¿QUÉ HARÉ AHORA?

No he salido de mi departamento en ningún momento, varias veces vinieron a tocar el timbre, pero nunca abrí no daré señales de vida hasta que corrobore que su nieto no está ahí, puede que sea como no Jack, pero para evitar cualquier cosa permaneceré encerrada, decido darme un baño y tratar de relajarme si no tantos nervios me van a jugar una mala pasada, el timbre suena haciendo que de un salto.

- Buenas tardes! Venimos a hacer una entrega!.- insisten con el timbre, no puede ser cierto.

- ¿hola?, Señorita Castiglione!.- ruego que todos sean sordos, no dijo mi apellido, no dijo mi apellido, el ruido de otra puerta me hace pegar la oreja a la pared.

- Muchacho, dígame, ¿a quién busca?.- no, no, no, salieron ellas.

- ¿aquí vive la Señorita Mía Castiglione?.- acaba de dar todos mis datos, si él los escucho estoy en el horno.

- No lo sé joven, desde hoy que no hay nadie ahí, no debe estar, ¿quiere dejar las cosas en mi departamento? Luego yo se lo doy.- mi corazón late tan fuerte que se saldrá de mi caja torácica.

- NO!, dígale que tendrá que retirarlo ella después por el correo.- sus pasos se alejan llevándose las cosas, ¡maldita sea!, tendré que salir y es lo que no quería...

Hoy he salido temprano en busca de mis cosas, volveré las dejaré y saldré otra vez, si él está acostumbrado a venir a cenar, ya se que para la noche no tendré que estar, o de lo contrario mantener todo oscuro, ¡no podré vivir así!, en algún momento nos cruzaremos, ¿Qué haré ahora con mi vida?, cambiar de hogar sería lo mejor, no creo que tenga 5 abuelas, recojo mis cosas voy al supermercado en busca de algunas cosas y vuelvo, subo hasta departamento.

- Hola hija.- pego un salto del susto, poniendo la mano en mi pecho, casi se me sale el corazón.

- Hola abuela! Casi me haces dar un infarto!.- intento tranquilizarme.

- Por qué te asusté?.- me mira sin entender nada.

- No estoy acostumbrada que me digan hija.- me apoyo en la puerta intentando calmarme.

- Dónde has estado? No te pudimos volver a ubicar.- junta sus manos y frunce su entrecejo.

- A mil, buscando cosas averiguando en la Universidad, buscando empleo.- abro la puerta y entro, me sigue por detrás.

- Buscando empleo? Le puedo decir a mi nieto que te consiga algo.- sigue bajo el umbral de la puerta.

- NO!, no hace falta.- respondo muy a la defensiva.

- Por qué no? No lo conoces!.- arruga sus cejas.

- Porque no me gusta comprometer a nadie, yo he recorrido negocio por negocio, alguien me va a dar trabajo.- trago nerviosa, no quiero ver su nieto.

- Déjame darte una mano.- me señala con su mano arrugada.

- De verdad abuela, no hace falta.- río para poder calmarme.

- Me estás ofendiendo.- sale de mi casa cerrando la puerta, me acerco corriendo y la cierro con llave, suspiro de forma ruidosa apoyando la frente en la pared, no me quiero cruzar con ningún nieto...

-Sí, el pase libre es para que usted venga los días que quiera.- me cede un carnet.

- Hacen funcional también? Y otra pregunta, ¿dónde puedo hacer danza o pole dance?.- guardo el carnet.

