Para Leonora era su primer beso al igual que para Ricardo que a pesar de su fama, solo le gustaba coquetear con las damas, más nunca había llegado más allá con ninguna,
Pero en la cabeza de Leonora resonaron las palabras de su madre lo que hizo que se separaran, también por qué Ricardo recordó la conversación con la doctora Beatriz
-Disculpa, no pude resistirme.
-No, yo también me dejé llevar, no quiero que esto sea un problema, vamos a tener que seguir.
-Si claro, pero yo... ma haré...
-No es necesario que diga nada, sigamos.
Por todo el día se quedaron sin decir una palabra, hasta que Ricardo pudo cazar un conejo con su magia.
-Ya entendí como lo logras, pero no puedo hacerlo.
-Es cosa de práctica.
Ambos comieron, pero sus miradas cada vez que se encontraban, se ponían nerviosos, así siguieron todo el día hasta poder salir del bosque, cerca de ahí estaba otro campamento, donde reciben al príncipe y a Leonora, ellos informan que fueron encontrados.
Durante la revisión a Leonora la felicitan por el trabajo que hizo, pero sus padres se enteraron de lo que pasó y le piden que vuelva de inmediato.
En la tienda del príncipe ella entra a despedirse, viajará con algunos de sus compañeros, pero él tiene que quedarse.
-Majestad, gracias, debo viajar me espera mi regaño.
-Si, Leonora sé que habrá rumores, pero quiero que sepas que yo estoy disponible a ...
-Eso no me importa, ambos sabemos que no pasó nada, lo del beso fue por el momento, no sé preocupe por mí, mi madre no dejará que haya rumores, me retiro majestad.
Leonora sale rápido, no quiere hablar del tema, ella regresa a casa, al llegar si recibe un sermón de sus padres, solo pasa unos días en casa para después viajar a Altair.
Después de ese ataque el Emperador puso un ultimátum y una amenaza hacia el reino, lo que calmo el conflicto al menos por el momento, así que Ricardo viaja de regreso a la ciudad, para llevarse la sorpresa de que Leonora no está, ha viajado con su familia a Altair y lo peor es que llegó un mensaje al palacio indicando que no saben cuándo volverán.
-Hey que pasa, por qué estás de mal humor?
-Raul, ella se fue ni siquiera dejo un recado para mí, solo se fue.
-De quien hablas.
-De Leonora.
-Queee 😳, acaso tú y ella.
-No, bueno no lo que piensas, la bese y a ella no le importo, no entiendo.
-Bueno a lo mejor no le gusto 😁
-😒
-Bien no digo nada.
-Donde está mi madre, debo hablar con ella.
-La ví en el palacio norte, por qué? Oye espera no corras.
Ricardo corrió a ver a su madre que para su mala suerte estaba con unas damas en una reunión, cosa que no le agrado, tenía que saludar a todas, cuando su madre se desocupo el estaba en la sala aburrido.
-Cariño perdón, pero no sabía que vendrías.
-Madre necesito un favor.
-Sí, dime.
-Quiero un compromiso con la hija del ministro de Lyra.
-Disculpa, que has dicho 😳
-Madre si mi padre hace la petición, el ministro no podrá negarse, es más mandala a Altair, Sofía puede autorizar el compromiso.
-Espera espera, explícame que pasa por qué no entiendo, te recuerdo que tienes 16 años y no eres mayor de edad para un matrimonio.
-Pero si para un compromiso, la quiero a ella.
-Y la dama en cuestión también lo quiere, ella siente lo mismo por ti.
-No se, pero el Ministro no se negará ella tiene que obedecer a su padre.
-RICARDO DE LYRA, que demonios estás diciendo, acaso te estás escuchando, no puede obligar a alguien a quererte, estás acostumbrado a que todos te consientan por ser el menor, pero estás muy equivocado si piensas que voy a hacer eso.
-Pero madre yo la quiero.
-Entiendo que te guste, pero si ella no te ha demostrado que también le gustas esa relación está destinada al fracaso, a ver dime qué pasó en realidad acaso ustedes dos hicieron algo que deba repararse.
-No, te juro que no, es solo que ella se fue y no quiero estar separado de ella.
-Ricardo, el amor es un sentimiento mutuo, tú no estás obligado a un matrimonio por compromiso, pero la otra persona tampoco, piensa bien lo que quieras, si ella te gusta intenta acercarte poco apoco, conquistarla, eso si ella puede decir que si o puede decir que no, está en todo su derecho, si la obligadas solo harás que te odie.
-Pero madre, cualquiera estaría dispuesta a aceptar, soy un príncipe y ella es la hija de un duque, sabe que su matrimonio será decisión de su padre no de ella.
-Dioses no entiendes, pero sabes yo tengo la culpa por haberte consentido, por favor no cometas alguna estupidez, el ministro es un duque muy importante en Altair, puedes ocasionar un problema.
-Entiendo madre, no te preocupes.
Ricardo sale molesto de ver a su madre, ella no lo entiende, pero no sé rendirá hablará con el Ministro cuando regrese, él es un noble y sabe que un matrimonio entre ellos es muy conveniente.
Para él el tiempo que pasan separados es mucho, pero un día recibe la carta de Sofía su tía, quien le dice lo mismo que su madre, ella no puede ordenar tal cosa, solo si ambos están de acuerdo ella puede hacer la petición formal, antes no.
