Reencuentro

La mujer se pone blanca, pálida cuando escucha el nombre de su hijo, el nombre de su padre y su nombre de boca de Sebastião.

- ¿Quién te dijo eso? ¡Respondeme! ¿Cómo descubriste esto? ¿¡Como!? Dice la señora.

- ¡Entonces es realmente cierto! ¡Es verdad! Te lo explicaré todo. Dice Sebastián.

- ¡No aquí en la habitación! ¡Vamos a la oficina de la biblioteca! Invítala.

Los dos van allí, sin tener idea de lo que estaba pasando en el pueblo en ese momento, por lo que comienzan las explicaciones.

- ¡Listo! Aquí podremos hablar tranquilamente, sin que nadie nos interrumpa. Dice Beatriz.

- Bueno, seré directo, mi intención aquí no es cometer terrorismo, el caso es que compré el terreno de Alencar, y ahí empezó todo, Alencar me dijo que cuidara a dos personas que vivían en su finca, ayudándolas. con comida y lo que fuera necesario.... Comienza explicándole a Sebastião, pero pronto es interrumpido por una sorprendida Beatriz.

- ¡Un minuto! ¿Como es eso? Mi hijo y mi padre... ¿Están vivos? ¡Estás diciendo que Danielzinho y mi padre Ramón siguen vivos!

- ¡Sí! ¡Ellos son! ¡Están muy vivos! ¡Y la razón por la que vine aquí es para descubrir por qué eres tan rico! ¡Deja que tu hijo y tu padre vivan en esas condiciones! Deplorable... Dice Sebastião.

- ¡Pero yo no lo sabía! Les juro que no lo sabía, salí de la cabaña, buscando conseguir trabajo en la capital, sacar a mi padre y a mi hijo de ese lugar, tuve un romance con ese viejo asqueroso Alencar, en ese momento yo era muy Joven e irresponsable, creía que Alencar me daría dinero, me ayudaríaSacaría a mi familia de esa pocilga, y nos daría una vida más digna, no te equivoques...Me quedé embarazada de él, y su mujer acabó enterándose de nuestro romance, me amenazó de muerte si me quedaba, en cuanto tuve a mi hijo, me vi obligada a dejarlo con mi padre, la mujer de Alencar, Helena, me obligó que me fuera y abandonara a mi hijo, temiendo que hiciera algo para quitarme el dinerode ellos, trabajaba de noche, era bailarina de discoteca, y prostituta, hice todo lo posible para ahorrar algo de dinero y enviárselo a mi padre, pero nunca obtuve respuestas, y un día que fui a la ciudad, Descubrí por Alencar que mi padre se había ido aunque con mi hijo lejos, hasta hoy, hasta que entras por ahíesta puerta, creí que mi hijo estaba muerto...La mujer se arroja a los pies de Sebastião, agradecida de que tenga noticias de su hijo, de su padre...

Sebastião le cuenta a Beatriz, o mejor dicho a Bárbara, la hija de Ramon, cómo se enteró de todo, según su versión de los hechos, según él, Alencar vendió la finca porque tenía problemas de salud, y quería que alguien de su confianza comprara la finca y cuidar de cierta persona, cuando Alencar estaba ahíle reveló sobre su hijo Daniel que vivía en el terreno en una cabaña, un hijo bastardo que había tenido con una criada y a quien su esposa odiaba.

Estaba muy claro que Alencar le había mentido, había mentido sobre su hijo y su padre, y tal vez el dinero que le envió a su padre nunca le llegó.

- ¿Pero cómo supiste que Bárbara y yo somos la misma persona? ¡Sebastián, por favor! ¡Llévame con mi hijo y mi viejo padre! ¡Por favor! ¡Quiero ir ahora! ¡Ahora mismo! Interroga a la madre de Daniel.- Estaba hablando con Ramón, ese señor tan simpático, me mostró una foto, una foto suya, una foto de su hija Bárbara, que se había ido a la gran ciudad a buscar trabajo para llevarlos a él y a Daniel, cree el señor Ramón. que incluso habías muerto, como supuestamente Alencar había colocado unodetective a buscarte, y nunca te encontró, ahora sabemos que Alencar le mintió al señor Ramón, tal como te mintió a ti. dice Sebastián.

