Ella
Tengo más de 15 minutos sumergida en páginas webs de los diferentes hoteles de Punta Cana. Estoy viendo cuál puede ser la mejor opción para que mi jefe Sebastián y mi amiga Elena; su acompañante, tengan la mejor experiencia. Sé que es un viaje de trabajo y no de ocio, ¿Pero quién dice que no se puede tener los dos?... sigo buscando, el viaje casi se aproxima, y debo reservar cuánto antes su estadía.
Después de verificar; ubicación, recomendaciones y sus Suites presidenciales conectadas, ya que Elena propuso que sería mejor así, me decido por el hotel Hyatt Zilara Cap Cana, creo que les encantará, además tiene muy buenas reseñas. Estoy tan concentrada en ello que ni siquiera pude escuchar los pasos que se aproximaban de la persona que tengo frente mío:
- Le puedes decir a Sebastián que Sofía ya está aquí, quedamos de almorzar.
- La miro y casi tartamudeando le digo que si. Siento una presión en mi pecho y una sensación pesada en la boca del estómago.
- Claro señorita, espere un momento, le digo. Me levanto de mi asiento y me dirijo a presidencia. Me trago todos mis sentimientos y toco a la puerta:
- Disculpe Sebastián, la señorita Sofía lo espera.
Trato de darle la mayor naturalidad posible a mi voz quebrada.
- Muchas gracias Ella, me dice, dígale que salgo en un momento.
Me doy la vuelta y noto en el cristal de la puerta que tengo los ojos aguados. Pestañeo varias veces para así evitar que una lagrima solitaria se desparrame por mi mejilla. Llego a nuestro punto de encuentro y le doy el recado a la joven. Unos minutos después el señor Villamar sale de su oficina y entonces los dos se encuentran; en la mirada de ella veo amor, alegría, plenitud
En la de él observo sorpresa y quizás admiración. Unos segundos después desvía la mirada de su cita y la dirige hacia mí:
-Nos vemos luego ella- dice mientras ambos salen juntos en dirección desconocida... yo no aguanto más y me dirijo al baño.
Dejo que mis sentimientos reprimidos salgan a la luz y entonces lloro; lloro por lo que siento y por haberme permitido sentirlo, por ser tan ingenua y enamorarme de un imposible, lloro porque sé que esa joven significa lo que jamás yo podré ser... lloro por todo y por nada, porque al fin y al cabo eso significo yo para él... nada. Solo soy su asistente desalineada, aquella que aprecia y estima por haber logrado lo que he conseguido pese a mi dolor.
Me obligo a calmarme, me lavo la cara después de unos minutos. No quiero que nadie note que estuve llorando. Después de asegurar que me veo mejor salgo del baño y me dirijo a mi oficina.
Comments
Acap Amir
¡Me tiene prendida!😲
2025-04-15
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