Batalla

Ricardo a todo galope va en dirección al Ducado Castell, el duque lo sigue también y le indica atajos algo que ya es muy sospechoso, Ricardo frena su caballo y baja empuña su espalda haciendo que sus hombres y los de Castell queden frente a frente.

-En este momento me vas a decir quien demonios eres, que yo sepa fuiste sacado de estas tierras a la edad de 5 años, jamás has regresado y conoces la zona perfectamente.

Le gritaba Ricardo con su espada en la mano, el duque solo se arrodilla ante él, con su espada en el piso

-Si se lo digo no me va a creer pero debemos llegar con ellos, hay mercenarios en esas montañas pero no son pocos son muchos por eso le pedí a su hermano el Emperador que me dejara viajar lo más pronto posible, no contaba con que los doctores estarían en la zona.

-Todos alejense de aquí debo hablar a solas con el duque, levanta la cabeza.

-Majestad le juro que mis intenciones no son malas, es solo que no creo que mi historia la crea tan fácil mente, yo ya viví en esas tierras cometí el pecado de creer en la gente equivocada y por ese pecado perdí a alguien importante, pague con mi vida tal osadía, pero los dioses se apiadaron de mi alma y pude volver.

-Eres una alma que pudo regresar, esa es magia prohibida, que diste a cambio.

-Yo, no di nada, solo desperté nuevamente en la academia, si no interviene en la guerra es por qué sabía que su hermano podría con esta guerra, solo apresure mi llegada.

-Te creo mi padre sufrió algo parecido, pero eso no es posible así nada más, después tendrás que ir a la torre y que el gran mago te diga que pasa con tu alma, con eso es suficiente, si dices que están en peligro debemos darnos prisa.

-Gracias majestad.

Ambos vuelven a sus caballos y a lo lejos se ve humo, a Ricardo lo invade la angustia, entre más se acerca el choque de espadas resuenan, es un caos a lo lejos ve a alguien familia, pero más joven, con gran destreza blande su espada y con su magia se defiende al igual que sus caballeros.

-Majestad están en plena batalla, yo por la izquierda y usted por la derecha.

-Si, capitán Mauricio debe encargarse de los civiles y búscala por favor

-Si majestad, la encontraré.

Leonora se quedó con los niños que tenía en el campamento y los subía a carretas para que pudiera huir, el camino gracias a su hermano estaba libre, vio bengalas rojas, así supo que Ricardo había llegado, lo buscaría, pero tiene que seguir subiendo a los heridos, una explosión la distrae y le ordena a sus guardias proteger a la gente ella tiene magia y puede darles tiempo.

-No, mi señora es peligroso.

-Vayan es una orden

Para ella la gente es más importante, su hermano es lo suficientemente fuerte para enfrentar a los mercenarios, pero no contaban en que fueran demasiados, para Leonel es sospechoso que los atacarán, deben estar desesperados por víveres o será alguna otra cosa, por el momento sus caballeros son suficientes, pero teme que si llegan más no lo será, en el camino hacia el ducado también galopan caballos y alrededor de 10 rosas, es Leonardo que no conoce ningún atajo y es por eso que Ricardo llegó antes que él, a la par de ellos van los caballeros Dorados que a petición de la princesa se han movilizado al Ducado Castell y le pide a generar como un favor personal defender el territorio, solo por esta ocasión, cuando ella llegue podrán hablar.

El líder de los mercenarios, solo ve desde la colina que en realidad no hay más que esos guardias, si toman el Ducado Castell podrán negociar con el nuevo Emperador, el anterior duque Castell era seguidor del imperio caído y fue el quién los contrato y los escondió, al morir se escondieran en las montañas, pero ahora no hay comida y deben llegar al Ducado para reabastecer sus tropas.

-Eres Leonel, hermano de Leonora dónde está ella.

-Majestad ella está por ahí, haaa maldita mocosa estaba ahí hace un momento.

-😰😨 Heee, iré a buscarla.

-No, es peligroso majestad no debe ponerse en peligro, debe quedarse aquí.

-No iré por ella

Ellos también escuchan la explosión y el polvo los cubre, Ricardo entra en pánico por qué la explosión viene en esa dirección, solo ven sobre la colina como una línea negra de muchos hombres vestidos de negro se preparan para atacar, los arqueros están listos con sus flechas.

-No puede ser, todos reunanse aquí, protejan al príncipe.

Gritaba Leonel que solo sabe que no son suficientes, los caballeros de Ricardo y del Duque Castell también toman formación.

Ricardo por más que quería ir en busca de Leonora no podía, Raúl no lo deja y tampoco Leonel y Castell.

-Rayos, Raúl quitate debo encontrarla.

-No mi deber es protegerte a ti, calmate o te voy a golpear.

-Quieres morir.

-No, pero no te dejaré.

La impotencia de Ricardo era mucha, él también sabe que no son suficientes los hombres que están ahí.

