Maratón 1: Tortura hasta el despertar...

Ni bien entró, le ordenó al soldado mostrarle el calabozo, también le dijo a tres de las sirvientas, que fueran por Samantha y la niña, sin tardar mucho o ellas también sufrirían.

Ante tal amenaza, las sirvientas corrieron a hacer lo que les ordenaron, no querían probar lo que su señora planea hacerles a la bastarda y su madre. Con solo imaginarlo les da miedo y se les eriza la piel.

Samantha quien escucho lo que dijo Marta, pensó que hizo bien en esconder a su pequeña, pues ella aguantará lo que tenga que aguantar, pero sería diferente si viera sufrir a su niña, mejor dicho ¿qué madre, que amara a su hija podría aguantar algo así?, nadie efectivamente. Por eso, tomo esas precauciones, sin importarle que el castigo o tortura que esa mujer quiera darle, aumentará y fuera peor de lo que originalmente lo era.

Sin más se mostró enfrente de las sirvientas, quienes la veían más con lastima, que con desprecio, como la primera vez que la vieron.

Solo una la de ellas la llevo con su ama, las otras dos fueron en busca de la niña.

Samantha se fue sin poner ninguna resistencia, ya que de nada le servirá, y lo mejor es no provocarla más, ya que por el tono de su voz se nota lo enojada que está.

Al terminar las escaleras, se encontró de frente con Marta quien de lleno, la abofeteo hasta que escupió sangre, saciando así un poco de su enojó, luego sólo se sentó a esperar algo, pero Samantha no sabía que era, pues la hicieron arrodillarse con la cabeza en el suelo, a los pies de esta. 

Eso le permitió escuchar claramente, los pasos apresurados de las sirvientas en el segundo piso, junto con el forcejeo de las puertas y los manojos de las llaves que intercambiaban, intentando abrirlas con desesperación, ya que todas estaban cerradas con llaves y eran veinte habitaciones que tenían, para revisar y encontrar a la niña.

Un sonido de cubetas puestas en el suelo la saco de su atención, hacía lo que hacían las dos sirvientas en el segundo piso. La pararon y guiaron hasta una puerta qué estaba al costado de su escalera, que nunca notó, mejor dicho, no sabía que había una puerta ahí. Al entrar bajaron por una escalera a oscuras, al terminar, a su derecha había otra puerta con antorchas prendidas a sus costados, ahí parado estaba el Soldado...

Juan (sold..)- Señora, ya está todo limpio y equipado con algunas cosas que traje para su diversión, cómo nos cambiamos al cuartel, nos llevamos todas las herramientas de tortura.... así que me tomé la molestia de traer algunas cosas para usted _ dijo lo último con una sonrisa coqueta _

Samantha fue esposada con cadenas en el centro del cuarto iluminado solo con velas, por las paredes había mou, producto de la humedad, a un costado estaba unos ganchitos con diferentes tipos de látigos como:

•látigo vapuleo, un palo flexible con mango, y el tradicional, que consistía en fibras largas hechas normalmente de cuero.

•látigo con cuero trenzado y al final de ella metales y objetos afilados para infligir aún más daño..

•el látigo, gato con nueve colas, o sea, de múltiples cuerdas.

 También estaba colgada una Fusta, que es un "palo" de cuero trenzado y suele tener una medida mediana (aproximadamente 1 metro) doblándose muy poco.

 Abajo de todo eso estaba una mesa, no muy ancha pero si era larga, dónde tenía: la mordaza, es una especie de tubito con un elástico (el tubito queda sobre la boca y el elástico lo sostiene); el cilicio, que es una corona de alambre que aprieta la pierna y brazos; la Banqueta, es una varas de sauce de 2,1 metros de largo y 4 cm de diámetro empapadas en agua salada; y por último una serie de agujas que cualquiera pensaría que es el menos peligroso y doloroso, dentro de los instrumentos perfectamente organizado a la disposición de la loca (Marta).

Samanta, al ver dentro de todos esos instrumentos estaban las agujas, sintió un miedo profundo, pues es algo muy conocido por ella y sabe que con ellas pueden hacer las más dolorosas torturas.

Al entrar, Marta quedó asombrada. En su rostro se dibujó una sonrisa sádica y más aún cuando las sirvientas encadenaron a Samantha en el medio, quedando prácticamente suspendida en el aire, ya que solo las puntas de sus pies tocaban el suelo.

Todo estaba perfecto a sus ojos, incluso más de lo que pensó cuando el soldado le conto acerca del calabozo que utilizaban para torturar, tiempo atrás cuando la casa le pertenecía a los capitanes y sub capitán.

