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Milena

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Capitulo 5: Un buen hombre

De nuevo.-

- No vamos a llegar tarde?-

- No estamos tan lejos ahora intenta de nuevo, solo que esta vez levanta así un poco el codo.-

No puedo evitar mirarla era tan hermosa.

- A-asi esta bien?-

- Correcto ahora respira hondo y dispara.-

Da en el centro de la diana.

- Lo hice! viste di en el blanco!-

- Es asombroso, te convertirás en una excelente arquero en poco tiempo Alex.-

- Tu crees?-

- Podría apostar algo de oro por tí.-

- Milena yo...-

Adoraba como sus mejillas se calentaban tomando un color rojizo cuando decía mi nombre.

- Si?-

- Milena! Alexia!-

- Prepárate para el sermón.-

Ambas reímos habían mandado a Hector el niñero.

- Por aquí Hector!-

- ¿Sabes que hora es? Los generales se preguntan donde está su futura Regina.-

- No exageres, todavía hay tiempo además estábamos entrenando.-

- Como tu escudero tengo que escoltarte hasta allá.-

- Dirás como mi niñero, Hector eres una gran persona y te amo, pero conozco el camino.-

Montamos nuestros caballos y nos fuimos a galope hasta nuestro hogar.

- Oigan los quiero a ambos ahí.-

- Sabes que estaremos ahí ahora entra.-

El gran salón, el lugar más importante para un líder de clanes después de la habitación matrimonial o el terreno de batalla según mi padre.

- Padre.-

- Hija llegas en el momento indicado justo estaba por mandar a llamarte.-

¡Maldito! Me engaño para que llegara antes con mi padre, no sé si golpearlo o besarle.

- No hace falta padre, habíamos quedado en reunirnos además tengo al mejor escudero de todos los clanes.-

- Hector es un buen hombre deberías casarte con él y darme nietos.-

- Padre! Mi cariño hacia él no es romántico, nos conocemos desde siempre y lo amo como a un hermano.-

- Pero no lo es... Hija sé que viviré cien años más, pero tampoco lo tomes tan literal serás la Regina de los clanes y necesitas descendencia.-

- Si es por eso que querías reunirte lamente decepcionarte pero mi respuesta es un no.-

- No podrías hacerlo hija, por los dioses cuando has crecido tanto?-

- Me has criado bien.-

- Con cada luna te pareces más a tu madre, tan hermosa como fuerte.-

- Es imposible ser así de grande, revisaré que todo esté en orden para más tarde.-

Al luchar contra un bastado traidor y su ejército ganamos la guerra, pero perdimos a nuestra Regina, mi padre una esposa el amor de su vida y yo a mi madre. Aun así crecí con sus historias, grandes batallas acabaron en victoria bajo el filo de su espada.

- Sabes que no hay honor en luchar contra alguien que no se puede defender verdad?-

- Toma su lugar entonces.-

- Que pasa contigo?-

- Mi padre volvió a insinuar que me case contigo, que quiere nietos.-

- Y casate conmigo.-

- Te encantaría verdad? Ya hablamos de esto Hector.-

- Bromeo contigo yo me sacrificaría, pero sé que no me amas así y no funcionaria.-

- Nunca podría pedirte algo así tampoco, siempre lo desplazaré lo más que pueda.-

- Serás nuestra Regina algún día, sabes que debes cumplir tus deberes como tal.-

- Más bien obligaciones... Tú serías un buen líder.-

- Sé que si y para eso necesito una esposa, ahí sí que no hay mejor candidata que tú.-

- Y Alex?-

- No se puede ella esta enamorada de alguien ya, y en cuestiones del corazón no me meto.-

- Está enamorada? De quien?-

- No ha querido contarme, pero quien sabe es muy lista y hermosa deben sobrarle candidatos.-

- Como es que tú sabes eso y yo no? No la he visto con ningún hombre.-

- Quien sabe y tú? Por que el líder quiere que yo sea tu prometido, pero quizás ya tengas a alguien y no quieras contarle a tu humilde escudero.-

- Yo, no tengo tiempo para esas cosas ahora vas a seguir hablando o voy a tener que buscar otro compañero.-

- Eso dolió, está bien tus deseos son mis órdenes Regina.-

Con Hector nos conocemos desde la cuna, sus padres al igual que mi madre recibieron los honores en la misma guerra. A una corta edad vengamos sus muertes y fuimos inseparables desde entonces.

- Alexia hija sueles venir más tarde a la biblioteca.-

- Sí, es que necesitaba distraerme y las espadas no son mi fuerte.-

- Te comprendo totalmente, puedo ayudarte en algo?-

- Necesito un consejo que quizás los libros no puedan darme.-

- Dime pequeña de que se trata?-

- Prométame que me escuchara sin juzgarme por favor.-

- Alexia desde que llegaste al clan te quise y te ame como a una hija sé que no soy tu madre, pero puedes verme como tal cuando lo necesites.-

- Lose, discúlpeme verá yo siento atracción por una persona que no podría ni querría aceptarme si lo supiera.-

- Estás segura de eso? Ya lo has hablado con esa persona?-

- Créame ella...-

- Ella. Entonces estamos hablando de...-

- Sí... de Milena.-

- Ahora entiendo todo, mira hija que te has complicado la vida, ella será nuestra líder... tendrá un esposo e hijos.-

- Cree que no lo sé... desde la primera vez que la vi, cuando ella me recibió con esa calidez quedé cautivada y todo este tiempo bueno ha sido un desafío actuar normal, pero ahora que se aproxima su compromiso no puedo evitarlo.-

- Aunque aún es joven es una muchacha muy sabia y te estima bastante creo que debería saberlo, no crees que se lo merecen?-

- Por supuesto que sí.-

- Entonces busca el momento indicado para decírselo y hazlo ella no te hará daño, quien sabe quizás te dé las palabras correctas... las que necesitas oír.-

- Se lo agradezco.-

- Siempre puedes venir a mí por un consejo.-

Sus palabras le dieron a Alexia los ánimos para hablar con Milena, pero no la encontraba por ningún lado.

- Dime que no lo voy a arruinar.-

- No lo harás ellos te deben todo y así se los puedes quitar si no te escuchan.-

- Sabes que no es la idea.-

- Entonces dime y les corto el cuello.-

- Tampoco puedes hacer eso, no son ellos los que me preocupan no quiero decepcionar a mi padre.-

- Eso no es posible eres la hija que todo padre quisiera y más.-

- Hector claro que es posible estoy consciente de ello.-

Se acerca y levanta el mentón de Milena haciendo que lo mire.

- Sé que lo estás y aun así no es posible, apostaría mi vida a ello.-