OLVIDADA

Una bofetada fuerte me despierta.

- Ya despertaste?.- levanto la vista y la madre de John me mira con rabia.

- Tienes ganas otra vez de escapar?.- intento moverme y estoy atada a una silla, hago un puchero y lloro.

- Que cobarde eres! ¿Seguro te vas a casar con esto Tomas?.- levanto la vista y veo al hermano de John, así que se llama Tomas, bajo la vista y niego con la cabeza, no quiero esto!.

- Déjanos solos.- por primera vez habla él y yo solo trago grueso, la madre me da una última mirada y sale, esa mirada me hace acordar mi hermana es de advertencia, no acepta un NO como respuesta, cierra la puerta y él se acerca a mí.

- No quiero hacer esto!.- mi voz sale rota, lo miro de forma suplicante.

- Sea cual sea el fin no quiero, solo quisiera irme y retomar mi vida donde la deje.- muerdo mi labio que no para de temblar.

- ¿Qué dejaste?.- habla con calma y yo me pongo alerta, esa tranquilidad que maneja es sospechosa.

- Quería empezar a estudiar y trabajar de otra cosa, no sé ni siquiera porque volví.- lloro en silencio.

- Vas a retomar tu vida.- eleva sus hombros y mira para los costados.

- Mentira, tú madre dijo que nos tenemos que casar.- lo miro enojada.

- Sí! Después de eso eres libre de hacer tu vida.- se apoya en la pared cruzando los brazos.

- Pero....- me interrumpe.

- Depende de ti, aceptar por las buenas o por las malas.- ríe de costado.

- Esto es algo en contra de Jack?.- lo miro fijamente, él ni se inmuta, esa insistencia porque nos casemos, tiene otra historia por detrás, su madre felicito a John por haberme traído hasta aquí esto tiene otra historia por detrás.

- Te preocupa? Porque él no está preocupado por ti.- suspira fuerte y se agacha a desatar mis pies.

- En realidad estoy preocupada por mi misma.- la especialidad de este hombre es meter el dedo en la herida.

- Entonces aceptará y luego hará su vida normal.- procede con mis manos, en conclusión estoy obligada.

- Y sí no quiero?.- sigo sentada ni me molesto en ponerme de píe, se aleja y aparece con la mesita que me torturó la otra vez, me tenso he intento levantarme.

- Quédate sentada parada duele más.- la pone a mi lado y se pone a elegir algo.

- Te doy la opción de que escojas uno o lo hago yo.- estira la mano mostrándome como si fuese comida.

- Si me dejo hacer daño no me casaré contigo.- mis manos tiemblan y veo hacia la puerta.

- En realidad te vas a casar lo mismo conmigo, solo estoy siendo bueno y que elijas la opción que más te convenga, yo lo haría por las buenas, pero veo que te gusta el dolor.- frunce sus hombros y agarra un bisturí y una pinza, me los ofrece.

- Escoge uno.- mueve las manos de forma impaciente, miro ambos objetos y lloro con fuerzas, siento que voy a morir todo me supera, toque fondo y simplemente haré todo lo que tenga que hacer, ya no pondré resistencia.

- Donde firmo?.- lo miro y el sonríe...

No sé cuanto tiempo he estado aquí, ya no estoy en la misma casa que me llevo John, el día que intenté escapar me volvieron a secuestrar y me obligaron a casarme con Tomas y acepté, me la paso aquí sola, encerrada y olvidada nadie a venido por mí, la puerta doble se abre y entra él está serio viene fumando como siempre, no hemos tenido sexo en ningún momento, las otras noches escuche como discutían con John, creo que secuestro a una chica o se obsesionó con ella, una mujer toda estilizada vestida de amarillo claro viene con carpetas, la miro y no entiendo que hace aquí, ella está bien vestida y yo ando de pollera y top sin sostén.

- Se encargará de organizar la boda, hará todo como te gusta.- los miro incrédulos, ¿y quien les dijo que yo quiero casarme?.

- Perfecto.- contesto con ironía, ella se acerca a mí lado y él me da una mirada de pies a cabeza, entrecierro los ojos y lo miro.

- Señorita empezamos?.- se sienta en el sofá y desplega hojas por todos lados, yo me siento a su lado y miro todo, elijo todo lo barato no lo haré sufrir con el dinero dudo que tenga problemas monetarios, pero que vea que no soy para nada interesada, la organizadora me mira con los ojos como plato, ya sé quiere que gaste una suma importante, no les daré el gusto, estamos horas así.

- Y?.- aparece en nuestro campo visual y nos mira a ambas.

- Ya está.- frunzo mis hombros y me pongo de píe, me dirijo a las escaleras y paso por su lado, antes de subir le guiño el ojo, me escondo en el pasillo y los escucho hablar.

-Eligió lo más económico Señor.

- ¿Cómo que lo más económico?.

- Un vestido blanco corto, sin detalles, ni pedrería, mesas y sillas desnuda, la comida y bebida queda a su elección, y nada de salones pidió que se arme estilo 'toldos y carpas'.

- No le hagas caso, has todo lo contrario.

- Seguro?

- Sí.

Siguen hablando y yo me voy a mi habitación, busco en mi armario toda la lencería que tengo y las desparramo en la cama, la puerta se abre y se queda bajo el umbral.

- Te puedo pedir aguja he hilos de todos los colores?.- no lo miro, le doy la espalda.

- Qué?.- abre los ojos sin entender.

- Para coser.- revoleo los ojos, me tiro a la cama y él me mira, cada detalle.

- Bueno.- se acerca y se sienta en la cama conmigo.

- Qué estás por hacer?.- toca los trozos de tela.

