Cesaré Saracco, el oscuro Beaumont.

La villa "Bella Vita" se encuentra en la región de Toscana, rodeada de viñedos y olivares. La arquitectura es típicamente italiana, con paredes de piedra y tejas de terracota. El jardín está lleno de flores y árboles mediterráneos, creando un ambiente relajante y sensual. Cesaré Saracco sonrió, adoraba estar en Italia.

Cesaré es un hombre impresionante, con más de 180 cm de estatura y un cuerpo trabajado que refleja su pasión por el deporte. Su cabello oscuro y ondulado cae sobre su frente, enmarcando sus ojos celestes que parecen ver más allá de la superficie. Su sonrisa es cálida y seductora, capaz de hacer que cualquier mujer se sienta especial y con esa sonrisa consigue que ellas hagan lo que él desea.

Cesaré es un hombre apasionado y carismático, con un sentido del humor irresistible. Es un líder natural y siempre está dispuesto a proteger a aquellos que ama. El sonrió al ver a su chófer detenerse en la entrada se puso de pie y salio a recibir a sus invitadas Abigail y Harriet.

Cesaré había conocido a estas dos mujeres en Esparta, ellas se encontraban ahi celebrando una despedida de soltera. Fue una noche de pasión y diversión, tal era asi que la boda se había cancelado ya que la novia había tenido un dezlis esa noche con su primo Rashad.

Esa noche habia comenzado con unas copas en Esparta, luego se fueron a seguir el festejo en su piso, pero Dante los había dejado tirados y esa noche en cuestión él tuvo que sacrificarse, ya que eran cinco señoritas y cuatro caballeros y como buen caballero no podía dejar desamparada a la bella señorita y aunque no esperaba volver a verlas, aquí estaban, en su villa, listas para pasar un fin de semana inolvidable.

Abigail era una rubia, de ojos azules, alta y delgada, con un sentido del humor irresistible.

Harriet era morena, ojos verdes, curvilínea y sensual, con una personalidad apasionada e intensa.

Cesaré las recibió con una sonrisa cálida y un abrazo apasionado. Desde el momento en que llegaron, la tensión entre ellos era innegable. La química entre ellos era intensa, y pronto se encontrarian envueltos en un baile de seducción y pasión.

Abigail se sintió fascinada por la personalidad carismática de Cesaré, mientras que Harriet se enamoró de su sentido del hu r y su capacidad para hacerla sentir especial.

Luego de mostrarles la propiedad personalmente y dejarlas en sus respectivas habitaciones. Cesare fue a ducharse, luego de ordenar que prepararán la cena y la sirvieran en el jardín.

La mesa estaba puesta en el jardín, rodeada de velas y flores. El aroma de la comida italiana llenaba el aire, y el sonido de la música clásica creaba un ambiente romántico.

Cesaré se sentó entre Abigail y Harriet, y comenzaron a disfrutar de la cena. La conversación fluyó fácilmente, y pronto se encontraron riendo y compartiendo historias.

La noche continuó con una caminata por el jardín, bajo la luz de la luna. Cesaré, Abigail y Harriet se sintieron cómodos y relajados.

Después de la caminata por el jardín, Cesaré, Abigail y Harriet regresaron a la villa, sintiendo una conexión cada vez más fuerte entre ellos. La tensión era palpable, y pronto se encontraron envueltos en un abrazo apasionado.

Cesaré besó a Abigail con intensidad, mientras Harriet se acercaba a ellos, sintiendo el calor de su cuerpo. Abigail respondió con pasión, mientras Harriet se unía al beso.

Cesaré deslizó los ojos apasionados sobre ellas, metió la mano en el cabello de Harriet y devoró su boca con un ansia que ya no intentó ocultar. Mientras Abigail comenzó a desabrochar la camisa de Cesaré, el sonrió y le acarició la espalda a Abigail bajando la cremallera de su vestido y la beso.

Cesaré se sentó en los pies de la cama y las miro.

