No soy noble

Leonardo molesto llega con Beatriz que lo nota extraño, sabe que pasó algo pero no le pregunta frente a Leonora.

-Madre me encontré a unos amigos, puedo ir con ellos un rato.

-Si, pero no llegues tarde nos vamos mañana temprano.

-Si gracias, padre que cara traes, que mamá te consienta, nos vemos más tarde.

Leonora sale del hotel donde se quedan, irá con sus amigos a dar una vuelta a la ciudad.

Leonardo se acuesta en el sillón y le cuenta todo a Beatriz, quien también se sorprende por la actitud del príncipe, ambos conversan de como afrontar esto, pero confían en Leonora.

Ricardo sale del palacio, le han avisado que Leonora está en el hotel, así que va a buscarla, al llegar le dicen que ella no está, así que sale a despejarse, en la ciudad pasa por el parque, donde las damas a su paso lo saludan con su reverencia, algunas se animan a preguntar si pueden hacerle compañía, pero él no acepta a ninguna.

-Porque Leonora no es así, si tan solo fuera así sería más fácil.

-Si ella fuera así, no le harías caso, lo que te atrae de ella es precisamente su rechazo, que no se pone a tus pies, que su padre no te la da solo por el estatus.

-Raul..

-Que, la verdad duele no, pero mira tienes suerte ahí en el puesto de manzanas tu amor comprando una.

Ricardo solo corre hasta llegar con ella quien no lo ve por qué está de espaldas, solo nota que sus amigos se inclinan para hacer su reverencia, asi que ella voltea, y hace lo mismo.

-Principe, buen día, está de paseo?

-No, ven un momento.

Leonora es tomada del brazo y jalada a otro punto del parque, sus amigos solo se alejan a la fuente, con el caballero Raúl que es muy simpático y pago por las manzanas.

-Hey, hey basta, a dónde me lleva, al bosque?

-Los siento quiero hablar contigo.

-Conmigo? De qué?

-Leonora, cásate conmigo, serás una princesa, tendrás un palacio conmigo, el estatus más alto en el reino y muchas joyas, yo...

Leonora le pone la manzana en la boca para que deje de hablar, hace eso por qué no puede golpear al príncipe, tampoco es tonta.

-Majestad, por favor ya no hable o pasaré la noche en el calabozo por golpear a alguien de la familia real si está borracho es mejor que deje de bromear.

Ricardo mordió la manzana y se sorprende al ver la cara de Leonora, no solo piensa que esta bromeando, sino que le dice que está borracho.

-No estoy bromeando y mucho menos estoy borracho, Leonora aceptarás verdad, tu padre dijo que si me aceptas él dará su permiso.

-Ya basta, yo no me quiero casar con usted, no me interesa todo lo que me ofrece, sobre todo yo no lo amo.

-Leonora, tu me gustas, nadie me habia gustado como tú.

-Majestad que te gusta de mí?

-Que?, bueno tu me gustas.

-Mi rostro, el cuerpo no creo sigo con cuerpo de niña, mi carácter, majestad no me conoces enojada, sobre todo, es por qué mi padre es un duque?

-También tú eres una noble de alto rango, me gustas y puedes ser princesa.

-Majestad, no soy una noble, bueno si, pero no como tú crees, yo nací y crecí como plebeya, soy hija bastarda del Ministro, durante 15 años fui criada como la hija de un humilde comerciante, no tengo los estudios para ser una princesa, tengo el apellido de mi padre aún que eso no incluían los conocimientos.

-Como dices.

-Lo que escuchas, no soy una noble criada desde pequeña, no sé dé administración, tampoco sé bailar como las otras damas, hay muchas cosas de una casa que no sé, llevo algunas materias, pero usted más que nadie sabe que la educación de una dama es desde los 5 años, no puedo aceptar tu propuesta por qué no me gustas, no te amo.

-Pero puedes aprender, si tú quieres puedes aprender.

-Ese es el problema, no quiero desde niña siempre quise ser Doctora, curaba a mis amigos, a gente del pueblo, pero no tenía el dinero para un maestro, cuando supe de mi padre fui a conocer a mi hermano, no para ser reconocida, fue para que me ayudara a ingresar al Ducado con los doctores.

Príncipe, sé que talvez pienses que ser princesa es un gran logro, pero no para mí, mi gran logro fue ser aceptada como alumna de mi madre, después fue ser aceptada aquí en una de las mejores academias de medicina, quiero viajar como mi madre, quiero conocer otros reinos, ser maestra de eso pequeños niños que no tienen oportunidad de tener un maestro. Lo siento, pero lo que tú me ofreces no es nada comparado a lo que yo quiero.

-Leonora...

