Cap. 3: Inexorable atracción

Día lunes. Comenzó la semana. Los jóvenes ingresaron al salón de clases al sonido de la campana, mientras se saludaban y se informaban las novedades acontecidas durante el fin de semana.

Gina y Tanya como siempre ingresaron juntas a la sala; ambas observaron a Yorkie y a Blake ubicadas en sus asientos, lo cual les sorprendió debido a que, por primera vez, éstas últimas habían arribado antes que ellas dos.

En el instante en que Tanya dirigió su mirada hacia Blake, quedó impactada al verla con un hairstyle diferente al que habitualmente acostumbraba llevar a clases, ya que era de usar su cabello suelto con su flequillo danzante. Pero en esta ocasión, su aspecto era diferente y no tardó en acaparar la atención de sus compañeros. Llevaba un batido rebelde y alborotado hacia un solo extremo; tanto su flequillo como su cabello estaban arrojados hacia la izquierda. Su estilo era vintage. Un típico peinado de los que solían realizarse en la década de los 80's.

Tanya: (Impactada, observando a Blake) – Santo Dios... – *¡Voy a desmayarme! * – (Murmuró para sí) – *Gracias señor por tan divina creación...* – Amén. – (Susurró)

Gina: – ¿Dijiste algo? – (Mientras tomaba asiento en su banco)

Tanya: (Sonrojada, mirando hacia otro lado) – ¿Eh? ¿Qué? ¡Ah no, no, nada! – (Saca nerviosamente sus libros de la bolsa) – Pensaba en que la semana recién comienza y yo ya estoy cansada. – (Suspira)

Gina: (La mira, intrigada) – ¡Ah! Por un momento creí que estabas rezando. Dios mío, me habías preocupado. – (Ríe mientras palmea su hombro) – Oye... Últimamente siempre estás cansada. ¿Problemas para dormir? –

Tanya: (Se echa sobre su banco) – Agh... Ni lo menciones. Un poco de insomnio por las noches. – (Contemplando discretamente a Blake)

Obviamente, Tanya no fue la única en notar lo deslumbrante que se veía Blake con ese hairstyle alborotadamente atractivo, puesto que uno de los jóvenes más populares del salón se había acercado a la muchacha para elogiarla y platicar, incluso Yorkie a su lado sentada, no cesaba de alabarla. Al ver esa escena, Tanya no tardó en desanimarse, ya que no se sentía apta rival de nadie. Era una joven inteligente y verdaderamente fascinante, pero de personalidad introvertida. A menudo se avergonzaba de lo que pensaba y por eso no lo decía; le faltaba carácter como también autoestima.

Sabía que, con Ben – inteligente, elegante y popular –, la muchacha se hallaba en desventaja, ya que la mayoría de las jóvenes siempre hablaban excelencias sobre él, por ser atento y caballeroso también, y éste había puesto los ojos en Blake. Además, no se sentía competencia por el simple hecho de ser mujer, sabía que no tendría chances puesto que obviamente lo elegiría a él, o a algún otro muchacho encantador y de su agrado que la cortejase también.

Su cabeza daba miles de vueltas; imaginaba escenas y situaciones que podrían o no llegar a ocurrir entre su crush y Ben. Buscaba la manera de solucionar aquél problema, pensando en cómo debería de accionar si con éste se diera, mientras agitaba su bolígrafo de aquí para allá. Agobiada se recuesta sobre la mesa que comparte con Gina y suspira muy abatida.