— Llevan demasiada ropa exclamó Cesare, ambas comenzaron a desvestirse bajo la atenta mirada de él.

Pocos minutos después, los tres estaban tumbados sobre la cama. La camisa de Cesaré estaba en el suelo junto con sus zapatos y Abigail sonrió al ver la expansión de su musculoso torso. Deslizó las uñas entre sus rizos y esbozó una femenina sonrisa de poder cuando él se estremeció en respuesta y mientras Harriet terminaba de quitarle el pantalón...

La noche se convirtió en un baile de seducción, con los tres moviéndose en armonía. La villa "Bella Vita" se convirtió en un santuario del deseo y la lujuria, donde nada más importaba que el momento.

Durante el fin de semana los tres permanecieron en Bella Vita, el lunes de madrugada Cesare se dirigió al aeropuerto con sus amigas, ellas regresaban a Londres y él se dirigía a Grecia.

Tras una jornada agotadora de reuniones y negociaciones. Cesaré se dirigió a un gimnasio.

Denakis Wellness, era un gimnasio que tenía de todo como le gustaba a él.

Luego de hacer ejercicios en las máquinas Cesare se acercó al ring donde estaban peleando en ese momento. Cesaré observó la exhibición de kickboxing con interés.

Selene Kyriakos llegó a Denakis Wellness como cada tarde, el gimnasio de su madre era uno de los lugares más elegidos por la sociedad ateniense.

Su madre, Isadora Denskis había montado el primer gimnasio estando embarazada de su hijo mayor Benjamin, para cuando nació su segunda hija Leonor, Isadora ya había abierto seis gimnasios era una manera de lidiar con la decisión de dejar su trabajo.

Selene maldijo al imbécil que había estacionado en su lugar. Y sólo había un idiota capaz de hacer eso, además no había muchos idiotas que condujeran un Lamborghini Veneno Roadster solo Cesaré Saracco y él adoraba ponerla de mal humor.

— Selene solo respira se dijo a sí misma. Cerró sus ojos respiró profundamente y abrió sus ojos estacionó en otro sector, al ingresar al gimnasio lo vio, coqueteando con una mujer mientras miraba la exhibición de kickboxing.

Selene se dirigió al vestuario, luego de cambiarse se dirigió a la sala de máquinas y comenzó su entrenamiento.

Cesare salía de los vestidores cuando se encontró con Selene, ella frunció el ceño no más verlo.

— Pero si es la pequeña Kyriakos, ¿Cómo estás, Selene?, pregunto Cesaré.

— De un humor excelente y tú no cambiarás eso. — Cesaré sonrió.— Tu auto me encanta, es realmente hermoso, sería una lástima que sufriera un accidente porque lo dejas estacionado en cualquier parte.

Cesaré sonrió.— Soy un distinguido cliente, puedo estacionar donde quiera.

— No aquí, sé que te crees una especie de divinidad sobre la tierra pero aquí estas en la tierra de los infieles por así decirlo. — Cesaré soltó una carcajada.

— Nos vemos infiel exclamó Cesare. Selene entornó los ojos.

Al día siguiente Selene regreso otra vez al gimnasio y otra vez el auto de Cesaré estaba usurpando su lugar. Una vez podía considerarlo un accidente, pero una segunda vez y después de una advertencia lo consideraba una provocación y merecía un escarmiento, Selene estacionó su coche, tomó su bolso y buscó su celular, hizo una llamada y un minuto después bajo de su auto, paro junto al coche de Cesaré y sonrió.

Luego de hacer su rutina, Selene se sentó junto a unas amigas en la cafetería del gimnasio estaban conversando cuando Cesaré llego hecho una tromba furiosa.

— Estás completamente loca exclamó Cesare furioso.— Selene puso su mejor cara de inocente y lo miró como si no comprendiera de que hablaba.— ¡Garabateaste en mi auto!, la acuso Cesaré.

 — No sé dé que hablas exclamó Selene.

