Mis padrinos junto a Damián se retiran y yo cargo a mi hermosa bebé, un mar de sensaciones me invade solo por tenerla tan cerca de mí, la amo, fueron muchas noches. Oscuras las que pase sin conciliar el sueño, pues, esa bebita me tenía preocupado, nunca había amado así ni siquiera a Amanda, nunca llegué a llorar por ella y por mi bebé llore como un loco, la amo y la quiero conmigo siempre.
Camino con mi bebita en brazos, ella me hace caritas graciosas y yo estoy perdido en ella.
Ángela: Osito te extrañé, te molesta que te llame así en público.
Niego con mi cabeza y la beso.
Dominick: jamás me avergonzaría de lo mucho que me ama mi bebé.
Se ríe emocionada y me da otro beso, llegamos al cuarto y ella abrió sus brazos y da una vuelta.
Ángela: y... cómo me veo la chica de la tienda dijo que serías la más hermosa de la boda.
Dominick: Estás hermosa, pero creo que le faltó tela a ese vestido.
Ángela: yo pensé lo mismo amor, los chicos me dijeron que estaba hermosa, pero que tú estarías molesto.
Dominick: está preciosa, pero no me gusta que vean de manera indebida a mi bebé.
Quita su vestido y se queda en una lencería muy sexy, pero no lleva sujetador. La observo serio y le pregunto y esa lencería entonces me responde con toda dulzura.
Ángela: la chica de la tienda dijo que no solo debería verme hermosa con el vestido, sino también después, aunque está me incomoda un poco.
Dominick: te ves, preciosa, con lo que sea y ese vestido es muy revelador, se ve toda mi pierna, mis hombros, mi pecho y mi espalda.
Digo mientras acaricio cada parte de su cuerpo nombrada y digo mi pierna, mis hombros, mi pecho, porque son míos, toda ella lo es y la amo.
Ángela me besa delicadamente, beso que Voy intensificando cada vez más, cada beso hace que mi pecho quiera abrirse para dejar salir mi alocado corazón mis caricias no se hacen esperar, y recorro su cuerpo con la punta de mis dedos haciendo que mi pequeña eche su cabeza hacia atrás, beso mis montañas adoradas y creo que no será necesario más nada por primera vez tengo la necesidad de correrme sin siquiera haberme hundido en ella, ella también está acelerada e inquieta es deseosa por mí, la recuesto en la cama mientras le doy placentera atención con mi lengua en sus partes deliciosas y alucinantes.
Oh... Dominick... Mi amor... Ah.
Era el mantra de mi bebita tenerla expuesta ante mí hacía que mi sintiera el puto rey del mundo, después de un rato, sentí las piernas de mi reina hermosa temblar y la vi a ella convulsionar de placer, está rojita de la vergüenza la extrañe tanto, extrañé sus caras al momento del placer, extrañé verla sonrojarse, y extrañé que me preguntara por cada sensación que experimentaba estaba jodido y perdido en ese pequeño ángel.
Subí lentamente para besarla en cada lugar de su cuerpo hasta apoderarme, sé sus labios, mi lengua invadía su boca, yo chupaba la suya, sus labios, entre en ella de manera directa y su grito de dejo escuchar, pero su cara no demostraba dolor, sino placer, entraba y salía de ella y cada vez me pedía Max, jadeaba y me mencionaba en cada movimiento.
Ángela; Dominick más por favor, más, así amor, ahhh, ahh, mmm.
Mi niña estaba perdida en el placer de un momento a otro, me dio vuelta y no sé cómo siendo yo tan enorme y movía sus caderas de una manera increíble, tomo mis manos y la puso en sus amigas mientras su cabeza estaba hacia atrás, debía admitir que estaba extasiado y maravillado, pero mi niña actuaba mayor, actuaba atrevida y vivaz, pero igual me gustaba, todas sus facetas me gustaban.
Tenía un Vaivén de caderas que me enloquecía, hasta que no soportamos más y caímos rendidos, exhaustos, se montó encima de mí y me abrazó como si su vida dependiera de ello.
Ángela: Amor, no me dejes presiento, que nos alejaran, no me dejes osito.
Dominick: Hasta debajo de las piedras te iré a buscar, pero jamás dejaré que nos separen, tú eres mía bebita y yo tuyo.
Ángela: Te amo Dominick, te amo mi demonio.
Dominick: y yo a ti mi ángel.
Esa noche fue interminable, la tomé en muchas posiciones, el baño también fu testigo de nuestro amor, yo la amaba por más audaz y atrevida que fuese al momento de la intimidad, al terminar era aún más dulce que de costumbre por fin a eso de las cinco de la mañana caímos rendidos ella dormía en mis brazos, completamente desnuda y yo la abrazaba por la espalda.
Ya eran las doce del día cuando bajamos ya listos a desayunar ella tenía una hermosa sonrisa cargaba un vestido de flores color rosa y su cabello hermoso suelto, al llegar a la mesa estaban sus padres, Damián y hasta Lorenzo ellos nos saludaron mi padrino y Donato tenían una mala cara, pero yo estaba feliz de la noche que había pasado con mi bebita, se sorprendieron al ver la silla de Ángela al lado de la mía y mientras que todos tenían su comida en una hermosa y sofisticada vajilla el plato de mi niña era de ositos rosados y tenía forma de un oso, allí había papilla de manzana y en otro plato parecido había su comida normal.
Ellos nos veían, pero yo no les preste atención, le daba la comida a mi bebé y me olvidé tanto de su presencia que casi hasta de avión le doy a comer.
Donato: Dominick, no creo necesario que le des la comida a Ángela en la boca y menos a qué juegues al avionsito hace mucho, te dije que si era un fetiche tuyo, pero veo que es su crianza y tú, no la ayudas ella, debe comer sola.
Dominick: Padrino me va a disculpar, pero mi bebé tiene sus gustos y yo amo complacerla, mi Nana le dará la lista de gustos de mi bebé y si no quieres cumplirlos me dice y voy a su casa para atenderla.
Damián: Dominick sabes los horrores que debió pasar, eso la debió haber hecho crecer, pero tú no la ayudas.
Lorenzo solo se limitaba a comer, no opinaba nada.
Ángela: Damián no me pasó nada, más que lo que te conté, lo de los señores Bianchi y Ferrer, ellos no me tocaron, el único para mí ha sido.
Lorenzo abrió sus ojos, sorprendido.
Lorenzo: O sea que cuando estabas en mi casa no habías Sido sé nadie.
Mi bebé negó con su cabeza y me dijo.
Ángela: amor ese señor no me gusta ahora que sé qué quería hacerme, no me cae bien permiso voy a mi habitación cuando estén listos para irnos me avisan.
Dijo mi bebé y salió corriendo a su habitación.
Donato: A qué se refería mi princesa y por qué se puso así con Lorenzo.
Damián: este bastardo la compró, la trato muy mal y se la vendió a cuatro tipos menos mal, Dominick la salvó.
Donato se levantó y golpeó a Lorenzo, este se disculpó, dijo que pensó muy mal de ella y por eso lo hizo, yo me levanté a buscar a mi bebé quien lloraba con sus osos Abrazados.
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Comments
rubi salgado
pero por lo menos la compro para que otro loco no lo hiciera si no no estaría con ellos
2025-03-15
1
Lourdes Guía
Me cae mal el tal lorenzo!
2025-03-16
1
Rosa María Corrales Pèrez
Se merece por hacer eso con esa chica ya tienes dos golpizas jajaja jajaja
2025-01-10
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