Cap. 2: Despertar emocional (II)

Blake había faltado a clases esa mañana, pero lo que más había de inquietado a las muchachas fue que no había avisado a ninguna de ellas que no asistiría.

Afuera llovía. El día se prestaba para una tranquila jornada de fresca mañana y armoniosos sonidos pluviales impactando sobre el tejado de la sala. Algunos jóvenes bostezaban recostados sobre sus bancas, denotando cuan aburrida la clase se hallaba.

Tanya: (Suspiró desmotivada) – Demonios... Además, es viernes. – *No veré a Blake sino hasta el lunes para disculparme bien con ella. * – Que día tan... Aburrido, ¡agh! – (Mirando la silla vacía de la forastera)

Yorkie: (Mira a Tanya sorprendida por su comentario) – ¿Estás demente? ¡Es viernes! O sea, ¿hello? ¡Libertad! – (Ríe) – ¿Desde cuándo te aburren los viernes? ¿Qué hicieron con la antigua tú, eh? – (Ríe mientras la toma del brazo y la abraza)

Gina: (Observa a ambas chicas y analiza la situación) – Creo que este año tendremos Tanya nueva, muchachas. – (Ríe) – Suficiente, suficiente, ya... Dejémosla tranquila. – (Mientras también la abraza) – A propósito, ¿en casa de quién nos reuniremos mañana? – (Dirigiéndose a todas las del grupo) – Sábado, ¿recuerdan? –

Yorkie: – ¡Woohoo! ¡Otro sábado de pijamada! – (Aplaude emocionada)

Diana: – Mhm, buena pregunta Gina. – (Pensativa) – La semana pasada nos reunimos en casa de Camille, mañana creo nos toca en la mía, ¿verdad? ¿Alguna tiene algún inconveniente con eso? –

Yorkie: – Mhm, no. ¡Ningún inconveniente! La próxima semana nos reuniremos en mi hogar, si quieren. –

Camille: – ¡Oigan muchachas, esperen! Recuerden que mañana por la tarde nos reuniremos en mi hogar para hacer ese trabajo en equipo, ya saben... – (Ríe) – Claramente no se resolverá por su cuenta si no nos reunimos para comenzarlo ya, de una vez y por todas. – (Suspira)

Gina: (Irritada) – ¡Dah! ¡Pero qué fastidio! Ni me lo recuerdes... –

...

La clase transcurrió rápido; la lluvia había cesado. Las chicas bajaron por las escaleras dirigiéndose a los casilleros en busca de sus sombrillas y pertenencias, mientras decidían sobre qué película verían el sábado en la velada de Diana. Todas, exceptuando Blake, se quedarían a dormir en la mansión de la muchacha.

Por otro lado, Tanya, quién se había mostrado algo desorientada durante gran parte de la jornada, no contrastaba con la alegría de la del resto de las muchachas; no participaba de las conversaciones, de hecho, pareciese que no le interesaba mucho de lo que sus amigas platicaban. Se la veía bastante abatida. Cuando las jóvenes preguntaban qué le sucedía, ella respondía que no se preocuparan, que la mañana se le había hecho interminable y debido a eso se sentía cansada, añadiendo que solo quería llegar a su casa y dormir de corrido hasta la siguiente mañana – piadosa mentira que utilizó para salir del aprieto de tener que expresar sus verdaderos sentimientos, los cuales ni siquiera ella misma comprendía lo que por dentro sucedía. Pero Gina, a quién nada ni nadie la engañaba ni persuadía, comenzó a tener ciertas sospechas al respecto de su amiga, sospechas que, para protegerla, se las reservaba hasta esperar a que Tanya por sí sola hablara. No solo era su mejor amiga, para Gina la joven era como una hermana, a la cual siempre apoyaría sin importar lo que pasara.

...

Las muchachas atravesaron el sendero del parque mientras platicaban; un par de gotas caían sobre ellas al pasar debajo de los grandes árboles que rodeaban el camino.

Tanya se despidió de Gina antes de arribar a su hogar. Se paró frente al pórtico e inhaló profundamente antes de entrar, pero no pudo contenerlo más; una extraña sensación de nudo oprimió su garganta, provocando que ésta tragase con dificultad. Abrió la puerta sin saludar y corriendo subió las escaleras hasta encerrarse en su habitación, sin ganas de almorzar, sumiéndose en un horrible sentimiento de tristeza que no la dejaba respirar. Por consiguiente, la invadió un fuerte deseo por llorar.

El llanto comprimió su pecho; no se hizo esperar. Una especie de angustia la envolvió en ese preciso momento, por lo que se echó sobre su cama y abrazando a su almohada rompió a llorar, expulsando todo aquello que la deprimía y le hacía mal.

Sea lo que fuere aquello que en su corazón resguardaba, era algo nuevo que verdaderamente la desconcertaba. Tanya se sentía reprimida y llena de ira por no saber sobrellevarlo con claridad. Sus sentimientos se habían desbordado, todo se había escapado de sus manos.

