Paso el tiempo, y mientras seguíamos cayendo y perdía la noción de la realidad, más conectada, me sentí con Beat, explicándome todo lo que ya te había contado.
Era extraño, mientras más pasaba el tiempo menos lo sentía, era como una sensación de flotar en un río sin dirección alguna, me sentía calmada, a pesar de qué gorila nos estaba siguiendo la pista muy de cerca.
Era extraño, mi ropa empezó a desintegrarse, según Beat, solo seres vivos pueden mantener su esencia dentro de lo que él llamaba el paso inter dimensional, aunque para mí solo se sentian como minutos cayendo, mi cabello solo crecía más y más.
No mentiré, siempre habia querido tener el cabello de buen largo, así que para mí ese era otro plus de haber escapado de mi viejo mundo.
Aunque pasaba el tiempo no sentía cansancio, sueño o ningún malestar en general, fue una experiencia de lo más extraña.
A lo lejos solo se veía como el gorila se desaparecía en la distancia, y por la mirada de beat parecía que ya era hora de salir del paso, así fue como acabamos en tu mundo
Era una sensación muy extraña, era una sensación embriagadora, como si te pudieras beber el aire como alcohol, esa sensación de libertad era indescriptible, y no lo digo por qué estuviera desnuda.
—No estaba pensando en eso. Dijo un avergonzado Zack
—Eres un mal mentiroso. Dijo Jay mientras procedía con su historia.
En fin, como decía, sentía tanta libertad, no solo por haber escapado del gorila, sino porque tenía la oportunidad de comenzar de nuevo, en un nuevo mundo, donde el único xenoide del cual me tendría que preocupar de ahora en adelante sería Beat.
Al menos así se suponía que fuera hasta que nos dimos cuenta de que gorila habia llegado a este mundo, y de alguna forma, él sabía más o menos como rastrearnos, así que durante las próximas semanas estuvimos huyendo y escondiéndonos del gorila, al menos, así fue hasta el día de ayer.
Es la primera noche en mucho tiempo que puedo dormía tan tranquila, aunque sin Beat a mi lado, fue una noche muy solitaria. Mi vida nunca fue fácil, pero desde que conocí a Beat mis días se volvieron más brillantes, y cuando llegamos a este lugar pensé que solo seguiría siendo así, hasta hoy.
—Supongo que una puede dar muchas por contado, siempre creí que Beat se quedaría a mi lado, pero nuevamente me quede sola. Dijo Jay en un tono bastante melancólico.
—Hey, no tienes de que preocuparte, yo sigo aquí, y Beat ahora es parte de mí, así que él aún está con nosotros, si lo piensas bien, ahora tienes el doble de personas velando por tu seguridad. Dijo Zack tratando de subir los ánimos de Jay.
—Je, supongo que tienes razón… Gracias. Dijo Jay sonriendo a Zack.
Todo lo me dijo Jay fue como una cubetada de agua helada, si no fuera porque lo experimente en carne propia, diría que lo que me cuenta es un montón de tonterías sin sentido. Pero ahora decidí cargar con esta responsabilidad, por suerte es algo que ya paso.
Justo cuando estábamos hablando de toda esta loca situación, di un salto al sentir el tono de mi celular dispararse, parecía que tendría que dejar esta plática con Jay pausada por el momento.
—¡Holis Zack! Dijo la voz del otro lado del teléfono.
—¿Que pasa Annie, es un poco temprano para llamar, no lo crees? Dijo Zack sintiendo como volvía poco a poco a su realidad.
—¿Acaso necesito agendar cita para hablar contigo? No seas tan amargado. Dijo Annie con su característico tono burlón y coqueto.
—No es eso, es solo que apenas me levante y normalmente no llamas tan temprano. Dijo Zack
—¿Bueno, en realidad si quería pedirte algo, si no tienes planes, hoy quieres acompañarme a la universidad a pedir informes para el próximo semestre? Dijo Annie
Mierda, es verdad, aún no he tomado una decisión de sí, tan siquiera voy a seguir estudiando aquí, pero ya he rechazado demasiadas salidas con Annie últimamente, no quiero que se sienta excluida, supongo que no haría daño acompañarla para pedir informes.
Fue con ese pensamiento en mente que quedamos de vernos más tarde ese día, además me serviría para poder comprar algo de ropa para que Jay use, pues la anatomía de ella era muy diferente al de Alexis, Annie o Verónica.
