Viviendo Con Mi Crush

Viviendo Con Mi Crush

El chico de ojos grises y cabello oscuro: mi crush

Elie estaba nerviosa era la primera vez que salía de su casa para vivir sola en una ciudad como New York, pero lo que más la tenía nerviosa era que llegaría a la casa del hermano de su mejor amiga, quien era muy apuesto además había sido su crush siendo una adolescente, él les llevaba seis años y ella en el pasado solía mirarlo a lo lejos, aunque él jamás la había determinado, era invisible, escasamente la saludaba, pero podía contar las veces que lo había hecho en una de sus manos.

Ella siempre le veía cualidades a Patrick, como lo apegado que era con su hermana y protector, la diferencia de edad entre ellos no era un problema, sabía que comían con frecuencia juntos a pesar de no vivir en la misma ciudad, le mandaba regalos y detalles sumamente tiernos.

Y fue su mejor amiga precisamente quien le había sugerido llegar a casa de él mientras lograba ubicarse, según ella New York era peligrosa y su hermano la protegería dado que hacía parte de un escuadrón militar o algo así, jamás lograba entenderle a Sofi, pero finalmente había accedido porque en verdad llegar allá le daba algo de miedo y quizás él le podría ayudar a ubicarse.

Ella por su parte iría a cumplir su sueño: estudiar en Julliard y empezar formalmente su carrera como pianista clásica, ya antes había tenido clases, demasiadas, así como recitales, no era nueva en el tema de hecho solía ser muy buen e incluso le gustaba componer melodías, pero en el lugar donde vivía sería imposible avanzar y ya que estaba próxima a cumplir sus dieciocho años sus padres habían accedido a enviarla a esa gran ciudad.

Ese día había llegado temprano, y ver la puerta color caoba frente a ella era algo intimidante, tocó tímidamente y no tardó mucho en abrirse la puerta, el estaba con una sudadera de chándal y una camiseta holgada, pero aún así se podía ver el cuerpo trabajado de Patrick, apretó sus labios algo tímida, no lo veía hacía al menos unos tres años en las reuniones con su familia, ya que el trabajo de él lo absorbía o al menos eso le decía su amiga. Lo vio sonreír amable y ayudarla con las maletas que eran grandes, ella era particularmente engreída y en tema de ropa y zapatos solía ser cuidadosa, además demasiado femenina y delicada era algo propio que sentía como un sello personal.

-Hola. Gracias por dejarme quedar en tu casa.

Le dijo con una sonrisa, agradecía su hospitalidad aunque sabía que en parte era por la presión de Sofía.

-No hay problema, la casa es grande y suelo estar por fuera la mayor parte del tiempo-Le respondió él caminando hacia la habitación en la que ella se quedaría.

Ellie observó su espalda y sintió un dejó de decepción, pero era obvio que él no se sintiera igual que ella, finalmente jamás la había determinado, en cambio ella volvía a sentir esas mariposas en su estómago pensando que estaba más guapo que antes, pero debía guardarse todo eso, porque finalmente era el hermano de su mejor amiga y no quería que pensaran que abusaba de la confianza depositada.

Se detuvo frente a una puerta color blanco y la abrió, el cuarto era amplio tenía una cama doble, un escritorio y baño privado al igual que un gran closet, le parecía curioso que el siendo un hombre soltero que estaba mucho tiempo fuera de casa tuviera un apartamento tan grande, aunque quizás solo se debía a qué venía de una familia acaudalada y ellos solían ocupar espacios amplios y lujosos.

Ella no se consideraba pobre, su familia tenía también un buen nivel económico, si estaba ahí no era por escasez, era más un tema de no dejarla sola en esa ciudad, aunque realmente la tensión que sentía al lado de Patrick no era particularmente bueno para ella. Lo miró a los ojos y se perdió un instante en el color gris que tenían, su mandíbula era cuadrada, labios delineados. Relamió sus labios y se obligó a salir del trance.

-Gracias, en cuanto logre ubicarme te devolveré la habitación. -Él le sonrió y negó.

-No te preocupes, puedes usarlo tanto como quieras. -Le respondió con una sonrisa que a ella le pareció un tanto sexy dándole la impresión de que le miraba los labios.

Patrick le ayudó a meter las maletas a la habitación y ella entró tras él, lo miró en silencio y él también lo hizo algo pensativo y finalmente rompió el silencio.

»Entonces siéntete como en tu casa.

-Gracias.

Fue todo lo que dijo y finalmente lo vio salir, Ellie suspiró y se sentó en la cama, apretó sus labios y pensó que sería más difícil estar en un lugar tan pequeño con Patrick, parecía una tonta cuando él estaba cerca con monosílabos.

Decidió desempacar tenía mucha ropa, accesorios, maquillaje y afortunadamente había espacio en dónde ponerlo todo, le mandó mensaje a su mamá diciéndole que ya había llegado y luego a Sofi quien no le contesto, suponía que estaba con Adam su novio.