Tanya: (Pensativa) – *Ni siquiera debería de importarme con quién pudiese llegar a estar... ¿¡Qué más da!? ¡Agh! Es solo un crush, Tanya. ¿Por qué sufres tanto? * –

Gina: – ¿Qué ocurre, Tanya? Realmente parece como si un tren te hubiese caído encima. ¿Te encuentras bien? – (Preocupada)

Tanya: (Recostada sobre sus brazos) – No, pero... Realmente desearía que me cayera uno en éste momento. ¡Agh! – (Disgustada)

Gina: (Sonríe) – ¿Qué sucede con tus estados anímicos últimamente, Tanya-chan? Hace un momento estabas rezando y ahora te ves cuan mártir lidiando con su cruz. – (Dirige su vista hacia su izquierda, algo pensativa)

Por más extraño que pareciese o tal vez por mera coincidencia, Gina tuvo la ligera impresión de que Blake habría de escuchado parte de la conversación que minutos antes había teniendo cautelosamente con Tanya, ya que al posar inadvertidamente su vista sobre la forastera notó que, ante la respuesta de su amiga, la muchacha meneó su cabeza mientras expulsaba una discreta risilla, como si de alguna manera lo que habría oído le hubiese causado un poco de risa. De momento, Blake se había sentido algo observada por Gina, de modo que ésta voltea para verla, regalándole una adorable sonrisa; ambas jóvenes se sonrieron, seguidamente Gina dirige su vista hacia Tanya que seguía de brazos cruzados sobre la banca.

Silencio.

Gina: (Pensativa) – Algo te preocupa, ¿verdad? No eres la misma Tanya de siempre... Luces ensimismada desde hace un tiempo, y eso es evidente. – (Preocupada)

Tanya: (Suspira abatida) – Mi cabeza es un caos, Gina... En el receso te lo explicaré. Descuida... –

De alguna u otra manera Blake parecía saberlo; parecía que sabía lo que a Tanya le estaba sucediendo. La forastera tenía el presentimiento de que la joven padecía por culpa de sus sentimientos; sonríe para sí mientras continuaba escribiendo.

En el receso, Tanya y Gina se dirigieron con discreción hacia la biblioteca, en busca de una tranquila plática entre ellas. Para eso tuvieron que persuadir primero a sus amigas de que irían en busca de algunos libros y regresarían, de esta manera ambas jóvenes estarían a solas sin ser molestadas por un breve tiempo.

Tanya solo confiaba en Gina, su mejor amiga. A veces la sentía como una hermana, o una prima; ella era parte de su familia. Se conocían desde niñas, crecieron juntas en el mismo vecindario y asistieron a las mismas instituciones desde primer grado. Con solo mirarse las caras ambas sabían lo que la otra pensaba o sentía. A pesar de que Tanya siempre fue reservada e introvertida y no se expresaba como sus amigas, Gina siempre la apoyaba y protegía. Era la única que la comprendía.

Gina: (Viendo algunos libros de la estantería) – ¿Y bien? – (Baja el tono de su voz dentro de la biblioteca) – ¿Me dirás lo que está sucediendo contigo o tengo que adivinarlo? – (Extiende su mano y toma uno)

Tanya: (Suspira mientras coge un librillo de haikus) –… –

Gina: (Busca un lugar en la mesa principal) – Eres como una fábrica de suspiros últimamente. – (Sonríe)

Tanya: (Avergonzada. Toma asiento y suspira nuevamente) – Tengo sentimientos por Blake. – (Con total seriedad, sin titubear. Oculta su rostro detrás del libro) – Me gusta mucho y, no sé qué hacer. –

Silencio.

Gina simplemente la mira y sonríe.

Gina: – Pensé que nunca me lo dirías. – (Ríe) – Tranquila, ya lo sabía, querida amiga. – (Hace un gesto de silencio con sus dedos)

Tanya: (Sonrojada) – ¿Qué? Espera, ¿cómo? ¿Es muy evidente? Diablos, soy tan descuidada. – (Preocupada)

Gina: – No, no es tan evidente, es que tú a mí no puedes ocultarme nada, ¿sabes? – (Sonríe mientras le extiende la mano) – Nos conocemos desde la infancia. Ambas nos conocemos mejor que nadie. –

Tanya: – Lamento no habértelo confesado antes, Gina. – (Suspira) – Pensaba hacerlo, pero no pude. Soy una cobarde. – (Apoya su cabeza sobre la mesa)

Gina: – Ya, ya... Está bien. – (Le propina palmaditas en su mano) – Todo a su debido momento. No te aflijas. – (Hace una pausa) – A pesar de que tenía mis sospechas desde un principio, estaba esperando a que tú me lo dijeras. Y sabía que tarde o temprano me lo dirías, Je Je. – (Le guiña el ojo) – Yo gané. –

...

