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Despertar fue muy duro, sentía como si me hubiera aplastado un elefante, el dolor del cuerpo era insoportable. Lo único de lo que me acordaba era que me estaba bañando y alguien tocaba la puerta.
Mientras mis ojos se acostumbraban a la luz el dolor palpitante de la cabeza no me dejaba pensar.
- Que maldito dolor de cabeza. -se que no hable muy duro, pero alguien sé acercó a mí rápidamente.
- Estás despierta.
- ¿Dónde estoy?, esto definitivamente no es un hospital.
Era una habitación de un color marfil, cortinas de color verde oliva, ventanales bastantes grandes por donde se filtraba la luz del sol, la cama en la que estaba acostada era bastante cómoda y bastante grande.
- Estás en la casa, tuviste una gran caída y aparte de los golpes que recibiste en el parque, debido a la caída te golpeaste la cabeza.
- Por eso este maldito dolor de cabeza. Necesito algo para el dolor.
- Espera llamó a la enfermera.
Mis ojos se abrieron como platos, de cuando acá hay enfermeras en esta casa. Después de unos segundos entro una mujer joven y bastante bonita a tomar mis signos.
- Te daré algo para el dolor de cabeza, quiero saber si tienes dolor en algún otro lado.
- El cuerpo.
- Es bastante normal, teniendo en cuenta todos los golpes que recibiste y las dos costillas rotas, aguantaste mucho.
- Quiero preguntarte ¿cuánto tiempo llevo acá?.
- Has estado inconsciente por cuatro días, esperábamos que despertarás antes.
Mientras la enfermera me sigue revisando veo que Gloria está al teléfono, está hablando algo bajo para poder escuchar lo que dice.
Después de unos minutos me da un par de analgésicos y el dolor empieza a disminuir al punto de quedarme casi dormida, pero la dicha se acaba cuando alguien abre la puerta de golpe.
Y al verlo casi me desmayo, el que entra es nada más y nada menos que Rodrigo Santo Domingo, trate de moverme porque me sentía un poco incómoda por su presencia, pero no podía mi cuerpo me lo impedía y el estar conectada a dos aparatos.
- ¿Hace cuánto se despertó?. - la pregunta va dirigida para Gloria.
- Más o menos una hora, lo llamé tan pronto como pude, la enfermera ya vino la reviso y le dio unos analgésicos para el dolor.
- Trae a los pequeños, y avisa a la cocina que traigan los almuerzos de los cuatro a esta habitación.
- Si señor.
Me quedé mirando aquella escena, era algo para recordar, estaban hablando como si yo no estuviera en aquel lugar, y siendo sinceros era lo mejor, ver de nuevo la cara de Rodrigo era aterrador.
Ninguno de los dos dijo una sola palabra, ¿pero en qué habitación estaba yo?, ¿por qué él se quedaba? A menos que, no, no, no. Eso sería algo imposible, según Gloria nadie entra en la habitación de él.
Porque me traería si tan mal le caigo, y que por mi culpa casi secuestran a sus hijos.
- Papá.
Dos dulces voces calman un poco el ambiente tan tenso que había minutos antes, cómo por arte de magia el hombre serio se transforma en otra persona.
- Vengan pequeños, papá los va a cuidar el resto del día.
Esa escena me hizo recordar los bellos momentos que pasábamos con mi papá y mi mamá, antes del accidente. Las lágrimas amenazan con salir, pero sé que las tengo que contener, a él no le importa nada de mi pasado o de mi situación en este caso.
Mis ojos se comienzan a cerrar nuevamente, debe ser el efecto de los calmantes y puede que sea lo mejor para mí. Puede que en ese tiempo que dormí me imaginara en donde estaría durmiendo el, si yo me encuentro en su cama.
- Clara despierta, la comida ya está servida. - mi sueño se ve al escuchar el sonido de la voz de Gloria.
- Lo siento mucho, me quedé dormida.
- No te preocupes, estás en todo tu derecho, te traje el almuerzo.
- Gracias Gloria. - con mucho cuidado comienzo a moverme para poder sentarme, en un poco incómodo y a pesar de haber tomado calmantes el cuerpo sigue doliendo.
- Déjame te ayudo. - Gloria deja la bandeja aún lado y antes de que pueda ayudarme, Rodrigo se acerca a ella.
- Atiende a los niños yo me encargo de ella. - el polo norte se debe de estar descongelando rápidamente. - Deja de hacer esa cara.
- Que cara se supone que estoy haciendo.
- De boba. Cómo si un hombre no fuera capaz de atender a una mujer.
- Yo sé que un hombre es capaz de hacer eso, pero usted no lo creo, eso sería algo imposible.
- Deja de decir babosadas.
Cómo si fuéramos muy cercanos él se sienta al lado mío, y comienza a darme de comer, tenía tantas ganas de reírme que me tocó contenerme, si lo hacía este hombre sería capaz de ponerme la sopa en la cabeza.
- Vas a abrir la boca o no...
- Ya voy.
Esa tarde como si todo fuera un sueño, el y los niños compartimos, aunque no me podía mover mucho Rodrigo estaba al pendiente de que no me fueran hacer daño.
Risas iban y venían, al llegar la noche Gloria se llevó a los niños y yo me quedé sola con el jefe pluma blanca.
- Lamento lo que pasó. - su repentina disculpa me toma por sorpresa. - Mi padre me crío de una manera y quería que mis hijos siguieran mis pasos, pero los años pasan y la crianza cambia también.
- Siento haber desobedecido sus órdenes y haberle hablado... - levanta una mano en señal de que no continúe.
- Si fue bastante descuidado de su parte, pero quería lo mejor para los gemelos, y en cuanto a la forma en que me habló puede que me lo mereciera, me había faltado que me jalaran las orejas y me diera cuenta que lo que le estoy haciendo a mis hijos no es bueno.
- ¿Por qué estoy en su habitación y no en la mía?.
- Cuando te diste cuenta donde estabas. - ahora me tutea.
- Cuando mandaste a traer a los niños y no saliste de acá.
- El porqué en mi habitación, así podía vigilarte más de cerca, tengo parte de culpa yo fui el que tocó a su puerta y puede que haya causado su caída.
- Usted, me encontró en el piso.
- Sí. - sus ojos se vuelven oscuros, no es malicia es más picardía que otra cosa. - Lo único que quiero es que nadie más va a ver ese cuerpo ni siquiera mis hombres, así que por favor vista sé moderadamente y si va a utilizar la piscina que sea en horarios en los que todos estén durmiendo.
Esto es de locos, no puede ser cierto lo que mis oídos acaban de escuchar, este hombre me está diciendo que mi cuerpo no se lo muestre a nadie, y con qué derecho lo dice.
- Pronto entenderás lo que te digo por ahora vamos a dormir.
Un beso en la frente me da antes de quitarse la ropa y quedar en boxer acostándose a mi lado.
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Updated 35 Episodes
Comments
Denny Lopez
que no , entendí jajaja tontis , lo dejaste bie bobo.
2025-02-06
0
Carina Moreno
ooooooohhhh ya le salió lo posesivo 🙃
2024-12-31
0
Paola Ferradás
🤭
2024-10-29
1