—Aún no confío en ti, pero si lo que dices es cierto, y más vale que así sea, haré todo lo posible para detener a Azra y evitar que Génesis destruya este mundo. Dijo Zack mostrando una gran perseverancia y determinación en su rostro.
Ace solo se levantó del sueño y quedó frente a Zack, pensando en lo que debería decir y si es buena idea hacerlo, lo cual se hacía muy aparente en su cara llena de incertidumbre.
—Creo en ti, pero creer y poder son dos cosas diferentes, aunque ya he probado tu fuerza de primera mano, pero aún estás muy lejos de compararte al Beat original. Dijo Ace.
Eso le cayo en lo más profundo de su estima, era poderoso, pero aunque ha salido de las situaciones más peliagudas a base de suerte y esfuerzo, es la primera que le dicen que aún con esas, el no es suficiente.
—Al menos ese era él caso hasta hace poco. Dijo Ace.
—¿A qué te refieres? Dijo Zack.
—El Afterbirth, por lo que Phanto y Felina me contaron, que seas capaz de acceder al Afterbirth cambia por completo el juego. Dijo Ace con una mirada sería.
—Pero es algo que solo he hecho una vez. Dijo Zack nervioso, pues este desconocía la esencia de ese poder desconocido dentro de él.
—Eso es lo que me lleva a la razón principal del por qué el grupo ahora mismo está dividido en dos bandos. Dijo Ace.
—Me sorprende que no sean todos ustedes los que están ansiosos de matarme. Dijo Zack tratando de bromear para calmar el ambiente.
—Phanto y Felina vieron de lo que fuiste capaz, pero describieron tu estado como la de un animal salvaje guiándose por instinto, he de ahí la razón por la cual ellos están en contra de usarte para enfrentar a Azra. Dijo Ace.
—Asi que ellos dos son los que quieren que estire la pata para que el Beat original pueda salir y hacerle frente, tiene sentido, no estuve consiente, pero se que los dejé en un peor estado del que quede yo. Dijo Zack tratando de hacer memoria sobre lo que pasó hace días.
—No necesariamente, pero es todo un dilema en el que nos encontramos, de igual forma, nadie hará un movimiento en falso por un tiempo. Dijo Ace mientras buscaba algo en su pantalón.
—¿Oséa que me dejarán en paz hasta que me recupere por completo? Pregunto Zack escéptico de ello.
—Probablemente, nosotros también necesitamos recuperarnos y llegar a un acuerdo. Respondió Ace.
—¿Y de cuánto tiempo estamos hablando? Pregunto Zack.
—Probablemente hasta este día... Dijo Ace mientras le entregaba a Zack algo en la mano.
Era un boleto para el concierto de Verónica, eso dejo a Zack lleno de preguntas, como era costumbre, pero al menos eso, respondía la incertidumbre de si los Xenianos estaban involucrados con ella.
Dicho boleto tenía una fecha de una semana a partir de ese día, lo que significaba que Zack tenía una semana para poner todos sus asuntos en orden antes del gran día.
—Bueno, te veré cuando te veré, chao. Dijo Ace mientras procedía a retirarse.
—De acuerdo, estaré ahí... Dijo Zack mientras se quedaba viendo al boleto del concierto.
—Ah, una cosa más. Dijo Ace mientras se detuvo de caminar y alzó la mano ligeramente con el dedo índice apuntando al cielo.
—¿Que sucede? Pregunto Zack.
—No sé quién es esta "Jay" de la que hablas, pero cuando te esperaba en la entrada de tu casa, sentí una putrefacta presencia de adentro, como si me quisiera comer por dentro, así que ten cuidado si decides volver a tu casa. Dijo Ace.
Con eso dicho el se retiró, dejando a Zack solo en medio de la calle y él lote baldío, pensando en lo que dijo.
¿Acaso Jay ya había regresado a casa? Aunque ahora se hacía llamar Jen, toda la situación era muy extraña desde que despertó, Jay había cambiado por completo su personalidad, y ahora alguien quien creía que era su enemigo le habla con toda la confianza del mundo.
Pero lo que más le preocupaba a Zack era el hecho de la predicción apocalíptica que le habían acabado de hacer, pues no era algo sencillo de procesar.
¿Quién era este Azra? Zack sentía un escalofrío en su piel de solo pronunciar ese nombre, algo muy en el fondo de el temía al tan solo pensarlo, como si se tratase de Beat advirtiéndole del peligro en el que se encontraba.
Pero decidió dejar de pensar en ello al menos por ahora, en esos momentos lo que más le importaba era llegar a su casa y asegurarse de que Jay estuviera bien.
Mientras caminaba pensaba en lo curioso que era lo mucho que Jay significaba para el, bajo ninguna circunstancia normal alguien daría tanto por una persona que conoce por menos de una semana.
Pero no era tan sencillo, Zack albergaba sentimientos por ella, sentimientos que se sentían como algo que ya había sentido antes, en una vida anterior quizá, si tuviera que describirlo, sería como un déjà vu, algo que ya vivió, como la forma en la que peleaba y atacaba cuando se transformaba, era muy extraño sin duda.
Casi al llegar a su casa, a Zack le dió por revisar su celular, pero se dió cuenta de que ya estaba descargado, así que era algo más de lo que asegurarse para hacer cuando llegara a casa.
Y se encontraba ahí, frente a la puerta de su hogar, pensó en lo que Ace le había dicho, era una sensación escalofriante, como si algo le gritara dentro de él que no abriera esa puerta.
Pero lo hizo, y al entrar, no había nadie, Zack intento llamar Jay por si se encontraba ahí, pero no había caso, era como si nunca hubiera habido nadie más que Zack en esa casa, al entrar Zack decidió cargar su celular antes de recorrer la casa por completo.
