...Caminé por mucho tiempo, como de costumbre, con mi cabello cubriendo el lado derecho de mi rostro y con la mirada hacia abajo....
...No tenía hambre, tenía comida de la que tomé. Pero no dejaba de pensar en que lugar iba a pasar la noche y que es lo que haría con mi vida desde entonces....
...Estaba sentada en una banca de un parque, comiendo un poco y pensando que quizás Rosario y Sofía podría encontrarme si no me alejaba lo suficiente. Pero me sentía agotada....
...Me estaba comiendo una manzana, cuando de repente escuché cerca de mis pies un sonidito muy adorable y encantador. No había visto animales nunca, no sabía que era eso....
...Una criatura de cuatro patas, negro, con orejas pequeñas, bigotes y ojos de un color amarillo intenso. Se veía muy flaco, al parecer me suplicaba porque le diera algo de comer....
...No conozco nada del mundo exterior, no sé cómo se llama esta criatura ni de qué se alimenta. Pero ya que está aquí... Lancé un pedazo de manzana al suelo y este se apresuró por buscarla pero cuando se acercó, solo la olfateó....
- Oh, no te gustan.
...Pero él seguía allí, esperando algo de comer. Tenía otras cosas, así que lo intenté con varias hasta que el pequeño decidió comer un pedazo de pan....
- Entonces, ¿esto si te gusta?
...Comió bastante y de repente empezó a jugar conmigo, era tan lindo cuando empezó a hacer un ruido extraño que no entendía....
...Pronto me di cuenta de que la noche caía, me recosté sobre esa banca y para mi sorpresa, era más cómoda que el lugar en el que solía dormir antes. No tuve problemas para dormirme. El pequeño se quedó junto a mí. ...
...Me desperté al siguiente día y el pequeño seguía junto a mí. ...
- Deberías tener un nombre.
...Empecé a caminar mientras pensaba un nombre para el pequeño, que iba detrás de mí a cualquier lado al que me movía. ...
- Tienes cara de que te llamas Mixi, así que te llamaré de esa forma.
...Luego de caminar un rato, viendo todo de una manera maravillosa, llegué a una casa que tenía muchas flores, tanto dentro como afuera. ...
...Había unas en especial que eran completamente blancas y me enamoré de ellas, eran tan divinas. No pude evitar tocarlas. ...
- Te gustan las Gerberas por lo que veo - dijo una voz femenina.
...Sin levantar mi rostro le pregunté: "¿así se llaman?". ...
- Si - me respondió mientras se acercaba, podía escuchar sus pasos - esas flores son mis favoritas.
...Ella se agachó y empezó a observarlas conmigo, sin mirar mi rostro. Creí que se enojaría porque yo toqué sus flores favoritas, pero no fue así. Era encantadora. ...
- Significan mucho para mí estas flores.
...Pasamos mucho tiempo hablando de aquellas flores y cuando ella notó que tenía hambre me dio algo de comer, que si bien había visto antes en mi antigua casa, jamás lo había probado. ...
...Esa mujer me veía de una forma muy extraña, como si sintiese lástima. Me sentía un poco incómoda pero no quería irme y parecer una malagradecida. ...
...Pero, después de un rato le agradecí y planeaba irme, cuando de repente me encontré con él otra vez. ...
- Vaya, no pensé que le gustaran las flores - dijo - bueno, al menos ya lo sé, podré regalarte un ramo.
...Por alguna razón no podía hablar, mi boca simplemente no pronunciaba las palabras, tal vez porque me hacía sentir nerviosa. ...
- ¿Le sucede algo señorita?
- ¿Por qué pregunta eso cada vez que me ve?
- Pues yo - en ese momento es interrumpido.
- Joven - dijo la amable señora - ¡qué bueno es tenerlo por aquí!
- Oh, Mercedes, vengo aquí todos los días.
- Lo sé, por eso ya está aquí el ramo de flores que lleva todos los días.
...Aproveche ese momento para alejarme poco a poco. Respire tranquila al llegar de nuevo al parque. No me había fijado en que Mixi todavía estaba cerca de mí, por un segundo pensé que se había ido. ...
...Mi Soledad fue interrumpida por un ramo de gerberas....
- La señora Mercedes me dijo que te gustaban estas flores, pensé en regalarte unas.
- ¿Por qué?
- ¿Por qué siempre estás a la defensiva?
- No sé quién es usted.
...Parece haberse sorprendido cuando le dije que no tenía ni la menor idea de quien era él. ...
- No importa - dijo luego de sentarse en la banca - todos los días le compro flores a mi madre, y ya que estaba en la floristería dije: "¿Por qué no regalarle unas a esa Misteriosa chica que siempre oculta su rostro con su cabello tan lindo?"
...Él era amable, pero estaba acostumbrada a que cuando las personas eran amables era por lástima. No quería que sintieran eso por mí. ...
- Pues, está bien, gracias.
...Creí que se iría después de eso, pero se quedó allí. ...
- Y también parece gustarte los gatos.
...Con que así se llaman... Él hablaba demasiado mientras yo solo me limitaba a asentir a todo lo que él decía. ...
- Está bien - se puso de pie - veo que te gusta estar sola, pero al menos ya sé dónde puedo encontrarte.
...¿Qué le sucede a él conmigo? ¿Qué querrá de mí? ...
...En cuanto él se fue creí que finalmente estaría sola y fue así hasta que calló la noche y con ella la soledad. ...
...Escuche al gato hacer ese ruido que hacía pero no de una forma encantadora como las veces anteriores. Lo hacía de manera agresiva. ...
...Me desperté enseguida y allí estaba parado aquel hombre que me había convencido de irme de ese lugar. ...
- Veo que tomaste una buena decisión, ¿cómo te ha ido aquí afuera?
- Hasta ahora muy bien.
- Te dije que sería lo mejor para ti, en especial cuando estés lista.
¿Lista? ¿Pará qué? ¿A qué es a lo que se refiere?
...Cuando estaba a punto de preguntarle algo, él me sujetó de los hombros. ...
- Oiga, ¿qué hace? - le grité - me está lastimando.
...Me estaba llevando hacia algún sitio. Pronto sentí otras manos que me sujetaban con mucha fuerza. Grité pataleé, pero todo fue en vano. Me detuve cuando vi algo (una camioneta). ...
...Se abrió la puerta y empezaron a llevarme hasta él. Puse mis pies en contra de esa cosa, para evitar entrar ahí, otra cosa que fue en vano. ...
...Ya estando dentro vi a otros dos hombres. La cosa esa se movía y yo no paraba de preguntarles quienes eran o que querían de mí....
...Perdí a mi nuevo amigo, a mi muñeca de trapo y a mi cajita musical. ...
...Terminé en un cuarto pequeño, mirando y preguntándoles de todo. Hasta que al parecer se cansaron. Se fueron de allí y me dejaron encerrada. ...
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