Los cuatro.

Angela.

Después de comer pastel le conté sobre cuando era bebé, que me abandonaron a mí y a pochito en el orfanato y todo lo que viví allí, cada castigo y cada regla, él abría sus ojos, escuchándome y apretaba sus puños, también le comenté que mañana me venderían a cuatro hombres para que me acostara con ellos, entonces le dije.

Ángela: Damián, verdad que vamos a dormir muy incómodos los cuatro en una sola cama, pero Lorenzo no entiende.

Le dije haciendo un puchero.

Damián se desesperó, se agarraba su cabeza, no sabía lo que le sucedía, por qué estaba molesto, él empezó a llamar a Lorenzo y no le contestó, le preguntó a sus hombres por él y dijeron que vendría mañana temprano, este suspiró molesto y dijo.

Damián: Esta noche me quedaré aquí contigo y mañana temprano hablaré con Lorenzo para que te venda a mí, ahora no te puedo llevar porque no está y sería algo muy malo.

Ángela: Siiii, y jugarás conmigo después que termine de limpiar tu casa y arreglar todo.

Damián: Si jugaremos mucho, pero no limpiarlas nada okay.

Yo saltaba de la alegría y lo abrazaba, me encanta Damián, es un amigo genial.

Las horas pasaron y yo tenía sueño, pues, bostece, él me dijo que iría a dormir y le pedí que durmiera conmigo él asintió con su cabeza y se acostó a mi lado, yo tenía un pijama de conejitos rosa y él se acostó a mi lado con un pijama que creo era de Lorenzo; un mono gris y una franelilla, él me abrazó y le pregunté si me podía contar un cuento o cantarme algo para dormirme, quería vivir mi antigua vida aunque sea una vez más, él empezó a contarme la historia, pues, dijo que no cantaba muy bien y así nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente amanecimos abrazados y yo feliz me levanté y el igual, fuimos a desayunar para esperar a Lorenzo y así comprarme, pero Damián recibió una llamada que lo vivió como loco, se veía preocupado y feliz, me vio, me abrazo y dijo.

Damián: Me tengo que ir princesita, pero te juro que te sacaré de aquí, ahora me tengo que ir.

Yo lo abracé muy duro y el marcó un número y dijo.

Damián: La encontraron, por fin la encontraron, me tengo que ir de viaje, ahora por fin estará conmigo mi pequeña, adiós luego te llamo.

Fue lo único que dijo, bueno se fue a buscar a alguien importante claro, por eso se va y me deja aquí, ojalá se divierta mucho con su pequeña, dije y fui a mi cuarto.

A eso de las diez de la mañana llegó Lorenzo y vino a mi habitación, ya yo había limpiado todo, este me gritó muy feo como siempre, me dijo que era una perra, que como había podido embaucar a Damián, sacarle cosas y de paso acostarme con él para pagarle, que no se me olvidara que el que puede cobrar era él y nada más, dijo que no sabía cómo Damián siendo tan delicado con sus zorras me había aceptado a mí, que daba mucho asco solo por haber sido la perra de ellos, mientras hablaba me abofeteaba.

Yo bajé mi cara y este me Volteó de espaldas y me dio con un fuete, me dio cinco en la espalda, luego me gritó que me curara por qué hoy sería vendida a cuatro tipos, dijo que buscara algo lindo que ponerme en las cosas que le saque a Damián y me vistiera para acostarme con ellos, dijo que también se enteró de que me había comprado juguetes los cuales utilizamos ayer, que también los llevara yo solo lloraba en silencio, él salió de mi habitación y fui a asearme.

Al salir del baño una mujer me esperaba con una crema y unos pañitos húmedos, me limpio las marcas y me dijo que descansara para que a las siete fuera al cuarto que me asignaron, allí estaría con los cuatro hombres. Pase la tarde acostada no sabía por qué tenía que descansar si lo que haría era dormir, pero bueno Lorenzo es extraño, se hizo la hora y busqué un hermoso pijama color rosa con pequeños osos panda, era un pantalón de seda y una camisa manga corta, me puse unas pantuflas de oso, me hice dos colitas y llegué al cuarto donde estaban cuatro hombres, dos eran como de unos treinta y algo y los otros dos tenían la edad de Damián más o menos veintitantos, esos hombres al verme hicieron una mueca y luego se rieron.

