Capitulo 10: Ocaso

Zack y Annie se encontraban reposando sobre el césped del campus con el sol poniéndose en el oeste anunciando el fin de ese día, y de la increíble batalla de la que ambos estuvieron involucrados momentos atrás.

—Como te sientes Ann... Dijo Zack.

"Es la primera vez que veo esa mirada de preocupación en Zack" Pensó Annie.

—Estoy bien, un hormigueo en el pecho, pero más que nada fue el susto— Dijo Annie tocándose el pecho. —Que hay de ti, otra vez tienes la cara llena de golpes...

—Esto no es nada, tu tranquila Ann, me las he visto peores. Dijo Zack sonriendo y relajado como si no tuviera una sola preocupación en el mundo.

—Aun así, esa no es razón para dejar que te hagan esto cada vez que estoy en problemas. Dijo Annie mientras tocaba cariñosamente el rostro de Zack.

Mientras la mano de Annie rozaba la mejilla de Zack, la sonrisa que hace unos momentos este tenía, desapareció por completa y en su lugar una mirada de seriedad yacía en su rostro.

—Verónica me propuso mudarme con ella fuera del país... Dijo Zack lo más serio que pudo ser pero sin mirar directamente a Annie a los ojos.

Ella inmediatamente quitó la mano de la cara de Zack y se levantó de golpe de sus piernas.

—¿Qué? Dijo una agitada Annie, como si le hubieran echado un balde de agua fría encima.

—No hay nada en piedra, pero no es justo que te guarde está información. Dijo Zack con un tono de ansiedad en su voz.

—¿Hace cuánto que te lo propuso? Dijo una consternada Annie.

—Alrededor de un par de meses. Dijo Zack.

—¡¿Y por qué me dices esto hasta ahora?! ¿Cuánto tiempo planeaba guardar esa noticia? Dijo una Annie muy alterada.

—Es por eso que he estado dándole vueltas por tanto tiempo a la situación, no sabía cómo decírtelo, honestamente, no sé que decisión tomar, no siquiera sé si lo haré o no, pero sería injusto no consultar esto contigo antes de tomar una decisión. Dijo Zack con un nudo en la garganta.

Hace unos momentos Annie estaba feliz recostada en las piernas de Zack, sintiendo todo como un simple sueño, y ahora estaba parada ahí, alterada viendo a Zack revelarle sus planes, como si estuviera diciéndole que planeaba abandonarla para siempre.

"Tranquila Ann, no saltes conclusiones, nada está escrito en piedra aún, míralo, es obvio que está decisión le pesa más a él para tomarla que para el recibirla" pensó Annie mientras se tranquiliza a poco a poco.

—Perdón por alterarme. Dijo Annie mientras se sentaba de nuevo en el césped.

—No, es mi culpa, no debía traer el tema así de abruptamente. Dijo Zack con un tono de ansiedad en su voz.

—No tienes nada de que disculparte, agradezco que me tomarás en cuenta al momento de tomar tu decisión, sé que no debió ser fácil para ti. Dijo Annie mientras ponía su mano en el hombro de Zack.

Inmediatamente, Zack se desploma en el suelo, como si toda la tensión en su cuerpo lo hubiera abandonado. Por meses llevaba evitando a Annie para no hablar de ello, pero ahora estaba más tranquilo.

—Realmente debí de haber hablado de esto contigo más pronto. Dijo Zack sonriendo de nuevo.

—Sip, si debiste ¿qué? ¿Creíste que me enojaría contigo y te dejaría de hablar? Dame un poco más de mérito jeje. Dijo Annie sonriéndole a Zack.

—Perdón, perdón, es como dices, debí haber confiado más en ti, creo que debo contarte todo. Dijo Zack con una mirada decidida en su rostro.

—¿Eh? ¿De qué hablas? Dijo una confundida Annie.

Inmediatamente, Zack se puso de pie.

—No es la única cosa que he estado guardando, pero es justo ser honesto contigo. Dijo Zack mientras se tocaba el pecho.

Inmediatamente, Zack comenzó a juntar Frenesí dentro de su interior, pasando a sacar un grito conforme se transformaba en su álterego superpoderoso.

Annie solo quedó estupefactas y hecha piedra, con una cara de que no se creía lo que acababa de pasar.

Zack, el tipo impredecible a quien tanto estima, se había acabado de transformar en una especie de superhéroe. Annie lo único que pudo hacer fue gritar de confusión.

