El secreto de Yasmin

¡Señor Avelar! Él... ¿Es él mi padre? ¿No puede ser? ¡No puede ser! Dice Daniel.Al joven le costaba creer lo que escuchó de aquella mujer que conocía desde hacía tan poco tiempo, pensaba en Avelar como un buen hombre, un amigo, que se preocupaba por él y su abuelo, trayendo comida cada vez que tenía tiempo. , permitiéndoles vivir allí durante años.

- Hijo, entiendo tu sorpresa, Sebastião me dijo que tienes un gran respeto por ese hombre, pero... En la vida hijo mío, las personas no siempre son lo que parecen, esconden rostros, rostros que si se quitan revelarían lo peor de a ellos ... Yo era muy joven, no hacía caso a los consejos de mi padre, su abuelo, Alencar empezó dándome ropa, zapatos... Yo era una niña tonta, y sí... Un poco maliciosa, me di cuenta de que eso hombre lo quería, y lo aproveché, hasta que un día, sucedió... Y luego otra vez... Me pesó la conciencia cuando descubrí que estaba embarazada... Explica Beatriz.

Daniel trató de entender lo que decía su madre, sin creer cada palabra.

- Cuando me enteré que estaba embarazada de ti, fue cuando comencé a sentirme mal, y Helena, la esposa de Alencar, me ayudó y me llevó a hacerme unas pruebas, lo cual le duele a mi hijo... es que Helena fue muy buena para A mí, me trató con mucho cariño y preocupación cuando supo que lo eraestaba embarazada, dijo que no importaba quién fuera el padre, que él te ayudaría a criarte....dice Beatriz entre lágrimas.

- ¿Y cómo se enteró que el hijo, en este caso yo, era de su marido? pregunta Daniel.

- Me escuchó hablando con Alencar, él... Quería que te abortara, hijo mío, quería que te abortara... Dice Beatriz.

Daniel está en shock, Beatriz dice que la echaron de la finca, hicieron un acuerdo, Beatriz dijo que el hijo era de un hombre rico que estaba de paso por el pueblo, y Alencar le permitiría vivir allí hasta que naciera Daniel. así que, apenas nació Daniel, vivieron en la tapera, después de esoBárbara, ahora Beatriz, se dirigió a la capital en busca de trabajo, registrando a Daniel como madre soltera, garantía que exigía Alencar para quedar expuesto y permitir que Daniel y Ramón siguieran viviendo en la tierra hasta que ella regresara y se los llevara a ambos. pero Alencar acabó mintiéndole diciéndole esoRamón se había ido con el niño.- ¡Perdóname, hijo mío! ¡Por favor! Perdóname, no fui buena madre, fui irresponsable, pero la vida me enseñó mucho, en estos 20 años, no hubo un día que no llorara por ti. Dice Beatriz.

Mientras tanto, Yasmin llega a casa eufórica, su madre estaba preocupada por la desaparición de su hija.

- ¡Dios mío, hija mía! ¿Donde estabas? Me preocupé mucho, escuché que se incendió la casa de ese tipo, todos dicen que el viejo Ramón murió quemado, ¡y tú desapareces así! dice Lucía.

- Estuve con papá mamá, y sí, fuimos a ayudar a Daniel, mucho a él, a mi amorcito, y al señor Ramón... Dice Yasmín.

- ¡Yasmín! ¡Ya te dije! ¡No te quiero cerca de ese chico! ¡Te lo he dicho varias veces! Alerta Lucía.

- ¡Pero mama! No es mi culpa que me guste Daniel, además… Me resulta difícil no apoyar que él y yo estemos juntos, ¡su madre está en la ciudad! ¡Se llama Beatriz y créeme mamá! ¡Ella es rica! ¡Muy rico! Parece que heredó una fortuna... El dueño de la granja lo encontró y lo trajo al pueblo, casualmente, ¡el mismo día que perdió a su abuelo! Cuenta Yasmín.

