Estoy tan a gusto platicando con mi jefe, cada vez más compruebo las palabras que dijo Elena. Charlamos de estrategias de negocios, así como de las ocurrencias de Elena y la manera en que nos conocimos, la estoy pasando muy bien. Escucho que alguien lo saluda e inmediatamente noto como se tensa. La mujer que tenemos al frente es preciosa; tiene una cabellera larga y rojiza y hermosos ojos azules, la forma en que reacciona el señor Villamar me hace pensar que fue alguien especial, o tal vez alguien que marcó su vida. Luego de que ambos intercambiaran sus contactos, las dos chicas se despiden y se van a su mesa, un momento después nosotros nos marchamos.
El camino fue largo, el señor Sebastián iba muy pensativo, solo me dirigió la palabra un par de veces. Me mantuve al margen, no quise interrumpir sus pensamientos.
？？？Sofía
Llego al lugar y busco con la mirada a mi amiga Laura. Está sentada en la mesa esperando mi presencia. Antes de pedir, le digo que voy al baño a retocarme, me dice que me acompaña e internamente volteo los ojos. Cuando vamos llegando lo veo, está sentado hablando con alguien que no puedo identificar, lo veo tan feliz y a gusto que quiero saber quién es el responsable de su alegría.
Me dirijo a ellos sin decirle nada a mi amiga, de impulso, ella me sigue. Lo llamo por su nombre y cuando me ve, sé que sé sorprende, me presento ante la chica para saber quién es, y entonces me doy cuenta de que es su secretaria. La joven es linda, debo admitirlo, Pero no suficientemente atractiva como para tentar a mi hombre o tener de que preocuparme. Conozco los gustos de Sebastián, pues siempre he estado enterada de sus romances y su patrón de gustos en mujeres son los mismos; elegantes, refinadas, muy femeninas, bien cuidadas y arregladas.
Le digo que quisiera volver a juntarme con él después de tanto tiempo. Aprovecho la presencia de las mujeres para hacerlo, pues sé que no se negará ante ellas, después de todo me convino que Laura me siguiera y que su asistente estuviera presente.
Después de intercambiar números, me despido y salgo de su vista.
Elena
Estoy Almorzando con mi prometido. Ha pasado más de un año desde que le dije que si y acepté el anillo. Eduardo está ansioso en realizar la boda, la he estado organizando desde hace un tiempo, Pero quiero que sea perfecto, y quisiera que fuera mi boda soñada. He tenido mucho trabajo y no he tenido mucho tiempo para reunirme con Julieta, mi organizadora de bodas. Confío en su trabajo, es una gran profesional, pero me gusta participar en todo el proceso, no quiero perderme de nada... El beso que me da Eduardo, me saca de mi ensoñación, lo amo tanto, y sé que él me ama a mí también.
-Te amo princesa, ya quiero que seas mi esposa.
- También te amo mi amor.
Me vuelve a besar.
Sebastián
Llego a la empresa junto a Ella, ambos nos dirigimos hacia nuestros respectivos puestos. En el camino estuve muy callado y pensativo. Sé que ella se dio cuenta de mi repentino cambio de humor, sin embargo, traté de entablar conversación durante el regreso y solo recibía respuestas cortantes. Llego a mi despacho y voy directo al minibar, cojo un whisky y me sirvo un vaso... Pienso en Sofía; en lo bella que está, es como si no le hubieran pasado los años, indiscutiblemente sigue igual de hermosa y seguro, igual de mentirosa. Me doy otro trago.
Leonor villamar
Voy camino a la casa materna de Sofía, ella y su madre me invitaron a tomar el té. Estoy loca por conocer con lujos de detalles como fue el encuentro de ella y mi hijo. Sofía siempre fue muy querida por mí, la considero como una más de mis hijas. ¡Lamenté tanto cuando se separó de Sebastián! La veía como mi futura nuera, incluso como la madre de mis nietos! ¡Estoy tan ansiosa de convertirme en abuela! Sé que ella es la indicada, es una mujer de principios y valores, de buena familia y muy educada. La voz de mi chófer para darme la señal de que había llegado a mi destino, le pone fin a mis pensamientos.
En la noche en un bar...
Alondra
Mañana parto a Estados Unidos, por eso decidí salir, quiero tener una digna despedida. Sebastián como siempre está trabajando, así que estoy aquí sola, pero no me importa, estoy acostumbrada.
