Sebastián
Estoy en la oficina algo exaltado por la reciente conversación que tuve con mi abuelo. Quedamos en que debería tener una asístente eficiente que pueda facilitar mi trabajo, así que le propuse que, mientras llegaba se ocupara de seleccionar la opción que a su parecer fuera la más pertinente y la más acertada, pues, su asistente de hace más de 15 años puso su renuncia inmediatamente se enteró de la salida de mi abuelo de la empresa.
Acudo a su llamado y me dirijo a mi despacho, mi abuelo me entrega el currículum de la que será mi futura asistente para que lo lea y vea lo preparada que está, así como sus excelentes referencias laborales, cuando lo abro para hurgar su contenido quedo anonadado... Leo el nombre varias veces para ver si es ella o lo estoy imaginando, y efectivamente si, es Sofía Palmer, mi ex.
El abuelo se despide y me dice que cree que es la mejor opción entre todas las solicitantes y que por eso la eligió, respiro profundamente y no puedo juzgarlo, pues sé que solo vela por el bienestar de la empresa, y además ningún miembro de mi familia, excepto Casandra, conoce la verdadera razón por la que terminé con Sofía, todos creen que fue por la distancia, y que me enamoré nuevamente, Sofía siempre fue vista por mi familia como la mártir de esta horrible historia.
Intento comunicarme con mi prima, pero no tengo éxito, al parecer su teléfono está muerto, en ese instante entra el personal de limpieza, así que aprovecho y le mando el recado con el personal.
Mi prima llega al instante, hablamos y le ruego que busque la solución, le hago pensar que no sería sobre llevadero convivir diariamente con Sofía, que me resultaría muy difícil trabajar plácidamente con ella y que esa situación podría afectar considerablemente el bienestar de la empresa, pues, no podría ser muy conveniente trabajar con una ex que me" odia", ella lo entiende perfectamente y sale de mi oficina afirmando que buscará la forma de ayudarme.
Trato de concentrarme y no lo logro, en medio de tanta tensión, decido ir personalmente por una taza de café, así miro el panorama empresarial y me familiarizo con mis subordinados...
Voy camino a mi despacho sumido en mis pensamientos, de repente siento como alguien torpemente choca con mi pecho y parte del hombro, estoy tan alterado por la situación anterior que, lo primero que hago sin siquiera mirar quien es el tarado que ha derramado mi café en mi traje Armani, es insultarlo y escupir mis frustraciones con el sujeto, exhalo el aire contenido en mis pulmones e inclino la cabeza para ver la cara del responsable de terminar de arruinar mi día, lo que veo me deja perplejo, es el chico, o al menos eso pensé en ese entonces, que me ralentizo el camino y que me robó el parqueo... La miro a los ojos, pues ahora puedo constatar que es una chica y juro que jamás en mi vida había visto rasgos tan perfectos, inspecciono su rostro detalladamente y todo en ella es perfecto...es totalmente desalineada y quizás algo torpe, pero es sorprendentemente hermosa... Y lesbiana, es lo más seguro.
Después de explotar mi ira sobre ella diciéndole de mala manera que debía fijarse por dónde camina, escucho de sus labios un -lo siento- y debo confesar que es la voz más dulce y tierna que jamás había escuchado.
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