Los jóvenes gritaban cada vez más, se acercaban poco a poco al grupo de la reina Débora, al mismo tiempo en que los ancianos y hombres maduros la protegían.
- (Lemuel) ¡Maten a la reina!
Esa oración fué el detonante perfecto para que se empezarán a matar entre ellos, Débora no quería luchar contra su pueblo, así que junto a su esposo y los demás reyes se adentraron a la parte más recia de la batalla buscando a Lemuel... Éste no se había movido de su lugar en todo el acontecimiento... Uno de sus jóvenes guardias le causó curiosidad y se atrevió a preguntar.
- Mi rey, ¿No luchará con nosotros?
- No, si yo muero, ¿Quién reinará sobre ustedes?... Tú deber es dar tu vida por la mía.
Lo había dicho con tanta prepotencia que enojó al joven... Se suponía que él los guiaría a la victoria, no que la obtuviera de la sangre de su pueblo... El chico se alejó lentamente y se fue hablándole a sus compañeros.
- No peleare por un cobarde... Él espera que muramos mientras se lava las manos.
Sus compañeros se enojaron con él por hablar así de su rey, y lo enfrentaron, lo que no se esperaban era que esté joven fué entrenado para servir al siguiente sucesor... Solo existen 1 solo escolta o guardia que entrenan para el siguiente sucesor en cada reino... Todos, excepto los vampiros... Para ellos la muerte es un chiste barato, solo pueden morir al ser devorados... Los jóvenes luchaban con ímpetu contra el "rebelde", quién los derrotaba con facilidad.
Una destreza tan impecable que llamó la atención de Alejandra, ella dirigió todo el grupo al lugar... Tomó al muchacho y lo trajo con ella.
- ¿Cómo te llamas?
- Alexander.
- ¿Conoces a los príncipes Raúl y Samuel?
- Por supuesto.
- Necesito que los lleves a un lugar seguro... Serás responsable de su seguridad.
- Mi deber es proteger el trono...
- Shh, una vez que los hayas ocultado deja a éstos hombres a cargo (Señalando a Gustavo y Félix) y regresas a proteger a tu reina.
- Está bien.
En cada segundo la batalla arreciaba más... Nadie cedía... Entonces las hadas empezaron su ataque junto a los hombres lobo... Esa estrategia consistía en doblegar a la parte contraria, sin causar más muertes... De lo contrario los Elfos tomarían el control y someterían el reino entero de ser necesario.
Hechizos iban y venían, golpes y heridas graves se intensificaban... De pronto una gran explosión detuvo la pelea... Un gigante con un cuerpo como los dioses griegos seguido de muchísimos Goblins salieron de la tierra... Ese hombre es un cazador de Hadas, las esclaviza para la reina Goblin, la dueña de las fuentes más altas de magia y dinero... Se acercó a la batalla y soltó la más grande carcajada, asustando a las Hadas y Elfos, también logró enojar a los vampiros.
- (Antonio) ¿Quién demonios eres?
- (Olfateando el aire) Soy Sebastian, fiel cazador de la reina Goblin.
- (Alejandra) Acércate... (El hombre se arrodilló) ¿Qué te trae por acá... Los goblins no frecuentan éstas tierras... Es más... Ni siquiera son cercanos a éste reino.
- Es cierto
Miró la marca en su mano y luego al resto del grupo que estaba con ella
- Mi reina... Reyes... Soy cazador de Hadas, me pagan muy bien por ellas.
- Ellos son mis aliados... ¿Cómo crees que te dejaré tocarlos?
- Conozco tu aroma, éste no es tu reino... Eres una vampiro... Aunque también tienes otros aromas... Eso quiere decir, que te has aliado con más de un reino... ¿Por qué luchas acá?
- Estoy ayudando a una amiga.
- Conociendo que estamos en el mundo de las brujas... Debes ser tu (Señalando a Débora) No tengo dudas.
- (Débora) Sí, soy la reina de aquí.
- Les propongo un trato... (Los goblins se reían y se colocaban en posición de ataque) Les ayudo a ganar y me entregan al reino de las Hadas.
- (Alejandra) Jamás... Regresa por tu camino.
- Ni haciendo el portal más grande que puedas hacer... Me podrías enviar de regreso a mi mundo... Y menos sin mis recompensas.
Él se lamió los labios y las Hadas y Elfos se estremecieron... Al sentir el miedo Lemuel bajo corriendo del trono y se paró frente al hombre que aún estaba arrodillado.
- Te daré lo que quieras si me ayudas a vencerlos.
Sebastian lo observó un instante y se colocó en pie... Tocó el puente de su nariz como buscando paciencia, observó nuevamente a la multitud y les gritó enojado.
- ESPERO ESTAR EQUIVOCADO, 5 REYES Y SUS PUEBLOS ESTÁN AQUÍ PELEANDO POR CULPA DE UN DON NADIE... ES INACEPTABLE.