Se puso un vestido holgado y unas sandalias bajas, sacó su bolso tendría que comprar algo para poder comer en casa, salió de la habitación y buscó a Patrick para su sorpresa estaba en la cocina entretenido, se paró a mirarlo, al parecer hacía pasta.

-Hago fetuccini, es lo único que sé hacer, no sé si quieres acompañarme a cenar.-Le habló sin llegar a volvetearse y ella pensó que tenía un sexto sentido.

-Esta bien, gracias. Precisamente te iba a preguntar dónde podía pedir algo de comida, tengo mucha hambre.

Se quejó y se sentó en la isla flotante a verlo cocinar, aunque decía que no era bueno, manejaba el cuchillo mejor que ella.

-Me alegra que tengas buen apetito.

Puso el plato en la isla flotante y la miró con una sonrisa amable, Patrick se caracterizaba por ser cordial, un chico correcto, de esos que aparecían cada mil años, no se parecía nada a un Bad boy, no fumaba, no tomaba incluso no le conocía novias y sabía que había tenido, Sofía le había contado, simplemente no solía llevarlas a la casa de sus padres y ese era el único espacio en el que solía verlo.

Así que era nuevo todo eso, la hospitalidad que estaba recibiendo, que él cocinara para ella, cuando a duras penas la había saludado una vez y eso que era porque estaba al lado de Sofía. Aceptó el plato y comenzó a comerlo, era realmente modesto porque estaba muy rico.

-Sabe muy bien.

Expresó tímida, porque hablarle era algo nuevo y a veces no se lo creía.

-¿Quién?

Detectó un leve coqueteo, pero era imposible que él lo estuviera haciendo, así que sus cachetes se pusieron muy rojos y señaló el plato, Patrick sonrió y asintió.

»A Sofía le encanta mi fetuccini.

-No lo sabía.

-Pensé que eran cercanas.

-Lo somos, solo que no hablamos de ti de esa manera.

Ellie apretó sus labios, porque eso quería decir que si hablaban de él, pero de otras cosas y era que ella azotaba a su amiga con preguntas sobre su hermano y la verdad no quería que él se diera cuenta, moriría de vergüenza.

-Vaya, pero entonces si hablan de mi.

-Ehh… Bueno ella me cuenta que viajan mucho… -Alzó su mirada y él la miraba pícaro.

-Umm, ya veo.

Lo vio sentarse frente a ella con su plato y comer con ganas, lo hacía realmente rápido, mientras ella apenas llevaba una pequeña porción. Continuaron comiendo en silencio y aunque él terminó antes la esperó.

Cuando se acabó la comida se levantó, tomó ambos platos y los puso en el lavavajillas, Patrick siguió cada uno de sus movimientos hasta que volvió a él.

-Mañana iré a trabajar y estaré unas dos semanas fuera. -Ellie asintió.

-Entonces nos vemos en dos semanas.

Ambos se miraron por un instante y finalmente él rompió el contacto, para despedirse e irse a su habitación, ella hizo lo mismo , estaba en shock no podía creer que estaba tan cerca de él, su móvil sonó y escucho un grito del otro lado.

-¿Y cómo te ha ido cuñada?

-No me digas así, no soy la novia de tu hermano.

-Lo serás pronto, sé que le vas a gustar, eres preciosa.

-No creo que esté soltero.

-¿Por qué? ¿Viste algo en su apartamento? ¿Nuevamente Ivonne está tras él?

-¿Ivonne?

-Ehh, si, no te había querido decir nada porque estaban separados, algo pasó y terminaron, pero ella lo ha buscado, aunque mi hermano no quiere nada con ella.

-Quizás si lo quiera.

Ellie se puso triste y jugueteó con un peluche que tenía sobre la cama, ella no tenía posibilidades, era mucho menor que él, además ya había tenido una novia que había querido mucho, mientras ella solo tenía ojos para él, una chica tonta que no tenía experiencia. ¿Cómo podía competir por ejemplo en la cama? e incluso ¿en ser interesante y atractiva para él?

Tal como le había dicho Patrick se había ido a trabajar y Ellie había tenido que ir al conservatorio a sus primeras clases, llegar a un lugar nuevo era realmente intimidante, sobre todo en el que estaba, Julliard era considerado uno de los mejores conservatorios del mundo y había tantas personas talentosas que le generaba un nudo en su estómago.

Al llegar a su primer clase, una chica llamada Megan entabló conversación con ella, se dió cuenta que tenían muchas cosas en común y le agradó tener una amiga, que estaba igual de loca por el piano como ella, aunque debía reconocer que Megan estaba avanzada, pero eso la animaba a estudiar más.

Logró obtener el listado de las clases y añadir otra amiga más y un chico amigo de ella, se sentía contenta de poder encajar, el miedo de iniciar en el conservatorio había sido intimidante, pero sentía que podía con eso, que se adaptaría a New York y estaría al lado de su crush.

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