El arruga la carta, pero a su amigo le preocupa esa obsesión que ha generado por Leonora.
-Este... No crees que estás exagerado, en realidad solo fue un beso, Ricardo basta.
-Tú no entiendes, en verdad la quiero, por qué no logran entenderlo.
-Si lo entiendo, lo que no es correcto es que quieras obligarla, oye por qué no hablas primero con ella, pregúntale directamente si le gustas o si por lo menos piensa en ti.
-😑 Raúl, soy un príncipe, si en este instante a cualquier noble le digo que una de sus hijas me interesa, sin pensarlo aceptarían.
-Si, aquí, pero el ministro es de Altair, aquí él no tiene territorio, si quisiera un estatus mayor la casaría con uno de los hijos de la Emperatriz Sofía, no contigo.
Ricardo se puso furioso y lo tomó de la chaqueta, él solo alzó las manos, lo soltó, pero lo que le decía era verdad, estaban discutiendo cuando llegó el aviso que el Ministro estaba en el palacio para dejar su información.
-Donde está?
-En el palacio Administrativo.
-Díganle que quiero hablar con él.
Mientras en la ciudad Beatriz y Leonora van de compras, Leonora camina por las tiendas, su ropa es elegante, pero sin tanta tela, viste como su madre, al verla junto a ella saben que es la hija del ministro, muchos caballeros han querido un compromiso con ella, pero su padre ha rechazado todas.
-Leonora, sabes que eres bella, mira como te ven, eres tan parecida a tu padre.
-Lo sé, en el fondo casi no me gusta, desde niña mis ojos azules llamaban la atención.
-Debes tener cuidado, a los hombres les gustan las mujeres hermosas, si te gusta alguien debes conocerlo primero, sé que tu matrimonio será decisión de Leo, pero prometió respetar tu decisión, solo elige a alguien que te ame de verdad, que te entienda y sobre une todo que esté disponible a aceptar lo que quieres, en nuestra sociedad es difícil que sigas trabajando si te casas, sobre todo si decides tener hijos
-Por eso no los tuviste madre.
-Si, pero mi situación fue diferente tú tienes el apoyo de nosotros, de tu hermano también, no dudes de ti, la felicidad va de la mano con tu trabajo.
-Gracias, así lo haré, el hombre que este junto a mí debe ser como mi padre y mi hermano, debe aceptarme y aceptar que yo quiero ser una gran doctora.
Ambas compran lo que necesitan, pasan a comer, esperan que Leonardo no se tarde tanto. Pero él está apuntó de salir cuando lo detiene un guardia que lo guía a la sala de otro palacio.
-Quien quiere hablar conmigo?
-Yo ministro.
-Príncipe, buen día en que le puedo ayudar.
-Ministro, sé que ha regresado de Altair su familia también lo hizo.
-Mi esposa y mi hija están en la ciudad, gracias por preguntar.
-Ministro seré directo me interesa un compromiso con su hija Leonora, si lo acepta usted tendrá más estatus en este reino, además...
-Espere, espere, mi hija sabe de esto? ¿Por qué ella no me ha comentado nada? Que le hace pensar que ella quiere un compromiso con usted, príncipe no quiero ser grosero, pero mi hija no será obligada a un matrimonio, sé que yo soy su tutor hasta que se case jamás le quitará su sueño, disculpe majestad, si usted la conociera no estaría aquí pidiendo un compromiso.
-Ministro, sabe que el Emperador puede ordenarlo.
-Me está amenazado, hágalo si quiere pero yo también puedo poner una queja y hacerle saber esto a la Emperatriz Sofía, que por más que sea tu tía, ella jamás permitiría eso, crees que puedes hacer todo con tu estatus y tu dinero, alguna vez yo hice lo mismo, mi hijo hizo lo mismo, pero gracias a mi esposa entendí que el amor no debe forzarse, Leonora es libre de casarse o no, eso no la hará menos mujer, al contrario, será libre.
-Pero que...
-No piense que por ser un príncipe todos debemos hacer lo que quiera, en el fondo sé que ella no lo aceptará y eso me hace feliz, pero puede hablar con ella, si mi hija lo acepta sinceramente yo no me opondré.
-Me lo promete, me promete que si ella me acepta usted dará su permiso.
-Asi es, pero le deseo suerte
Leonardo sale hecho una furia de aquella sala, no solo por lo que el principe dijo, si no que parecía estar hablando consigo mismo, ese joven es igual a él, altanero y presumido, quiere obtener todo de su estatus y su dinero.
-Ja ahora sí me estoy tragando mis palabras, dioses se que me gane el castigo pero Leonora no tiene que pagar por mis errores, ella no será obligada a un matrimonio, él principe tiene que entender o Leonora tendrá que irse al ducado, aquí no la puedo proteger mucho como ahí.
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Comments
Amunet♥︎
le falto decir " yo me encargo " y sabemos q hará estupideces♥︎
2024-11-11
1
Amunet♥︎
jajajajaja yo soy bonito deben obedecer jajajajaja... un zape le van a dar♥︎
2024-11-11
1
Juliana Ramirez
hay estoy perdida 😔 que alguien me diga dónde encuentro la historia de el con su esposa la doctora 🤔
2024-09-12
2