Los padres de Damián.

Ángela.

Seis meses pasé entrenando, seis meses dónde me enseñaron a pelear y a disparar cada entrenamiento era más fuerte que el otro ellos estaban sorprendidos con tan solo un mes de entrenamiento estaba más que lista les dije que me entrenarán como ellos y a eso se negaron no me torturaron, pero si quedaron en no contenerse al momento de pelear el que menos se contenía era Max, me golpeaba sin pudor me dio varías veces enormes palizas y en la noche los tres venían a consintiéndome, esto no lo hice para cambiar mi personalidad, lo hice para poder estar a la par con mi osito, pero sigo siendo yo, me sigue gustando la papilla, y la gelatina, me encanta dormir con un cuento, odio dormir sola, sigo siendo yo, Ángela, pero ahora sé defenderme.

Me enteré de que mi amor se casaba y me puse muy triste, lloraba sin parar, los chicos me dijeron que a mejor lo estaban amenazando, que no había otra explicación para que Dominick hiciera una locura como esa, después de mucho llorar seguí entrenando día con día, solo me faltaba aguantar aunque estaba acostumbrada a las palizas, ellos me dieron el entrenamiento completo, pase hambre, dolor, frío, pero me preparó para cualquier circunstancia.

El día de la boda se acercaba, así que fuimos por ropa y todo lo necesario para mí, seguí con mi entrenamiento y a diario lloraba, gritaba, por no tener a mi osito conmigo, quería acabar con todo antes de esa boda, pero ella siempre estaba muy custodiada, así que esperé al día de la boda, llegué hermosa con un vestido que la chica de la tienda eligió para mí, era un vestido largo, negro, lleno de cristales del mismo color, descubierto de hombros, con un escote pronunciado, de una sola manga, pero sin cubrir mi hombro y con una gran abertura que hacía ver toda mi pierna, iba desde el comienzo del hombro hasta llegar abajo y unos tacones negros, mi cabello iba suelto y tenía un maquillaje hermoso, algo muy atrevido para mi gusto, hubiese preferido uno rosa, de falda suelta y dos colitas, pero no representaría a mi osito, vestida así.

Vestido de Ángela (solo el vestido.)

Ángela Esposito.

Los chicos me vieron encantados y me dijeron que aunque me veía hermosa, a Dominick le daría un infarto de lo celoso que estará al verme así.

Entré a la iglesia con cuidado y me senté en los últimos lugares, esperé mi momento, el padre preguntó si alguien se oponía y yo como actriz de novela dije que yo me oponía y le disparé a esa mujer, su padre quería declararnos la guerra y lo callé con un tiro en su frente, el solo pensar que le haría daño a mi osito me lleno de rabia, luego de eso se llevaron a esa mujer y me quedé mirando a Dominick, este corrió hacia mí toda rabia se esfumó de mi cuerpo cuando lo miré a esos ojos que me enamoran y me hipnotizan.

Osito... Fue lo único que pude pronunciar para luego lanzarme a sus brazos y besarlo con desesperación.

Ángela: mi osito, perdón por arruinar tu boda.

Le dije haciendo un puchero el cual el beso y me derritió de amor.

Dominick: Bromeas mi bebita gracias, pero salgamos de aquí, necesito saber si estás bien y cómo es que sabes disparar.

Ángela: osito te puedo pedir algo.

Dije sintiendo mis mejillas coloradas.

Dominick: Quieres la luna o el sol.

Negué sintiendo mis mejillas arder por lo que pensaba decirle.

Dominick: No osito, quiero que me hagas el amor osito.

Dominick abrió sus ojos, se rio negando con su cabeza y me abrazó.

Damián: ¡mi pequeña!...

Dijo Damián sorprendido por lo que dije, estaba detrás de mí, me voltee para mirar a Damián y lo abracé.

Ángela: Damián te extrañé precioso, pero me suelto de él y miro a Dominick.

Dominick: Que sucede bebé.

 Pregunta Dominick ante mi reacción.

Ángela: no debo abrazar a hombres que no sean mi novio, se me volvió a olvidar.

Dominick se ríe y niega, luego me dice que a Damián sí y al padre de Damián también, pero ¿qué tiene que ver ese señor en esta conversación? Es más, ni sé quién es el padre de Damián.

Damián dice que nos vayamos ya, que debemos hablar salgo de la mano de Dominick y al llegar afuera lo suelto y me voy a montar en el auto donde vine un Lamborghini negro y yo voy a manejar pero...

Dominick: No sé qué te paso en estos meses, pero mi bebita no va a hacer esas cosas mientras esté yo cerca, okay.

Dice tocándome la punta de la nariz con su dedo y luego me lleva a su auto en el camino, voy con Dominick en la parte de atrás, me acuesto para que me acune en sus brazos, extrañaba tanto esto.

Dominick: Mi bebé te extrañé tanto bebita.

Ángela: por qué te ibas a casar, entonces no sabes cómo lloré por eso.

Dije y la cara de Dominick cambio a una triste.

Dominick: No me digas eso, mi amor perdóname era para poder salvarte mi vida y como escapaste de las manos de alma.

Ángela: bebé me rescataron como a las dos horas no fue mucho, aunque me golpearon mucho.

Él me abrazo y dijo que ella era una desgraciada, y me besó. Dominick luego de terminar el beso me preguntó cómo sabía disparar así, le conté todo por qué lo hice y que fue lo que me enseñaron, cada entrenamiento estaba molesto, me tomo de la cara y dijo.

Dominick: Pequeña bebita óyeme bien, no debiste hacer eso, tú eres muy dulce para esas cosas, yo jamás he creído, seas una debilidad para mí, tú eres mi fuerza y te amo.

Me abrazo fuerte y me besó.

Dominick: bebita yo te amo y aún hay inocencia en ti y quiero que siga así, no debiste pasar por cosas tan duras, ni cambiar por mí, yo te quiero como eres mi nenita.

Ángela: Sigo siendo tu bebita solo que ahora puedo defenderme, solo eso mi amor.

Llegamos a la mansión de Dominick y allí estaba el señor de la vez pasa el señor Donato, lo vi y me acerqué a él y dulcemente le dije.

Ángela: Hola señor Donato, como está.

Me acerco a Dominick y le susurro.

Ángela: Puedo abrazar al señor Donato.

Dominick asienta riendo, así que me acerco al señor que me mira con dulzura, y le pregunto si lo puedo abrazar, él no contesta, solo me abraza y solloza, ese abrazo se siente tan bien, me separo y le pregunto por qué llora él me dice que está feliz de verme, miro a su lado y veo a una mujer muy hermosa es una señora, pero es muy bonita la miro y sonrió.

La señora me sonríe y sin más me abraza y este abrazo es muy cálido, me siento feliz tanto que creo que pase mucho tiempo Abrazándola me doy cuenta de ello y me separo apenada mientras me separo.

Señora: No te disculpes mi niña, me presento, mi nombre es Regina de Cappelletti y soy la madre de Damián y él es mi esposo Donato y padre de Damián.

Ángela: un gusto Señora, Damián tienes una mamá muy hermosa y tu papá es muy guapo, me hubiese gustado tener padres así, pero me rechazaron por qué soy boba.

Se me salen las lágrimas y Dominick me abraza.

Dominick: No digas eso bebita tú no eres boba, eres muy inteligente y hermosa, ya no llores que me matas.

El señor Donato y Damián carraspean y Damián me dice que me siente que hay algo que debo saber. Limpio mis lágrimas y me siento para escuchar lo que me quieren decir.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***