- Coser mi propia ropa, cuando tenga telas y cuero me haré nueva.- río con nostalgia.

- Te gusta coser?.- se pone de píe y se quita su saco, se desprende la camisa y la enrolla hasta los codos.

- En Madrid me anoté para estudiar Odontología y alta costura, ¿crees que en algún momento podre lograrlo?.- doblo la ropa interior y la voy guardando.

- Eso y mucho más.- se apoya contra el respaldar de la cama una pierna en la cama y la otra en el suelo.

- De verdad? Solo quisiera ser alguien, no quiero volver a enamorarme.- trago grueso y río tristemente.

- Todo puede ser.- me mira suspirando.

- Te has enamorado?.- me siento con las rodillas en la cama y las manos a los costados de mi cuerpo me mira en silencio, quieto pensando en algo seguro, levanta la vista y mira al techo.

- No!.- niega con la cabeza sin mirarme.

- Quieres hacerlo?.- mi voz salio en un susurro, su teléfono nos interrumpe, busca en el bolsillo de su pantalón y contesta, yo sigo acomodando la lencería mientras él sigue hablando nunca quita la mirada de mí.

- Se adelantó la fecha del casorio.- lo miro y me tenso.

- Qué?.- no puede ser cierto.

- Sí, será la próxima semana.- se pone de píe y sale de la habitación, yo sigo clavada en mi sitio mirando a la nada misma, me voy a casar en una semana, ¡no puede ser!, estoy aquí sola a nadie le importo puedo estar muerta y jamas nadie vendría o lloraría por mí, estoy sola en este mundo, no tengo nada que ganar solo perder y es mi vida, creí que le era importante a alguien, pero todo fue una farsa, por lo menos Tomas me dijo que esta boda es una mentira, como también volver a mi vida puede ser otra mentira no sé cuanto tiempo tengo que ser su prometida aquí no hay contratos ni fechas firmadas, en este momento él maneja mi vida...

1 SEMANA DESPUÉS... LA BODA!!!

Estoy frente al espejo de cuerpo completo vestida de blanco, satén pegado al cuerpo, mangas de encaje con diseños de flores, todo el vestido tiene pedrería, la cintura entallada, realza mis pechos y marca muy bien mi culo, el tul está agarrado por atrás en mi peinado una corona de trenzas adornada con flores en color salmón y el cabello suelto, el ramo del mismo color hacen juego, los zapatos de marca son color hueso, la puerta se abre y entra mi 'suegra', vestida toda de color vino la elegancia que desprende esta mujer no va a juego con su maldad.

- Camina!.- salgo despacio, me guía afuera de la mansión y una limusina negra nos está esperando, al subir veo a John frente de mí me da esa sonrisa torcida, yo simplemente miro hacia afuera y una lágrima se resbala por mi mejilla, la seco he ignoro a todos, llegamos rápido a una ¿iglesia?, y veo que hay cámaras por todos lados, ¿la prensa esta aquí?, cuando bajo hay vallas que no dejan pasar a nadie, los Flashes me enceguecen intentan tocarme y los alejan, las puertas de la iglesia se abren y todos se ponen de píe respiro de forma temblorosa, John se pone para que encaje mi mano en su brazo, no miro a nadie, Tomas me mira serio y todo ocurre en cámara lenta, disparos, sangre gritos yo me quedo petrificada en mi sitio, alguien me empuja y corro a esconderme....

Hace horas estoy metida en este confesionario, ya no sé escuchan ruidos solo algunos pasos no me he asomado a ver nada, sigo vestida de novia con manchas de sangre en mi vestido, suspiro fuerte miro por los huecos pequeños de la madera y no se ve nada algunos van y vienen no sé quienes son.

- Dónde está?.

- Nadie la vio salir.

- Busquenlaaaaaaa!!!

Si salgo me van a encontrar, pero necesito salir de aquí, silencio reina ahora, abro apenas y asomo un tacón si le disparan dieron conmigo, no sucede nada me saco y pongo el otro, siguen con vida mis zapatos salgo en cuclillas mirando para todos lados corro hacia una puerta que parece un dormitorio, acá deben follar supongo, me meto y veo una cama, otra puerta la abro y da hacia un ¿patio?, Wow sí está iglesia tiene esto no me quiero imaginar el Vaticano, corro a esconderme detrás de un árbol a lo lejos hay una capilla pequeña, corro como alma que lleva el diablo, no, no el diablo no, estoy en la iglesia, como alma que lleva San Pedro y corro, me meto y varias monjas están rezando...

-Necesito de su ayuda!.- lloro y todas me miran asustadas.

Salgo vestida de monja, varias hermanas me acompañan esta indumentaria me viene de 10 para escabullirse, les pido dinero para poder irme.

- Al verla vestida así pagará menos Señorita.- me frota los brazos, me prestan algo.

- Necesito que me hagan un favor.- tengo un plan trazado tengo que recuperar mis cosas, no podré continuar en el mismo departamento en Madrid.

Estoy en un Hostel esperando por las hermanas, fueron a la casa de Jack a recuperar mis cosas ruego que tengan suerte.

La puerta se abre y ellas vienen todas coloradas y agitadas.

- Qué sucedió?.- me pongo de píe y las miro.

- Señorita en esa casa están todos enfermos.- se sientan en la cama.

- Cuéntenme.- agarro mis cosas y las dejo en la mesa.

- Son pecadores, estaban fornicando, consumiendo sustancias, armas destructivas,¿cómo llego usted ahí?.- tiemblan asustadas.

- A las fuerzas también, gracias por recuperar mis cosas, lo que necesiten estoy a su disposición.- las abrazo y ellas siguen mal...

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