Capítulo 3 Don hielo mi vecino

—Ya estoy cansado de ese maldito ruido, que ya terminen de reparar eso. Ya tienen un mes en eso, solo espero que los nuevos vecinos no sean tan ruidosos, aunque no tengo idea de quién será. Lo único que sé es que estoy harto de todo ese ruido. No aguanto más y salí a pedirles si podrían hacer un poco de silencio. Les dije que trabajo mañana. Ellos no me conocen, así que les puedo decir.

Toc, toc.

—En definitiva, desde que conocí a esa chiquilla, mi suerte se ha ido. Esto no puede ser verdad, tiene que ser una broma de mal gusto que esté ayudando con la mudanza y que no sea ella quien se mude, pero lo dudo mucho. Su mirada de sagrado lo dice todo.

X: ¡Increíble! No solo seremos compañeros de trabajo, ahora también seremos compañeros de piso.

—Esto no puede ser verdad. Aparte de verte en el trabajo, también tienes que ser mi vecino. ¿Qué hice mal en la vida para tener el castigo de verte siempre?

—Chiquilla, ¿crees que solo tú sufres? Ahora no solo tengo que cuidarme de chocar contigo en el hospital, ahora en mi propio edificio. Eres demasiado irritante, aparte de tropezar contigo.

—Y tú eres un insoportable arrogante. Estoy harta de ti. ¿Qué crees, que el mundo gira alrededor de ti?

—Por fin estamos de acuerdo en algo, ninguno nos soportamos, chiquilla irritante.

—Lo único que vamos a compartir es el desprecio que sentimos uno por el otro. Nunca podría llevarme bien con alguien que sea tan amargado y desayune pimientos con limón.

—Chiquilla insoportable.

Iba a decirle todas sus verdades, pero la chiquilla esa me cerró la puerta en mi propia cara. ¿Qué karma estoy pagando para tener que aguantar a esta mujer? Dios mátame, chiquilla irritante, nunca dejarás la costumbre de dejarme hablando solo. Mi hermano está loco pensando que es una persona agradable. Es la persona más irritante que he conocido en toda mi vida. Si la conocieran, no pensarían lo mismo. Aunque ahora que lo pienso, ella es solo irritante conmigo.

—Está claro decir que no soy la favorita de Dios. Este es mi castigo por ser tan rebelde. Dios no era suficiente haciéndome trabajar con él, para también ser su vecina. ¿Qué hice mal en la vida pensando que voy a descansar de ver, aunque sea dos días, su cara de pocos amigos? Pero no, ahora lo tendría que ver todos los días, hasta cuando salga a botar la basura.

Ya por fin había terminado de acomodar las cosas en mi departamento. Estaba alistando algunas cosas para la fiesta que organicé para darle el toque que le faltaba. Invité algunos amigos de la secundaria y les avisé a mis vecinos que tendría una fiesta. No sé si vendrán, pero cumplí con invitarlos. Bueno, excepto a Don Hielo, ya que no quiero que me amargue mi fiesta. También invité algunos compañeros del hospital. Está de más decir que el que no puede faltar es mi querido amigo Esteve, que en el tiempo que he estado trabajando se ha portado súper bien. Lo considero un gran amigo. Solo espero que su intención de acercarse a mí solo sea de amistad, porque no quiero hacerlo sentir mal cuando lo rechace, y que todo se ponga tenso entre nosotros. Suficiente tengo con llevarme fatal con su hermano como para también con él. No puede ser que me precipite, pero lo digo porque ya he tenido bastante experiencia con gente muy simpática que después me salta con que le gusto, los rechazo y se alejan. En verdad, en mi vida no cabe el amor. He tenido tantas decepciones amorosas que lo único que quiero es escapar lo más rápido que pueda de él.

Toc, toc.