- No soy un don nadie, soy el sucesor elegido por el antiguo rey antes de desapa...
- CÁLLATE... Primero que nada... ¿Aquí no hay ancianos?
- (Anciano 3) Si estamos aquí... Pero nuestros jóvenes decidieron ser guiados por él... Por eso es la guerra.
Sebastian rodó los ojos y luego posó sus ojos en Alba... La reina Hada se le hizo muy hermosa a la vista... Caminó hasta ella, más antes de que la llegara a tocar Alejandra se paró en medio.
- Reina...
Hizo una pausa esperando la identificación
- Alejandra.
- Reina Alejandra, no le haré nada... Solo la quiero ver más de cerca...
Luna le lanzó un hechizo para alejarlo, y él se empezó a reír a carcajadas otra vez... En un rápido movimiento tomó a Luna y la sostuvo en el aire... Ella buscaba escapar con sus manos y pies... En su desesperación abrió sus alas para volar y Sebastian se las arrancó.
- Jajajaja tus hechizos, o cualquier otro hechizo no me hacen nada... No soy un troll o un ogro... Soy un gigante... Considero que el más hermoso que podrás ver... Algunos me llaman Eros.
Al escuchar ese nombre, tanto los Elfos, Hadas, Hombres Lobos y hasta los brujos se arrodillaron, incluso Lemuel se arrodillo y pegaron sus frentes del suelo... Eso le dió curiosidad a Alejandra y a toda la familia de Vampiros.
- ¿Qué quieres decir que te llaman Eros?... Para mí es un dios de la mitología griega... No puedes ser él... El siempre está rodeado de angeles.
- Ja. Crees saber mucho, ¿No?... Los humanos me destronaron... Y a mi hermana Afrodita... Por eso juré vengarme... Para eso necesito toda la magia posible... Mi hermana sigue gastando sus últimos poderes haciendo que la gente se enamore sin importarle que eso la éste matando lentamente.
- ¿Cómo pudieron hacer eso los humanos?
- Dejaron de adorarnos y nombraron a un simple angel el símbolo del amor "Cupido"
- Vaya... Con razón eres lindo
Antonio la miró con indignación, no se explicaba como pudo decirle eso tan a la ligera y delante de todos, los celos lo estaban matando... Su ira se incrementó tanto que Alejandra lo sintió y su aura empezó a quemar a todos a su alrededor... Ella le tomó de la mano y entrelazó sus dedos, haciendo que su esposo se calmara un poco.
- Dime cómo mi familia y yo podemos ayudarte a recuperar tu trono...
- Jajajaja (apretando cada vez más a Luna) No puedo regresar... Mis templos han sido profanados...
- Mi esposo y yo haremos todo lo posible por regresarte a tu vida anterior... Solo que aprenderás a vivir sin adoración.
- Mis poderes se incrementan con las oraciones de mis fieles.
- Ya no más... Fuiste destronado por recibir una adoración que no te corresponde... Todos aquí sabemos que solo el TODOPODEROSO es digno de recibir adoración... No tú, ni nadie... Tu propósito es darle amor a la gente... Por no cumplir ese propósito el mundo de los humanos se deteriora.
- Tu eres la menos indicada para decirme eso...
Cada vez apretaba más a Luna y sus gritos desgarradores obligaban a los que estaban arrodillados a no levantarse.
- ¿Por qué?... ¿Por qué soy inmortal o por qué la muerte está de mi lado?
Dicho eso Antonio y Alejandra emanaban auras ardientes... Seguidamente miembro a miembro de la familia de Vampiros se les activaban sus auras... Esa fue la conexión más explosiva en la historia de ellos y en todos los reinos... Cuando el último de los vampiros se conectó muchos hombres de trajes de diferentes colores y diseños empezaron a aparecer del lado de los goblins.
- (Sebastian) Bravo, has hecho un excelente trabajo... Aunque ellos no me podrán hacer nada.
- No son para ti.
Alejandra abrió un portal y los parecidos entraron en el... Varios minutos más tarde los hombres volvieron a salir y traían un costal cerrado con ellos... Se veía que era un ser vivo, ya que no paraba de moverse... Los goblins se estremecieron y Sebastian olió quién era.
- ¿Qué?... Imposible.
- ¿Quieres todo el poder mágico?... Ahora está en mi poder... ¿Qué quieres ofrecer para obtenerlo?
- A ella (soltando a Luna) No sé que más ofrecerte.
- Acepta mis terminos y tendrás acceso a esas fuentes... De lo contrario, más nunca sabrás de ellas.
- Sí, sí... Cómo quieras.
Sebastian se arrodilló delante nuevo y el resto del pueblo se levantó, Alba corrió al lado de Luna para ayudarla a sanar y Sebastian la volvió a agarrar.
- ¿Quién es ella para ti?
- Es mi esposa.
Sebastian se la comió asustandolos a todos, luego se limpió la boca con una sonrisa de satisfacción.
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