1. La heredera

El rey Carpio de Susumira, reino de la Comunidad Mágica de Hurmaya, es un semidios (hijo del dios de la Sanidad), y la reina Karoly (hija de la reina de los demonios de fuego), acaban de tener una hija, ha llegado al mundo, sin que sus padres sospecharan que estaba en camino.

La difunta madre de Carpio le hizo un hechizo a Karoly volviéndola estéril, sin que inicialmente ellos sospecharan, hasta seis años después de su matrimonio en que no lograron tener hijos. Carpio, incapaz de dar un heredero, optó por abdicar a la corona; sin embargo, en un acto imprudente Karoly lo llevó al límite para que aceptara una segunda esposa, Lady Tiurname, quien después de dos meses de matrimonio logró quedar embarazada.

Lo que no sabían Carpio y Karoly era que tras ellos, había un plan destinado por los dioses, para que fueran los padres de la versión humana de la diosa del Amor; por eso el dios de la Armonía, nacido humano (sin sus recuerdos) como el pequeño príncipe Josag de Fontana usó sus poderes mágicos para revertir por una única oportunidad el hechizo de la fallecida madre del rey Carpio, dándole la oportunidad a Karoly de poder concebir.

La diosa del Amor ha nacido y sus padres terrenales están muy emocionados. Aunque la reina Karoly guarda en su corazón, recuerdos dolorosos, que con lo poco que ha hablado con Carpio los demás no recuerdan.

Mientras en el castillo de Susumira, la noticia del inesperado nacimiento de la heredera a la corona se desplaza velozmente, el dios de la Sanidad mira con detenimiento a la diosa del Odio, están en otro plano, el nacimiento antes de tiempo de la encarnación de la diosa del Amor, ha causado un enfrentamiento entre dos dioses caprichosos y vanidosos.

- "Te extralimitaste Sanidad, has cambiado lo que estaba escrito, debió nacer primero el hijo de Lady Tiurname", expresó molesta Odio.

- "Si no fueran por tus acciones, Lady Tiurname no estuviera embarazada de mi hijo, arriesgaste a Carpio y trajiste al caos a esa muchacha, sé muy bien que sabes quien es la madre de la desdichada joven", manifestó Sanidad con expresión seria.

- "Ustedes quisieron atarme de manos, yo solo dejé que fluyera lo que había dentro de ellos, que la esposa principal de tu hijo en el fondo sea un demonio de fuego la hizo actuar así, en verdad, no entiendo como Amor la escogió a ella como madre, todas las de su raza son imprudentes, revanchistas, caprichosas...", dijo Odio.

- "E intensas", interrumpió Sanidad, "sus sentimientos son intensos, sea odio o sea amor, y ella escogió dejarse llevar por el amor; Odio te repito una vez más, el hijo de Lady Tiurname no podía nacer primero, porque tendría que darle parte de mis poderes, y esos no combinan con su herencia", manifestó Sanidad con mirada fiera.

- "También será tu nieto, ¿lo escoges para eliminar?", preguntó Odio con una sonrisa.

- "Es el hijo de mi hijo, y con esta acción lo estoy protegiendo, mientras tú juegas con esos monstruos, ¿qué vas a hacer ahora?, si tú idea es envenenar a Tiurname con odio, te advierto, no te voy a dejar hacerlo, si insistes voy a buscar a su madre, y aunque después me encierren en los cielos haré que le vea la cara, estás metiéndote con quien no debes", expresó Sanidad.

- "Ja, ja, ja, tu hijo siempre suele escoger mujeres que tienen ancestros raros y extremos, pero sabes qué Sanidad, no voy a llenar el corazón de Tiurname de odio, lo hará tu hijo, con su menosprecio, con su alejamiento, con su frialdad, y sabes perfectamente lo que pasará cuando él termine de lastimarla, haré que Carpio y Karoly le hagan vivir un infierno, así que si gustas llama a su madre, y veremos el resultado, qué hará entonces esa diosa de primera generación", dijo Odio con absoluta malicia.

- "Te muestras segura, pero corre el miedo en tu cuerpo, esa bruja que tú manejas, es quien la ha lastimado todos estos años, si se va a juzgar, que se juzgue completo; te recuerdo que talvez ahora Armonía solo sea un humano, pero si algo sale mal, cuando vuelva podrías terminar condenada a los infiernos sin poder salir nunca. Y te aseguro Odio que si le pasa algo a mi hijo, aunque sea lo último que haga te voy a destruir, tu escencia tal vez termine rodeando el mundo entero, pero tú nunca volverás a ser una sola, nadie hará lo que ha hecho Armonía por siglos para que ella regrese con todo su esplendor, tú no tienes a nadie que realmente se preocupe por ti", expresó Sanidad, par luego desaparecer

La furia de Odio se podía sentir como un rugido en todo su ser, pensando "no importa cuánto luches Sanidad, haré que tu hijo sea el único culpable de las desgracias, si Tiurname llora de desamor, su madre aparecerá y tu hijo pagará las consecuencias, ustedes tienen su plan y yo tengo el mío, veamos quien resulta vencedor".

El rey Carpio abraza a la reina Karoly y ambos se quedan contemplando a su hija, su sueño se ha hecho realidad, lo que creían imposible ha ocurrido cual milagro de primavera, la bebé tiene el cabello rojo como su padre, y la forma del rostro de su madre, y la marca de una flor en su tobillo que certifica que Carpio es su padre.

- "Como quieras amor, la llamaremos Kuzélny, es una bebé muy hermosa, una princesa de Susumira qué será mi legado", dijo Carpio emocionado; "ya ordené que preparen todo lo necesario para ella, temo que por ahora tomaremos prestado algunos de los accesorios de...", continuó diciendo.

- "Lo siento, yo te orillé a todo y ahora ella espera un hijo tuyo, que pensaba que sería el heredero y encima le vamos a quitar algunas cosas", interrumpió Karoly algo contrariada.

- "Ella sabe cuáles fueron las condiciones de este matrimonio, no la voy a desamparar y mucho menos alejaré a mi hijo, espero sepas entender, Karoly, no es que la ame, pero es...", manifestó Carpio.

- "Es la mujer que te dará un hijo, lo sé, y jamás creí vivir esta realidad que nunca me ha gustado, y sé que no la amas, solo detesto que tenga derecho a acercarse a ti, y que ese hijo los unirá siempre", expresó Karoly haciendo un puchero.

El rey iba a decirle algo, otra vez sentía a Karoly sucumbir ante sus arrebatos, cuando la dama principal de la corte traía algunos medicamentos para la reina; Carpio tomó a su hija en los brazos y la paseaba por la habitación, cuando tuvo la imagen de su hija ya adulta ardiendo en llamas, sin quemarse, y el rey de Susumira se quedó estático, pensando "¿Qué podría significar esa premonición; tiene miedo al preguntarse si será capaz de protegerla.

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