Murilo Narrando...
El "te amo" que le dije a Mah, no fue un simple te amo de amistad. Sí, tengo muchas ganas de volver a tener su amistad, pero quiero algo más con ella. A los 14 años me enamoré de mi mejor amiga, pero lamentablemente ella no me ve como hombre, sino como mejor amigo y hermano. Desde que me di cuenta de que estaba enamorado, que a través de bromas, meio que me insinuaba a ella. Nunca tuve el coraje de hablarle de mis sentimientos. Seguro que me encontraría un loco y sería capaz incluso de romper nuestra amistad. Raquel fue una forma de intentar olvidarla, pero si hubiera sabido que todo eso iba a pasar, no habría puesto a esa mujer en medio de nosotros. Si el arrepentimiento matara, ya habría muerto hace exactamente 8 años cuando puse a esa desgraciada en mi vida y en la vida de mi amor. Ahora que he conseguido el perdón de Mah y tengo su amistad de vuelta, voy a hacer todo lo posible para que se enamore de mí.
Mari: Tierra llamando a Murilo Rossi jaja
Murilo: ¿Qué dijiste?
Mari: ¿En qué estás pensando?
Murilo: En lo bonita que va a ser nuestra boda
Mari: ¿Todavía con eso, Lilo?
Murilo: Estoy bromeando jaja. Estaba pensando que la semana de nuestro cumpleaños habrá un crucero.
Mari: Continúa, porque estoy empezando a emocionarme.
Murilo: ¿Qué te parece?
Mari: Me parece maravilloso. Pero tú sabes que nuestros hermanos van a querer ir, ¿verdad?
Murilo: Eso es lo de menos jaja.
Mari: Voy a coger mi portátil para que podamos mirar esto mejor.
En cuanto estoy de acuerdo, sale de la cocina y seguramente irá a su habitación a por el portátil. Sonrío feliz de que haya aceptado. No tarda mucho y la oigo hablar con alguien, reconozco las voces, son mi madre y la suya. Las voces se acercan y veo a las tres entrar en la cocina.
Cíntia: ¿Hijo?
Maria: ¿Ya se han arreglado?
Otto: ¿Quiénes se han arreglado?
Paulo: ¿Murilo?
Los dos entran en la cocina justo detrás de ellas y veo cómo cada uno saluda a sus amadas esposas.
Otto: ¿Y bien?
Mari: Después de una larga conversación...
Murilo: No puede vivir sin mí.
Mari: Fui yo la que cuando te vi salí corriendo a buscarte.
Me encojo de hombros y la atraigo hacia mí para abrazarla y besarla en la mejilla, cómo me gustaría que fuera un poco más hacia un lado. Nuestros padres lo celebran mucho, creo que están más contentos que Mah y yo.
Maria: ¿Qué están tramando?
Mari: Vamos a ver si conseguimos billetes para un crucero, será la semana de nuestro cumpleaños, ¿queréis venir?
Cíntia: Ya tenemos un compromiso para ese día.
Murilo: ¿Ya?
Paulo: Los cuatro vamos a hacer un viaje para disfrutar un poco.
Otto: Antes de que protestéis, iremos a veros los días de vuestro cumpleaños, pero después volveremos a disfrutar.
Mari: ¿Y cómo vais a vernos si ni siquiera vamos a saber dónde estamos?
Paulo: La muerte no tiene remedio, querida.
Mari: ¡Vale! Hagámoslo así, tenéis que comprar los billetes para los días que vais a estar con nosotros.
Maria: Vamos a resolver esto ahora mismo.
Mariana se sienta en un taburete de la encimera y empieza a trastear con el portátil. Me acerco por detrás y le voy diciendo dónde había visto el anuncio. Me inclino un poco y le beso el hombro, me mira y cuando va a decir algo, mi futuro suegro nos llama la atención con un ruido de garganta.
Otto: ¿Lo habéis encontrado?
Mari: ¡Sí, papá! Ahora sólo hay que comprarlo.
Murilo: Seguro que Luiza y Fred querrán venir con nosotros.
Mari: ¡Sí! Voy a comprar los nuestros cuatro para los 7 días, ya los vuestros, señores Rossi y Sanna, voy a comprar sólo para los dos días, ¿de acuerdo?
Paulo: ¡Perfecto!
Murilo: ¿Podemos comprar?
Maria: Sí que podéis.
Mari: Serán cinco habitaciones, ¿verdad?
Cíntia: Eso mismo.
Mari gestiona algunas cosas y realiza la compra de los billetes. Una vez resuelta esta cuestión, nos pusimos a preparar algo para cenar, después de cenar nos quedamos charlando un rato más.
Cíntia: ¿Nos vamos, queridos?
Paulo: Vamos, sí.
Murilo: Sólo voy a ayudar a Mah con su nueva tarjeta SIM y luego me voy.
Cíntia: ¡De acuerdo!
Mi madre se acerca a mí y me da un beso en la mejilla y también a Mari. Luego los dos se despiden de Otto y María, y se van.
Maria: ¿Subimos nosotros también?
Otto: ¡Vamos! Compórtense los dos.
Mari: No te preocupes, papá. En cuanto resuelva esto de mi nuevo número, también subo.
Murilo: Buenas noches, pareja bonita.
Nos despedimos de ellos y ellos suben. Mari coge su móvil y la tarjeta SIM y empezamos a resolver esto de inmediato. Como no soy poco ni nada, me siento a su lado.
Murilo: ¿Cuándo vas a hacerte cargo de la empresa?
Mari: En la fiesta de gala de la empresa.
Murilo: Seremos socios, ¿verdad? Igual que nuestros padres.
Mari: Ya veremos jaja
Murilo: ¡¿Mariana?!
Mari: Hablamos de esto dentro de tres meses, señor Rossi.
Murilo: De acuerdo, señorita Sanna. ¿Todavía estás cansada del viaje?
Mari: Un poco...
Murilo: Entonces vamos a terminar para que puedas descansar.
Después de finalizarlo todo, intercambiamos nuestros números, charlamos un rato más y ella me acompaña a la puerta.
Murilo: ¿Nos vemos mañana?
Mari: Ajá...
Me doy cuenta de que está cansada, así que decido despedirme de ella. La atraigo hacia mí para abrazarla y besarla en la mejilla. Mari me corresponde y nos quedamos así unos minutos. No quiero irme y también siento que ella no quiere que me vaya. Nos miramos aún abrazados y ella esboza una tierna sonrisa.
Mari: Buenas noches, Lilo.
Murilo: Buenas noches, Mah.
Mari: Eres tan mono con todos esos músculos, que dan ganas de no soltarte.
Murilo: Si quieres, puedes dormir abrazada a mí. Así ya podemos ir entrenando para dentro de 3 años jaja
Mari: Déjalo para la próxima jaja
Murilo: Te lo cobraré. Ahora tengo que irme, porque necesitas descansar.
Mari: Hunrum.
Me besa el pecho del lado izquierdo y yo le beso la cabeza. Después de un rato más juntos, me voy y ella entra.
Murilo: Espero conquistarla pronto.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 92 Episodes
Comments