Capitulo 6

Dos días después, Andrómeda y Roberta tenían un vuelo y sería de cinco días, los niños ya estaban algo tristes y aburridos, dejaron de ver a la anciana y a su nueva tía, Emma extrañaba ver a Matteo, para insistirle que sea su padre.

Quien más sufría, era su nana, los niños estaban muy tremendos y Emma no dejaba de decir que irían a la empresa del novio de su madre.

_Ya te dije que no, emma._

_Siii, Manuel, si no me acompañas, voy sola._

El niño ya no se podía negar, no quería dejar sola a su hermana, así que sin más y con mucha cautela, salieron de la mansión, viendo a ambos lados, tratando de no llamar la atención de nadie.

Manuel tomó la mano de su hermana y caminaban hasta llegar a la estación de metro, todos se quedaban viéndolos, pero ninguno decía nada y solo se concentraba en ver si llegaban a su destino.

_Aquí es hermana._

El niño ayudó a su hermana, y justo llegaron donde solo tenían que cruzar la calle, para llegar al gran edificio, donde se encontraba la empresa de Matteo.

_Matteo, tienes que ir en una semana a un viaje, en brasil._

Matteo no respondió, ya que pensó en Andrómeda, estaba a punto de decir algo, pero unos gritos se escucharon afuera, la secretaria trataba de que no entraran.

_No toque a mi hermana._

Grito Manuel al ver que la niña se quejaba.

Matteo y Arturo salieron y sus ojos se abrieron rápido.

_Matt, ella me trató mal, dile que tú eres mi papá._

La chica se quedó sin saber qué decir y Matt tomo en brazos a la niña para llevarla a su oficina, Manuel entró como un niño responsable y muy serio.

_Que hacen aquí, ¿dónde está su mamá?_

_De viaje, Emma quería venir y la traje._

Hablo Manuel muy serio.

_¿Andan solos? ¿Su nana no sabe que están aquí?_

Ambos asintieron, haciendo que los dos hombres se preocuparan, si esa mujer se había dado cuenta, podía darle algo, pero aún más a Andrómeda.

_No vuelvan hacer eso, niños, vamos a llevarlos._

_No quieres estar con nosotros, ¿verdad?_

Emma se bajó de sus piernas y tomo a su hermano para irse corriendo de ahí, a Matteo y Arturo, les costó mucho alcanzarlos y convencerlos de que se dejarán llevar a casa, Manuel convenció. Su hermana.

Pero ninguno quiso hablar con ellos, dejando a Matteo muy mal, su nana estaba agradecida, ya que estaba a punto de llamar a Andrómeda, aunque tenía que decirle en cualquier momento, no sabía como y seguro se pondría muy paranoica.

_¿Qué piensas?_

_Me dolió que Emma ya no me quiera hablar._

_No te preocupes tanto, se le pasará si le das un regalo grande, pero piensa más en lo sentimental, que lo material le sobra._

Arturo formó una sonrisa y le dio una palmada en el hombro, dejando a Arturo pensando en que hacer para que esa bella niña lo tratara igual, su encanto lo había enamorado y ver a Manuel, era recordar su niñez, muy serio y siempre cuidando a su hermana así le tocará apoyarla en sus travesuras.

_Estás distraída desde temprano._

_Estoy como preocupada, pero llame a la nana y mis niños están bien._

_Ya deja de pensar tanto, mañana regresamos y verás que estarán superbién._

Andrómeda asintió a Roberta y ambas salieron a descansar, al día siguiente viajarían de regreso, gracias ah que los negocios del gobernador habían acabado en ese lugar, regresarían al día siguiente y ya no viajarían más con él, las chicas querían estar más tiempo con los niños, pero está dona salvo y no en peligro de ser secuestrados para llegar a su jefe.

Mientras ellas descansaban, Matt no dejaba de pensar en esos niños y que podía hacer para recompensarlos y que no pensaran que él nos lo quería, era increíble como esos niños se habían metido en su corazón, sonreía solo pensar en ellos, no tenía una relación muy buena con la madre, pero eso no le importaba.

Inglaterra

_Mi señora, le puedo asegurar que yo tengo buenas intenciones con Matilda, no me importa como sea, yo la quiero así._

La anciana Matilde, tenía una batalla con un joven heredado de una gran familia, quien llevaba años, enamorado de la chica, aunque ella le metía miedo que su abuela no lo quería, no dejaba de insistir.

_Abuela..._

Al ver al chico se puso pálida, solo pensar la noche anterior.

Flash

_Aaah, siii, no te detengas Rick._

Matilda disfrutaba lo que el chico le hacía entre sus piernas, subió para entrar en ella de una sola vez.

_Te extrañé, no me dejes solo, cásate conmigo._

La chica que cualquiera pensaba que era tranquila y tímida, era toda una mujer traviesa y a Frederick lo tenía enamorado, pero ella no estaba tan segura de querer casarse y siempre que él le preguntaba, nunca respondía.

Fin del flash

_No tengo problema en que se casen, todo lo contrario, ya Matilda va para 28 años y aún no deja de ser señorita._

La anciana hizo que Rick se ahogara con el café que tomaba, ellos ya tenían un año en una relación de amigos con beneficios, sonido él, su primer hombre.

_¿No me digas, que tú también eres señorito.?_

_Ja, ja,ja, ja abuela, por Dios, claro que no..._

_¿Cómo sabes tú eso? _

Matilda se puso roja y se maldecía por abrir la boca demás.

_Solo digo abuela._

_Bueno, los dejo para que se conozcan más._

La anciana se fue riendo, Rick apenas vio que la anciana no se veía, se acercó a Matilda.

_¿Entonces eres señorita?_

_Cállate..._

El chico la interrumpió besando sus labios, y metiendo su mano por debajo de su vestido.

_Rick... Aaah_

_Me gusta cuando estás así... Rica_

Saco sus dedos de la intimidad de Matilda y los metió a su boca.

_Eres un..._

La cayó con sus labios.

_Cuando vayas a Colombia voy contigo hablar con tu hermano o voy solo, nos vemos luego, te amo nena._

Matilda quedó con la palabra en la boca, aunque le gustaba mucho, sabía cómo era la familia de él, no su abuelo, sino sus padres, solo le tocó irse a su habitación para cambiarse y pensar un rato, en sí quería dar ese paso.

Rick llegó a la mansión de sus padres y no le agrado para nada quién estaba.

_Holaaa, Frede._

La chica quiso abrazarlo y darle un beso, pero él no se dejó, le dio una mirada molesta a sus padres y se fue a su habitación, pensaba en su chica, en lo loco que lo tenía y en la vida que quería hacer con ella.

_No te preocupes, recuerda que solo queremos que se case con ella, para recuperar el 20% de la empresa que perdimos._

La madre tranquilizaba a la chica, quien solo actuaba traite por la forma en que Frederick la trataba.

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