Lúcia está nerviosa por la noticia, bastante sorprendida.

- ¡Un minuto! ¡La mamá de Daniel no se llama Beatriz, es Bárbara! Dice la madre de la niña.

- ¡Sí mamá, pero se cambió el nombre en la capital! Y mira... ¡creo que le agrado! Dice la chica.

Lúcia sostiene a su hija en brazos, apretándola...

- ¡No te quiero cerca de este niño, su madre se lo llevará! ¡Entendiste! ¡Llévatelo! dice Lúcia, exigiendo que su hija se mantenga alejada.

- ¡Sueltame! ¡No me mandas! ¡Daniel y yo vamos a estar juntos! ¡No me mandas! Ya soy una mujer adulta, trabajo duro para mantener esta casa, limpio, lavo, plancho, trabajo duro, merezco elegir mi destino, con quién quiero estar y si no funciona. Fuera, está bien, ¡pero no serás tú quien elija mi destino! Ventila a la chica.

Lucía permanece en silencio, sin palabras, Yasmín va a su habitación y Lúcia se sienta en el viejo sofá de su casa.

- Mi hija... Ojalá pudiera decirte la verdad, pero nunca me perdonarías, que tú y Daniel en realidad son hermanos por parte de tu padre, que tragedia sería que algo pasara entre ustedes, y que tragedia sería para ti. ¡descubrir que Alencar es tu padre, y su padre también, ese sinvergüenza! Se aprovechó de Bárbara, y también se aprovechó de mí, en esa época que trabajábamos en la finca... dice Lúcia sola.

Al día siguiente, Lúcia llamó a la puerta de la rectoría muy temprano, Daniel abrió la puerta, se estaban preparando para la misa de Ramón.

- ¡Doña Lucía! ¿Todo bien? Buen día...

- Mi más sentido pésame, muchacho, vine a decirte que Yasmin no podrá venir a la misa de su abuelo, ¡está enferma! Dice la mujer.

- ¡Nuestro! Lo siento, Yasmin es como una hermana para mí, ¡me gusta como una hermana! Le tengo un gran cariño. Dice Daniel.

Beatriz aparece para ver quién estaba hablando con su hijo...

- ¡Hijo! El Padre encontró algo de ropa para que te pusieras, está sobre la cama... Dice Beatriz.

La madre de Daniel y la madre de Yasmin se ven y quedan asombradas al reencontrarse después de 20 años...

- ¡Madre! Ella es Doña Lúcia, la madre de Yasmin...

- ¡Lucía! ¡cuanto tiempo! Dice Beatriz...

- Entonces es cierto que regresaste a la ciudad... Me gustaría hablar contigo en privado. Dice Lucía.

Beatriz le dice que pase, Daniel estaba en la habitación cambiándose de ropa, mientras tanto, Yasmín estaba encerrada en la habitación.

- ¡Doña Lucía! ¡Juegas sucio! ¿Crees que encerrarme aquí me impedirá ir a la misa de "Tu" Ramón? Dice la chica.

Yasmin logra subir al baño de su habitación y atravesar la ventana del baño.

En la casa parroquial Lúcia y Beatriz hablan del pasado.

- Beatriz, sé que Daniel es hijo de Alencar, nuestro jefe en la finca en ese momento. Te pido una cosa, en cuanto termine la misa de tu padre, lleva a tu hijo lejos de aquí, he hecho todo para evitar una tragedia, y no sé por cuánto tiempo podré evitar esto... Dice Lucía.

- ¿Que tragedia? ¿Dios mio? ¿Mi hijo corre algún peligro? pregunta Beatriz.

- ¡La tragedia es que mi hija Yasmin siempre ha estado enamorada de Daniel! ¡Y eso está mal, porque al igual que Daniel, Yasmin también es hija de Alencar! dice Lúcia, que, al volverse, encuentra a Yasmin, parada en la puerta, escuchando todo, incrédula, conmocionada.

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