Aunque al mirar a la zorra (Sam…) no vio el miedo que esperaba ver en su mirada, y cayó cuenta recién, de que las dos sirvientas faltantes, llamadas Greta y Mira, todavía no le trajeron a la niña bastarda de su esposo, lo que provocó el volverse a enojar de nuevo, pero antes de mandarlas a buscar con alguien más, ellas aparecieron con la cabeza agachada y una voz temblorosa, por el miedo al enojo de su señora, que se le sentía por más que sus miradas estaban fijamente en el suelo...

Greta y Mira- Lo sentimos señora nuestra, por más que buscamos en casi todas las habitaciones no encontramos a la niña en ninguna parte y la última pieza está serrada con una llave, que no está en el manojo de las llaves que pertenecen a las recámaras de esta casa... Ambas temblaban mucho y hasta  se veían alado de la concubina, reviviendo todo el enojó de su señora.

Marta- Creo haberles dicho lo que pasaría si no me traían a la bastarda también...

Su voz sonó aterradora, a los oídos de las pobres que estaban muertas del miedo. Pero al acercarse a la mesa que estaban los instrumentos, Juan habló...

Juan- Si me permite buscarla mi leidy. En esta casa ahí muchos escondites donde la niña puede entrar y no ser vista por sus doncellas, ya que no conocen está casa... Pero yo le puedo asegurar que la traeré frente a usted como lo desea, señora mía _ dijo lo último con la misma sonrisa coqueta que le dio anteriormente _

Marta sonrió al verlo coquetear con ella y solo movió su cabeza en señal de aprobación y viéndolos marcharse, se sentó enfrente a Samantha a esperar feliz, por la cara de miedo que ésta mostraba sin poder ocultarla.

A la hora y media, entraron con la niña en brazos del soldado, la pusieron en una esquina del suelo encadenada del cuello y los brazos, viendo de frente a su mamá. Quien ya estaba sangrando, por intentar sacarse las cadenas, pues Marta le propuso, que si se desencadenaba, no le haría nada a su hija y ella, es más, nunca más la volverían a ver, pero el tiempo límite era cuando entrarán por la puerta con su niña, a lo que ella accedió sin pensarlo y termino forzando tanto, que sus muñecas terminaron muy lastimadas. 

La cara de Samantha era de pánico, angustia, dolor y más sentimientos que la invadía a cada segundo, al ver a su hija un poco lastimada y encadenada al suelo con su carita temerosa.

Neil- ¿Mami qué está pasando?, yo me quedé como vos me dijiste, pero el señor ése _ Señaló con su dedito al soldado _ me sacó de ahí por más que le dije no…

Sam-Tranquila bebé cierra tus ojitos y tapa tus orejitas, no hagas nada, prometo que pronto acabará todo si… le sonrió cálidamente a su hija para que se tranquilice, mientras piensa evitar cualquier cosa que quieran hacerle a su bebé.

El rostro de Martha se distorsionó de tanto sonreír, la emoción que sentía no se puede comparar con nada, sin más tiempo que perder, agarró el "gato de nueve colas" y la paso lentamente encima de la niña, mientras veía la cara de su madre con una amplía sonrisa de burla…

Marta- Niña, me dijeron que eres muy inteligente, así que debes ser capaz de entender lo que te propondré, pero mírame cuando te hablo, _ agarró fuerte su pequeño rostro y lo levantó _  si quieres salvar a tu mamá de que la castigue con el látigo de allá, _ señaló el que tiene una especie de púa trenzado al final _ no deberás llorar… lo sentenció, a lo que la pequeña asintió con su cabeza y una mirada firmé.

Sin más procedió a ponerse detrás y rasgarle su ropita de dormir dejando su espalda al descubierto, mientras escuchaba los gritos y ruegos de Samantha para qué la golpeará a ella.

 En el primer golpe apenas hizo un chillido, en el segundo no escucho nada, así que continuo hasta que la pequeña quedó tendida en el suelo y sin poder moverse, mientras su mamá no paraba de gritar que se detuviera o la golpeará a ella... Esos gritos desesperados eran lo que la motivada a seguir sin importar mancharse con su sangre.

Una sirvienta entro rápido avisándole que entre un rato iba a amanecer, ella respiró profundo por la frustración que le provocó el ser interrumpida, le dió su látigo y se acercó a Samantha quién seguía intentando sacarse las cadenas para acercarse a su pequeña…

Marta- bueno por hoy te dejo así, pero no vuelvas a trabar la puerta o esconder a tu bastarda… porque la siguiente vez haré algo más que solo golpearla hasta el cansancio con un látigo.