- Sí, sí hacemos funcional, estudio de danzas está a la vuelta por esta misma vereda.- que bonito está el recepcionista, le sonrió y voy a las maquinas, me pongo las tobilleras, bandas, y hago 40 minutos de cardio estoy sudando como si fuese un Spa, me quito todo lo que use y procedo ir a los baños miro para todos lados con miedo y desconfianza, al ingresar veo que esta lleno de mujeres, voy hasta unas duchas abro la lluvia y estoy por un rato el baño queda en completo silencio y me entra el pánico, me envuelvo en una toalla giro mi rostro para ambos lados y veo que esta todo desolado, me escondo en uno de los cubículos y empiezo a cambiarme, una puerta se abre y me quedo quieta he dejado hasta de respirar, la otra persona ni siquiera habla se siente sus pasos, silencio absoluto y el ruido de la puerta, espero unos segundos más y salgo nada malo sucede, salgo rápido de los baños y busco la salida ya que estoy en la calle me iré a averiguar para retomar las clases de pole dance.

- Si se puede llegar el día de mañana para ver si le gusta, si se siente cómoda si estamos a sus expectativas, si no ya la espero la próxima semana.- la profe es muy simpática y agradable.

- Mañana estoy por aquí.- le sonrió mientras lleno un formulario donde dejo constancia que asistiré.

- Perfecto, también hacemos coreos en pareja los hombres también tienen sus encantos.- me guiña el ojo y ambas reímos.

- Sabemos participar en concursos nacionales he internacionales, así que con tu experiencia que me comentaste puedes entrar directo!.- tararea los dedos sobre el mostrador.

- Sí he participado mucho tiempo en eventos privados.- recuerdo y se me hace un nudo en el estómago.

- Bueno estos son de alcance público, todavía no tengo esa suerte de privados para personas sumamente importantes.- ríe y yo le guiño mi ojo.

- No te pierdes de nada, al contrario los públicos son mejores, te hablo por experiencia propia.- arrugó mis labios, y sigo llenando el papel, lo termino de completar y se lo entrego.

- Tan feo es?.- habla en voz baja.

- Si y no, ¿cómo te puedo explicar?, cuando solo vas a bailar es hermoso, vas por cruceros te llenas un bolso de dólares y todos contentos, ya se pone feo cuando de bailarina pasas a ser otra cosa, tu función vale para 2 caños.- muerdo mi mandíbula y miro de reojo para todos lados.

- Quisiera poder ir a alguno de esos eventos.- me mira y veo ilusión en sus ojos, como un niño en Navidad.

- No todo es color de rosa Profe...?.- no sé su nombre.

- Carla.- me corrige rápido.

- Carla, no es como te lo imaginas, tienes que ir y toparte con seres despreciables, y no pienses que es un gordo panzon pene pequeño, todo lo contrario!.- suspiro revoleando los ojos.

- Hasta se obsesionan contigo, y si logras escapar con vida es un milagro.- mis ojos se llenan de lágrimas haciendo que ella los abra como plato, giro mi rostro presa de vergüenza.

- Okey, mañana te espero entonces, pasame tu número.- se va detrás del mostrador y ahora que me acuerdo no tengo teléfono tengo computadora para las compras en Internet y comunicarme por redes.

- Tengo que comprarme uno, pero te dejo anotado mis redes sociales hablamos por ahí.- escribo, le guiño el ojo y salgo de ahí rumbo a mi departamento.

Hoy a sido un día largo, muchas emociones acumuladas, antes tengo que pasar por un local de lencería de cuero y comprarme todo para bailar, esta tienda me gusta se llama ESCLAVAS elijo de todo recordando tiempo atrás cuando vestía esto para complacer a las bestias del placer, me sentía una diosa donde nadie me podía bajar y aquí estoy escapando de un mafioso que se obsesionó conmigo y una mentira suya casi me cuesta la vida.

Vuelvo con todas las bolsas y no hay ningún auto sospechoso subo hasta mi departamento, abro la puerta y un papel en el suelo llama mi atención, lo leo Mía soy Jaki te he tratado de ubicar y no he podido, es para decirte que esta noche viene mi hermano y podremos hablar con él para que te de un trabajo, no me lo tienes que agradecer, te esperamos para la cena, saludos...

