habíamos acordado vernos hacer click, levanto la cabeza para ver si era mi amigo y lo que veo me deja perplejo, era ella, Sofía... mi Sofía, el amor de mi vida, ambos nos miramos sorprendidos y optamos por aparentar que no nos conocimos, mientras mi corazón se desmoronaba en mil pedazos. Llego a mi destino y estaciono mi vehículo en la parte trasera de la mansión, entro por atrás, pues sé, que si anuncio mi llegada Sebastián no me recibirá. Una de las empleadas me recibe, camino directo al patio trasero y veo a una hermosa chica rubia tomando el sol a la orilla de la piscina, no la interrumpo e intento seguir mi camino, en ese instante soy detenido a regañadientes por Casandra, la hermana mayor de Sebastián, después de insultarme y decirme algunas cosas hirientes, pues es la única de la familia que sabe lo que sucedió entre Sofía y yo, me pide que vaya de la casa, para no llamar la atención de los demás habitantes decido irme sin más por dónde mismo vine.
Sebastián
Sebastián
Estoy en la oficina algo exaltado por la reciente conversación que tuve con mi abuelo. Quedamos en que debería tener una asístente eficiente que pueda facilitar mi trabajo, así que le propuse que, mientras llegaba se ocupara de seleccionar la opción que a su parecer fuera la más pertinente y la más acertada, pues, su asistente de hace más de 15 años puso su renuncia inmediatamente se enteró de la salida de mi abuelo de la empresa. Acudo a su llamado y me dirijo a mi despacho, mi abuelo me entrega el currículum de la que será mi futura asistente para que lo lea y vea lo preparada que está, así como sus excelentes referencias laborales, cuando lo abro para hurgar su contenido quedo anonadado... Leo el nombre varias veces para ver si es ella o lo estoy imaginando, y efectivamente si, es Sofía Palmer, mi ex. El abuelo se despide y me dice que cree que es la mejor opción entre todas las solicitantes y que por eso la eligió, respiro profundamente y no puedo juzgarlo, pues sé que solo vela por el bienestar de la empresa, y además ningún miembro de mi familia, excepto Casandra, conoce la verdadera razón por la que terminé con Sofía, todos creen que fue por la distancia, y que me enamoré nuevamente, Sofía siempre fue vista por mi familia como la mártir de esta horrible historia. Intento comunicarme con mi prima, pero no tengo éxito, al parecer su teléfono está muerto, en ese instante entra el personal de limpieza, así que aprovecho y le mando el recado con el personal. Mi prima llega al instante, hablamos y le ruego que busque la solución, le hago pensar que no sería sobre llevadero convivir diariamente con Sofía, que me resultaría muy difícil trabajar plácidamente con ella y que esa situación podría afectar considerablemente el bienestar de la empresa, pues, no podría ser muy conveniente trabajar con una ex que me" odia", ella lo entiende perfectamente y sale de mi oficina afirmando que buscará la forma de ayudarme. Trato de concentrarme y no lo logro, en medio de tanta tensión, decido ir personalmente por una taza de café, así miro el panorama empresarial y me familiarizo con mis subordinados... Voy camino a mi despacho sumido en mis pensamientos, de repente siento como alguien torpemente choca con mi pecho y parte del hombro, estoy tan alterado por la situación anterior que, lo primero que hago sin siquiera mirar quien es el tarado que ha derramado mi café en mi traje Armani, es insultarlo y escupir mis frustraciones con el sujeto, exhalo el aire contenido en mis pulmones e inclino la cabeza para ver la cara del responsable de terminar de arruinar mi día, lo que veo me deja perplejo, es el chico, o al menos eso pensé en ese entonces, que me ralentizo el camino y que me robó el parqueo... La miro a los ojos, pues ahora puedo constatar que es una chica y juro que jamás en mi vida había visto rasgos tan perfectos, inspecciono su rostro detalladamente y todo en ella es perfecto...es totalmente desalineada y quizás algo torpe, pero es sorprendentemente hermosa... Y lesbiana, es lo más seguro. Después de explotar mi ira sobre ella diciéndole de mala manera que debía fijarse por dónde camina, escucho de sus labios un -lo siento- y debo confesar que es la voz más dulce y tierna que jamás había escuchado.
Ella
Ella
Me quedo estupefacta al ver la forma en la que me habla el sujeto que acabo de chocar de forma involuntaria, levanto los ajos para mirarlo y pedir disculpas por mi torpeza y veo a un hombre muy guapo, con los ojos más hermosos que había visto en mi vida, debe medir como un metro noventa, pues aunque no soy muy pequeña debo elevar la cabeza para mirarlo... Trato de articular algunas palabras en mi defensa y, sin embargo, lo único que me sale al ver su profunda, penetrante y soberbia mirada es un - lo siento- el chico al notar mi sorpresa y tartamudez trata de suavizar su tino, y me dice que debo tener más cuidado, de manera orgullosa, pero más gentil que la primera vez, torpemente asiento, y me dirijo nuevamente a mi despacho, estoy tan alterada por lo ocurrido que se me olvidó inclusive hasta mi propio destino... jamás había visto a alguien tan autoritario, pienso que podría ser el primo de Elena, nuestro nuevo jefe y se me eriza la piel, es un hombre demasiado guapo como dolía describirlo mi amiga, pero lo que tiene de guapo, lo tiene de antipático.
Elena
Elena
Después de colgar el teléfono y quedar de acuerdo en almorzar junto a mi prometido me pongo a pensar en la petición de mi primo Sebastián. Maquino varias posibilidades hasta que pienso en una realmente buena. Salgo de la oficina con rumbo hacia mi destino y la llamo por su nombre: -Ella, quiero proponerte algo- esta se voltea y me mira expectante.
Ella
Ella
Escucho que Elena me llama, así que me volteo para escucharla con los brazos cruzados. Mi mente me hace pensar que quizás quiere proponerme ir de shooping nuevamente, Pero su seriedad, inmediatamente me hace descartar esa opción. -Te escucho Elena, que es eso que quieres sugerirme. - Antes de responderme, te pido que por favor lo pienses bien, es algo que te puede ayudar en el ámbito laboral. - Me asustas cuando tratas de convencerme primero, eso significa que es algo en lo que debo reflexionar minuciosamente. - ¡Ves! Exclama, por eso eres mi mejor amiga. - Me rio, y le hago señas para que prosiga.
Ella
Ella
Ya estando en la casa no he podido dejar de pensar en la preposición que me hizo mi amiga, en un sentido tiene razón y sé que lo hizo pensando en mi desarrollo y bienestar, además tiene razón cuando dice que en ese nuevo puesto de asistente de presidencia podré adquirir muchos conocimientos que me podrán ayudar a reforzar mi perfil laboral, pero por otro lado pongo en una balanza los caracteres de mi futuro y actual jefa y ciertamente son muy diferentes, Elena es tan serena, tan comprensible y democrática en el trabajo que juzgando por lo poco que pude interactuar con mi posible CEO, consideraría que podría ser todo lo contrario... pensando arduamente en los beneficios y los contras, tomo una decisión definitiva.

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