Capítulo 3

Llegando a mi casa me encontré con mis padres que iban de salida y con maletas en sus manos.

—Pensé que se iban mañana mamá y papá— Les digo un tanto confundida, ambos me habían dicho que se iban mañana sábado.

—De hecho así era mi amor, pero tenemos que estar hoy allá porque la junta la cambiaron para mañana temprano, por eso te estábamos esperando, para despedirnos tesoro— Dijo mi papá quien se acercó a mi y me dio un beso en la frente.

—Esta bien, que les vaya bien, los quiero— Los abrazo a ambos al mismo tiempo, estoy un poco triste, pero aun asi puse una sonrisa en mi rostro... Me harán mucha falta.

—Cuídate mucho cariño, abrígate bien porque ya esta llegando el frío... Ah y llama a tu prima para que venga a pasarse el fin de semana contigo para que no te quedes sola— Dijo mi mamá con tono de preocupación.

—Sí, me abrigaré bien, estoy feliz, ya quiero que llegue el 24 —Dije emocionada porque ese dia mis padres, mis tios, Scarlett y yo nos la pasamos juntos y luego de la cena jugamos juegos al azar— Y con respecto a lo demás no se preocupen, vayan tranquilos, no estaré sola, llamaré a Scarlett —Puse una sonrisa en mi rostro para que no se preocupen de más.

Ellos no dijeron nada más, me abrazaron de nuevo y luego se marcharon, pude notar en sus miradas un poco de tristeza y no es por alardear, pero se que me aman mucho.

Entre a la casa y me fui directo a mi cuarto, cuando estuve ahí me deje caer en la cama mientras miraba la pantalla de mi teléfono, entre a Instagram y lo primero que me apareció fue una foto de un CEO bastante reconocido "Kilian Mansfeld" la verdad es un hombre bastante hermoso, por ahí dicen las malas lenguas que es un hombre bastante frío y despiadado; también hay personas que afirman que es un Mafioso, pero en lo personal creo que es una estupidez, solo porque alguien tenga mucho dinero no significa que ande en malos pasos, ¿cierto?.

A mi no me gusta opinar sobre chisme, no soy esa clase de persona, pero lo que si tengo claro es que él condenado está como quiere, está para comérselo y lo mejor de todo es que está soltero el papacito este. A él solo lo vi una sola vez en toda mi vida y eso fue cuando asistí a una fiesta con mis padres, él me miraba de vez en cuando y yo pues también lo hacía, aunque lo triste fue que no pasamos a más que miradas.

—Lástima que no te volví a ver, porque de lo contrario te habría hecho mío hermoso galán— empecé a reír como loca por el comentario que acabo de hacer.

Después deje el celular aún lado y me desvestí para luego irme al baño, al salir me puse una ropa sencilla para estar en mi casa y ya después me puse a ver películas.

El día se fue bastante rápido y la verdad no hice mucho, solo ir de mi cuarto a la cocina y de la cocina a mi cuarto.

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*Al día siguiente*

No hace ni un día que mis padres se fueron y ya los extraño cañón.

Baje a la cocina a desayunar y me encontré con Mary haciendo el desayuno cosa que se me hizo extraño.

—¿Mary por qué sigues aquí?, sabes que no tienen que trabajar los fines de semana— Los fines de semana ningún empleado del servicio trabaja a excepción de los guardias por obvias razones, mi madre puso esa regla, ya que le gusta pasar los fines de semana solo con papá y conmigo.

—Si mi niña, pero no puedo dejarte sola, tus padres no están así que no me quiero ir y dejarte aquí sólita— Dijo sin apartar la vista de la comida que estaba haciendo.

—Bien sabes que no estaré sola, estaré con Scarlett, además de que los guardias también están aquí, nosotras ya somos bastantes grandes y no permitiré que pases tu fin de semana libre aquí cuidándonos como si fueramos todavía unas niñas, así que luego de hacer el desayuno te puedes ir— Le dije mientras ponía mis manos en mi cintura en forma de regaño.

—Pero...

—Pero nada, es una orden Mary— Dije lo más seria que pude, ella no dijo nada y terminó de hacer el desayuno para luego acercarse a mi.

—Tus padres te han inculcado buenas enseñanzas mi niña— Dijo sinceramente y con cariño.

—Ellos y tú también, has estado siempre conmigo, desde que era una niña y sabes lo mucho que te quiero nana— Le digo con ternura y ella me da un beso en la frente, desde que tengo memoria siempre Mary ha estado conmigo, es como mi abuela y la adoro con el alma.

—Vamos a desayunar— Yo asentí y nos sentamos a desayunar.

Después de eso Mary se fue a regañadientes y pues ahora estoy solita en la sala de la casa, bueno, solo hasta que llegue Scarlett.

Y como por arte de magia después de decir eso oigo como tocan el timbre y ya se quien es, por lo que me paro del mueble y me encamino hacia la puerta y al abrir no es nadie más que Scarlett.