No quiero conocer a su hermano, pero tengo la sensación que si las sigo esquivando me van a odiar, bien voy a elegir que ponerme esta noche, un pantalón de mezclilla en color blanco una camisola magas cortas en color celeste y unos Stiletto en color manteca, cabello suelto Make Up natural, así estaré presentable, me sirvo un vaso de licor y lo tomo de un solo trago, me sirvo otro más y otro más hasta sentirme mareada, puaj!, que asco es esto, todo sea por poder dar la cara a quien sea, solo sé que sí es él le diré tantas cosas en su cara y tendré que mudarme no me quedará otra opción, su cara no la quiero seguir viendo, salgo de mi departamento y me dirijo al de mi vecina, toco el timbre y Jaqueline me abre, nos damos un beso.

- Mía! Al fin te veo.- sonríe y me hace gesto con la mano para que me dirija al comedor.

- Sí, es que estuve a mil...- no termino la frase la persona, mejor dicho las personas que están sentadas ahí es Jack, su juguete y otra mujer rubia alta toda estilizada, trago grueso y me quedo petrificada en mi sitio, todos me miran y yo no sé que hacer.

- Se me olvido algo en casa, ya vuelvo.- la voz me sale rota, giro sobre mis talones y encaro la puerta, meto la llave para abrir y volver a cerrar, pero una mano gigante me lo impide, hago presión para volverla a cerrar, él da un empujón abriéndola por completo, se mete y la cierra apoyándose sobre ella.

- Fuera de mi casa!.- las lágrimas caen en cascada por mis mejillas.

- Cuando dijeron tu nombre y luego el repartidor menciono tu apellido sabía que eras tú.- se cruza de brazos y da uno sonrisa irónica.

- Hay miles con este nombre.- frunzo mis hombros.

- Qué no le quieren abrir al chico de las entregas? Lo dudo.- cruza un pie por encima del otro.

- No sé de qué hablas.- me le acerco.

- Te voy a pedir que te retires de mi casa, lo último que quiero es volver a verte.- muerdo mi labio con rabia.

- Teníamos un trato vos y yo, pero veo que eres tan falta de palabra como todo el mundo.- se aleja de la puerta y se acerca lentamente hacia a mí, yo no retrocedo me quedo en mi sitio.

- No, yo no tuve falta de palabra, tu eres la persona menos seria que me topé en la vida, ya te dije allá vos y tus reglas de la mafia.- hago un gesto con mi mano para que se vaya y revoleo los ojos.

- Tenias que cumplirlo.- se acerca tanto que agacha su rostro para estar a la altura del mío.

- No Jack, estas equivocado, te creí diferente me lastimaste igual que el resto.- levanto mi mirada y nuestros ojos se chocan.

- Hasta tu admiradora anda loca tratando de dar contigo.- entrecierra sus ojos y muerde su mandíbula.

- No tengo idea de quien me hablas.- muerdo mi labio y él clava su mirada ahí.

- Sí lo sabes, tu hermana me pidió por favor que te comuniques con ella.- rosa su nariz con la mía y yo pienso desde cuando estos tienen comunicación.

- No tengo nada que hablar con nadie.- giro mi rostro.

- Yo creo que sí tienes compromisos por cumplir, sé buena y terminalos antes que nos cansemos y hablemos de otra forma, te lo digo por mí no me pongas a prueba, por la cantante que se las arregle ella.- besa mi mejilla y se va directo a la puerta.

- Ahh y otra cosa, no dejes a mi abuela esperando por ti, si ella se pone mal se las tienen que ver conmigo.- cruza el umbral.

- No voy a...- se gira y me vuelve a encarar me toma en brazos y me pone contra la pared, acerca sus labios a los míos, estamos respirando el mismo aire.

- Si ella te invita a tomar agua se lo aceptas, la bronca que tengas conmigo no la mezcles con ella porque ahí si hablamos de otra forma.- parecemos una sola persona lo pegado que estamos.

- No voy a estar ahí y verte con ellas, Diles que me agarro vomitó.- mis ojos se llenan de lágrimas.

- Vas y punto.- sus manos tienen sujetas las mías.

