Carpio mira fijamente a Karoly, habían pasado juntos por muchas cosas, pero parecía que realmente no se conocían, se acercó despacio; Kuzelny se soltó de su madre y fue a abrazar a su padre, quien se agachó a su altura para darle un tierno beso en la frente; fue ahí que se percató que la pequeña tenía puesta la medalla del sol y la luna, que alguna vez Karoly le dijo que le había dado un hombre que le pareció era un dios, en el valle de los Halcones.
- "¿Para venir a buscarla, tenías que ocultármelo?", preguntó Carpio con voz serena para no sobresaltar a su hija, que luego alzó para ingresar a la residencia.
Karoly no pudo hacer otra cosa más que seguirlos, la señora Martha se acercó, al ver el rostro del rey podía sentir que las cosas no estaban bien.
- "¿Te divertiste mucho?", preguntó Carpio a su hija.
- "Sí, pero no vino Jos", respondió Kuzelny con mirada tierna.
- "Sería divertido invitarlo, ¿verdad?", consultó Carpio con cariño.
- "Sí", respondió la niña emocionada con una sonrisa.
- "Un día le preguntamos a sus padres y veremos si puede venir, tal vez todos quieran venir. Señora Martha lleve a la princesa a que se cambie y esté más cómoda, nos vamos a quedar un día más", expresó Carpio.
La señora Martha se llevó a la princesa, los oficiales que acompañaron al rey se desplazaron inmediatamente para que pronto Carpio y Karoly se quedaran solos en el patio.
- "Tengo miedo de pedir explicaciones, porque siento que escucharé una mentira, y con eso ya no podré reconocer a la mujer de quien me enamoré, esa que no tenía miedo de decir las cosas", expresó Carpio, tratando de mantener la poca serenidad que le quedaba.
- "Es que tú no entiendes", dijo Karoly, como si él fuera incapaz de reconocer lo que había dentro de su corazón.
- "¿Y cuándo te has detenido cuando alguien no te entiende?, eres insistente, ¿qué buscabas con esto?", preguntó Carpio.
Karoly solo caminaba de un lado al otro, sin encontrar las palabras que decir, se sentía terrible no poder tener valor de enfrentar las cosas de otra manera.
- "Si me vas a decir que son por los poderes de Kuzelny, te voy a preguntar a dónde se fue tu valentía, eres tan lejana a la niña de quince años que me amenazó para que sus amigos fueran felices, dónde se fue tu atrevimiento para no dejarte pisotear aunque eso signifique tirar a la gente en medio del lodo, dónde fue tu audacia para que sin importar lo que yo sintiera te aferraras a salvar tu vida con aquel matrimonio mirándome de frente. Esa Karoly, me hubiese dicho que iba a venir con nuestra hija sola a este lugar, tal vez sin importarle mucho mi opinión y aunque tuviera que ponerme una espada en el cuello, pero de frente sin maquinar un plan para que yo, el hombre que ama, no la descubra. Yo me enamoré de esa mujer, la valiente, la atrevida, la audaz, la que no se calla nada y enfrenta todo con la mirada transparente, y para agregarle bonita e inteligente; sabes siento que solo se quedó lo bonita, y eso puedo encontrarlo en cualquier lugar", dijo Carpio y se fue directo a la residencia.
Karoly sintió que rasgaron su corazón, nunca él había sido tan duro con ella; la reina de Susumira también sentía que era una persona diferente, la de antes hubiese ido detrás de Carpio y lo hubiese hecho comerse sus palabras. Ahora solo estaba apoyada en el árbol que hizo crecer Sanidad, sin poder evitar llorar.
En las tierras de los Senmorta, el príncipe Moarte camina cerca de la laguna Murtwa, está a punto de ingresar por órdenes de su padre, cuando escucha el desesperado llamado de su madre.
- "Moarte, cariño ven, Moarte", llamaba Bosszú a su hijo.
