Los secretos de Saracco

Luck dejo el periódico sobre la mesa, hacía varios años no veía a Isadora, la última vez que la vio Cesaré tenia diez años. Le había pedido a Cesaré que dejara a las hermanas Kyriakos por la paz hacía mucho tiempo, pero su hijo tenía un serio problema de comprensión.

La puerta se abrió y Madeleyn ingreso con la bandeja del café.

— ¿Porque tan serio?, pregunto ella dejando la bandeja sobre la mesa y se sentó enfrente de él.

— Nuestro hijo salió en primera plana, ¿es que no puede comportarse?, pregunto Luck.

— ¿ Tú también fuiste joven?, todos cometemos errores.

— No recuerdo haber sido tan escandaloso, tú lo sabes. Vitto no podía ser visto y Luck debía pasar desapercibido. Cesaré prefiere pasar como una topadora y que todos noten su presencia. Estuve pensando y es hora de que se involucre en el negocio, comento Luck.

— ¿Vas a retirarte?, pregunto Madeleyn.

— Es la idea, Cesaré debe ocupar su lugar. Helena y Dante fueron muy buenos en sus puestos, pero es hora de que nuestro hijo se ocupe de todo al menos ya no correteara modelos los resorts no requieren de bellas mujeres para promocionarlos.

— Claro porque durante estos años ninguna modelo ha intentado seducirte exclamó Madeleyn.

— ¿Es una queja sobre mi comportamiento?, pregunto Luck poniéndose de pie. —Madeleyn sonrió mientras lo veía acercarse.

— ¿Cuándo me he quejado de tu comportamiento?, pregunto ella. — Has sido un excelente esposo.

— He sido el esposo que tú te merecías comento Luck y la beso con delicadeza.— Te invito a cenar.

Madeleyn sonrió, Luck era un esposo maravilloso, un padre excepcional. Un hombre que había puesto al bienestar de su familia por encima de todo llevaban casados treinta años y en treinta años solo una vez le había causado un disgusto.

No solían hablar de ese tema. Cesaré tenía diez años cuando regresando del colegio el coche donde viajaba había sido emboscado, la policía creía que había sido un intento de secuestro, el cual milagrosamente fue impedido por Luck y sus custodios, por ese entonces Luck andaba nervioso, según le había contado por aquel entonces, Genaro Saracino su padre esperaba para ser ejecutado, Luck atribuyo el intento de secuestro a los cómplices de su padre, ella y los niños se instalaron por dos meses en Burhan bajo la protección de su cuñado y hermana. Tras la muerte de Saracino todo volvió a la normalidad.

Madeleyn y Luck ingresaron al restaurante. Se encontraban en Londres, ellos habían decidido instalarse ahí, era mucho más cómodo para la familia, ya que Luck debía controlar sus negocios y la mayor parte se encontraba en Europa. Solían viajar al menos una vez al mes a Estados Unidos, Henry y Casandra seguían viviendo ahí.

Caminaban hacía su mesa cuando vieron a su sobrino Dante junto a una joven castaña, pero decidieron no pararse a saludar.

— Sí se lo cuento a Sarah comenzará a preparar la boda comento Madeleyn.

— Se lo nota más centrado y ocupado en sus negocios. Quien sabe comento Luck mientras movia la silla para que su esposa se sentara, ella sonrió y le agradeció.— No he visto a mi bella hija en diez días, ¿qué sabes de Danielle?.

— Está preparando su nueva colección, mañana vendrá a cenar con nosotros. En tres días salimos de viaje. Comenzarán a preparar el desfile en Burhan y países vecinos

—Procura que no se la robe un Jeque árabe ni a ti tampoco exclamó Luck.

— A mi edad lo dudo seriamente dijo Maddy. Luck sonrió su esposa seguía igual de hermosa, pero lo que más amaba de Madeleyn era que le había dado un hogar.

Tres días después Danielle acordaba el Jet de la familia junto a su madre y su prima Eleonora. La primera parada era Marambit, tras ocho horas de vuelo, al abrirse la puerta las jóvenes se vieron sacudidas por el calor agobiante.

En el aeropuerto una limusina aguardaba por ellas y fueron llevadas al palacio donde Isra aguardaba para recibirlas.

— Bienvenidas dijo Isra abrazándolas.

— Gracias dijo Madeleyn saludándola, y se sorprendió al ver a su hermana aparecer.— No esperaba verte aquí.

— Yo vivo aquí, al menos hasta que Sharif me corra, lo que pasará en cualquier momento si sigo malcriando a mis nietos comento Katherine. Danielle y Eleonora saludaron a su tía.

— Para eso eres la abuela dijo Madeleyn

— Pero mi primo quiere que sus hijos marchen como soldado exclamó Eleonora

— En eso tienes razón mi esposo piensa que esta en el ejército exclamó Isra…

Luego de acompañar a sus involucrados a sus habitaciones Isra dispuso todo para servir el almuerzo.

Luego de ducharse, y cambiarse Danielle y Eleonora se dirigieron al comedor del palacio.

Estaban por pasar a la mesa cuando su primo Sharif llegó acompañado por el hermano de Isra, Zaid.

— Bienvenidas, ¿recuerdan a mi cuñado Zaid?, ellas son Eleonora y Danielle mis primas y mi tía Madeleyn...

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