Pasado

Leonel y Leonora avisaron de la situación, el príncipe les ha contestado que estará ahí en unos días.

-El príncipe llegará aquí en unos días, ya has atendido a todos los heridos?

-Si hay varios muertos entre ellos dos de mis doctores.

-Lo siento mucho, vamos debes comer algo.

Leonel trata de consolar a Leonora, ella a pesar de ser fuerte es alguien de buen corazón, amable y bondadosa.

El príncipe está con el duque Montalvo en su despacho, la princesa y el duque Castell descansan en la mansión de invitados.

-Me puede decir como es que dejó que la doctora se fuera sola, debió mandar más caballeros con ella.

-Majestad, ella salió apresuradamente y le dije que era peligroso pero no entendió, además ella es muy insolente y altanera.

-Basta no quiero escusas, Duque Leonor no es una plebeya, es hija del ministro de Altair y es hija de la doctora...

-Es mi hija Arturo, como te atreviste a mandarla sin apoyo tu deber era mandar a más soldados con ella.

El duque no podía creer quien entraba por esa puerta, el príncipe la saluda y ella hace su reverencia, Leonardo no la acompaña por qué al llegar al territorio se enteraron de lo de Leonora y él se adelantó, ella tenía que con la princesa debe revisar que no esté enferma.

-Pero no es posible tu, tu.

El duque está tan nervioso que no puede siquiera hablar.

-Majestad me permite hablar con el duque un momento, no se preocupe por la doctora el ministro va en camino a verla.

-Está bien Duquesa la veo luego.

El príncipe sale un tanto confundido, la doctora Beatriz siempre es impresionante de ver, pero no sabía que conocía al duque.

-Duquesa? Ja tú decías que no te gustaban los títulos, que eso no era nada para ti y mírate eres duquesa, con una hija, vaya entonces si querías una familia, pero no conmigo.

-Sí, son dos hijos y dos nietos, al parecer viene otro en camino, pero no son nacidos de mi vientre, no te mentí, nunca pude ser madre, mi esposo ya tenía dos hijos.

-Así que eres madrastra, te ofrecí el mundo a tus pies Beatriz, tú solo te fuiste.

-Arturo eso fue hace años, apenas iniciaba con mis clases y conociendo los reinos, nunca te mentí, en cambio, tú a mi sí le dijiste que no tenías compromiso, luego me enteré de que estabas comprometido y que romperías ese compromiso por mí, es por eso que te dije que no podía quedarme, que no rompieras tu compromiso por mi, acaso sigues resentido por eso.

El duque se acerca a ella tenerla ahí lo ponía nervioso, si bien ya no era aquella joven seguía siendo hermosa, si tan solo ella se hubiera quedado ella sería su esposa.

-Tú no aceptaste quedarte, solo te fuiste dejando una carta.

-Si, con mis datos y a dónde iría, tú jamás fuiste por mí.

-Que, soy un Duque tenía responsabilidades, tenía que estar aquí, no podía irme.

-Tomaste tu decisión, fue lo correcto, mira a pesar de todo tu territorio es próspero, tienes un hijo y pronto tendrás nietos, deja de pensar en lo pudo ser, no era tu destino, tampoco el mío, de casada no llevo mucho tiempo, solo unos años, mi esposo es ministro por qué acepto seguirme a Lyra, dejo su hogar para viajar conmigo, es algo que valoro mucho de él, jamás me ha reprochado mi pasado.

-Suena a un gran hombre, nunca entenderé tu forma de pensar, viéndote sé que no has cambiado, él debe de tenerte mucha paciencia, tal vez tengas razón de haberte quedado yo no hubiera sido capaz de ser tan comprensivo, solo quiero que sepas que siempre te ame.

-No voy a contradecir tus sentimientos, pero ahora sé que el amor es algo más grande, un sentimiento que me costó entender, sé que sufriste, pero ambos tomamos nuestras decisiones, ahora vive bien, este reino será parte de Lyra, debes cambiar tu manera de pensar, será difícil, pero no es imposible, las mujeres tienen más derechos que antes, no somos un objeto.

-La doctora Leonora es igual a ti, desde que la ví te vi en ella, su carácter es como el tuyo.

-Si, pero no sé lo recuerdes a su padre el se molesta cuando le dicen que parece más mi hija que de él 😅

-Te dejaré solo, Arturo si te sirve de consuelo te quise, pero no estábamos destinados.

-Gracias, le pediré a una doncella que te guíe con la princesa.

Beatriz sale del despacho del duque, camina por los pasillos, pensando que la decisión que tomo fue la correcta, un joven parecido a él pasa y la saluda amablemente, va de brazo de una joven

-😅 No jamás me hubiera acostumbrado a estar aquí, fue una decisión de la que no me arrepiento.

Al llegar con la princesa la saluda y la examina, su salud es buena, pero sobre todo el que ella esté ahí no es solo para eso.

-Majestad se encuentra usted muy bien, me alegro.

-Gracias, no era necesario que me revisara.

-Si, pero más vale estar seguros, majestad, sé que acepto el compromiso con el duque Castell, está usted segura?

-Del compromiso?

-Si, le recuerdo que Lyra tiene otras leyes si usted no está de acuerdo puede decirme con confianza, no puede ser obligada.

-Lo sé, pero es importante el matrimonio, así Castell tendrá bajo sus órdenes a los caballeros Dorados.

-Pero usted es importante, los caballeros pueden seguir con su vida, son valiosos si, usted también es valiosa, tiene derecho a decidir cómo quiere su vida, si los caballeros Dorados no quieren ser parte del reino, pueden decidir ser plebeyos o lo que quieran, sabemos que sus habilidades son únicas, pero tampoco son indispensables.

-Puedo decidir?

-Si, puede hacerlo.

-Gracias, pero si puedo decir, entonces decido casarme y yo misma hablaré con el general, juraran lealtad al emperador de Lyra y a la casa Castell o serán simples plebeyos, guardias o lo que quieran.

-Entiendo majestad, el Emperador quería estar seguro que no estaba siendo obligada.

-No para nada, Castell se ha portado amable conmigo, no me forzó a aceptar.

Beatriz sentía que decía la verdad, pero se puso nerviosa cuando le pregunto si no estaba siendo forzada, supuso que es por los nervios.

Beatriz se retira y va en busca del príncipe para dar su informe, piensa en partir al día siguiente para alcanzar a Leonardo.

Pero al buscar al príncipe ya no lo encontró, así que busco al capitán.

-Capitan y el principe?

-Mi señora salió con el duque Castell, llegó un mensaje de Leonora, al pie de las montañas fueron vistos muchos mercenarios, teme que ataquen nuevamente el punto donde está ella con su hermano, asi que su majestad y el duque salieron a todo galope.

-Pero no cuentan con los caballeros suficientes, el duque Martin no ha venido con ellos, solo son caballeros que se quedaron a cuidar los pueblos.

-Alisten caballos para mí y mis guardias, yo iré por el ejército que necesitan.

Al voltear era la princesa que estaba hablando, ella ya tenía puesta su ropa con el escudo de la familia Castell.

-Pero majestad es peligroso.

-Acabo de mandarle un mensaje al general de los caballeros Dorados, a pesar de que mi título no tiene valor para los demás para ellos sí, es su deber acudir a mi llamado.

-Capitán preparé todo, los caballeros del Ducado Montalvo también irán, yo iré con ustedes.

Era el duque Arturo quien le ordenaba al capitán, quien de inmediato se fue las trompetas sonaban para que todos se preparen, la princesa esperara los caballos en la entrada, por lo que Beatriz se cambia de ropa, no puede ir de vestido.

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