Samantha temblaba de la impotencia, pero no podía hacer nada más que verla irse, solo una sirvienta se quedó para sacarles las cadenas. Ni bien la soltó cayó en el suelo y se arrastró rápido hacia su hija para curarla, con la poca fuerza por perder mucha sangre, se la llevó de ese lugar.

Las semanas pasaron rápido para algunos y lento para otros… el Archiduque ya había llegado pero es recibido sólo por su hijo y el mayordomo quien le informa que Marta está con el médico, porque no se sentía bien, padre e hijo se fueron a ver cómo se encontraba, pero justo el médico estaba saliendo de su habitación y ambos lo interrogaron, llevándose la sorpresa de que la Archiduquesa está embarazada pero es riesgoso, por desvelarse y no cuidarse debidamente. Así que le pasó todos sus cuidados y comidas que le ayudará a mejorar.

El niño estaba feliz por tener un hermanit@, pero Esteban estaba blanco por la noticia inesperada, lo cierto es que no recuerda más allá de un beso que le dió su esposa la noche previa a su viaje, tampoco es que desconfíe de ella pero también quiere mejorar la relación con su hija, y ahora no sabe si es el mejor momento, pues parte del cuidado es no tener ningún sentimiento fuerte, estrés, quebrantos, etc., o podría provocar un aborto.

Luego de almorzar con su hijo, se fue a la pieza de Marta, ya que estaba despierta y deseaba saber ¿por qué se descuidó y se desveló tanto cómo para llegar al extremo de perjudicar su salud?, después de todo, ella siempre se cuidá y descansa como es debido.

Al entrar, le pidió a las sirvientas que se fueran, encontró raro que no esté Juana a su lado, pero no le pregunto, pues no era a eso lo que venía. Se sentó a su lado sin dejar de mirarla fijamente, ya que por primera vez, la ve desaliñada, con grandes ojeras, despeinada y una cara de recién levantada, cosa que le causó mucha gracia, está ya lo estaba viendo enojada y él estaba sonriendo muy divertido. 

Marta que no estaba en su mejor día, lo vio entrar a su habitación correr a sus sirvientas y mirarla fijamente como si fuese algún animal raro mientras sonríe, eso la puso furiosa y no tardó en hacerlo saber, pero al escuchar sus preguntas, se puso nerviosa y actuando con una voz de profunda melancolía le dijo, que la noche en la que estuvieron juntos, él le había dicho, que la princesa iba a ocupar el lado esté de la casa, y que le va a dar el lugar que le pertenece a su hija, la primera señorita de esta casa. Se victimizó diciendo que, ella no podía conciliar el sueño y menos comer por miedo, al pensar que él lo hacía para pasar sus noches con ella y darle su lugar, un lugar que desde niña, su suegra se esmeró en prepararla con orgullo para que llevar su legado, perdiendo así su infancia y a la persona que quería por convertirse en la perfecta señora que lo representará. Todo eso lo dijo con algunas lágrimas, para que él cayera y así lo hizo, tanto que se sintió una basura por dejarla en ese estado tipo depresivo y arriesgar a su bebé no nato.

Pero eso no era más que patrañas, pues como saben, la muy desgraciada todas las noches visitaba a Samantha y Neilina, quienes solo salían un rato en la tarde para disimular lo que pasaba, obvio al pedido de Marta, quien se estaba volviendo una sicópata sin límites. Pero ahora, su esposo no se le va a despegar, no solo por lo que le dijo, si no por su embarazo riesgoso, que si o si se cuidara, pues es de su gran amor y no quiere perderlo, aunque no pueda ir a contárselo o enviar a alguien para que le pase su recado, esperará a que se fortalezca dentro suyo y ahí le dirá de su existencia, mientras solo comerá y dormirá por su bienestar.

Esteban sólo pudo disculparse y se escudó por lo que dijo con las copas que tomaron ése día, alegando que él sobrio nunca diría eso, es más, desde la vez que acerco a su casa, nunca más volvió a verlas y que no sé preocupe, porqué él jamás le quitaría el lugar que su madre le dió en su casa. Marta fingió su sonrisa de agradecimiento, luego se dispuso a dormir pues realmente tenía sueño, luego pensará en qué hacer con la bastarda y su madre, que por más que no pueda ir no las dejará en paz.

Al otro día el capitán Stefan, fue a en busca de la pequeño demonio, para enseñarle un poco del manejo de la espada y ver que esté bien, porque últimamente tuvo sueños muy preocupantes con ella y Samantha, y siguiendo las palabras de su abuela, "Si sueñas que pasan cosas malas con una persona cercana, seguido, es que de seguro no está bien o algo malo le va a pasar y tu sueño te lo está advirtiendo, para que la puedas ayudar".