—Hola nena, dime que vamos a divertirnos este fin de semana!— Gritó con una sonrisa eufórica.

—¡¡Ohh claro que si!!— Efectúe la misma acción con emoción.

Acompañé a Scarlett a llevar sus pertenencias al cuarto de al lado de donde se encontraba mi recámara y luego bajamos, nos pusimos a ver películas y a comer muchas palomitas.

Ya son como las 8 de la noche y a nosotras nos dio por escuchar música a todo volumen, realmente es genial, pero la felicidad dura poco.

—Esto es lo máximo— Dijo Scarlett dejándose caer en el mueble.

—Si, ya lo se— Dije un tanto nerviosa... no sé por qué, pero siento como si algo malo fuera a pasar si nos quedamos aqui, pero por eso ya saben, es mejor prevenir que lamentar.

Apagué la música y note como Scarlett me miro con cara de poker.

—Vamos a salir a cenar, no quiero quedarme aquí está noche Scai— Le dije con una pequeña sonrisa para que no preguntara de más.

—De acuerdo, yo encantada, pero que tal si después nos vamos a divertir a una disco?— Dijo con emoción— deberíamos buscarnos unos hombres para que nos saquen de este voto de castidad —Empezó a reír como loca y yo imite la misma acción, Scarlett salta con unas clases de bromas.

—Si, de acuerdo, me gusta la idea, sin embargo, no nos vamos a buscar a ningunos hombres— Respondí con una sonrisa y ella asintió con la cabeza.

Cada una se fue a su cuarto y cuando estuve en el mío me metí al baño y ya después de un rato salí.

Busque en mi closet y de ahí saque un pantalón largo y una blusa corta, me cambié y fui a buscar a Scarlett a su cuarto; cuando entré me quedé muda, se veía hermosísima.

—Uy pero que bella— Empecé a elogiarla y ella puso una sonrisa de orgullo para luego mirarme de arriba abajo.

—Gracias amor, pero si crees que te voy a dejar salir así —Señala mi ropa— estás muy equivocada.

—Pero por qué?, me veo linda— Me encojo de hombros.

—Claro que si, te ves hermosa, pero esa ropa no es para esta ocasión— Dijo cruzándose de brazos.

Observe como ella empezó a rebuscar en su armario hasta que saco un vestido, en realidad si estaba bien hermoso el vestido.

—Ponte esto— Me pasó el vestido y ya luego de un rato lo tenía puesto, me miré al espejo y me quedé muda.

—Te ves hermosa Tam— Yo asentí, realmente me veía hermosa. En mi armario tengo muchos vestidos bastantes hermosos, pero ninguno como este, se ajusta en los lugares adecuados, en efecto tengo que comprar de estos.

—Si, gracias por prestarme este hermoso vestido, pero tenemos que llevar un par de abrigos, afuera está asiento frío.

—Estoy de acuerdo —Scarlett fue al armario y saco dos abrigos bastantes lindos— Ya vámonos que se nos hace tarde —yo asentí y salimos del cuarto.


(Vestido de Tamara)


(Vestido de Scarlett)

...🚨🚨⚠️🔞CONTENIDO SENSIBLE 🔞⚠️🚨🚨...

SI EMPIEZA A LEER Y YA SABE DONDE TERMINARÁ ESTO NO Y NO LE AGRADA NO SIGA LEYENDO ESTE CAPITULO Y AVANCE AL ANTERIOR, POR FAVOR NO DEJE COMENTARIOS OFENCIOS Y VUELVO Y REPITO, ES SOLO UNA HISTORIA.

SI ERES EL TIPO DE PERDONA QUE ES CONSCIENTE DE QUE SOLO HAY QUE DISFRUTAR, VIENVENIDO SEAS😘.

Sigamos.

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Cuando salimos del cuarto bajamos por las grandes escaleras como todas unas divas y riéndonos por cosas sin sentidos.

Sorpresivamente ya no siento ese sentimiento de que algo malo va a pasar... Aunque creo que me apresuré para decir eso, ya que de repente empezamos a escuchar disparos por todos lados, los cuales al parecer venían desde afuera de la mansión.

Seguido de eso vimos como muchos hombres vestidos de negro y con pasamontañas entraron por las puertas, pero lo que más llamo mi atención fue ver que dos de ellos tenían diferentes pasamontañas, mientras que uno tenia un pasamontañas blanco, el otro llevaba uno rojo.

Salí de mi trance y vi como los dos que llevaban pasamontañas de color se acercaban a nosotras a pasos lentos como dos lobos acechando a sus presas, yo reaccioné rápido y tome a Scarlett de la mano quien estaba paralizada del miedo, me da gusto que en momentos como estos mis instintos se activen.

Subimos rápidamente las escaleras, pero cuando íbamos a resguardarnos en mi habitación me tomaron de manera brusca por el brazo.

