Capítulo 16. Franco, se reencuentra con su mamá.

Ismael tomo sus cosas y salió muy de prisa, Diana se vistió y también se fue a trabajar estuvo un par de horas, luego regresó a su casa cuando le dijeron que ya estaban en el aeropuerto, las fans gritaban por Franco, lo único que quería él, era ver a su amada niña, era lo único que durante todo ese tiempo lo mantuvo en pie, Diana le dijo a Ivana qué ya habían encontrado a Franco, ella se alegró mucho y luego se entristeció.

Diana: qué pasa, Ivana, no estás contenta, por qué no estás contenta si era lo que querías, dime.

Ivana: hermana, sí el resulta ser nuestro primo, no volveré a verlo.

Diana: hermana.

Ivana: Diana, por qué, la vida es tan injusta conmigo, tengo que saber si él en realidad es mi primo.

Diana: bien, hay una forma, traeré a la tía, ella nos ayudará.

Así se hizo, Diana, pidió permiso a la casa de reposo, para que dejaran salir a su tía a visitar a su familia. Para cuando Franco llegó a Lima lo primero que hizo fue ir a la casa de los Kovalenko, lo hicieron pasar, él solo deseaba ver a su niña pero cuando entró a la sala vio a tres mujeres y una de ella llamó su atención, gritando.

Franco: ¡mamá! Eres tu mamá.

Marina se puso de pie tratando de encontrarlo.

Marina: eres tu mi niño, eres tú, tú voz, tú voz y mi corazón de madre me dice que eres tú, mi niño.

Franco: si mamá, soy yo Franco mamá, lo siento, lo siento mamá, no debí dejar solos a mis hermanos.

Marina: no fue tu culpa mi niño, yo no debí soltar la mano de tu hermanita, ustedes solo querían alcanzarla, en dónde está tu hermano, en dónde está Nicolás.

Doña Alice: Nicolás, si tú… no, eres.

Empleada: ¡señora! ¡Señora!.

Doña Alice: qué son esos gritos, niña.

Empleada: la niña, la niña cayó por la ventana.

Doña Alice: ¡no, mi Dios, mi niña no!

Todos corrieron al patio, Franco sentía que su vida se estaba yendo, ni estar en ese accidente lo puso así, pero ahora, su niña, su niña hermosa. Cuando llegaron, Ivana estaba tendida en el piso, con sangre, llamaron a la ambulancia y la llevaron a la clínica, Franco sentía morir, entonces llegó doña Alice con su hermana.

Marina: qué pasa, mi niño, porque te siento angustiado.

Franco: mamá, mi vida, mi vida está muy mal, siento que estoy muriendo.

Marina: qué, te duele, mi niño.

Franco: el corazón, mamá, mi amor está muy mal.

Marina: todo va a estar bien, ya veras mi niño, ten fe todo se va a solucionar.

Franco: si mamá, tienes los mismos ojos que mi niña hermosa, es por eso que desde que la conocí, sus ojos me atrajeron mucho, luego la conocí como persona y la ame, ahora no puedo dejar de amarla, ella es mi vida sin ella no puedo vivir.

Marina: de quien hablas mi amor.

Franco: de…

Franco iba a hablar pero doña Alice movió la cabeza para que no dijera nada, así que Franco tomo las manos de su mamá y las besó.

Marina: mi niño, siempre me besabas la mano como lo haces aún ahora, como está tu prima.

Franco: ¿mí, prima?.

Marina: si la hija segunda de mi hermana Alice tu tía, ella es tu prima, mi Ivana ella es muy linda siempre fue muy buena conmigo, cómo lo es su hermana Dianita.

Franco: entonces, Ivana es mi prima, no, no esto no puede ser, no.

Diana: si, tal vez es por eso que, se lanzó por la ventana.

Doña Alice: no, digas eso hija.

Diana: así es mamá, ella quiso acabar con su vida.

Marina: no, Ivana mi niña está bien.

Doña Alice: si, hermana.

Llego el doctor a conversar con ellos.

Doctor: familiares de la señorita Kovalenko.

Todos dijeron si.

Doctor: ella está muy delicada, ya la estabilizamos solo hay que esperar a que despierte.

Franco: doctor puedo pasar a verla.

Doctor: sí, su mamá está de acuerdo.

Franco miro a doña Alice con una cara de súplica, para que le permitiera pasar.

Doña Alice: está, bien.

Franco, ingresó al cuarto sentía su corazón salir del pecho y decirle, ella es tu amor, tu vida, no renuncies a ella jamás lo hagas, pero cómo los humanos estamos hechos para desobedecer nuestro corazón y obedecer al cerebro.

Franco: mi niña, mi niña, hermosa, aquí estoy, mi niña, te dije que volvería, lo hice, lo hice por ti, mira mi amor, este es el anillo de compromiso, como te prometí, pero amor mío, nuestro amor es imposible, yo no sabía que éramos familia, así que debo alejarme de ti, lo más que pueda, no podría tenerte cerca y no desearte como mujer, adiós mi niña, adiós.