— No me quieras ver la cara de idiota, tú arruinaste la pintura de mi coche, sabes lo que me saldrá arreglarlo. Presentaré una queja.

— Estoy totalmente de acuerdo con que lo hagas, en el estacionamiento hay cámaras dijo Selene muy tranquila.

— ¿Es que me crees idiota?, pregunto Cesaré muy enfadado. — Selene no pudo con su genio y asintió después de todo lo consideraba un idiota.— Sé que fuiste tú ¿porque no maduras?, Strega demoníaca le grito en italiano furioso se dio media vuelta y comenzó a caminar.

—Parece que no le gusto mi obra de arte exclamó Selene y sus amigas comenzaron a reírse al igual que Selene, al escuchar las risas Cesaré enfureció pero decidio abandonar el gimnasio antes de cometer un crimen.

Dos noches después Selene se encontraba en una fiesta, la sociedad ateniense se hacía presente para colaborar con una fundación como miembro de la familia Denakis Kyriakos, Selene debió hacer acto de presencia, su hermana Leonor no podía asistir, ya que se encontraba en una cena de negocios y su hermano Benjamin se encontraba volando de regreso, ya que había viajado por negocios a Estados Unidos.

Selene estaba bebiendo una copa junto a la piscina del exclusivo hotel cuando Cesaré apareció delante de ella, Selene dio un paso atrás.

— Pero si es destructora de auto Kyriakos dijo Cesaré con desdén.

— Dios, tienes un serio problema. Aquí no es lo que tú crees es lo que puedes probar.

— Eres una malcriada.

— Y tú un idiota exclamó ella.

— Tal vez pero mueres por llamar mi atención dijo él.

— ¿Es que acaso te escuchas?, Cesare no me importas en lo más mínimo. Solo eres un idiota con el ego demasiado grande. Te crees la gran cosa y solo eres un tonto que no puede soportar que le pateara el trasero.

— Ambos sabemos cuál es tu problema dijo él acercándose. — Selene dio otro paso hacia atrás otra vez.

— Por supuesto que si, no soportas que una mujer te ignore exclamó Selene dando otro paso hacia atras porque el se había vuelto a acercar.

— Creo que si me ignoraras no estaríamos en esta situación dijo Cesaré. Selene soltó una carcajada y bebió un sorbo de su copa.

— Creo que si tu superaras el incidente no estaríamos en esta situación dijo Selene.

— Ya lo ovide respondió Cesare acercándose bruscamente. Selene dio otro paso atrás y Cesaré sonrió al ver cómo Selene caía a la piscina llamando la atención de todos, incluso algunos periodistas, mientras alguien hacia fotografías.

Cesare sonreía mientras Selene emergía del agua furiosa.— Eres un idiota.

Cesare se agacho y estiró su mano.— Déjame ayudarte, no deberías beber así exclamó el en tono burlón.

Selene estiró su mano y lo tomó de la corbata tirando con fuerza hasta hacerlo caer en la piscina...

Al día siguiente Cesare sonrió al ver las fotografías en el periódico. Insinuaban que Selene estaba borracha y por eso lo había tirado cuando el intento ayudarla, eso le enseñaria.

Selene miró el periódico, su madre estaba furiosa. Isadora dejó el periódico sobre la mesa.

— No estaba borracha, tu me viste anoche exclamó Selene.

— Te portas peor que una niña, no entiendo cual es tu problema con ese joven, cada vez que se cruzan tienen un problema, termina con ese asunto exclamó Isadora

— Por supuesto mama. Selene miró a su hermana, ambas sabían cuál era el problema Cesare había jugado con las dos, obviamente era algo que solo sabían ellas y Cesaré.

Aunque se podía decir que ella se lo había cobrado con creces, lo había abandonado desnudo, alborotado y con su amiga habían obsequiado las fotografías al periódico más sensacionalista de toda Grecia y las fotografías habían sido replicadas en todos lados y esta vez recibiria un castigo acorde a sus pecados...

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