Me dirijo a la barra del bar donde estoy y pido una copa de vino, de repente oigo que alguien me aborda;
- Eres la chica que vi en la mansión Villamar hace unos días ¿cierto?
Dudo un rato, después me acuerdo que fue el chico que vi hablando con Verónica, la hermana mayor de Sebastián, inmediatamente le reposando;
-Si, y tú quien eres?
- Soy un viejo amigo de Sebastián, tu novio.
Me rio, si querías saber mi estado sentimental solamente debiste preguntarlo, claro que esto únicamente lo pienso en mis adentros.
- No, no soy su novia, Sebastián y yo solo somos amigos.
Pasamos la noche tomando, bailando y hablando de nuestras vidas. Ernesto me pareció un tipo bastante agradable.
Después de un rato, un poco pasados de copa nos dirigimos a su apartamento, sé lo que viene y no me resisto, Sebastián y yo no tenemos ningún compromiso y hace un tiempo que tampoco intimidad, además, seguro no lo volveré a ver en mi vida. Aprovecho cada oportunidad. Llegamos y entramos a su lujoso apartamento... lo demás es historia.
Ernesto
Me despierto en la mañana temprano y ya mi acompañante no estaba. La pasé muy bien con Sofía, como me dijo que se llamaba, es una chica muy sincera que dice lo que piensa y eso me gusta, lástima que ya hoy se marcha a Los ángeles. Quizás algún día pueda volver a verla. Pienso en todo lo que hicimos durante casi toda la noche y automáticamente me vuelvo a excitar.
Don Braulio Villamar
Llego a la empresa temprano en la mañana; se siente tan bien ir solo de visita. Veo a Ella, es una joven muy agradable y aplicada en su trabajo y me alegra que sea la asistente de mi nieto. La saludo con mucho afecto, el ser parte de mi empresa desde hace casi dos años y el hecho de ser la mejor amiga de mi nieta, hace que sea especial para mí:
- Hola Ella, cómo te trata tu autoritario jefe, le digo a modo de broma.
Don Braulio, Exclama, mientras me saluda.
- Debo decir que bastante bien, es un jefe muy considerado, tanto o igual que usted.
- Es algo de genética, me rio.
- Eso parece.
Me despido y voy directo a ver a mi nieto.
Ella
Salgo del trabajo y voy directo al taller mecánico encargado de darle mantenimiento a mi vehículo. Lo chequeo cada año para evitar futuras complicaciones. Lo dejo revisando y me toca llegar a mi casa en un taxi. Mañana, antes de irme al trabajo paso a recogerlo.
Me despierto temprano y me dirijo a primera hora al taller, cuando llego noto que está cerrado y me resulta totalmente extraño, Jorge ha Sido mi mecánico desde hace tiempo y siempre ha sido muy responsable. Lo llamo varias veces y no tengo éxito. No me queda de otra que pedir un taxi para dirigirme al trabajo.
Llego justamente a tiempo, me pongo a desarrollar todas mis responsabilidades. Entro a la oficina del CEO para recordarle cada una de sus reuniones y demás pendientes, por suerte no hay mucha actividad el día de hoy... así pasa el tiempo hasta la salida.
Estoy en un extremo de la empresa en espera de un vehículo que pueda llevarme a mi destino, tengo aproximadamente 10 minutos esperando un taxi.
En un segundo veo como un hermoso carro negro se parquea frente mío, por el color de sus cristales no logro distinguir quien va a bordo.
Un minuto después veo al señor villamar bajar el cristal del lado del conductor y pregunta:
- Esperas a alguien.
Sebastián
Salgo de mi despacho y en lo primero que me fijo es que la oficina de Ella ya está vacía. Me resulta extraño, siempre antes de irse pasa por mi oficina a ver si se me ofrece algo y a despedirse... pensando en ello me dirijo hacia mi auto y salgo del estacionamiento.
Cuando me propongo dirigirme hacia mi residencia veo la figura de Ella en la esquina próxima, en espera de algo... o alguien. Ahora entiendo su prisa. Acelero el vehículo a toda marcha y me estaciono frente a ella. Se extraña, por ello, deduzco que a lo mejor no me reconoce, pues es la primera vez que vengo en mí Ferrari al trabajo. Procedo entonces a bajar los cristales del carro e inmediatamente le pregunto lo que quiero saber.
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