- No Jack.- la voz me sale en susurro.

- Te llevo de los pelos.- pasa su lengua por mis labios.

- No, te dije que no, no me pidas eso.- niego con la cabeza y cierro mis ojos.

- Camina!.- pone su dedo en mi pecho niego con la cabeza de forma brusca.

- No, prefiero estar aquí he ignorar que estas con alguien, a verte a la cara y que me mate lentamente.- estampa sus labios a los míos y le sigo el beso, ¡maldita sea!, tan débil soy con él, me levanta y apoya mi culo a la pared, corto el beso.

- No, sigue con lo tuyo.- ríe y me baja, me arreglo un poco la ropa y limpio mis labios, él se limpia los suyos y sale, busco algo de lo que compre hoy y se lo llevo a su hermana, vuelvo a entrar y todos me miran.

- Perdón esto es para ti Jaki por lo que me mandaste por escrito.- guiño mi ojo, ella se levanta y me abraza, lo abre y saca un conjunto de ropa interior de encaje, le guiña el ojo a la rubia y yo me quedo perpleja, ¿esa no es con la que Jack salio en las fotos de los paparazzi?, las ignoro y me pongo a charlar con la abuela.

- Hijo, Mía aquí esta necesitando trabajo, ¿tu le podrías dar uno en tus empresas?.- ella toca mi mano.

- NO!.- 10 pares de ojos me miran y yo me pongo colorada de vergüenza, mi cara parece un tomate.

- Perdón, es que ya conseguí!.- trago grueso, los nervios me ganan.

- Donde hija?.- espera una respuesta y yo no sé que mentir.

- En un local de ropa.- tomo mi vaso con las manos temblando.

- Sucede algo hija?.- arruga sus cejas.

- En realidad quería contarte eso y me ganaste de mano la sorpresa.- muerdo mi labio y Jack me mira con los ojos entrecerrados, no me creyó.

- Por cierto quienes son ellos?.- lo miro desafiandolo.

- Ella es mi mujer Erika es Sueca, mi hermano Jack y su amiga, creo, nada más que bueno mi mujer tuvo que hacerse pasar por la mujer de mi hermano ya que su prometida fue secuestrada, la rescataron, pero esta toda golpeada.- ella suspira y yo me ahogo con agua haciendo que me golpeen la espalda, hasta lágrimas me salieron.

- Pobre!.- intento recuperar el aire.

- Si mi hermano esta mal.- lo miro con cariño.

- No, pobre su esposa, hay que aguantar un marido donde en este momento trae a su 'amiga' y ella toda golpeada recuperándose de semejante trauma.- muerdo mi mandíbula y lo miro con la ceja enarcada.

- Su mujer está acostumbrada a esto.- Jaki frunce las cejas sin entender.

- Qué horror! Me muero me llega a tocar un marido así, espero que el Español que conocí me sea fiel hasta con el pensamiento.- le hago un amague de sonrisa.

- Conociste a alguien hija?.- ahora la abuela me saca charla.

- Sí, espero que esa persona también diga que conoció a alguien y no me haga solo yo ilusiones.- suspiro.

- Se te da fácil ilusionarte?.- primera vez que él abre la boca.

- Re contra, me enamoro hasta la médula, le doy el cuerpo y el alma, y ni aún así me valoran, a la primera oportunidad agarran el primer cachivache que se les cruza.- lo desafío con la mirada, terminamos de comer y ayudo a levantar la mesa comemos postre, el sueño me gana y me despido.

- Nos vemos otro día hija.- saludo a la abuela a Jaki, su mujer y a Jack con la mano, al juguete ni lo miro.

Entro, me desvisto por completo y me tiro a la cama, miro por un largo tiempo el techo hasta que un ruido de vidrios rompiéndose me hace sobre saltar, abro los ojos como plato y trago grueso, me rompió la ventana.

- Así que te enamoraste de mi?.- intento taparme pero él se tira encima de mi cuerpo.

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