Todo estaba muy claro y Beatriz estaba ansiosa por encontrar a su hijo y a su padre.

- ¡Sebastián, por favor! Quiero ver a mi hijo pronto, ¿qué debería tener? ¡20 años! ¡Por favor! ¡Tómame ahora! Dice, recogiendo sus cosas.

- ¡Por su puesto que lo hare! ¡Claro!

y Se van para la hacienda, Sebastião saca su celular para avisar al hospital que ese día no estaría trabajando, sin embargo, se da cuenta de que hubo muchas llamadas, muchas llamadas incluso de su esposa.

- ¡Cuántas llamadas perdidas de Nazaré! ¿Qué debe haber pasado? Él la llama.

Beatriz estaba desconsolada y muy nerviosa, no sabe cómo será recibida por su hijo, y por su padre, y ¿cuál será su reacción en el reencuentro? Todo era motivo de ansiedad, mucha ansiedad.

- Sebastião, ¿cómo es mi hijo? Pregunta.

-¿Daniel? Es un joven fuerte, tiene mucha salud, él y mi hija se han hecho muy buenos amigos, yo diría que tienen sentimientos el uno por el otro... Dice

- ¿Y no te importa? ¿Pueden mi hijo y tu hija ser amigos? ¿Si te gusta? Está bien, ahora voy a cuidar de él, y él será heredero de todo lo que tengo, pero hasta entonces no sabías que Daniel tenía nada...

Beatriz no tiene idea de los intereses de Sebastião y su esposa detrás de todo eso...

- ¡No, no me importa, para nada! ¡tu hijo es un niño maravilloso! De hecho, mi hija me dio algunos dolores de cabeza... Estoy tratando de llamar a casa y no puedo comunicarme... dice Sebastião.

Nazaré en la granja escucha sonar el teléfono y contesta...

- ¡Sebastián! ¡Aquí ocurrió una tragedia! ¡La cabaña de los salvajes se incendió! el anciano parece haber desaparecido, o estar perdido en alguna parte, o haber sido quemado por las llamas... Dice Nazaré.

- ¿Como asi? Pero como ? ¿Y el chico? ¿Dónde está Daniel? pregunta Sebastián.

- está buscando al anciano en el bosque junto con los peones del campo...

Beatriz inmediatamente se pone nerviosa, por la conversación por teléfono se da cuenta que algo le había pasado a su hijo.

- ¡Sebastián! Por favor.. ¿Qué pasó? Pregunta.

- Se incendió la cabaña de su padre, buscan al señor Ramón, Daniel, está bien... dice Sebastião.

pero Beatriz se pone cada vez más nerviosa y angustiada y con un enorme sentimiento de culpa le pide a Sebastião que vaya rápidamente al pueblo.

Mientras tanto Daniel se encuentra agotado buscando a su abuelo, no queriendo creer que su viejo abuelo había sido consumido por las llamas, desde lejos, una figura lo observaba buscando al viejo Ramón, y no era otro que el mismo viejo. .

- Nieto mío, lo siento, pero no podemos vernos, ahora pertenezco a otro mundo, ahora me he vuelto uno con la naturaleza, con las plantas, con la tierra, con el aire... Necesitas ¡Ve con tu madre y vive tu vida, sé feliz y conviértete en un gran hombre!

Daniel nota la figura que lo observa desde la distancia y corre hacia él, el anciano luego desaparece, pero Daniel aún sigue la dirección de lo que cree haber visto, un anciano observándolo, estando seguro de que es su abuelo, hasta que sale. De repente la carretera, donde estaba el coche de Sebastiãofrena encima de él, casi atropellarlo...-¡Daniel! Dice Sebastião, bajándose del auto...

- ¡Doctor! ¡Mi abuelo! ¡Él no murió! ¡Ayúdame a encontrar a mi abuelo, por favor! Dice... Desesperado.

Beatriz se baja del auto y camina lentamente hacia ese niño, a quien vio a Sebastião llamar a su hijo...

No hizo falta decir una palabra, el corazón de una madre late con fuerza cuando ve a su hijo...

-¡Daniel! ¡Mi hijo! Soy yo ! ¡Tu madre! Dice Beatriz.

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