Capitulo 10.

--Alex...

--Señorita, no debería de mirarme de esa forma.

--¿De qué forma?

--Como si quisiera poseerme.

(...)

(...)

(...)

Incomodidad o nerviosismo.

Sentimientos que no solía tener en mi vida pasada, y gracias a eso lograré convertirme en una verdadera perra para salir adelante ahora.

Ahora que soy Historia.

Pero este tipo realmente me pone nerviosa e incomoda.

Habían pasado cuatro días desde la visita de Alex, desde entonces Alexandro Silva había tenido encuentros conmigo por "casualidad".

En la salida de los dormitorios, en el restaurante de la Academia e incluso en la biblioteca. Pero no por actividades del club de lectura, solía visitar la biblioteca por gusto y el siempre aparecía.

La excusa que tenía para hablarme fue por el libro del cual me recomendó. Siempre me pedía mi opinión sobre dicho libro y lo que pensaba, me negaba a responder y siempre me excusaba.

En la noche del cuarto día de los encuentros Alex vino a visitarme otra vez. Lo que por alguna razón me llevo a la siguiente situación.

--Y-yo no trato de mirarte de esa forma.

--Jaja esta bien.

--¿Alex?

--¿Umm?

--¿Cuándo planeas decirme tu identidad?

--Señorita, hemos hablado de esto antes.-- Alex soltó un suspiro y luego dirigió su mirada hacia mi, por supuesto otra vez tenía una máscara pero aún tenía el sentimiento de que el me observaba.

--Piénsalo, sabes mi identidad, mi nombre y a que familia pertenezco e incluso te tengo confianza. Aunque es tonto, confío en una persona de la cual no se nada.

--Historia.

"Historia" nunca me llama por mi nombre.

--Olvidalo.

Me levanté de la cama y me dirigi a la ventana y me pose frente a esta, trate de olvidar su presencia viendo a través de ella.

Pero por supuesto no estaba contento con esto.

Por supuesto aunque quería estar enojada no podía.

Por su cercanía.

Por primera vez en todos los meses de conocerme tuve contacto físico con el desde del baile.

Alex se puso de pie detras de mi, lo siguiente que sentí fue como su cabeza cayo sobre mi hombro. Me estremeció.

No tenía la máscara.

Trate de girarme y ver su cara.

Pero el me detuvo sosteniendo mis caderas. Sus manos estaban sobre mis caderas, mierda.

Y no podía girar la cabeza por que la suya no me lo permitía.

--¿A-alex?

--Historia detente o no me culpes por lo que hare.

La voz de Alex se desplazó cerca de mi oído.

Había levantado la cabeza de mi hombro, pero sabía de mis intenciones asi que rapidamente su mano derecha se desplazó a mi mentón y lo sostuvo, otra vez no podía mover mi cabeza y se mantenía oculto detras que nisiquiera desviando mis ojos podría verlo.

Ahora su brazo izquierdo rodeaba toda mi cintura.

Su rostro estaba oculto detras de mi, lo sabía por la ventana por la cual solo podía ver su ojos y no era la mejor visión.

No podía ver claramente nada.

--¿Qué quieres saber?

Pregunto.

--Tu identidad.

-- No.

--Pero.

Trate de contradecir lo pero solo recibí un apretón en mi cintura.

Su mano presionaba con fuerza y luego se detuvo.

--Nombre.

-- Alex.

--¿Es real?

--Por supuesto.

Bien, sonaba sincero.

--Tu edad.

--¿Es eso importante?

Pude escuchar como soltaba una risita cerca de mi oído.

--Para mi si...

--Se lo diré en otra ocasión cuando la señorita este dispuesta a decirme la suya, claro está no lo preguntaré ahora por que sería irrespetuoso de mi parte.

¿No había mencionado mi edad?

--¿Cuál es tu apellido y a que familia perteneces? ¿Eres un noble o un plebeyo? ¿Haz hecho actos poco dignos de humanos?

Guardo silencio y el apretón en mi cintura fue mi respuesta, no diría nada al respecto sobre lo que pregunte.

-- No puedo responder a todas sus preguntas Señorita, pero puede tener la plena confianza en que jamás le haré daño. Si quisiera hacerlo hace tiempo usted sería historia.

Ja! Chiste bajo con mi nombre.

--Lo único que puedo ofrecerle es esto.

