Cap. 5: Misteriosa conexión

Al siguiente día, temprano en la mañana, ingresaron Gina y Tanya al salón. Ambas observaron que, de sus amigas, solo Yorkie se hallaba en su banca. Extrañamente las demás no habían arribado aún.

Gina: (Mirando a Tanya) – ¡Hey! Tranquila. – (Ríe) – Tienes que relajarte, te ves más ansiosa de lo normal. – (Observa que Tanya aspira de su inhalador y le propina suaves palmaditas en su hombro) – Deberías relajarte y actuar con seriedad, de lo contrario las demás podrían sospechar. – (Le guiña el ojo)

Minutos después ingresaron Camille y Diana al salón, entre risas y carcajadas, cantando y avanzando abrazadas. Detrás de ella se encontraba Blake quien sonrió al verlas tan animadas a las 8 de la mañana. Ambas se separaron y abrieron camino para que la joven avanzara. Pero antes de tomar asiento y saludar a las muchachas, Diana se dirigió hacia la banca de Gina y de Tanya, apoyando con firmeza sus manos sobre la mesa y dirigiendo su mirada a Tanya que se hallaba desconcertada.

Diana: – ¡Tanya Roos Van Dorff! – (Frunce su ceño y se cruza de brazos, sin quitarle los ojos de encima) – Contigo quería hablar. –

Camille: – Que melodramática eres, Diana. – (Ríe)

Automáticamente todos los que se encontraban rodeando a las muchachas, expectantes miraban la escena. Yorkie y Blake también voltearon para verlas, Diana se veía algo molesta y Tanya no comprendía el por qué.

Tanya: (Perpleja) – ¿Qué?... ¿Qué fue lo que hice ahora? – *¿¡Qué se traerá en mente!? ¡Dios! Espero que nadie nos haya visto a Blake y a mí ayer en el parque... No había nadie cerca, pero... Todo puede suceder. * – (Traga con dificultad) – ¿Qué quieres Diana? – (Preocupada)

Diana: – ¡Tus publicaciones en Tw! ¡Te gusta alguien y no nos quieres decir! ¿Por qué nos ocultas algo así? ¿Acaso no somos tus amigas? – (Erguida y de brazos cruzados. Desvía la mirada hacia otro lado)

Camille: (Sonríe y se para junto a la silla de Tanya) – ¿Andas enamorada, eh? Pequeña traviesa. – (Ríe) – Das muchos RT de amor y frases de in love. – (Apoya su mano sobre su hombro) – Te las traías escondidas en la bolsa, Van Dorff. – (Guiño)

Aquél comentario causó gracia a Blake que sonrió mientras meneaba su cabeza hacia ambos lados, le divirtió lo que se estaba llevando a cabo, hasta a Yorkie le causó gracia el melodrama que Diana le estaba realizando a la pobre Tanya. Ésta última había empezado a incomodarse.

Tanya: (Ríe nerviosamente) – ¿¡Qué!? – (Sonrojada) – ¡Pero si solo son letras de canciones! ¿Y los RT? Bueno, ¿¡qué tiene de malo que le de RT a esas cosas, muchachas!? – (Lleva su mano hacia su frente) – Por dios... Ustedes par de tontas, siempre malinterpretando todo. – (Frunce el ceño y vuelve a cruzarse de brazos) – *Esa Diana siempre acosándome. ¡Carajo! Tiene que estar en todas partes...* –

Yorkie: – Disculpen la intromisión, pero... Yo también doy Fav a cursilerías y RT de frases de amor, y no por eso tengo que estar in love, o me tiene que gustar alguien sí o sí, ¿verdad? – (Defendiendo a Tanya) – ¡Ah! Y también doy RT a videos de gatitos metiéndose en problemas. – (Ríe) – ¡Es que son muy adorables! Lo siento... Solo quería aportar algo. – (Señalando a Diana) – Malvada Diana, ¡deja en paz a esa pobre muchacha! –

Diana: (Ignora a Yorkie, fijando su vista en Tanya y prosigue) – Ah, ¿sí? – (Ríe sarcásticamente) – ¿Solo letras de canciones? ¿Y qué me dices de ésta publicación? – (Saca su móvil del bolsillo. Ingresa a Tw y lee una de las publicaciones de Tanya) – "Hoy la luna se encuentra a mi favor. Quiero acercarme a tus labios y cautivar tu corazón." ¿A qué canción pertenece esa frase? ¿Eh? – (Le guiña el ojo) – Oye, ¡hasta acompañas las frases con imágenes! –

