¿Seguimos? Por supuesto

Los días fueron pasando y los Lobos se fueron recuperando poco a poco, restauraron sus casas, su reino de levantó más fuerte... Débora torturaba cada vez más al hombre... Después de un tiempo Andrés y ella decidieron casarse, por extraña que fuera la situación, Alejandra acepto y realizaron la boda al estilo vampiro... Cuando le cortaron la muñeca y la unieron a Andrés, en la mano izquierda le apareció la marca de su familia... Por esa razón Alejandra no la mordió.

- (Débora) Reina, ¿Cómo puede pasar ésto?

- A mi me pasó igual, también me apareció cuando me casé... Por no ser mordida, no quiere decir que no estés casada...

- No es eso... Sino que me casé con un vampiro.

- Y aún la marca te eligió.

- Mi pueblo odia a los vampiros...

- Tu pueblo o tu familia... Recuerda que tienes la marca, nadie te puede hacer frente de ahora en adelante... Te enseñaré todo lo que necesites para que te puedas reunir con tu gente.

- Tengo miedo.

- (Andrés) Yo siempre estaré contigo amor.

- (Alejandra) ¡Familia, les presento a la reina Débora, del reino de las brujas!

El pueblo se levantó de sus lugares y le hicieron reverencia, Débora se sintió un poco incómoda... Alejandra la tomó de la mano y le levantó la quijada con suavidad.

- No agaches la cara... Eres la reina...

Débora sonrió y mantuvo la compostura... Durante el tiempo que planearon la venganza contra los cazadores, Débora hacía presencia en las reuniones de los reyes junto a su esposo... Antonio notó que Andrés también podía hacer hechizos, y lo llamó aparte para preguntarle.

- ¿Cómo es eso posible?, eres vampiro y puedes hacer hechizos... ¿Desde cuándo?

- Desde que me casé... Después de la noche de bodas, me empecé a sentir extraño y de pronto me salieron chispas de los dedos... Entonces mi esposa me ayudó a sacar la magia... Tampoco me lo explico... Aunque también soy un poco parecido a ti.

- ¿A mí?

- Sí... También siento la presencia de mi esposa... Puedo saber dónde está, con solo sentirla.

- Dices que después de la noche de bodas.

- Sí... ¿Por qué? (Antonio se quedó pensando) No me digas que la reina es virgen...

- Shhh, de eso no se habla.

- Jajajaja estás loco... Medio milenio y no te has atrevido a...

- Cállate... Recuerdas que ella no vivió conmigo por mucho tiempo, ¿Verdad?

- Ah si... Pero cuando ella se fue, ustedes tenían como 20 o 30 años de casados... O me equivoco.

- Nuestra relación era diferente.

- ¿Qué? Jajajaja... Te recomiendo que la motives... Una mujer no necesita de un hombre si no lo ha tocado... Por eso no tienen hijos... Ya le iba a pedir consejos para cuidarnos jajaja...

- Si eres imbécil.

- ¿Imbécil?... Por lo menos, si hago disfrutar a mi reina.

Antonio se alejó de él enojado mientras Andrés se reía a carcajadas... Antonio fue con uno de los hombres y le mando a comprar el celular más actualizado que hay, su teléfono es tan desactualizado que solo sirve para llamar y enviar mensaje con teclado.

Alejandra le pareció extraño ver a su esposo tan enojado, por lo general es muy divertido, aunque ésta vez su ira es muy notoria... Mandó a llamar a Félix para preguntarle, y éste le dijo que está así después de hablar con Andrés, entonces decidió hablar con él, personalmente.

- Antonio, ¿Por qué estás así?... No es propio de ti.

- ¿Cuánto tiempo va a estar Andrés aquí?

- ¿Por qué?

- Me hizo enojar, no quiero verlo por un tiempo.

- ¿De qué hablaron?

- De nada...

- Y yo soy estúpida...

- No fue lo que quise decir...

- ¿Entonces?

- Le pregunté, como es posible que el pueda hacer magia siendo vampiro... Y me dijo que lo hace desde la noche de bodas.

- Entiendo la situación... Hablaremos de esto más tarde... Por ahora no pagues tu enojo con los demás, ellos dependen de nosotros... Así que comportate.

Antonio hizo una reverencia y se marchó, ese acto entristeció a Alejandra, a ella nunca le ha gustado que él se incline ante ella... Se fue por el camino contrario y se reunió con Débora.

- Reina Débora, sabe que es bienvenida en mi casa cuántas veces usted quiera... Pero, recuerda que tienes 3 meses para recuperar tu reino... Antes de que tengas que entrar en guerra para recuperarlo.

- Lo sé... Ésta semana es la venganza de los Lobos... Y quiero estar ahí.

- Perfecto, cuando terminemos los podemos acompañar.

- Gracias...