Cuándo, Franco, dijo el último adiós las máquinas empezaron a sonar, entraron los doctores, las enfermeras, Franco estaba muy asustado, pero aún así estuvo allí hasta que le dijeron que Ivana convulsionó, pero ya la estabilizaron, Franco tomo las manos de su mamá la abrazó con fuerza.

Marina: que vas a hacer mi niño aún recuerdo cuando me abrasabas así era porque algo se te había ocurrido.

Franco: qué, bien me conoces, mamá, pero voy por Nicolás, mamá.

Marina: Nicolás, sabes en dónde está tu hermano, también sabes en dónde está tu hermana.

Franco: no, mamita, lo siento, a nosotros nos llevaron a la casa hogar, Nicolás fue por comida, me dejó cuidando a Nisa, pero en vez de cuidarla me puse a pelear, descuidando a mi hermanita, ella se salió y un auto la atropelló, él conductor bajó del auto y se la llevó , nunca más supimos de ella, lo siento mamá.

Marina: mi corazón de madre me dice que la vamos a encontrar.

Franco: sí, mamá, ya regreso.

Franco salió de allí y fue a los barrios encontrando a unos tipos que querían lastimarlo.

Franco: solo quiero ver al jefe.

Hombre: y para qué lo quieres ver.

Franco: yo, soy su hermano.

Entonces apareció el jefe detrás, muy asombrado.

Nicolás: Franco, estás con vida.

Franco: si, y también recuperé la memoria, sé qué eres mi hermano.

Nicolás: hermano, no sabes cuanto tiempo, esperé a que llegará esté momento.

Franco: acaso, tú lo sabías, tú recordabas todo.

Nicolás: si, por eso cuando te vi con aquella hermosa chica, sus ojos me llamaron la atención, pensé que habías encontrado a nuestra hermana, es por eso que los seguía, incluso, aquel día cuando iban juntos a la casa hogar.

Hombre: ese día cuando dijiste que defendiste a una pareja de los rojos.

Franco: ¿qué, pareja?

Nicolás: sí, Franco ustedes, los rojos hacen cosas horribles, si hubieran agarrado a tu chica, no, no quise que pasaras, por eso intervine.

Franco: ¡ qué!

Nicolás: ellos hicieron daño a Claudia, yo no pude defenderla, no quería que pasaras por lo qué pasé.

Franco: resulta ahora que tú eres la víctima.

Nicolás: no, no, soy la víctima.

Franco: claro, que no, por tú culpa muchos niños quedaron sin ser adoptados.

Nicolás: esos tipos no adoptaban porqué, querían hijos, ellos querían esclavos, cuando a mi me llevaron viví en carne propia, lo que pasó, es por eso que logre sacar a varios muchachos de ese lugar, ellos se dispersaron solo me quede con los tres que regresamos a la casa hogar y nos pusimos de acuerdo para que nadie lastime a nuestros hermanos.

Franco: así, que ahora eres un héroe.

Nicolás: no, soy un héroe, sé que por mi culpa perdimos a nuestra hermana, eso jamás me perdonaré.

Franco: hermano, solo quiero saber, porque te peleaste, qué sucedió para que reaccionaras así y descuidaras a Nisa.

Nicolás: fue una tontería de niños.

Franco: quiero saber esa tontería, ese niño era mucho mayor que nosotros, qué, tendría 10 años.

Nicolás: 14 años, solo que sufría de enanismo.

Franco: entonces, que te dijo o hizo.

Nicolás: me dijo, que apenas nos descuidemos le haría mucho daño a Nisa, de tal manera que ni se podría mover, porque sangraría mucho y que luego lo haría contigo.

Franco: maldito idiota, yo nunca supe eso, yo, lo siento hermano, perdóname te juzgue sin saber, todo este tiempo y tú solo.

Nicolás: no, hermano, yo lo siento, yo realmente me enamoré de Claudia, es por eso que cuándo me dijo, que quería irse conmigo, yo acepté, yo no sabía que también te habías enamorado de ella, créeme hermano de haber sabido yo me hubiera alejado de ustedes dos.

Franco: yo, creí que era amor, ahora sé que no es así, recién conocí el amor, pero es un amor imposible.

Nicolás: por qué dices eso, todo es posible.

Franco: esta vez no hermano, yo venía a decirte que encontré a mamá.

Nicolás: ¡mamá!, es en serio ¡mamá!.

Franco: si, tiene sus hermosos ojos, esos ojos tan preciosos que nunca olvidaré, pero sus hermosos ojos ya no nos pueden mirar.

Nicolás: no te entiendo que quieres decir, acaso mamá está.

Franco: no, no, ni lo digas, mamá tuvo un accidente desde entonces, no puede ver.

Nicolás: mamá, mamá después de 18 años mamá.

Franco: si, es ella aún está igual de hermosa.

Nicolás: te, reconoció.

Franco: si, desde el momento en el qué me escuchó y aún se acuerda cuando besaba sus suaves manos.

Nicolás: quisiera verla, pero no mejor no, no, ella me va a odiar, por mi culpa perdimos a Nisa.