La mano izquierda de Alex fue quitada de mi cintura y se dirigió a mis ojos a los cuales cubrió en una inmensa oscuridad, no podia ver nada. Luego sentí como con su otra mano tomaba la mía y la levantaba.

--Solo haz una imagen.

Estaba cerca de mi podía sentirlo.

Depronto mi mano tocó algo, su rostro.

Me soltó dejándome mover libremente, pase mi mano por su cabello y fui bajando lentamente, toque su frente y luego sus ojos los cuales cerró por un momento. Luego su nariz podía sentir lo perfecta que era, con mi palma toque sus mejillas las cuales eran muy suaves, mi dedo pulgar termino rozando sus labios los cuales eran igual de perfectos que todo en el.

Retire mi mano lentamente y el hizo lo mismo, cuando pude orientar bien mi vista el ya tenía la máscara puesta. No podía ver su rostro pero se me permitía tocarlo. Y se sentía bien.

--Tengo que irme antes de que su amiga despierte por el ruido.

Annie volvió a mis recuerdos en ese instante.

La mire y estaba profundamente dormida.

Alex se dirigió a la ventana y la abrió dejando entrar una pequeña brisa fría que removió su cabello y el mío.

--¿Cuándo volverás?-- Pregunté, aunque no quería verme ansiosa por volver a verlo.

--Señorita, no le garantizo un día, últimamente tengo más trabajo que antes así que me tomará un tiempo.

"Señorita"

Volvió.

Volvió a ser el Alex de siempre.

--Cuidate Alex.

--Usted igual.

Y en un momento desapareció.

Y luego pasaron 2 meses.

(...)

(...)

(...)

Dos meses, dos meses sin verlo.

Mis estudios en la Academia no pueden ir mejor y cada vez aprendo más, paso mis días con Annie y enviando cartas a mi familia con la cual me reunire pronto por mis vacaciones. Esto por lo menos es algo positivo.

Lo triste es que no había podido ver a Alex durante todo este tiempo, supongo que los asuntos que lo tienen ocupado tomarán más tiempo de lo que creía.

Por otro lado Alexandro dejo de tener encuentros por obra del destino conmigo y pude seguir con mi misión de ignorarlo, solo convivía con el por actividades del club y durante las reuniones. En toda la semana si le decía más de cinco palabras eran muchas.

Y estaba agradecida por eso.

(...)

(...)

(...)

--Toria...

--Ria...

--¡¡¡Historia!!!

Annie? la cual estaba a mi lado me gritó cerca del oído, demasiado cerca. Ugh.

--¿Qué pasa?-- Pregunte.

--Eso quisiera preguntarte, desde hace un tiempo haz estado perdida en tus pensamientos ¿Pasa algo?

¿Eso hice?

-- No, claro que no.

Annie suspiró.

--Puedes contarmelo ¿Sabes?

--Bueno... Antes de llegar a la Academia... Bueno, justo en el baile que organizó la familia imperial conocí a un hombre llamado Alex. Este joven siguió frecuentandome todos los días hasta este punto en el que nos volvimos cercanos, pero pasa que el siempre oculta su identidad.

Ahora me doy cuenta que no soy una persona difícil de convencer.

--¿Como?

-- Una máscara, nunca me ha dejado ver su rostro.

En el momento en que las palabras salen de mi boca el recuerdo de aquella noche en que Alex me permitió tocar su rostro inundó mi mente.

--Bueno... Me permitió tocarlo una vez, pero el cubría mis ojos.

--Bueno y ¿Sientes que es peligroso?

-- No... Bueno, nunca a intentado hacerme daño.

--Eres mi amiga asi que te diré lo que cualquiera en esta situación te diría, ten cuidado, puede actuar asi por algún interés. Puedes estar en la Academia o en cualquier otro lugar asi que recuerda que eres Historia Vermillion. No dejas de ser hija del gran duque Abraham Vermillion.

--Lo se.

--Ahora ¿No has pensado en que tal vez no haz desconfiado por que... te agrada en otro sentido?

--¿En otro sentido? ¿Alex?

Trato de pensar en todos los momentos que compartimos que solo son charlas normales, pienso en el cerca de mi pero no me causa ningún sentimiento que me haga sobre saltar el corazón.

-- No, definitivamente no me gusta Alex.

--¿"Alex"?

Ambas nos giramos hacia la voz que provenía de detrás.

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