Tanya: (Avergonzada) – ¡Ya basta, Diana! ¡Baja la voz! ¿Cuál es tu maldito problema? Si quise ser cursi en el momento, ¡es mí problema! ¡Demonios, siempre analizas todo! – (Se echa hacia atrás y le voltea la cara)

Al voltear su rostro hacia la izquierda, accidentalmente su mirada se topa con la de Blake, quien le sonrió adorablemente provocando que ésta se sonrojara al verla y que casi cayera de su silla al perder el equilibrio. Tanya se hallaba muy avergonzada ante tal situación que, de no haber sido por los rápidos reflejos de Gina en ese momento, la joven habría caído al piso.

En el primer receso de la mañana, las amigas se reunieron en el jardín de la entrada, para recrearse resguardadas del frío, a excepción de Gina y Tanya que se habían quedado dentro de la institución, por la delicada condición de la muchacha.

Habían de ingresado al mes de junio, por lo que afuera había comenzado a helar. Quienes salían al exterior, llevaban puestos sus abrigos, bufandas y guantes, ya que el frío se tornaba verdaderamente insoportable. Muy pocos eran los que salían a recrearse, la mayoría prefería de quedarse en la cafetería, otros en el hall; una minoría optaba por algo más tranquilo, como la biblioteca para estudiar o simplemente relajarse escuchando música con sus auriculares.

Las jóvenes tenían sus mejillas rojas y entumecidas por el frío, a excepción de Blake que lucía fresca y radiante. Llevaba su parka negra desprendida, no utilizaba guantes ni bufanda; su cuello al descubierto denotaba que realmente a ésta parecía no afectarle la condición climática. No temblaba del frío, tampoco se quejaba por lo mismo; parecía no sufrir en absoluto las bajas temperaturas de la mañana. Las jóvenes decían que era porque Blake ya estaba acostumbrada a ese tipo de clima y que, a comparación del invierno en Rusia, el frío invierno en Goldenberg era una primavera para la muchacha.

Con el sonido de la campana, los estudiantes regresaron a sus salas y una vez dentro, tomaron asiento. La profesora ya se encontraba allí sentada, esperando a que el resto de la clase se acomodara.

Tanya volteó la cabeza hacia la izquierda, buscando la mirada de Blake, pero la joven se hallaba entretenida con las conversaciones que estaba teniendo con Yorkie y Camille.

La miró varias veces para ver si ésta volteaba a verla, pero Blake seguía distraída con las jóvenes.

Tanya: (Suspira) – *Anda Blake, mírame... Por favor. ¡Voltea! * – (Mientras la observaba reír con las demás)

Ante éstas reiteradas e inocentes palabras en su cabeza, inesperadamente Blake volteó, mirándola seria y fijamente. Ambas estaban muy sorprendidas. Por alguna misteriosa razón, Tanya parecía de haberla convocado con su mente.

Rápidamente le hizo un gesto con sus manos para que se fijase debajo de su banco. Había una ilustración para ella, guardada entre sus libros; era el dibujo que Tanya había estado realizando de la joven durante la noche anterior.

Con mucha discreción en el momento, Blake lo tomó con ambas manos y detenidamente lo observó. Estaba encantada. Cabizbaja sonrió levantando la vista hacia Tanya, después de guardarlo dentro de su libreta, tomó su móvil y le escribió.

[MD Niki-Sama]: Gracias, es muy lindo. Realmente no me esperaba éste detalle 😊 (09:25 AM)

[Respuesta de Tanya]: Me alegra saber eso 😳 (09:26 AM)

Lo dejé debajo de tu banco antes de salir del salón... No había nadie viéndome, por lo que hice valer la ocasión 😂 (09:26 AM)

[MD Niki-Sama]: Qué linda 😳 ¿Y qué quieres a cambio? Dime... Es mi turno de hacerte un regalo 🤭 (09:28 AM)

Estaban en plena clase de Literatura. Tanya leyó aquél mensaje, sonrió y se sonrojó al instante. En ese momento dejó su móvil debajo del banco, para prestar atención a la clase, ya que Gina la había regañado debido a que estaba distraída, mensajeándose demasiado.

