Apenas puse un pie en la casa grande escuché a los niños. Su llanto no era como cuando tienen hambre o sueño, es algo diferente. Inmediatamente,, subo las escaleras hasta su habitación.
Su llanto es incontrolable, cuando levanto a Sasha me doy cuenta de que está bastante caliente.
- Toma a Dante. - le digo a Gloria. - Quítale con cuidado la ropa déjalo en pañal, mientras yo le tomo la temperatura a Sasha.
Ella hace lo que le digo, al quitarle el termómetro a Sasha el niño está con fiebre y si él está enfermo Dante también lo estará.
Con mucho cuidado dejamos a los niños las cunas y tomo unas toallas blancas y las humedezco, con cuidado se las pongo en la cabeza y llamamos al médico de la casa.
- ¿Cómo sabías que tenías que hacer?. - me pregunta Gloria.
- Muchas veces me tocó cuidar de mi hermanita, mi madre me decía que hacer y pues lo hacía, no teníamos plata para ir al médico así que nos hacía remedios caseros.
- Tu madre debe de estar muy orgullosa de ti.
- Ella nos abandonó hace muchos años, yo soy la que estoy al pendiente de ella y de mi padre.
- Tu padre debe de estar muy orgulloso entonces.
- Ellos son mi pilar, los que no me han dejado caer.
Mientras esperábamos que el médico llegará hablamos de mi familia y de la de ella, nuestras historias son parecidas en el sentido de que la desgracia nos acompaña, pero que de algún modo tratamos de seguir adelante.
- Señora Gloria el médico acaba de llegar. - César es el que entra a avisarnos y detrás el médico, mientras revisa a los niños, no le quita la mirada de encima. Es un poco viejo y se ve que le gustan las jovencitas.
Su sola mirada me produce bastante asco, me siento tan incómoda que mi rostro debe de ser un libro abierto, por qué en ese mismo momento César se pone delante de mí, ocultándose de los ojos de aquel médico.
- No es nada grave, es una pequeña virosis que se viene presentando en todos los menores, lo mejor es mantenerlos bien abrigados, para la fiebre le voy a dar medicina y para las flemas le recomiendo hacer lavados nasales, también es importante dales un antialérgico por los problemas que ellos han presentado.
Dicho esto el doctor le da la fórmula a Gloria y comienza a salir de la habitación no sin antes volver a mirarme y pasar su lengua por los labios.
- Lo acompañó señor. - César lo saca rápidamente antes de que a mí me den ganas de vomitar.
- Ellos han presentado algún problema como este anteriormente.
- Los gemelos sufren de rinitis alérgica, cualquier cambio de clima, o ya sea que limpien el polvo y ellos estén presentes, se enferman, por eso cada semana las empleadas limpian sus habitaciones.
- Bastante delicados. - lo digo para mi misma, pero Gloria lo escucha y solo se ríe.
Cuatro días después de la visita del médico los niños ya se encuentran mejor, pero solo había un problema, no podía ese fin de semana volver a casa. Al famoso señor se le había alargado el viaje.
Así que había tomado una decisión y me tocaba hablar con César, él era el único que me podía ayudar.
- Hola César, porque tan aburrido.
- Nada aburrido, estoy pendiente de que todo esté en orden.
- No te cansas de este trabajo, ahí parado sin hacer nada, quieres hacer un pequeño cambio de ambiente.
- Que tienes en mente, pequeña.
- Salir al parque que se encuentra a unas cuadras de esta casa.
- Eso será muy lejos y sabes que si se llega a enterar el señor, nos mata a los dos.
- Por favor, él no se va a enterar de nada, solo es un rato los niños necesitan salir de estas cuatro paredes, puede que tengan todo esté espacio, pero no ven a nadie más que a nosotros. - le pongo ojitos de ternera degollada.
- Dios mujer, con esa carita no te lo puedo negar, alista a los niños y yo voy a hablar con los hombres, espero que nada malo pase.
Alegre le doy un beso en la mejilla a César y salgo corriendo a alistar a los niños, por el camino me encuentro a Gloria y le cometo lo que voy a hacer no muy de acuerdo acepta.
Diez minutos después nos encontramos de camino hacia el parque, dos camionetas más nos acompañan y en la que yo voy va César y dos hombres más.
El estar encerrada no es muy divertido y esto no solo me servirá a mi, si no también a estos pequeños, quienes están bastante emocionados al ver el paisaje. Sus Cáritas de felicidad es única algo que no se ve mucho dentro de la casa.
- Señorita acabamos de llegar. - observo el lugar y todo es mágico. - En este lugar no podemos parquear, así que la vamos a dejar sola un momento mientras parqueamos Tony se quedará con usted para que no quede desprotegida.
- Gracias César.
Con ayuda de Tony bajamos el coche y a los gemelos, y comienza mi caminata, mientras voy avanzando me doy cuenta de que me encuentro completamente sola, Tony ya no le acompaña.
Pero en vez de ponerme nerviosa, sigo felizmente caminado, el olor a tierra húmeda es agradable, aunque en donde viven los niños hay árboles, el cambio de ambiente es más relájate. El lugar donde me encuentro está poco transitado.
- Buenos pequeños vamos a caminar un rato.
Mientras me agachó para sacar a los pequeños escucho que alguien se me acerca a mis espaldas.
- Estabas tardando mucho Tony, César ya llegó.
Al ver que no tengo respuesta, me giro y veo que no es nadie que conozca. Mi piel comienza a erizar y comienzo a sentir bastante miedo. Menos mal que no los había soltado del todo.
- Por fin salen los hijos de ese bastardo, eres una pequeña estúpida, sabe a los pequeños y no te pasará nada.
- No.
Mi voz tiembla al igual que mi cuerpo, pero no los puedo entregar son mi responsabilidad.
- Te vas a hacer matar por unos niños que nos son tuyos, eres o muy valiente o muy estúpida.
- Piense lo que quieran los niños no se van a ir con nadie más.
Mis palabras salieron de mi boca y más hombres salieron, unos trataban de arrebatarle el coche, pero no lo permitía, me aferré a él con todas mis fuerzas. Eso enfureció tanto a los hombres que comenzaron a golpearme para que yo lo soltara y eso me afirmaba aún más que no debía de hacerlo.
Mi cuerpo ya no aguantaba más los golpes, el dolor ya se estaba volviendo insoportable, pero aun así seguía aferrada a ese coche, minutos después escuché un disparo y uno de los hombres cayó al lado mío.
Para mi sorpresa era César y los demás hombres, quienes ya habían sometido a los hombres que me habían rodeado.
- Clara estás bien, que paso.
- No lo sé.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 35 Episodes
Comments
Blanca Montero Angulo
viejo asqueroso 😡 😡
2024-12-11
0
Alejandra Vergara
viejo verde que asco u desubicado pobre Clara.
2024-10-03
2
Marshaan Sanchez
viejo infeliz sádico que ascos y saber que hay personas así
2024-08-03
4