Ya llegaron mis invitados, que empiece la fiesta. Mis padres no pudieron venir y me alegro porque les dije que era algo tranquilo porque mañana hay trabajo, pero bueno, lo dudo mucho. Está medio hospital en menos de media hora. Mi depa parecía una discoteca. Vinieron algunos de mis vecinos y compañeros de la secundaria. Ya me urgía una fiesta, necesitaba un momento sin amarguras.

Empecé a bailar como yo sabía hacerlo. No sé qué hora será, lo único que sé es que ya tengo unos tragos de más y la resaca que tendré mañana. Ya se habían ido casi todos mis invitados, los únicos que seguían aquí eran unos amigos de la secundaria. Estábamos hablando y bailando como en los viejos tiempos, esperando que fueran por ellos, ya que estaban muy ebrios, pero eso no nos impidió seguir bailando.

—Esta chiquilla quiere volverme loco, ¿quién se cree de organizar una fiesta y no invitarme? Mi hermano antes de llegar a su casa pasó por aquí para que fuéramos, pero opté por no ir. Quiero descansar de ver a esa chiquilla que es, aparte de insoportable, ruidosa. Ya eran las 3 de la mañana y aún seguía. No sé ella, pero yo sí tengo trabajo y necesito dormir, y claramente ella también. Sin pensarlo mucho, me paro del sofá y me dirijo a su departamento, y como lo supuse, aún seguía la fiesta. Ya se habían ido casi todo el mundo, solo quedaban ella y, lo que supongo, unos amigos. Ella me vio, no me dijo nada ni me insultó. Creo que debería estar así más seguido. Cuando me adentré más a la sala, los amigos estaban recogiendo sus cosas para irse. Qué bueno, porque de lo contrario hubiera tenido que apagarles la música y echarlos yo mismo. Me vale un comino que no sea mi casa, pero ellos afectan mi sueño. Después de despedir a sus amigos, se dirige hacia mí. Lo bueno duró poco, aquí viene a insultarme, pero me equivoqué, su acción me sorprendió mucho.

—Ven, amargura, vamos a bailar, que siga la fiesta. Esta chiquilla cada vez me tiene un nombre diferente. Está claro que bebió de más, no está en sus cinco sentidos. Quiero irme, pero no puedo dejarla así. No entiendo por qué no me voy y simplemente la dejo aquí sola. Me cansé de batallar con mis pensamientos. La cargo, ya que se había quedado dormida, y busco su habitación. Ya la había dejado en la cama cuando me jala hacia ella para besarla. No tuve tiempo de procesar, porque algo dentro de mí me decía que la besara, y eso hice. Sus labios son el maldito paraíso, podría pasar una eternidad besándola, pero me detuve. No podía seguir, sabía que si seguía, no me detendría, y no podía aprovecharme de su estado de ebriedad. Esto fue algo que no debió pasar. Después de asegurarme de que se encontraba dormida, fui a mi casa por una pastilla para la resaca y se la dejé en su buró, y ayudarla un poco con la limpieza de su departamento, ya que estaba patas arriba. Ya en mi departamento, me cuestiono por qué hice todo eso. ¿Por qué quise ayudarla si la detesto? ¿Por qué no llamé a la policía para que termine con la fiesta? Estoy seguro de que si hubiera sido otro vecino, lo haría, pero ¿por qué con ella no fue así? ¿Por qué le seguí el beso? Ese jodido beso que es el maldito paraíso, esos labios que se unen perfectamente a los míos. No estoy seguro de nada de lo que hice esta noche, lo único de lo que estoy seguro es de que esa chiquilla se va a meter más en mi vida de lo que quiero. Esos labios no se van a borrar tan fácil de mi mente. No puedo permitir eso. Esa chiquilla de alguna manera será mi perdición. Mejor me duermo, porque mañana estoy seguro de que me reclamará por haberla besado. Esta vez no me dejará con la palabra en la boca.

Más populares

Comments

Greiselyn lisbeth

Greiselyn lisbeth

ya se está preparando para la próxima discusión 😂😂😂😂

2024-04-03

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play