Tomó su inhalador y aspiró de él; minutos después se tranquilizó. De su bolsa sacó su libreta y comenzó a escribir aquél mar de melancólicos pensamientos que la circundaban por aquél momento, después de todo era alguien que sentía de una manera muy especial; Tanya era demasiado sentimental. Tenía tantas emociones como aflicciones dentro de sí misma; su cabeza era un caos, por lo que sentía debía dibujar para liberar las tensiones que le causaba el no poder expresarse como realmente ella quería. Utilizando aquél método artístico como un medio terapéutico para elevar su estado anímico y aliviar el estrés, se levantó de su cama y se dirigió hasta su escritorio; tomó asiento y comenzó a dibujar sin consuelo.

Momento después de finalizar su retrato, frunció su ceño y levantando la hoja con ambas manos, para observarlo, suspiró y dio cuenta de ello; Tanya había dibujado inconscientemente a la intrigante forastera, una vez más.

Ahora no tenía dudas al respecto, por primera vez en mucho tiempo sintió seguridad de algo; la muchacha se había enamorado.

Aquél deslumbrante sentimiento que despertó en Tanya al momento de ver ingresar a la forastera a través de la puerta de su sala. ¿Amor a primera vista?

La muchacha, que desconcertada, no comprendía ni entendía el por qué se había enamorado de aquella joven eslava, ya que nunca antes se había sentido tan atraída por alguien en su vida. Tanya se había enamorado de una mujer; de una compañera de su clase. Eso le molestaba e irritaba; le parecía absurdo e inaceptable, ¿qué pensarían sus padres al respecto? ¿Qué pensarían los demás; sus amigos y familiares? Realmente estaba preocupada, pero por más que intentara, no podía quitar a Blake Weber de su mente. Su intensa mirada había penetrado su alma y nublando su consciencia.

Tanya era una joven muy insegura de sí misma, a pesar de ser muy radiante y atractiva, era tímida e introvertida. Siempre aspiraba a ser más decidida, como sus amigas. Según ella, era la única que no poseía una personalidad bien formada y definirse no se le daba. Muchas veces no sabía lo que le gustaba; siempre se encontraba dubitativa. Llegó a no agradarse a sí misma y a padecer depresión a sus catorce años; tenía baja su autoestima y se le dificultaba socializar.

Era la mayor de 3 hermanos. El del medio tenía 8 años y la más pequeña tan solo 5. Su madre era licenciada en letras y su padre abogado, pues debido al arduo trabajo de ambos, Tanya a menudo quedaba sola al cuidado del hogar y de sus hermanos, a los cuales cada mañana los levantaba y preparaba el desayuno, también se encargaba del almuerzo, si es que regresaba de sus clases temprano. Durante la tarde, los niños asistían a la escuela; su madre los llevaba y los traía de vuelta. Así todos los días eran iguales, sumergida en la rutina y en el día a día con sus hermanos y sus padres. No obstante, el haberse enamorado de Blake fue un suceso que rompió con su esquema de "adoctrinada niña buena", idea que tenía sobre sí misma.

La joven jamás había sentido escalofríos por nadie; por primera vez había experimentado el fuerte deseo de estar ligada a alguien, de acercarse a esa muchacha y besarle. Su seductora y cautivante sonrisa; Tanya no hacía más que pensar en ella todos los días.

...

Tanya: – *¡Estoy demente! No puedo ilusionarme con esto, es totalmente inaceptable. Además... ¡Ella se ve muy hetero! ¿¡Qué pasaría si se enterase que me gusta!?* – (Suspira mientras seca sus lágrimas) – Tal vez me abofetearía. – (Preocupada) – No... No lo creo proviniendo de ella; se ve muy tranquila. No me la imagino así de agresiva, pero sin exagerar... Se alejaría, ¿verdad? Pensará que soy homosexual y de seguro se alejará de mí. ¿Y mis amigas? – (Empalidece) – Peor aún, ¿¡mi familia!? ¿Qué pensarán de mí si se enterasen de algo así? ¡Dios mío! – (Se recuesta sobre el escritorio) – Quiero morir. Todo esto es un mundo nuevo para mí; me desconozco. – (Confundida) – No sé qué hacer, estoy perdida... – (Con ambas manos sujetando su cabeza)

Nuevamente tomó su lápiz y aún sollozante siguió agregándole detalles al retrato.

Tanya: (Alza la hoja y la observa otra vez) – Bueno... Sí que estoy demente. Debo admitir. – *Perdí la cabeza por esa mujer. * – Sighs... Qué psicópata. Espero nunca nadie encuentre ésta libreta ¡porque me declaro culpable! Hasta sería capaz de arrojar mi inhalador por el balcón para sufrir una muerte lenta si me agarrase un ataque. – (Oculta su rostro entre sus brazos) – ¡Agh! ¿¡Pero por qué tanto drama, Tanya!? – (Menea su cabeza con resignación) – ¡Es tan solo una chica! – (Irritada)

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Comments

Isshel Scarlet

Isshel Scarlet

Esta chica es super enamoradiza jajajaja dios el drama

2024-04-19

1

Helen

Helen

Vaya si que está echa un lío

2024-03-20

1

Yoh Asakura

Yoh Asakura

Enganchada completamente

2024-01-31

2

Total

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