Cruel verdad.

Dominick.

Llegamos a la mansión y allí está ella tan indefensa, está dormida se ve inocente y dulce es hermosa, como vino a caer a ese lugar, la llevé a su habitación, mandé a preparar una al lado de la mía, pero ya que vi sus gustos mañana la mandaré a remodelar, la dejé dormida con su osito gastado a pesar de ser viejo olía muy bien, salí de esa habitación y me fui a la mía me duché y me recosté un rato, ya era de noche, pero no creo que ella quisiera cenar igual le mandé a subir su cena para cuando despertara, me puse a pensar en todo lo que ha pasado está chiquita, parece afectada a lo mejor es un mecanismo de defensa tomo mi teléfono y llamo a un amigo psicólogo y le explicó el caso.

Carlos mi amigo me dijo que a lo mejor creo otra personalidad, pero para estar seguro debe conocerla y hablar con ella y así se hará cuando él pueda vendrá, corto la llamada y me dispongo a dormir, lo mejor será seguirle la corriente, fue lo que mi amigo me aconsejó, pensé tanto que me quedé dormido a la mañana siguiente me despierto por la luz del día entrando por mi ventana, me levanto y me preparo para bajar al llegar a la cocina escucho una maravillosa melodía es ella quien canta mientras ¿está limpiando?.

Dominick: Buenos días que haces.

Ángela:buenos días, señor Dominick estoy terminando la cocina, lo lamento, pero esta casa tiene más habitaciones que la del señor Lorenzo, pero ya termino y comienzo con el jardín.

Dominick: Tú limpiaste todas las habitaciones de esta casa por qué.

Ángela: Señor, usted me compró y tengo que pagar por eso como decía el señor Lorenzo hasta que usted empiece a venderme.

La última parte la dijo bajando su cabeza.

Dominick: Pequeña tú no tienes que limpiar ni serás vendida, yo te compré eres mía okay.

Ángela: Okay señor que quiere que haga tendré que acostarme con usted...

Dominick: No, al menos que tú lo quieras.

Ángela: Me gustaría que durmiera conmigo como lo hizo Damián.

La rabia se apoderó de mí y apreté los puños.

Dominick: Acaso lo extrañas, él se fue y te dejó.

Ángela: si lo extraño mucho él es un muy buen amigo y entiendo que se fue su amor apareció.

Dominick: Amigo... Ustedes se acostaron y lo consideras amigo.

Esta chica era muy fría por dentro.

Ángela: no, verá él se acostó conmigo, es normal y me contó un cuento para dormir, también jugamos con los juguetes nuevos y con pochito, pero eso de anoche no es acostarse, ellos me querían quitar la ropa.

Dominick: por qué no vamos al jardín y hablamos que no te entiendo nada y quiero que me escuches con atención.

Fuimos al jardín y la enfrentaría, mi amigo mencionó que era peligroso, ya que sus personalidades podrían chocar al querer salir y me atacaría, pero soy un gigante delante de ella, así que no me preocupa, caminamos hasta el jardín y nos disponíamos a sentarnos, pero vio los columpios que eran de nosotros cuando éramos pequeños y corrió hacia allá, pensé que escaparía, pero me calmé no hay forma de hacerlo.

Ella se sentó en un columpio y yo al verla le seguí el juego y me senté a su lado a columpiarme.

Dominick: Te diré una cosa, tienes un trastorno de personalidad múltiple okay, a veces eres niña y a veces la mujer que se acuesta con todos, debe verte un psicólogo.

Ángela: no lo entiendo señor, y cuando me acuesto con otros sigo siendo yo.

Dominick: entonces dime cómo es posible que te asustaras ayer con esos hombres y con Bianchi y su amigo no. Dime qué hacías con ellos apuesto que no lo recuerdas, seguro que ni siquiera sabes quiénes son.

Ángela: si lo sé y si lo recuerdo, pero si hablo me volverán a castigar.

Dijo temblando y aterrada mientras se abrazaba así misma.

Dominick: ellos no vendrán y nunca te podrán castigar, me puedes decir.

Ángela: es un secreto y sería una niña mala si lo digo.

Dominick: si no me lo dices, si lo serás.

Ángela: Está bien, pero no me castigue sí.

Negué rápidamente diciendo que no lo haría, que confiara en mí, empezó a hablar y quedé aturdido.

Ángela: Siempre que iba con ellos se acostaban a mi lado y hacían cosas raras, yo cerraba los ojos y por eso me amarraban las manos o me ahorcaban, o me colgaban mientras me daban de nalgadas, yo debía ver.

Puso sus manos en la cara como si así se cubriera del dolor de ese recuerdo.

Ángela: Ellos decían que yo era fea y que más hermoso era Mario, se besaban y luego agarraban unos juguetes ratón que parecían pepinos o berenjenas y lo colocaban en un lugar muy asqueroso.

Yo debía ver eso.

Hizo una expresión de asco y a mí me dio risa lo que escuchaba, aunque permanecí serio, los grandes mafiosos son gays.

Angela: Ellos me dijeron que si preguntaban, que dijera que ellos me hacían cosas tan feas que no lo podía decir, ellos sí se acostaban conmigo, pero no me dejaban dormir, se movían mucho, ellos dijeron que pronto yo pasaría a un lugar mejor para que no pudiera contar su secreto, como las demás, pero no sé a dónde queda ese lugar quisiera ir, pero no pude la semana que lo iba a conocer, el señor Lorenzo me compró.

Desgraciados la querían matar, esta chica de verdad puede ser tan ingenua, debí averiguar más.

Dominick: háblame de tu vida antes de llegar a la casa de madame.

Escucharla me dio rabia, asco, impotencia por dios y yo pensé que era malvado. Me contó que fue abandonada de bebé con su osito pochito, que en ese internado a todas las demás chicas la entrenaban para acostarse con los hombres cuando tuvieran edad y el cura les hacía una prueba, aunque ella no sabía para qué entrenar si solo es acostarse y cerrar los ojos.

Me contó que a ella no le tocaba ese entrenamiento, que tenía que crecer como niña y me dijo sus reglas y sus horribles castigos, no podía hablar con nadie, no podía bañarse sola, nadie que no fuese la monjita la podía ver desnuda, ella no podía desobedecer.

Luego siguió diciendo que antes de que durmieran a todos, la monjita le decía que pronto debía decirle papi al cura y dejarse hacer, o bañar o tocar, lo que sea con él porqué si no sería una mala niña, ella no podía dormir sin su cuento o canción de noche por eso le cuesta dormir a veces, solo lo hizo cuando durmió con Damián que le contó un cuento.

Esta chica no se cree niña, es una niña atrapada en el cuerpo de una mujer, por Dios y todos la creían una persona manipuladora y de baja moral, la criaron para satisfacer a la mente enferma de un viejo asqueroso que menos mal mataron o yo lo hubiese hecho de una manera muy horrible.

Ahora menos que nunca me alejaría de Ángel, a ella la cuidaría con mi vida de ser necesario.

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