En cuanto prendió vio que habían demasiados mensajes y llamadas perdidas de Annie y Verónica, con todo lo ocurrido Zack había olvidado por completo ponerse en contacto con ellas, casi sentía vergüenza de llamarlas amigas y haberlas ignorado por completo.
Así que mientras su teléfono seguía conectado llamo a Annie, la cual en un principio no contestaba, Zack se preocupo pero luego de un par de segundos dejando el tono de llamada seguir, por fin alguien respondió.
—ZAAAAACK ¡¿ESTASSS BIENNN?! Respondió una super preocupada Annie.
—Hola Annie, perdona por preocuparte, ya estoy bien, te debo muchas explicaciones supongo... Dijo Zack apenado.
—Me tenías mortificada, por suerte tu jefa me habló hace un par de días explicándome tu situación, te visité, pero todavía no despertabas, me alegra saber que ya estás mejor. Dijo Annie muy alegre.
"¿Alexis les marcó a ellas? ¿Bueno eso me quita más carga de los hombros" Pensó Zack mientras dejaba salir un suspiro profundo dentro de sí.
—Ahora solo intenta descansar, has pasado por mucho en estos últimos días. Dijo Annie.
—Creo que tienes razón, muchas gracias Ann, gracias y perdona por preocuparte de esa forma. Dijo Zack sintiéndose algo culpable por hacer pasar preocupaciones a tantas personas.
—No te preocupes, estás bien y es todo lo que importa, nos vemos pronto. Dijo Annie.
Con eso ambos se despidieron y Zack nuevamente se quedó solo con sus pensamientos.
"Ahora supongo que tengo que ponerme en contacto con Verónica, viejo esto va a ser muy incómodo" Pensó Zack mientras marcaba su número.
—¡Zack! Dónde carajo has estado, sabes lo preocupada que he estado por ti, te busque por todas partes, pero no estabas ni en tu casa no has ido a trabar, era como si te hubiera tragado la tierra. Respondió inmediatamente Verónica en cuanto su celular comenzó a sonar.
—Hola Vero, perdón
—Nada de "Hola Vero"; ¿Dónde te habías metido? Dijo Verónica muy molesta.
—Bueno, he estado haciéndome cargo de unos asuntos, pero ya estoy bien, no te preocupes. Dijo Zack tratando de tranquilizar a Verónica.
Verónica sonaba muy molesta y agitada al otro lado del teléfono, era como si quisiera decir y gritar tantas cosas a la vez, pero se quedó en silencio, solo dejando oír su respiración, como si estuviera tratando de pensar en que decir.
—Ok, mira, está bien, ya estoy calmada, solo, no me hagas pasar por esta clase de sustos ¿está bien? Finalmente dijo Verónica.
—Perdón, haré todo lo posible por no causarte un infarto en el futuro. Dijo Zack.
—Más te vale muchacho. Respondió Verónica de manera más tranquila y relajada.
El aire tenso y preocupante de hace un momento por fin había comenzado a tranquilizarse y ambos comenzaron a ponerse al día de manera casual, como en los viejos tiempos.
—Por cierto, ya tenemos fecha para el concierto, por si estás disponible ese día me gustaría que fueras. Dijo Verónica
Zack busco en su bolsillo y saco el boleto algo arrugado de su pantalón, fue una buena salvada, sería la primera vez que agradecería a Ace por la ayuda.
—Lo sé, ya tengo mi boleto, ya quiero que llegue el día. Dijo Zack intentando mantener una actuación optimista frente al teléfono.
—¿De veras? Me sorprendes Zack, pero es bueno saberlo, de esa forma es una preocupación menos de la que encargarme. Dijo Verónica agitada al otro lado del teléfono.
—¿Te encuentras bien? Pregunto Zack por el tono de voz de Verónica.
—¿Eh? Ah sí, solo estoy muy ocupada con la práctica y demás, ya viene siendo hora de colgar, pero me alegra saber que estás bien. Respondió Verónica.
—Está bien, nos vemos ese día, hasta luego. Dijo Zack.
Y con eso ambos se despidieron y colgaron la llamada, y ahora Zack se encontraba de nuevo solo con sus pensamientos.
Decidió dejar de perder el tiempo y revisar bien la casa, en su inconscientee era como si buscará ese pequeño milagro de que Jay aparecería, pero no tuvo caso.
Zack de pronto sintió un extraño sentimiento de abandono, de nuevo, era muy extraño, ellos solo se conocieron hace menos de una semana, pero había algo, algo muy extraño, un sentimiento de déjà vu, como si hubiera vivido toda una vida junto a ella, serían sus propias ideas, o quizá un sentimiento que Beat albergaba en su mente.
Parte de Zack empezaba a formular incluso una tercera teoría, pero no quería pensar en ello, pues el solo hecho de pensarlo le causaba escalofríos.
Pero había algo que no entendía aún, y era muy extraño. ¿Por qué Jay, quien ahora se hace llamar Jen, le diría a Alexis que lo esperaría en su hogar? A qué se refería exactamente.
Esa fue la idea que estuvo rondando más en la cabeza de Zack, y era la primera vez que él se sentía tan solo y abandonado.
Pero aún con eso, el no titubeo, sabía que un nuevo peligro estaba asomando su fea cara, y era cuestión de tiempo antes de que Zack tuviera que poner manos a la obra.
Aunque hacía años que no lo hacía, era momento de que Zack volviera a entrenar, y de esa forma estar listo para afrontar el nuevo peligro que se avecina, y más importante de todo, mantener a Jay a salvó, incluso si es de ella misma.
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