El trato

Pasaron tres días y el príncipe mimado fue a mis aposentos y dijo:

-aceptó.

-¿aceptas que?

-lo que me ofreciste la última vez.

-¿que te ofresi?

-el trato

-ahhh, ¿estas de acuerdo con mis condiciones?

-si

-bien, pero agregaré una condición más.

-¿cual?

-eso depende de tu respuesta.

-????

- ¿firmar el contrato o que vaya con tu padre y desligue todo lazo con el mío?

-El contrato.

-bien, la condición te la diré cuando sea necesaria.

-???.

-piensa en esto como un bonus.

-bon… que?

-una opción extra.

-ahh, donde está el contrato?

-ya lo traigo.

Me dirigí hacia un cofre que tenía guardado en un compartimento secreto que encontre, de ello saque un trozo de papel y lo lleve, luego se lo di y le dije:

-léelo detenidamente y si estás de acuerdo fírmalo.

-mmm bien.

Él comenzó a leer el escrito muy concentrado y con una mirada inexpresiva, y seguido a eso lo firmo, luego sostuvo el trozo de papel y me dijo:

-esta hecho.

-si

-toma te regreso el contrato.

-guárdalo tú, así tendrás la tranquilidad de que no será destrozado o se pierda.

-¿estás seguro?

-sí, es mejor así.

-acepto, entonces el contrato estará en mi poder de ahora en adelante.

-bien, recuerda que frente a los sirvientes debemos vernos como amigos que se llevan bien, así la ira del emperador se apaciguara.

-Hare mi mejor esfuerzo.

-mas te vale.

A partir de ese momento íbamos a todo lado juntos, yo lo ayudaba con sus tareas y con sus estudios, también le enseñé artes marciales y el manejo con la espada, ya que mi padre me había entrenado desde muy temprana edad en ello, jugábamos juntos e íbamos a los banquetes y fiestas que organizaba su padre parecíamos Amigos íntimos que se llevaban muy bien, pero era solo una fachada, Ya que en realidad no lo soportábamos; sin embargo, hicimos aquel sacrificio para nuestro bien, puesto que si seguíamos con la actitud que llevábamos anteriormente el emperador nos castigaría y nos haría sufrir.

Rápidamente, pasaron aquellos dos años que el emperador había prometido para que nos casáramos y puesto que nosotros aún Éramos unos niños y no deseábamos hacer la ceremonia decidimos ir al palacio imperial y rogarle al emperador que nos diera esa bendición cuando fuéramos mayores, puesto que aún estábamos aprendiendo y seguíamos siendo niños, Así que muy temprano en la mañana ambos despertamos yo como era de costumbre me vestí completamente solo, ya que no me gustaba que los sirvientes me vistieran ni me ayudaran con la limpieza de mi cuerpo, por otro lado, el príncipe hizo que quienes le ayudaban se despertarán más temprano para que le ayudaran a vestir y arreglarse para ir al palacio, luego de 15 minutos aproximadamente yo ya estaba completamente listo para irme, pero tuve que esperar otros 20 minutos porque el príncipe aún no se había acabado de vestir ni de limpiar su cuerpo en cuanto al término ambos agarrados de la mano nos fuimos al palacio imperial, nos sentíamos realmente incómodos, ya que no nos soportábamos y el hecho de tomarnos de la mano era algo que nos disgustábamos, sin embargo, era necesario para que el emperador creyera que nos estábamos llevando bien.

en cuanto llegamos al palacio Imperial solicitamos una audiencia con su majestad, él acepto así que ingresamos encima la reverencia y le dijimos en modo de coro:

-venimos a saludar a su mejestad.

-pueden levantarse

-gracias su majestad.

Se levantan

-¿díganme porque solicitaron una audiencia tan repentina?

-su majestad, nos gustaría que reconsiderara la decisión de nuestro matrimonio, aún somos niños y no somos lo suficientemente maduros para saber llevar un matrimonio, así que veníamos a pedirle que nos otorgue la ceremonia cuando cúmplanos al menos quince años de edad.

El emperador fruncio el ceño.

-YO SOY EL EMPERADOR Y NO REVOCARE MI EDICTO, ASI QUE MEJOR PREPARENCE PARA SU BODA POR QUE SERA EN UNA SEMANA.

Yo respondi

-entonces aceptaré su orden.

El príncipe heredero, por otro lado, se enojó y dijo:

-APENAS TENEMOS OCHO AÑOS, NOS FALTAN UNOS CUANTOS MESES PARA CUMPLIR NUEVE, Y AUN SABIENDO ESTO TU NOS OBLIGAS A CONTRAER MATRIMONIO.

-NO DISCUTIRE CONTIGO, ASI QUE ESPERO CUMPLAS CON TU DEBER Y MADURES DE UNA VEZ.

