Consejos

.Yasmin reconoce a Ramón, y se sorprende, asombrada por la presencia del anciano, ahí frente a ella, con el cabello y la barba blancos como el algodón, y esa mirada serena que siempre tiene.

- ¡"Tu" Ramón! ¡Te estamos buscando mucho! ¿Dónde estabas? ¡Vamos! ¡Ven conmigo! ¡Hay alguien que vino desde muy lejos y te encantará conocer! Dice la chica.

Pero Ramón no sale de donde está, por lo que Yasmín se detiene y le pregunta por qué no viene con ella.

- Sé que mi hija Bárbara es la que regresó, ella cuidará a Daniel por un tiempo, le enseñará lo que yo no pude enseñarle... Ya no pertenezco a este mundo, hija mía, pero, gracias. ¡tú! ¡Tienes un corazón enorme! Pudo olvidar su dolor por un momento y pensar en el siguiente. Dice Ramón.

Yasmin vuelve a ponerse triste al recordar que es la hija de Alencar.

- ¡Vaya, es verdad! Incluso lo olvidé, Daniel y yo somos hermanos... Somos hijos de ese estúpido. Dice la chica.

- Hay muchas cosas que aclarar hija mía, muchas cosas por cierto, deberías regresar y escuchar a tu madre, ella no tuvo la culpa de nada, te cuidó con mucho amor y cariño, de repente podría haber muchas sorpresas... Muchas cosas que ahora no tienen sentido se pueden aclarar más adelante... Sólo debes saber escuchar a tu madre, y al final, la decisión es tuya de qué camino elegir, entre el perdón o no, pero debes saber que el amor debe siempre prevalecerá. Dice el viejo.

Mientras Yasmín se seca las lágrimas, Ramón desaparece y la niña siente un escalofrío...

- ¡Querido Dios! "Tu" Ramón... Él...

Minutos después Yasmín llega a la rectoría, su madre aún estaba allí siendo apoyada por Beatriz y los demás, ahora más tranquila la niña hace un pedido.

- Por favor, déjame sola con mi madre... Pide.

- ¡Es hora de misa! ¡Vamos! Invita al sacerdote.

Jordana abraza a su amiga, y poco después Daniel hace lo mismo... Y todos van a la iglesia dejando a Lúcia y su hija.

- Perdóname, hija mía... Por favor... ¡Perdóname! pregunta Lucía.

- ¿Cómo pudo mamá? ¿Cómo pudiste traicionar a mi padre? ¡Era un buen hombre!

- ¡Hija! No lo sabes... ¡No tienes idea de lo que realmente pasó! Dice Lucía.

- ¡Explícamelo entonces! ¡Quizás entonces pueda entenderlo! Dice Yasmín.

Lúcia le cuenta a su hija cómo pasó, según ella, en aquella época su marido y ella trabajaban en la finca, el marido de Lúcia era el vaquero de Alencar, y un hombre de confianza, pero Alencar molestaba a todos los empleados de la finca.

- Una vez, Alencar ordenó a su padre llevar algo de dinero, una gran cantidad de dinero a la ciudad, era dinero para pagar unas cabezas de ganado muy caras, muy valiosas... Dice Lúcia.

- ¡Sé objetiva mamá! ¿Qué tiene que ver todo esto?

- Cálmate hija, lo entenderás...

Lucía dice que a su marido le robaron en el camino, alguien descubrió que llevaba todo ese dinero y le robó a su marido.

- Hija mía, llegó a la finca muy lastimado, y sin el dinero, ni el ganado... Alencar estaba furioso, amenazó con matarlo, desconfiando de su padre, seguí adelante para que Alencar no lo matara.

Según Lúcia, Alencar guardó el arma y se fue en silencio.

- Yo era muy hermosa en ese momento, hija mía, muy deseada por todos los hombres, pero estaba enamorada de tu padre, y nunca había pensado en traicionarlo...