Ambas se reunieron con Jefferson para finiquitar los detalles... Todo debía salir bien, para no dar a conocer ninguno de los reinos a los humanos.

Llegó el día de la venganza y tenían a los hombres dónde querían, habían liberado al que tenían secuestrado horas antes... Cómo buenos amigos se reunieron todos en la casa del recién liberado... Por más que él hablaba los demás pensaban que lo torturaron tanto que lo volvieron loco y debía estar drogado.

Su versión de la historia sería confirmada, cuando tres reyes se hicieran presentes en medio de ellos, a través de un portal.

- (Alejandra) Buenas noches, mi nombre es Alejandra, reina de los vampiros.

- (Débora) Yo soy Débora, reina de las brujas.

- (Jefferson) Y yo soy Jefferson, rey de los hombres Lobos... A quienes ustedes cazaron sin misericordia.

Todos estaban petrificados, no salían del susto... Jefferson mando a llamar a su prometida y los hombres abrieron más los ojos.

- (Hombre 1) No sabíamos que era la novia de un Gánster.

- (Jefferson) No soy un Gánster.

Los lobos se transformaron, Débora y Andrés se transformaron a tener ropa de algas y madera, y los vampiros cambiaron sus rostros... Al ellos vivir en unas cabañas lejos de la civilización, no fue problema exterminarlos, a los niños que quedaron los marcaron para ser Lobos... Ellos no tienen la culpa de los errores de sus padres, por eso los ayudaron a sobrevivir.

Jefferson agradeció y se marchó con su gente, invitándolos a asistir a su boda en la siguiente luna llena... A lo que los vampiros y los brujos aceptaron con entusiasmo... Al día siguiente Alejandra se fue con Antonio a recorrer varios sectores de la ciudad, era primavera y la mayoría de las personas usaban ropas multicolores, a lo que ellos llamaban la atención por usar ropa negra... Elegante pero, negra... Alejandra lo llevó a un lugar que había descubierto días atrás... Ellos necesitaban hablar de su relación.

- Ésto es muy bonito... ¿Es un parque?

- No, es una choza abandonada que mandé a acomodar para descansar de vez en cuando.

- No creo que me hayas hecho venir para descansar.

- No, tampoco... Necesitamos hablar de lo nuestro.

Antonio que aún estaba de pie mordió su labio con intriga, caminó hasta una ventana, observó el hermoso paisaje y luego se sentó junto a su esposa... Tantas cosas pasaban por su mente, que no podía pronunciar palabra.

- Sé que te tomé por sorpresa, pero, necesito que me digas algo... ¿Cómo te sientes conmigo?... ¿Continuamos ésta relación?... ¿O seguimos como estamos, como amigos y socios?

- De ninguna manera, no somos socios... Somos esposos... No solo eres mi dosis para vivir... Eres mi vida...

Alejandra lo cayó con un beso, pequeño y suave... Cuando ella se separó él la tomo por el rostro y le devolvió el beso, éste fué más apasionado, tanto que su deseo despertó y ninguno se quiso alejar... Cómo dos adolescentes cometiendo torpezas al desnudarse, más sus deseos aumentaban por cada segundo... Él acarició, besó y tocó todo a su voluntad... Ella estaba sumergida en su calentura que lo dejó ser... Cada vez que terminaban, sentían que que aún les faltaba mucho.

Así estuvieron por dos días, su apetito desenfrenado los cansó al fin, quedando así dormidos... Las 9 de la noche, el celular de Alejandra empezó a sonar.

📱 Aló (Aún somnolienta)

📱 Reina, soy Andrés... ¿Se olvidó de nosotros?

📱 Mmm no, dile a Wladimir que estamos en la nueva cabaña... Que traiga comida y ropa.

📱 En seguida. (Fin de la llamada)

Ella miró a su lado y vió a un sonriente esposo bañado y comiendo frutas, acostado a su lado...

- Si no te llaman, no hubieras despertado hoy...

- No debemos excedernos tanto... Estoy cansada. (Hizo puchero)

- No es para menos... Tenemos 2 días acá...

Alejandra levantó los hombros y se fue a bañar, mientras lo hacía recordaba las caricias de su esposo y sonreía como boba... Estuvo listas y los hombres llegaron con el pedido... Se arreglaron, antes de salir de la cabaña, Antonio la abrazo por detrás y le susurró.

- Prefirió morir, antes de alejarme de ti otra vez... Te amo demasiado mi bebé.

Esas palabras la sonrojaron y se volteo para besar a su esposo... Fueron con los hombres a la casa... Debían hacer la mejor presentación de la nueva reina... Débora se había perfeccionado en sus hechizos... Antonio se dió cuenta de que no necesitaba tomar la mano de Alejandra antes de salir al sol... Sin embargo, ahora no la suelta.

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