Gabriella.

...*Aunque no se me hizo muy difícil pasar la noche allí, de cualquier manera ya estaba acostumbrada a dormir en ese tipo de lugares. Pero en esta ocasión el miedo era demasiado, no sabía por qué había terminado allí o que era lo que querían esos hombres de mí... ¿A dónde me llevarían?...

...A la mañana siguiente, no había dormido absolutamente nada y me moría de hambre....

Pronto apareció uno de esos hombres, el más joven por cierto y que también vestía de una forma más llamativa que los demás. Él tenía algo para mí, me dejó un plato de comida que la verdad me pereció demasiado. Una de las cosas que me habían enseñado que yo no merecía. Pero joder, tenía demasiada hambre*.

...Así que no tuve problema en comerme todo, sin dejar nada en el plato....

— Mi hermana y sus caprichos - dijo aquel joven mientras se fumaba un cigarrillo - su manera peculiar de hacer las cosas.

En ese momento aparecieron los otros hombres.

— Leo - dijo uno de ellos luego de poner la mano en el hombro del joven - ya deberíamos planear todo lo del viaje e irnos, la señorita Gabriella ha de estar muy desesperada.

— Vamos, no se preocupen - respondió el joven - realizaremos ese viaje mañana, mi hermana puede esperar un poco.

El más joven parecía tener control sobre los otros que eran más viejos. Tenía un aire de jefe, pero por lo que había escuchado, había otra persona al mando.

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...Finalmente, al día siguiente, ellos me tomaron de nuevo y me llevaron a un lugar bastante aislado, en el que se encontraba otra cosa que jamás había visto (avionetas)....

...Eran varias, estas eran cargadas con paquetes enormes y después se alejaban. Pronto solo quedó una de ellas, yo estaba atada y me estaban llevando hacia ella....

...*No importaba cuanto lo intentara, ellos tenían mucha más fuerza que yo, y mis gritos al parecer no podían ser escuchados por nadie....

...Mientras los demás se mantenían ocupados, el más joven se limitaba solo a hablar por teléfono*....

— Ya te dije Gabi que ya vamos, no seas impaciente.

...Ese joven fumaba casi todo el tiempo desde que lo vi, su gran aire de superioridad ante los demás. Pero estaba claro que alguien más era superior a él....

...Mientras estaba dentro de esa cosa, con esos hombres me di cuenta de que el hombre que me incitó a escapar ya no estaba con ellos....

— A la señorita Gabriella debe estarle hirviendo la sangre ahora mismo - dijo uno de los hombres.

— No te preocupes - respondió el joven - se trata de mi hermana, lo puedo controlar.

...Cuando llegamos finalmente, aquella mujer que ya había visto antes en casa de la señora Rosario estaba allí parada, al parecer esperándolos....

...El joven se bajó dispuesto a abrazar a la chica. ...

— Hola Gabi, ¿cómo estás? - dijo el joven sonriente - de hecho, esa cara que tienes me dice que me quieres matar, ¿no es así?

...Al parecer se llama Gabriella, la chica vestida con elegancia y rodeada de su séquito de guardaespaldas, estaba en el lugar de encuentro. Su rostro impasible y sus ojos penetrantes transmitían una aura de poder indiscutible....

— ¡Finalmente están aquí! - exclamó Gabriella con voz grave y llena de impaciencia mientras se acercaba a su hermano, quien la miraba con cierta despreocupación.

— Lo siento, hermana - respondió su hermano con mucha tranquilidad - pero estábamos disfrutando de todo lo que España tiene para ofrecer. Ya sabes cómo somos.

El ceño fruncido de Gabriella reflejaba su disgusto. "Hay cosas más importantes que pasar el rato", le recordó con voz firme. "Tenemos trabajo que hacer".

...Los demás miembros del grupo observaban cautelosos la tensa discusión entre los dos hermanos. Gabriella, consciente de las miradas furtivas, elevó la voz para que todos escucharan:...

— ¡Suficiente! ¿Qué hacen allí parados? Continúen con su trabajo. Descarguen y acomoden todo lo que hemos traído de España.

...El temor se apoderó del ambiente mientras todos se apresuraban a obedecer las órdenes de Gabriella, conscientes de que desafiarla no era una opción....

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