Tanya: (La mira) – Es que... – (Hace una pausa mientras abre el librillo) – No recuerdo que nadie me haya atraído tanto como ella. No lo recuerdo. – (Se toma de su frente) – Esto es... Algo nuevo para mí y me desconozco realmente. Es la primera vez que me enamoro de ésta manera. No dejo de mirarla ni de pensar en ella. – (Preocupada) – ¿Estaré obsesionada más que enamorada? –

Silencio.

Tanya: (Preocupada) – Además, temo que Diana y las demás se enteren de esto... ¡Estaría acabada, Gina! – (Asustada) – ¿Has visto lo fastidiosas que son Camille y Diana cuando se complotan? Me molestarían si se enterasen que me gusta una mujer... Diana me avergonzaría frente a Blake. –

Gina: – ¡No, no! Tranquila... ¡No tienen por qué enterase! – (Baja el tono de su voz) – No tienes que hacer pública toda tu vida. Mientras tú y yo sepamos, todo estará bien. Tranquila, siempre te apoyaré. Y pobre de esa Diana si te llegase a fastidiar con eso. Le patearé su millonario trasero. – (Se cruza de brazos y frunce su ceño) – Juro que lo haré, lo sabes bien. –

Tanya: (Sonríe) – Gracias por ser mi mejor amiga, Gina. Eres la única en la cual confío. – (Hace una pausa)

Gina logró tranquilizarla.

Tanya: – Hoy sentí algo, aquí... – (Lleva su mano hacia su pecho, señalando de manera subjetiva, aquella sensación de vacío que lleva dentro) – Exploté por dentro cuando vi a Ben acercándose a Blake. ¡No dejaba de elogiarla! ¿Has visto cómo la miraba? – (Frustrada) – No soy competencia para él, no soy competencia para nadie. Siento que me hundo, Gina. – (Sus ojos se llenaron de lágrimas)

Gina: – No, ¡hey! ¡Tranquila! Cálmate Tanya-chan, que juntas resolveremos esto, ya pensaremos en algo. Pero tienes que ser optimista, no te desanimes de ésta manera. – (Hace una pausa) – Yo te ayudaré a saber que siente Blake al respecto. – (La consuela)

Tanya: – Te refieres a ir averiguando qué es lo que le gusta, ¿por ejemplo? Descubrir si también le pueden atraer las... ¿Mujeres? – (Sonrojada)

Gina: – ¡Exacto! ¡Eso déjamelo a mí! – (Sonríe) – Veré como acercarme a ella para tener una conversación trivial sobre género y sexualidad, luego sabré qué es lo que piensa en relación a eso. – (Haciendo el gesto de "We Can Do It") – Ahora volvamos antes de que sospechen de nuestra tardanza. ¿Mientras tanto? Shh... – (Realiza el gesto de "boca cerrada" con sus dedos índice y pulgar) – Vamos, ¡andando! –

Gina había conseguido levantar el ánimo de Tanya; ahora un poco más esperanzada, se dirigía hacia el exterior con un semblante mayor iluminado.

Al llegar a la parte trasera de la institución, ambas se reunieron nuevamente con las demás y tal era la euforia y la risa que tenían las muchachas que a Gina le despertó curiosidad. Todas reían y vociferaban, a excepción de Blake que se mantenía seria y con la mirada puesta en su móvil, como si la situación le resultase indiferente.