—¿Crees que sea prudente salir así como así? Dijo Jay
—Descuida, no será por mucho, y gorila ya no es una amenaza para ti, así que no hay nada que temer. Dijo Zack
—Aun así, no hay garantía de que más xenianos no vengan por nosotros. Dijo Jay
—Como lo sabes?— Dijo Zack con un tono de superstición en su voz. — Hasta donde yo sé, solo Beat era capaz de saltar realidades.
—No tenemos certeza de ello. Dijo Jay
—No te preocupes, además me servirá para comprar algo de ropa para ti, no es bueno que andes por ahí, sin ropa interior y utilizando mi ropa sucia. Dijo Zack algo apenado por el terrible estado de sus quehaceres.
—Descuida, a diferencia de las últimas semanas, esto es el paraíso, y tú no tienes un olor que me desagrade. Dijo Jay en un tono ligeramente sugerente.
Zack se sonrojó un poco y decidió salir antes de que las cosas se pusieran más incómodas.
—Diablos, en que me fui a meter realmente. Dijo Zack.
Estuve todo el trayecto pensando en ello, esto no era como recoger a un perrito de la calle, era una persona tal como yo, eso creo, y ahora está viviendo conmigo mientras es acechada por monstruos de otro mundo, toda esta situación es muy loca realmente.
Mientras estaba absorbido en mis pensamientos, llegue antes de darme cuenta a la universidad, al parecer llegue antes de la hora estimada, así que supuse que tendría una media hora para matar el tiempo, así que fui a dar una vuelta por el campus, suponiendo en las posibilidades de quedarme aquí, acabar el posgrado.
Una parte curiosa dentro de mí me dijo que fuera a acercarme al que se supone sería mi salón el próximo semestre si de verdad decido seguir estudiando en esta pequeña ciudad.
Al entrar al salón, creí que sería el único ahí, pero para mi sorpresa otra persona se encontraba ahí, era un tipo, como de mi edad, al verlo me sentí un poco molesto, algo sobre su sola presencia me molestaba a un nivel personal
Su cabello era casi del mismo largo que yo, solo que con un alto mantenimiento, mientras yo ni siquiera revise si aún tenía el almohadazo en el cabello.
Y su ropa, completamente a la moda y en onda, mientras yo estaba avergonzado usando el mismo pantalón por una semana y media.
Yo seguía matándome solo cuando de repente él me hablo.
—¿Estos salones son siempre tan grandes, no es así? Dijo el sujeto al fondo del salón.
—¿Me hablas a mí? Dijo Zack
—No veo a alguien más, aquí jeje. Dijo el sujeto.
—¿Es verdad, solo que es un poco desconcertante que un extraño te hable de la nada, no crees? Dijo Zack.
—¿Pues podríamos conocernos un poco para dejar de ser desconocidos, no es así? Dijo el sujeto mientras comenzaba a subir los escalones del lado contrario del salón.
—Me siento alagado, amigo, pero no bateo para ese lado. Dijo Zack mientras bajaba los escalones del otro lado.
—JAJAJA tienes un buen sentido del humor, no puedo esperar a conocernos mejor. Dijo el tipo.
La conversación quedó en pausa, mientras que ambos se quedaron en medio de los escalones a cada lado, mirándose fijamente, Zack con una cara de molestia mientras el sujeto tenía engreído escrito en todo su rostro.
—Fue una agradable conversación, pero es tiempo de que ambos regresemos a donde debemos ir, estoy seguro de que tu amiguita te está esperando con ansias. Dijo el sujeto
—HEY, DE QUE HABLAS, QUIEN DIABLOS ERES?! Dijo Zack con un tono denotando su gran molestia contra lo que él sentía, era una amenaza.
—JAJAJAJAJA, Tranquilo, no tienes por qué saltar así, todo a su tiempo. Dijo el sujeto mientras se retiraba del salón.
El corazón de Zack latía con un ritmo violento, como si se estuviera preparando para el conflicto, procediendo a salir del salón para asegurarse de que Annie estuviera a salvo.
Zack no sabía qué carajos acababa de pasar, pero estaba en estado de alerta, como un gato asustado, aunque en este caso, Zack sería más un conejo o liebre atento ante lo que parecía ser el acecho de un depredador preparándose para emboscar.
Cuando salió del salón se percató de algo justo en la entrada del salón, al acercarse a inspeccionar mejor, se dio cuenta de que eran plumas, azules, pero con un brillo sobre ellas ligeramente verde.
Inmediatamente, el corazón de Zack comenzó a latir con un ritmo muy similar al de anoche. Sea lo que sea que estuviera a punto de pasar, Zack estaba preparado y listo para ello.
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