-No, no digas nada, en el fondo lo sabes, no cumplo con los requisitos, tú debes buscar a alguien qué sepa hacer el trabajo de una Duquesa, ese título te darán no es así, tendrás un territorio, debes casarte tener hijos y una esposa que esté ahí.

-Porque, por qué no puedes ser tú, yo quiero que seas tú

-Yo quisiera ser hombre y no se puede, lo siento, es mejor que no volvamos a vernos, príncipe eres muy guapo, busca a alguien más.

Leonora se aleja de ahí, Raúl puede notar la cara del príncipe y sabe lo que ella le responde, jamás lo había visto así, es posible que si este enamorado o solo es un capricho.

Ricardo solo se va de ahí, Raúl lo sigue, ella solo va con sus amigos para despedirse, jamás fue su intención hacerlo sufrir, pero se siente mal al verle el rostro triste, tampoco puede aceptar por compromiso, eso sería engañarlo y engañarse a ella misma.

Ricardo se va a un bar a tomar, Raúl intenta detenerlo, pero no puede, al cabo de un rato sigue ahí, sale y sube a su caballo, Raúl ya había mandado un mensaje al palacio para qué mandarán a alguien más, sabe que a él no le hará caso.

-Ricardo a dónde vas, te vas a caer

-Debo hablar con ella.

-No, está loco, en ese estado, solo causarás problemas.

Ricardo llega al hotel entra y pide hablar con Leonora, los empleados le dicen que no es correcto que esté ahí a esa hora, pero él no entiende e intenta subir, los empleados lo impiden y lo sacan, él empieza a gritarle a Leonora desde afuera, sus gritos se escuchan por todo el hotel, en el balcón Leonardo solo lo ve con una cara enojada.

-Leonora, que significa esto, el príncipe te grita como si tuviera derecho sobre ti, dime la verdad, te acostaste con él, como para que el venga a hacer tal escándalo.

-Noooo, claro que no, jamás quise que él sintiera eso por mí, padre ni siquiera es amor, solo le gustó, tampoco me conoce, ya le dije que no puedo ser su esposa.

-Te propuso matrimonio.

-Si, pero le di mis razones para no aceptar, yo no quiero, solo ve en mí a la mujer que no lo idolatra como las demás.

-Bien bajaré a hablar con él.

-No, bajaré yo, eres capaz de golpearlo y no puede ser, lo sabes

-Pero Beatriz, 😒🤨 bien ve tú.

Beatriz baja, pero al salir solo ve como el príncipe cae al piso, era una bofetada que le daba su padre, el Emperador Leonardo, todos al rededor se sorprenden al verlo, no sabía que estaba en el reino.

Beatriz no dice nada solo se inclinan ante él.

-Que demonios estás haciendo, acaso así te educó tu madre, vamos deja de hacer escándalo.

-Padre, pero...

-Pero nada, acaso no ves donde estás, mira a todas esas personas, así se comporta un príncipe, tu madre dice que eres un niño aún, pero esto ya es el colmo, irás al palacio conmigo, te bañaras y dormirás y mañana vendrás a pedir perdón, acaso no ves en que posición pones a la hija del ministro, estás causando que haya rumores hacia ella, si el Ministro te golpea yo no te voy a defender.

-No hace falta majestad, lo quiero lejos de mi hija, ella ya lo ha rechazado, si él no es suficiente hombre para aceptarlo es su problema, pero si vuelve hacer un escándalo como este mi esposo pondrá una queja formal ante el reino, mi hija no será forzada para un matrimonio aunque él sea un príncipe.

-Doctora, pido disculpas, mi hijo no se acercará a su hija y tu vamos.

Ricardo solo obedece a su padre, no sabía que había regresado, solo de verlo se le olvidó que estaba borracho, ahora viendo a toda la gente ahí se da cuenta de lo que hizo.

-Maldicion, mi madre va a matarme.

-No solo tu madre.

-Padre perdón.

-Mañana a primera hora saldrás a la frontera, el General ha muerto, debes tomar su lugar, estarás en el Ducado Fitz con el duque Martin, espero que respetes la decisión de la joven Leonora, ella no te quiere.

-Está bien, iré con mi hermano, solo déjame mandarle una nota con mis disculpas.

Ricardo en el palacio fue regañado por su madre, solo se prepara para regresar, al día siguiente manda la carta disculpándose con Leonora.

Leonora acepta la carta, pero no la contesta, podría seguir avivando esos sentimientos que Ricardo tiene, confía en que él encontrará a alguien que ame de verdad.

En la academia Leonora inicia un nuevo año, todos saben por los chismes que el príncipe le hizo una propuesta, se sorprenden al saber que ella lo rechazó y muchos le dicen que fue muy tonta al no aceptar.

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