Diana: – ¡Oigan! ¿¡Adivinen lo que sucedió!? – (Ríe)

Camille: – Qué cruel eres por burlarte Diana, cielos... Realmente me dio pena el pobre de Ben... –

Gina: – ¿Eh? ¿Ben? – (Intrigada) – ¿Qué sucedió? –

Tanya: (Sonríe) – ¿De qué se ríen todas? –

Camille: (Riendo) – Adelante Yorkie, ¡cuéntales tú! –

Yorkie: (Dirigiéndose a Tanya y a Gina) – Okay, está bien... ¡Aquí voy! Lo que sucedió fue qué, pues... Blake, en simples palabras, rechazó a Geert y a su oferta de ir a una cafetería después de clases. – (Hace un gesto de indiferencia con sus hombros) – El tipo se fue con una inmensa sonrisa a pesar de ser rechazado por ésta chica. – (Señalando a Blake) – Creo ha de ser la primera vez que alguien le rechaza una cita. – (Guiñándole el ojo a Tanya)

Diana: – Bueno... Siempre hay una primera vez para todo, dicen. – (Empleando un tono sarcástico) – ¡Qué intrépido es! ¿Pelearse con un amigo por la misma mujer? ¡Por favor! Pobre Ben. – (Revolea los ojos) – Eso demuestra cuán egoísta y engreído es Geert. –

Gina: (Sorprendida) – ¿Geert? ¿¡Es en serio!? – (Se miran con Tanya sin emitir palabras) – Creí que sería Ben quién la invitaría a salir. – (Hace una pausa) – Se ve que no pudo contenerse y avanzó antes que nadie. – (Confundida) – ¿¡Y cómo fue!? ¿Qué sucedió con Ben? Más contexto, ¿quieren? Estoy algo perdida. –

Diana: – Así es... Pues Ben se nos acercó de repente, y muy cortésmente nos saludó a todas; tan educado como siempre. Posteriormente pidió de hablar con Blake, si no era mucha molestia; pidió hablar a solas con ella. – (Choca su frente con la palma de su mano) – Pero luego interfirió Geert, tomando la delantera y parándose frente a ella, le entregó una flor mientras la invitaba a salir, cuan galán de telenovelas, ¡ugh! –

Yorkie: – Pero nuestra protagonista lo rechazó, diciéndole que no era lo que andaba buscando de momento, porque no estaba interesada en tener citas ni nada eso. – (Ríe) – Para finalizar, Blake le devolvió la flor que éste le había entregado mientras le dijo "adiós" con su mano. –

Camille: – Ese Geert es un idiota, ¡cielos! ¿Cuándo piensa madurar? Siempre está dando de qué hablar. – (Cruzándose de brazos) – Jamás lo habíamos visto a Ben tan enfurecido... Al menos él sí tuvo la intención de hablar con ella previo a invitarla a salir. Y, sobre todo, fue muy cortés en acercarse y saludar a cada una de nosotras primero. – (Suspira)

La forastera se hallaba seria y reacia ante el tema. Parecía no darle importancia, después de todo no era la primera vez que rechazaba a alguien, según había mencionado antes. Mientras todas continuaban platicando, la joven simplemente siguió navegando en sus redes sociales.

Blake: (Baja su móvil y levanta la cabeza para mirar a sus compañeras) – Khorosho (Bueno)…– (Hace una breve pausa) – Aprecio mucho su intrépido coraje, y debo decir que el inesperado gesto de la flor me divirtió un poco, pero me pareció desagradable que haya tenido el valor de traicionar a su "mejor amigo" por una mujer, justo en frente de él, y sin embargo aun así lo rechacé... – (Retoma la vista a su móvil) – Fue brusco y desleal también. Además, no tiene apariencia de besar muy bien. – (Sonríe con picardía)

Fue inminente la reacción de las jóvenes al oír tales palabras salir de Blake que rompieron todas a reír a carcajadas. Simultáneamente recordaron aquella charla sobre los muchachos de su salón que habían tenido el sábado por la tarde en casa de Camille.

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Helen

Helen

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2024-03-20

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