Un nuevo día, Andrómeda se levantó y prepara el desayuno de sus preciados tesoros, arregló sus uniformes y los despertó, los tres se arreglaban mientras cada uno decía su sueño a futuro, era como una niña más.
Desayunaron juntos y el chófer llevo a los niños al colegio, luego a ella, la nana se despidió prometiendo cuidar de sus tesoros, faltando cinco para las diez, la mujer rubia de ojos claros, piel blanca, 1:70 llegó donde estaba Arturo, elegante, sonrisa encantadora, metro setenta de altura y un cuerpo que ella no paso desapercibida.
_Buenos días, señor._
_Puntual, me gusta._
Ella le sonrió por segundos, para luego ponerse sería, amaba su trabajo y eso requería responsabilidad, compromiso y respeto.
_Hay unas cosas que quiero que sepas._
Andro, levanto una ceja, imagino que era carga de drogas.
_Si es una carga de drogas, no acepto, tengo mucho que perder._
_No, no, ja ja ja, como crees, es solo que mi jefe es a quien vas a llevar y necesito que se entere que eres mujer, cuando ya no se pueda bajar._
La mujer se echó un risita sarcástica volteando para un lado, suspiro profundo y volteo a él.
_Bien, si el señor se quiere bajar, detengo el avión y me paga igual._
Arturo le dio la mano con una sonrisa, subió al avión con el copiloto y esperaron a que llegara Matteo, una media hora después, llegaron tres camionetas negras blindadas, bajando el con unos lentes, camino directo al avión, tomo asiento y saco unos ducumentos de su maletín, sin decir una palabra, la asafata se presentó y el no se inmutó en ver su rostro, solo asintió.
_Que esperamos para irnos._
Arturo soltó el aire, al ver que no le pregunto por el piloto, agradecía esa confianza que se podía perder en unos pocos minutos.
Y justo eso pasó, el hombre al escuchar la voz de la mujer, casi le daba algo, la asafata trataba de tranquilizarlo ya que el avión estaba tomando vuelo, Arturo se había sentado lejos, pero la mirada de su amigo decía todo, unos segundos después, se sentó, pero el vuelo de casi cinco horas, fue eterno para el, imaginaba caer y moría por culpa de una mujer.
Al llegar bajo y agarró a su amigo por el cuello, hasta que la mujer se acercó y sin pensarlo, hablo.
_Dejelo, ¿sabe que número de vuelo es este para mí como piloto?_
Andrómeda contaba con sus dedos y chasqueó la lengua.
_Perdi la cuenta señor, usted solo pierde la vida y su ¿Dinero? ¿Tiene hijos? Pues yo si, tengo dos y no quiero morir sin antes verlos cumplir sus sueños y tener su propia familia y solo tienen cinco años._
La chica hizo una reverencia y se fue, ya había recibido su pago, se dirigió a un aeropuerto, sabía que ese hombre buscaría otro piloto, con tal de no subir con ella, al pagar un poco más, pudo conseguir un vuelo de regreso a la ciudad donde estaban sus tesoros.
Los más felices fueron sus niños, al ver que su madre regreso en la noche con ellos, perla no dejaba de pensar en ese hombre, su perfume le hizo recordar esa noche loca, dejo de pensar y continuó disfrutando de sus hijos.
_Es tu culpa, si no te molestará tanto que sea mujer el piloto, ya hiriamos de regreso._
_No me dijiste nada._
Hablo Matteo apretando los dientes.
_Por que no la aceptarías._
Matteo y Arturo discutían por no encontrar un piloto, aunque llamaban a Andrómeda, está le decía que ella estaba en su casa, cuando ya estaban resignados a quedarse, Arturo recibió una llamada.
📱__Sr Arturo, hay una piloto amiga, que está en esa ciudad a punto de compar un boleto, le envío su nombre para que la invesgue, puede traerlos._
La chica le colgó y le mando su hija de vida completa, Arturo le decía a su amigo, quien no podía creer que ahora las pilotos lo persiguieran, tanto dar, hasta que acepto, repitiendo y llamando a sus abogados, diciendo que si moría, toda su fortuna hiria a manos de su hermana y abuela, causando mucha risa en Arturo.
_Buenas noches, señores._
Arturo quedó flechado por la chica, metro setenta, cabello rojizo, piel no tan blanca, causando que Matteo lo golpeará.
_Buenas noches, bella dama, ¿está lista?._
Roberta asintió muy seria, que si su amiga la hubiera visto, estaría muriendo de risa.
Horas después, ya estaban de regreso, Matteo bajo como loco, pisando fuerte el suelo, su vida no había tenido tanta adrenalina, en un solo día, Roberta se despidió y se fue a casa de su amiga, donde apenas llegó, fue abrazada por sus niños, sus terremotos.
_Tiaaaa, conociste a un chico guapo?_
_Siiiii, dos honbres muuyyy guapos._
_Al asistente del hogro?_
Hablo Andrómeda, haciendo que su amiga se soltara una carcajada.
_Hogro y todo, está como le da la gana._
Ambas llevaron a los niños a dormir, era muy tarde y al día siguiente irían al centro comercial, disfrutarían sus dos días libres con sus tesoros.
_Oye, no puedes negar, que esas dos pilotos, son todas una mujeres bellas._
_No me interesan y menos si son casadas._
Arturo negó con su cabeza y salió, no dejaba de pensar en Roberta, era hermosa para sus ojos, tenía algo que le gustaba y en su mente estaba el querer contratarlas a ambas.
Matteo no se quedó atrás, sentía mucha intriga por Andrómeda, por primera vez recordaba la noche con esa mujer en ese país, donde solo fue por negocios, aunque solo fueron segundos, ya que se negó a él mismo seguir pensando en eso, no caería nuevamente en las garras de una mujer y continuó con su trabajo.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 43 Episodes
Comments
Gabriela Vargas Oteo
perla o Andrómeda hay no que confusión
2024-07-02
3
Tina Gonzalez Manzano
ogro
2024-06-16
1
Luz Maria Palacios
cierto, y la trama está buena pero como muy enreda no muy entendible???
2024-06-02
3