Al final el príncipe heredero empeoró todo y nos hicieron dormir en la misma habitación lo bueno es que había dos camas lo malo es que nos teníamos que soportar todo el día y la noche y en ese preciso momento estaba seguro de que si esta situación seguía así yo o me escaparía de la mansión o material príncipe heredero porque ya no lo soportaba más; sin embargo, después de la decisión del emperador yo me aventuré de nuevo hacia el Palacio imperial esta vez fui solo y hablé directamente con el emperador lo hice entrar en razón y Lo convencí de que nos hiciera toda la ceremonia cuando cumpliéramos quince años, luego de por fin haber convencido al emperador fui directamente a los aposentos del príncipe heredero y le dije:

- Gracias a ti casi empeoras las cosas pero afortunadamente yo pude solucionar este problema.

- Ya me imagino cuál fue tu solución ir a hablar con el emperador y que retrasará una semana más nuestra boda?

- estás casi en lo correcto, sí fui a ver al emperador y le pedí muy amablemente que retrasará nuestro matrimonio y él aceptó y no lo retrasé por una semana me retrasé por seis años, tu padre el emperador me prometió que nos dejaría crecer y madurar más y que en cuanto cumpliéramos quince años, se haría la celebración de la boda.

- ¿cómo diablos hiciste eso?

- tenía un truco bajo la manga.

- gracias

- no necesito que me des las gracias, lo que necesito es que te comportes no vuelvas a estar en contra de tu padre si te dice que hagas algo lo haces O al menos lo tratas de convencer, pero de una manera amable y siempre dándole algo a cambio porque recuerda que él es un gobernante y no hará nada a menos de que reciba algo a cambio.

- Así que eso fue lo que hiciste darle algo a cambio.

- Sí, pero eso no es de tu incumbencia tu única responsabilidad es dedicarte a aprender todo lo que puedas porque después de tu padre tú serás el gobernante y no podemos tener un gobernante tonto o una marioneta y tú mismo me has dicho que no jamás serás una marioneta así que espero aprenderlo más que puedas.

- tono siento que te estás dando aires de grandeza, pero te recuerdo que lo que acabas de hacer no es una gran hazaña así que bájate de esa nube de una vez y deja de darme órdenes.

- tengo todo el derecho a darte órdenes porque ahora seré la mano derecha de tu padre y no solo eso, sino que me voy a casar contigo así que espero te comportes porque lo único que te estoy pidiendo tú tampoco me agradas y tampoco me agrada el hecho de casarme contigo, pero sé que lo debo hacer así que compórtate y así podremos llevar una vida relativamente en paz.

- como anteriormente yo no estoy dispuesto a hacer la marioneta de nadie, así recuerda muy bien que jamás obedeceré tus órdenes.

- si no lo haces iré con tu padre que le daré una que otra cosa que sea cerca de ti y te aseguro que no serás capaz de salvarte de un buen castigo, o si prefieres también puedo ayudar a uno de tus hermanos a que te quite el título de Príncipe heredero

- tú no serías capaz de hacer eso.

- pruébame, me puedes hacer tu aliado y así yo te ayudaré a alcanzar todo lo que desees la grandeza y el respeto, pero si decides ponerte en mi contra te haré sufrir y te quitaré todo lo que más te importa incluido ese título del cual tanto alardeas.

- maldito súbdito tú no eres nada si no fuera porque mi abuelo aquella promesa tú no serías nada ni nadie jamás hubieras entrado en este palacio.

- Estás en lo cierto yo no estaría metido en este lío si no fuera por tu abuelo, así que mejor recrimínale a él si es que te escucha desde la tumba porque yo no tengo ninguna culpa de estar aquí o de ser tu prometido jamás quise esto y también estoy siendo obligado al igual que tú así que llevamos la fiesta en paz o nos convertimos en enemigos tú decides.

- siempre y cuando no te interpongas en mi camino podremos estar en paz y armonía.

- perfecto, y tranquilo ya no voy a estar pegado a ti las 24 horas del día porque mi trabajo como tu tutor se terminó como dije anteriormente seré ahora la mano derecha de tu padre por lo que pasaré mi tiempo en el palacio imperial.

- al fin hizo algo bien mi padre.

- Lo mismo pienso espero te vaya muy bien en tus estudios pequeño príncipe heredero porque si eres un inútil después de que termine mi trabajo con el emperador yo mismo le pediría a él que cancele todo y si él lo hace tú perderás tu derecho al trono.

- si haces eso no sería el único que pierda algo.

- Estás en lo cierto Yo también perderé algo, pero no me importa tú tienes mucho más que perder Comparado conmigo eres el grandioso príncipe heredero y yo solo soy un súbdito más el hijo de un pobre ministro por lo que no perderé mucho.

- ¿Y si pierdes la cabeza también pensarás que no has perdido mucho?

- estaría ganando la libertad que no tengo ahora así que seguiría pensando lo mismo.

- maldito demente.

- si no tienes más que decir me retiro espero tenga una maravillosa noche su majestad.

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