Pijama de Ángela (solo pijama).

Hombre 1: Pequeña y vas a una pijamada o qué.

Ángela: Me voy a Acostar con ustedes no, por qué no están listos.

Hombre 2: Créeme chiquita que lo que menos haremos será dormir.

Hombre 3: Es un poco enfermo que te vistas así para la ocasión, pero mataremos fantasías.

Hombre 4: la ropa no importa en un momento estorbará.

No sabía qué estupideces decían, me dio miedo, así que me metí a la cama y me tape con la sábana, estaba muy asustada, luego uno de ellos me tocó y lo empujé.

Ángela: Oye, ten tus manos quietas y acuérdense, no pagaron para eso.

Hombre 3: eso haré perra.

Dijo y empezó a quitar mi camisa, pero corrí por la habitación, otro trato de aguantarme, pero luché y me solté, parecía una ranita saltando, estaba muy asustada hasta que otro me agarró y rompió los botones de mi camisa dejándome en mi sujetador rosa iba a pegar su boca de mi cara, pero le di un cabezazo y salí corriendo hasta la oficina de Lorenzo.

Abrí la puerta mientras me aguantaba con mis manos la camisa.

Ángela: Lorenzo, esos hombres están locos, no querían acostarse conmigo, empezaron a tocarme y me rompieron mi pijama.

Lorenzo me miró con furia.

Lorenzo; por qué te vestiste así perra y por qué te saliste, ve hacia adentro ahora.

Empecé a negar llorando, no quería volver.

Ángela: dijiste que me acostaría con esos cuatro, bueno me puse pijama y no quiero regresar, ellos son raros, me quitaron la camisa mira, no Lorenzo, por favor.

Estaba tan asustada que no me di cuenta de que en la oficina se encontraba alguien más, hasta que habló.

Hombre: Te dije que me la llevo ahora y no me sigas discutiendo.

Lorenzo: esa perra debe estar con ellos, ya pagaron, luego te llevas lo que dejen.

Hombre: no me hagas perder la paciencia Lorenzo, dije que me la llevo ahora.

Dio un golpe en el escritorio y yo me asusté, el hombre era imponente, daba miedo, era guapo, cómo Damián, rubio, alto ojo azules, de piel blanca un poco bronceada, tenía dibujos en el cuerpo como Damián y también era muy fuerte y grande.

Está bien Dominick eres mi amigo y no pelearemos por una perra.

Dominick.

Dominick: Vuelve a llamarla así y me olvido de nuestra amistad.

Cuatro hombres entraron y uno me jaló de una de mis colitas, el señor Dominick estampó su puño contra él dejándolo en el suelo, los demás empezaron a temblar al verlo.

Hombre 1: Señor Dominick Di Marco, buenas noches, discúlpenos.

Hombre 4: Capo de la Ndrangheta es un placer verlo, ya nos vamos.

El señor Dominick camino hacia mí y sin decirme nada me tomo en sus brazos para luego salir de la oficina y decirme.

Dominick: nos vamos de aquí tranquila.

Estaba asustada, este hombre era mucho más grande que los otros cuatro,de él no podría escapar y es que sus dibujos y seriedad daban terror, pero a pesar de todo me sentía segura con él, le dije que esperara que las cosas que me compró Damián estaban aquí y mi pochito también, él asintió y con una seña unos hombres fueron hacia donde dormía y trajeron mis cosas él me subió al auto y vi como llevaban a mi pochito traté de correr, pero su brazo me detuvo entonces le pidió el oso y me lo entregó, me aferré a pochito y el carro se puso en marcha, yo solo lloraba en silencio mi vida estaba muy mal.

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Comments

Liana Ossa

Liana Ossa

pobre por todo lo que a pasado angela

2025-03-04

0

Rosa María Corrales Pèrez

Rosa María Corrales Pèrez

Creo que es su hermano de Ángela

2025-01-09

0

Rosa María Corrales Pèrez

Rosa María Corrales Pèrez

le contará a Dominic Angela todo

2025-01-09

0

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