—¿A donde vas tan rápido?— Dijo el que tenía el pasamontañas rojo, se me hizo bastante conocida la voz de él, pero en estos momentos no es tiempo para pensar en eso.

Intente zafarme pero fue imposible, el agarre que ejercía en mi brazo era demasiado fuerte, después sentí como Scarlett se soltó de mi mano por lo que la busque rápidamente con la mirada, pero vi que el del pasamontañas blanco se la estaba llevando a rastras a la planta de abajo.

—¡¡¿Qué hacen?!!, ¡¡Donde la llevan malditos infelices, suéltenla!!— Grite enfadada e intentando soltarme.

—Tendré que enseñarte a corregirte esa boquita estúpida— dijo con cierto enfado en su tono de voz para seguido y con rapidez ponerme en su hombro y adentrarnos a mi habitación donde me tiró en la cama para luego ir y cerrar la puerta con seguro.

—¿Que vas a hacer?, ¡¡Aléjate de mi enfermo de mierda, aléjate!!— Espete con enojo, pero a la vez el miedo también se estaba apoderando de mi al pensar en lo que este loco podría hacerme.

Vi como él empezó a desabrocharse la camisa que llevaba puesta, para luego quitarse el pantalón. El terror cada vez más empezaba a escalar en mí, a tal punto de que comencé a temblar.

—¿Que pasa?, ¿te comieron la lengua los razones?, hace un momento no parabas de maldecir y ahora te ves tan... ¿indefensa?— Dijo burlón.

Mi mente estaba hecha un caos, no quiero ni imaginar lo que a ese loco se le este pasando por la mente.

Él empezó a acercarse a mi mientras me miraba como si fuera su presa; empecé a gritar por ayuda a todo pulmón, no dejaré que me ponga una mano encima!.

—¡¡¡Ayuda!!!, ¡¡¡Auxilió!!!, ¡¡¡por favor ayuda!!!— Grité con mucho miedo, esta situación no me gusta para nada, que alguien venga a ayudarme, por favor.

—Vamos grita más fuerte, total, nadie vendrá a tu rescate querida— Dijo con tranquilidad para seguido empezar a caminar hacia mi.

Lágrimas empezaron a correr por mis ojos, pero no me di por vencida, empecé a lanzarle cada objeto que encontraba, pero él todos los esquivaba con gran agilidad, maldita sea.

De un momento a otro se subió encima de mí y se quedó mirándome a los ojos.

—¿Quién demonios eres?, ¿por qué haces esto?— Le dije con lágrimas en mis ojos tratando de quitármelo de encima, cosa que no pude.

—Desde hoy seré tu peor pesadilla, solo eso tienes que saber por el momento— Dijo con desdén agarrando mis manos con mucha fuerza.

—¡Por favor, ¡espera!, ¡ya basta!— Grite con mis ojos ya nublados por las lágrimas que brotaban de ellos.

Él hizo caso omiso a mis palabras y puso mis manos en una sola de él y con la que le quedó libre empezó a acariciar mis piernas; yo solo lo miré con súplica mientras negaba frenéticamente con mi cabeza, estoy desesperada.

—Por favor, te lo suplico, no hagas esto, por favor— Dije en un hilo de voz, de tanto llorar se me dificultaba hablar, pero este hombre razonar no quería.

Sin darle nuevamente importancia a mis súplicas él se terminó de quitar las últimas prendas que le quedaban.

—¿Sabes?, ese vestido te hace ver más apetecible, solo con eso me quitas un poco el asco— Podia notar su desprecio hacia mi en cada palabra que decía.

Luego de eso me subió el vestido por lo que yo empecé a gritar con desesperación y a pedirle que parada, pero no me hizo caso y prosiguió a quitarme lo único que me quedaba.

De verdad no entiendo nada, si me tiene tanto asco por que me hace esto?, no comprendo Dios mío.

—No lo hagas, ¿si te doy asco porque haces esto?, ¿es que es por dinero?, si es así hablaré con mi padre, pero por favor suéltame —Supliqué llorando.

—¿Por dinero?, esto es más que dinero— Dijo mirándome nuevamente a los ojos con puro odio.

No me dio tiempo a decir absolutamente nada y de un solo movimiento entro en mi. Solté un grito de dolor que estoy segura que se escuchó por toda la casa.

Él no se detuvo a verme ni por un instante, solo estaba perdido moviéndose a su antojo, mientras que yo sentía que con cada movimiento que él hacía me estuvieran desgarrando en cuerpo y alma, nunca pensé que dolería tanto, deseo que ya pare, pero ni siquiera puedo hacer ningún movimiento para detenerlo, mi cuerpo está sin fuerzas.

No se cuanto tiempo paso desde que empezó, pero siento que no puedo más, me duele horrible cada movimiento que él hace, no puedo más....

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