El niño de ojos verdes se fue corriendo a abrazar a su madre, mientras que el rey Asasen ponía su cara de molestia, no le simpatizaba que su esposa retrasara sus planes.
Bosszú le sonrió a su hijo, el pequeño la abrazó y se colocó detrás de su madre, cuando vio que su padre se acercaba con esa clásica ferocidad que paralizaba a todos.
- "Ya es tiempo de esta parte del entrenamiento Bosszú", dijo Asasen.
- "Mi rey lo está entrenando en plazos más cortos que a otros miembros, la mayoría pasa por esto a los doce y él tiene siete años", manifestó Bosszú casi en tono de súplica.
- "Es el príncipe de los Senmorta debe ser mejor que cualquiera", expresó Asasen acercándose más.
Bosszú se abraza a Asasen, todo este tiempo en que regresó a los Senmorta ha sido más tranquila, sumisa y tierna con el rey, incluso cuando recuperó la memoria siguió desempeñando el mismo papel, que parecía lograr muchas cosas con ese tirano, que ya no recordaba incluso el pasado del humano que ella alguna vez amó y por tanto no la acosaba para descubrir la verdad.
- "Asasen solo un poco más de tiempo, te lo ruego, concédeme ese deseo", dijo Bosszú.
- "Moarte ve con los guerreros, asegúrate de aprender bien a montar esos caballos", ordenó el rey de los Senmorta.
- "Sí, padre", dijo el niño y se fue corriendo a obedecer las órdenes del rey.
- "No sueles desafiarme Bosszú, no me gusta que hagan eso", manifestó Asasen mientras metía su mano entre los cabellos de Bosszú y la jalaba hacia atrás.
- "Me preocupa que el príncipe salga lastimado antes de tiempo, quiero que los planes salgan a la perfección y para eso la integridad de nuestro hijo debe estar garantizada. Tal vez esta laguna no mate a un Senmorta, pero te recuerdo que Moarte es mitad demonio de fuego, por favor no te molestes", expresó Bosszú acariciando el tórax del rey Asasen para luego besarlo; guardando lo que realmente tenía en su corazón, que no tenía nada que ver con el amor hacia ese monstruo.
Bosszú confundía con su excesiva pasión al rey de los Senmorta, aunque a ella le resultaba repulsivo, necesitaba tener a su hijo el mayor tiempo que se pueda, llenando su corazón con amor, para que llegado el momento esos recuerdos, sensaciones y cariño que iba cultivando se active en la penumbra que será su mundo con los planes que tenía el rey de los Senmorta para su hijo.
Por otro lado, Lady Tiurname caminaba por el jardín del palacio, su pequeño hijo estaba haciendo unos ejercicios, y no debia distraerlo; suspiraba mientras caminaba, guardando en su corazón la soledad que sentía, teniendo a su hijo como único refugio.
- "No se preocupe, Lady Tiurname, el joven príncipe Ghean tiene la misma fortaleza que su padre, estará bien, son cuidadosos con la edad del príncipe", expresó Lord Kevin con una sonrisa.
- "Lo sé, pero es algo que no puedo evitar", dijo Lady Tiurname haciendo una reverencia al primo del rey, mientras se abrazaba a si misma.
El viento estaba soplando fuerte, Lord Kevin se sacó el abrigo y se lo puso a Tiurname, ella se asombra primero pero luego sonríe, se quedan mirando, pero después miran hacia otro lado cuando notan que las damas de la corte, se acercaban a ellos.
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Comments
Katerine Torres gallego
yo quiero a la karoly de antes a esa pareja hermosa que me encanta
2025-02-13
0
indira avila
Karoli cambió mucho por sus inseguridades y temores 🥺😢😡
2024-11-25
1
Linda protagonista
Karoly quiso resolver como siempre todo con sus propias fuerzas, y olvidó que ya no está sola, que tiene un compañero de vida, que es el padre de su hija, y obviamente interesado sinceramente en proteger a la niña de sus ojos.
2024-06-19
4