- ¿Entonces? ¿Qué paso? pregunta Yasmín.

- Alencar me prometió perdonar mi deuda con mi marido, si yo... me convertía en su amante... Era eso o mataba a mi marido... dice Lúcia entre lágrimas.

Yasmin se enfurece, se enoja con ese hombre, al que sólo ha visto pocas veces y que, como Daniel, lo consideraba un buen hombre, y jura en silencio en su corazón vengarse...

- Su padre acabó enterándose de lo de su hija, y se fue de casa jurando venganza...nunca regresó, Alencar dice que no lo mató, al fin y al cabo ese día estaba en la capital, el caso es que su padre desapareció, yo creé la historia de que se había ido al bosque a cazar y desapareció, porque yo no te quería... Si ella supiera eso, al poco tiempo aparece embarazada... Dice Lúcia.

la mujer triste abraza a su hija quien no muestra ninguna reacción al recibir a su madre, el corazón puro de aquella joven luchadora, era el puro deseo de vengarse, de hacer pagar por todo a Alencar, creía que él era el culpable de la muerte. de su padre.

- Alencar... voy a vengarme... Te haré pagar por todo lo que hiciste... ¡Pagarás caro, te quedarás sin nada! ¡Viejo repugnante! Dice Yasmin en sus pensamientos.

La joven lleva a su madre a casa...

En la celebración, Jordana se sienta junto a Daniel y Beatriz.

- ¡Mira Sebastián! Jordana y el salvaje... Se llevan bien... ¡No! Comentario Nazaré.

- Todo va según nuestro plan. Comentarios Sebastián.

Sin embargo, el médico, al ver a su hija al lado de Daniel, recordar cuando conoció al niño, Ramón, y toda la ingenuidad de gente tan sencilla, comienza a sentir dudas en su corazón.

- ¡Dios! ¿Que es eso? ¿Por qué mi conciencia empieza a pesar... justo ahora? Piensa El doctor.

Esa alegría de Beatriz, esas lágrimas que derramó al saber que su hijo estaba vivo...

Después de la misa, todos van donde Daniel y Beatriz para reunirse.

heitor, se acerca a Daniel, con el'mayor cinismo del mundo...

- ¡Chico, olvidemos el pasado! Perdón por el malentendido del otro día... Dice.

- Todo bien todo bien. Dice Daniel.

- - ¿Cuáles son tus planes Daniel, Beatriz... pregunta Sebastião.

- Me vuelvo a la capital con Daniel, nos vamos a vivir allí ahora, quiero brindarle todas mis comodidades a mi hijo... Pero visitaremos a todos nuestros amigos siempre que sea posible, así como a mi casa. , de hecho nuestra casa estará abierta a todos, a todos vosotros... ¿No es así, hijo? Dice Beatriz.

Daniel buscaba a Yasmin con la mirada...

- ¿Estás buscando a Yasmín? Pregunta Jordana.

- Sí, responde Daniel.

Jordana invita al niño a buscar juntos a la niña y se van.

- Jordana y Daniel parecen ser muy cercanos, yo diría que hay sentimientos que fluyen entre ellos y no es nuevo, dice Nazaré.

- Jordana va a ir a la universidad a la capital, así que no estarán lejos el uno del otro, ella se va a vivir a la capital, yo le voy a alquilar un departamento. Será bueno que Daniel tenga un amigo en la capital, aunque creo que nuestros hijos son más que amigos... Dice Sebastião.

pero Beatriz hace la invitación que deja a Nazaré mayoritariamente en éxtasis...

- Si quieres... Jordana puede quedarse en casa, la casa es grande, tenemos chofer, empleados, y si realmente son novios, no veo ningún problema, son otros tiempos estos días... Eso es. si quieres, dice Beatriz.

- ¡Sí! ¡Lo queremos! No vemos ningún problema, Daniel es un tipo muy respetuoso... Dice NAzaré.

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