Un tiempo después con Annie calmada y Zack aún transformado, precedieron su conversación.

—emmm eso sí no me lo esperaba. Dijo Annie quien se le dificultaba voltear a ver a Zack.

—Jajajaja, siiii... esto aún es muy nuevo para mí. Dijo un poco avergonzado Zack.

—¿Y... Este... Hace cuánto que.... Emmm, puedes hacer eso? Dijo Annie señalando de pues a cabeza a Zack.

—Desde ayer jeje. Dijo Zack.

—¡¿EHHHHHH?! Fue lo único que salió de la boca de Annie.

Zack procedió a explicarle todo lo que había ocurrido con Jay, los Xenianos, y el por qué Ace la había secuestrado.

—Wow... Solo wow... Fue lo único que dijo Annie dijo con esa sobrecarga de información.

—¿Una bomba de información algo grande de procesar no? Dijo Zack

Annie solo se quedó ahí completamente paralizada tratando de procesar una noticia tras otra.

—Ahm... Eh... Honestamente, no sé que decir— Dijo Annie mientras intentaba sentarse poco a poco en el césped. —Saltas de decirme que planeas mudarte a qué ahora eres un superhéroe que pelea con monstruos de otra dimensión, no es fácil de procesar sabes...

—Lo sé, perdona por eso, pero en mi defensa, mi vida jamás había Sido tan caótica hasta que comenzaron las vacaciones de verano. Dijo Zack rascándose la cabeza a través del casco.

—Zack las vacaciones comenzaron hace dos días, y por como van las cosas solo puedo esperar que las cosas vayan a peor. Dijo Annie con un tono de preocupación en su voz.

—Descuida Ann, siempre me las he sabido apañar, de alguna u otra forma me las arreglaré. Dijo Zack tratando de tranquilizar a Annie.

—Pero me preocupo por ti, ahora no podré ir a dormir pensando cada día si volveré a verte al día siguiente. Dijo Annie preocupada

—Hey, no es para tanto, actúas como si fueras la esposa de un policía. Dijo Zack tratando de calmar la situación.

—Si, pero aún no estamos casados. Dijo Annie muy tarde para darse cuenta de que es lo que salió de su boca.

—¿Aún? Dijo Zack.

La cara de Annie se puso roja como un tomate al darse cuenta de que fue lo que acababa de decir.

—O-olvida eso, por favor— Dijo Annie mientras se tapaba la cara en un vano intento de ocultar su vergüenza. —Ya fueron muchas emociones para mi corazoncito por un día, solo quiero ir a casa a gritar en mi almohada.

Zack trato de hacer caso a Annie y no pensar mucho en esa confesión poco ortodoxosa.

—Seh, tienes razón, creo que ya es momento de llevarte a casa ¿no tienes miedo a las alturas verdad Annie? Dijo a Zack mientras empezaba a estirarse.

—Espera que estás tratando de... Dijo Annie antes de que fuera interrumpida por Zack cargándola en sus brazos como princesa.

Zack comenzó a juntar Frenesí a su alrededor de forma tal que Annie no sintiera el efecto del cambio de velocidad brusco.

Y con eso dicho, Zack salto en el aire con una aterrorizada Annie que no sabía cómo reaccionar a su actual situación a la que jamás pensó estaría sujeta jamás.

Al principio Annie solo tenía los ojos cerrados y estaba abrazada de Zack como si su vida dependiera de ello.

—Tranquila Ann, puedes abrir los ojos, confía en mí. Dijo Zack en un tono calmado.

Annie al oír el tono de su voz tan calmado poco a poco comenzó a abrir los ojos y quedó maravillada por la vista.

Era una ciudad que había visto miles de veces en su vida desde el momento que nació. Pero al verla desde esa posición en el cielo, observando desde esa gran altura los pequeños rayos de sol al oeste y el cielo estrellado y la luna saliendo del este.

Reflejando en distintos tonos la ciudad y el mar sobre el horizonte, era una vista mágica que dejó enamorada a Annie.

—Bonita vista verdad. Dijo Zack.

—Es hermosa, jamás pensé que tanta belleza pudiera encontrarse en algo tan simple como la ciudad que ya había visto cientos de veces. Dijo Annie

De alguna forma Annie se sentía identificada, pues hasta la preparatoria, Annie había visto su rostro Miles de veces en el espejo, pero hasta que cambio su perspectiva en la vida fue que logro ver su verdadera belleza que ella siempre había ignorado.