Leonora saco a todos los heridos, la explosión fue una señal para que los mercenarios llegarán, ella estaba del otro extremo y no lograba ver a su hermano solo veía como bajan los mercenarios y se ponen en formación.

-Maldita sea hago

Al pie de la montaña hay un río, pero su magia es de viento no de agua, tampoco puede crear una avalancha.

-Ya sé.

Ella se sube a una parte de la colina, los arqueros están listos para disparar, al hacerlo Leonora con su magia desvía las flechas hacia los mismos mercenarios, se sorprende y logran ver quién fue, el líder tiene magia de fuego y ordena volver a recargar las flechas pero ahora con fuego.

El líder sabe la posición de Leonora y con su espada le apunta.

-Niña no son mis únicos hombres ahora quédate ahí y ve como muere.

-Ellos también tienen magia.

-Si, pero por cuánto tiempo resistirán, la magia no es eterna, poder controlar el viento a ese nivel es extraordinario, pero te casarás y ellos se cansarán.

-Eso quieres por eso las flechas.

-Eres lista.

Ordena nuevamente el ataque, pero esta vez él bloquea la magia de Leonora y se forma un remolino que el mercenario controla, el remolino va directo a Leonora pero Ricardo lo detiene con su magia desde lejos, intenta correr hacia ella, pero el mercenario ríe.

-El príncipe, querida niña debes ser valiosa para él, nunca dejaría su posición si no le importaras, mira como corre hacia ti veamos si llega a tiempo.

Ricardo solo ve como el mercenario crea un nuevo remolino, Leonora intenta desviarlo pero no lo logra,

Ricardo en un intento por impedir que fuera golpeada por el remolino intenta detenerlo, pero causa una explosión que hace que la tierra se deslice, Leonor solo siente temblar la tierra bajo sus pies.

-Leonora no te muevas, ya voy.

-No, no vengas, no debes venir.

-Solo no te muevas ya voy por ti.

El mercenario ve que Ricardo está distraído así que intenta capturarlo, Leonora se da cuenta de que va hacia él, no puede dejar que lo capturen, el es príncipe debe protegerlo.

Con su magia hace un remolino de tierra, ya que está suelta, el fuego no puede contra la tierra.

-Leonora, que haces para, por favor para, te caerás al barranco está muy alto, por favor para.

Ella solo voltea a verlo y con todas sus fuerzas hace que el remolino vaya en dirección de los mercenarios con el jefe de ella dando vueltas dentro de él.

-Te amo.

El suelo debajo de ella se desgaja y cae con toda la tierra, Ricardo intenta aventarse, pero Leonel lo detiene y lo golpea haciendo que se desmaye, no puede dejar que el príncipe se aviente por el precipicio.

-No, padre Leonora cayó al río

Leonardo había llegado con los caballeros Dorados que les hacían frente a los mercenarios, Ricardo en su desesperación aprovecho cuando ellos llegaron para correr en dirección de Leonora.

Leonardo con su magia evita que la tierra se siga desgajando, pero no logra detener la corriente su magia no es de agua.

-Debemos bajar al río, vamos.

-Padre es un gran altura y mucha tierra eso hizo que la corriente sea mas fuerte

-Tu hermana está bien, sé que está bien debo ir a buscarla

-No Duque yo iré, ustedes no conocen la zona, yo sí.

Les decía el duque Castell, iré con mis hombres a buscarla, no se preocupe la voy a encontrar.

-No, déjame ir con usted.

Leonardo no aceptó quedarse así que va con el duque, Le dice a Leonel que espere a Beatriz quien viene en camino. Y así es, ellos están a solo un día de camino.

Los caballeros Dorados le hacen frente a los mercenarios matando a la mayoría lo demás huyen más hacia el bosque, no los siguen por qué no conocen la zona

Leonel ordena avanzar unos kilómetros más, ya que la zona quedó destruida y necesitan poner un campamento, ahí esperan noticias del duque y también esperan a la princesa.

El general de los caballeros Dorados ordena que sus hombres esperen en el camino a la princesa y a otros los manda por la ropa para nieve, deben seguir a la princesa hasta el Ducado Castell, que está más lejos en dirección a las montañas.

Leonardo solo sigue al duque Castell quien se ve que si conoce la zona, pero donde fue el derrumbe no se ve nada, uno de sus capitanes tiene magia de tierra y otro de agua entre ambos mueven toda la tierra, así logran descartar que ella estuviera enterrada

-Duque Altamirano lo más probable es que la corriente se la haya llevado la buscaremos porque a unos kilómetros el agua se pone más fría, este cañón atraviesa todas las montañas, es muy frío y él clima no ayuda, debemos encontrarla pronto

-Bien. *Leonora, sé fuerte te encontraré, y no importa si decides quedarte con ese mocoso, vi como él corría hacia ti, la angustia sus ojos era verdadera*

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