Al salir del salón, Blake interceptó a Tanya en los casilleros.

Blake: – ¿Y? – (Sonríe) – No me has dado una respuesta. – (La mira y luego mira hacia la puerta. Gina la estaba esperando afuera) – Oh... Veo que no es el momento indicado. Te están esperando. –

Tanya: (Sin titubear) – ¿Quieres acompañarnos? Tomaremos el té con Gina en mi hogar. – (La mira nerviosamente mientras acomoda su bolsa de costado) – Si quieres, claro... – (Sonrojada)

Blake: (Sorprendida) – *¿En su hogar? – (Pensativa) – *Ingresar a su hogar...* – Da. ¿Por qué no? – (Salen juntas hacia la acera donde se encontraba Gina esperándolas)

Tanya: (Alegre) – ¡Hey, Gina-san! ¡Ahora somos tres! Blake también nos acompañará a casa, para platicar y beber té. – (Sonríe)

Gina: (Mira a Tanya y asiente con su cabeza) – Oh, ya... ¡De acuerdo! Mejor que esté con nosotras; es muy seria y racional para estar con las demás. – (Ríe) – Por supuesto, yo nunca dije eso, ¿okay? Jamás lo oyeron de mí boca. – (Guiño)

Las jóvenes caminaron por la senda del parque. Al pasar por la zona de los juegos, Tanya volvió a sonrojarse e inmediatamente giró su cabeza hacia el extremo opuesto al recordar aquellos besos entre Blake y ella, el día anterior.

Al llegar a su hogar, abrió la puerta y la primera en ingresar fue Gina, qué, como ya era parte de la familia, era habitual que ésta se desenvolviera como quería. Fue bien recibida por Max, el border collie de los Van Dorff, quien le saltó encima antes de que pudiera colocar su abrigo y su bolsa sobre el sofá. Luego se dirigió hacia el comedor para preparar el té.

Tanya se había quedado de pie sosteniendo la puerta, esperando a que Blake también ingresara, pero se había quedado paralizada en el umbral de la entrada.

Tanya: (Sonríe) – ¿No entrarás? – (De pie a un costado de la puerta de entrada)

Blake: – Debes darme permiso primero, de lo contrario no podré ingresar, lo siento. – (Sonríe) – Digamos que es... Una vieja costumbre familiar. – (Guiña)

Tanya: – ¡Oh! Entiendo... Entonces, ¡adelante! – (Risilla) – Te doy permiso de ingresar a mi hogar. ¿Está bien así o fue muy formal? – (La mira y sonríe, sorprendida por sus modales)

Blake: – Está perfecto, spasibo. – (Sonríe cálidamente)

Blake esperó unos segundos e ingresó, observando a Tanya incapaz de disimular su expresión, ya que era evidente que la muchacha moría por sujetarla de sus delicadas mejillas y besarla nuevamente con fervor, a lo que la joven dio cuenta de su ansiedad haciéndole un gesto de silencio con su mano, mientras le sonreía para tranquilizarla. De repente y al voltear, Max comenzó a ladrarle sin cesar. Estaba algo alterado, lo que a la joven le pareció inusual, ya que era un buen canino, amistoso y de fiar. Max no quería que se le acercara a Tanya, pareciese como si quisiera alejar a Blake de la muchacha.

La forastera le acercó su mano para acariciarlo y rápidamente éste huyó despavorido, llorisqueando hacia la parte trasera del hogar. Tanya lo dejó encerrado en el patio. Estaba desconcertada, no sabía lo que le había sucedido, tan repentino. Había quedado verdaderamente impactada. Se quedó observando a Blake, ambas en silencio, sin emitir palabras.

Fue extraño.

Tanya: (Suspira) – Seguramente será hasta que tome un poco más de confianza. Es un buen perro; su comportamiento fue muy inusual. – (Asustada)

Blake: (Sonríe) – Tal vez se haya dado cuenta que me agradan más los gatitos. – (Deja sus cosas sobre el sofá) – Tranquila, ya se le pasará. –

Posteriormente las jóvenes ingresaron al comedor, donde Gina ya estaba sentada y organizada, con las tazas y la tetera sobre la tabla.

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Comments

Helen

Helen

No será que Blake es vampira🤔

2024-03-20

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