—¿Te hace pensar no es así? Dijo Zack en un tono profundo.

—Te hace apreciar las pequeñas cosas a la que ya estás acostumbrado, como si uno jamás acabará de descubrir algo nuevo. Dijo Annie enamorada de la vista.

"Si que lo hace no?". Pensó Zack.

Un par de minutos después Zack y Annie habían llegado a casa de esta última, hablaron poco y prometieron que se pondrían en contacto pronto.

—Gracias por todo Zack. Dijo Annie algo sonrojada.

—No es nada Annie, perdona por acabar involucrándote en un conflicto al que no perteneces. Dijo Zack.

—No zack, no solo es eso, de verdad agradezco que hayas llegado a mi vida y que la hayas cambiado en tantas formas. Dijo Annie acercándose a Zack.

—Pues tampoco es nada por ello, realmente, Xeniano o no, siempre seremos cercanos. Dijo Zack, mientras miraba al cielo estrellado sin una sola nube en el cielo.

"Es curioso Beat, hasta el momento que llegaste a formar parte de mí, siento como si estuviera caminando por un sendero de puertas abiertas, como si las respuestas a mis preocupaciones hubieran sido respondidas desde antes que me preocuparan" Pensó Zack mientras del cielo estrellado volteaba a ver a Annie.

—Por cierto ¿Pensaste en algún nombre para cuando estés transformado así? Pregunto Annie.

—Hummm, buena pregunta, supongo que no podría ir por ahí usando mi nombre real si cada vez que me peleó con un Xeniano me encuentro con una persona diferente— Dijo Zack, intentando pensar en el primer nombre que significará algo importante para él. —Creo que "Beat" estaría bien ¿Que te parece?

Annie se acercó a Zack y le dió un suave beso en la mejilla a través de su casco.

—Gracias por salvarme Beat~ Dijo Annie antes de despedirse de Zack.

Ella se fue a su casa dejando a un Zack congelado en medio de la calle tratando de figurar lo que acaba de pasar.

—Je... Jeje... ¡JAJAJAJAJAJA VAMOS ESO ES TODO WOOOHOOOOO! Dijo un Zack muy emocionado por todo lo que había pasado ese día.

Hasta hace dos días Zack era solo un joven acoplandose a la vida de un adulto que toma decisiones cambia vidas.

Pero en ese pequeño momento la emoción de ser un joven descarrilado con la mentalidad de un niño que soñaba volar pro los cielos como un superhéroe y salvar a la dama en apuros se habían vuelto realidad.

Y Zack regreso a casa transformado todo el camino saltando por el cielo, recreando todo lo que pasó una y otra vez, emocionado por ser capaz de salvar el día como los héroes de su niñez. Zack no podía esperar para llegar a casa y contarle a Jay lo que le había pasado.

Y al llegar a casa se des transformo antes de entrar a su casa. Y al entrar vio a Jay, de nuevo en una de sus playeras y un viejo short que ya le quedaba chico a Zack.

—¡Joder Jay, si supieras todo lo que pasó hoy, primero, me enfrente a otro Xeniano porque secuestro a una amiga, entonces tuvimos una pelea intensa, y aprendí a usar Frenesí y!... Dijo Zack.

Ni siquiera había terminado de hablar cuando Zack sintió todas las fuerzas en su cuerpo desvaneciéndose, los altos niveles de adrenalina se habían acabado y ahora Zack solo se quedó ahí con el dolor y la fatiga de ese día.

Pero antes de que se desplomara en el suelo, Jay logro pararlo y sostenerlo para que no se cayera.

—jeje, parece que tuviste un día muy movido. Dijo Jay.

—Je... Así fue... Dijo Zack poniendo cómodo en el hombro de Jay.

Otro día había acabado, pero las emociones aún no terminaban, y sea lo que sea que fuera a ocurrir, ya era momento de descansar, y nadie se merecía más un descanso en ese momento que Zack.

Tan solo al llegar a su habitación con ayuda de Jay, él se desplomó con élla en la cama y se quedó dormido nada más rozar la almohada.

Aunque Jay quedó atrapada en los brazos de Zack y no podía salir de la cama, pero tampoco quería despertar a Zack, así que decidió resignarse y ella igual se quedó dormida, involuntariamente uno abrazado del otro.

Aún en los últimos momentos del día, cosas emocionantes no paraba de ocurrir, pero eso sería algo con lo que Zack tendría que lidiar al despertar...

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