Sí bien únicamente salió la pequeña, se notaba más delgada y un poco apagada, por más que intentará ocultarlo. Esto lo alarmó y después de pasar un rato enseñándole la postura básica, la dejó en su casa y se fue con su amigo a contarle su preocupación, a lo que esté solamente le dijo que es paranoico y él tiene cosas más importantes que hacer, que preocuparse por la niña. Sobre todo la salud de su esposa que está embarazada, con riesgo y no puede quebrantarse con nada o podría sufrir de un aborto natural.

 Stefan, no esperaba esa respuesta y solo se marchó decepcionado, pues realmente pensó que Esteban recapacito, con respecto a la falta de atención hacia su hija, pero se equivocó, él nunca va a recapacitar y si lo hace, ya va a ser tardé, muy tarde. Se fue sin percatarse que María estaba escuchando su conversación para informarle a su señora y que está tomará carta sobre el asunto con ese simple soldado, por la osadía de aconsejarle a su señor semejante barbaridad cómo lo es el preocuparse por esa bastarda.

Y así lo hizo, Esteban envío a su amigo en misiones o simplemente a cuidar la frontera contra los monstruos, que justamente ya se acercaba la temporada más fuerte y tenían que estar alerta para evitar cualquier incidente. Alejándolo no solo por qué Marta se lo pidió con una escusa tonta, sino por celos, ya que vio como esté le enseñaba a su hija él manejó de la espada, algo que él lo iba a hacer, aunque ahora no tenía tiempo, por el embarazo de su esposa que está muy sensible o se estresa con facilidad por todo y nada.

Pasando así el tiempo, Samantha y Neilina era maltratadas por las sirvientas de Marta, ya que está no podían ir, Esteban que puso todos sus papeles al día incluso el de su esposa por qué está no lo estaba haciendo, y Marta quien ya estaba en su octavo mes de embarazo muy cuidado por ella y todos a su alrededor.

Neilina, a pesar de todo seguía sonriendo para su mamá y en las tardes cuando le permitían salir a pasear, simulando que todo estaba bien, ella jugaba y le sacaba sonrisa a su madre, para que está no estuviera triste. Porque al igual que Samantha, prefiere que la golpeen a ella a que toquen a su madre, después de todo, era ella quien la curaba y por ella sería un caballero para salvarla de ese lugar y de los horribles monstruos (Marta y sus sirvientas) que hay allí.

Al llegar el momento del parto, se complicó un poco las cosas, ya que Marta quedó inconsciente por tres semanas y la bebé, que ni se parecía a su padre o madre, tuvo que irse con una de las sirvientas para su cuidado, pues su señor no se podía enterar de la infidelidad que su señora cometió, así que aprovechando el momento donde la casa estaba patas para arriba, desapareció la niña sin que nadie se diera cuenta y para cuando lo hicieron, fue muy tardé yá.

Al despertar, Marta tuvo que fingir, ya que sabía muy bien dónde estaba su hija y no podía notarse tranquila, así que se hizo la depresiva y fingía no comer nada hasta que su hija aparezca. Los caballeros, junto con Esteban, su hermano Santiago (Duque del imperio Morrigan), que vino para conocer a su sobrin@, y Stefan, quien apezar de estar peleado con su amigo, se unió en la busqueda de su bebé, por cada rincón de el ducado y las tierras vecinas quiénes le permitieron el pasó, e igual así no lograron hallar ninguna huella de su paradero o a la sirvienta nueva, que se la llevó por más que la describieron y dejaron su retrato hasta bajo de las piedras.

El tiempo pasó y Marta seguía fingiendo su tristeza, muy de vez en cuando salía a caballo a despejarse y desestresarse, junto a Juan quien ya sabía de su actuación y hasta el paradero de la niña conocía. Logrando llevarla a la cama por guardar el secreto y está muy gustosa acepto, después de todo, el chico es lindo y tiene un aura peligrosa que le gustó desde el momento que lo vio, aparte, lo convirtió en su cómplice más leal, que cumple todos los caprichos suyo sin importarle que le pida.

El Archiduque se fue al campo de entrenamiento de los soldados para desestresarse, al terminar sus ejercicios, alcanzó haber a Neilina sonriendo mientras arreglaba las flores de su jardín, haciéndolo recordar la segunda vez que la vio, y quedo cautivado por la alegría y paz que emanaba de su tierna sonrisa, haciendo desaparecer completamente el estrés, su tormento y del dolor que se guarda al no poder encontrar a su bebé recién nacida, a pesar de haberla buscado por todas partes.

La quedó viendo un rato, hasta que ella se percató de que él la estaba observando y le sonrió cálidamente mientras agitaba su manito en forma de saludo, cosa que le alegro mucho, y más aún cuando de imprevisto se escapó de su mamá para correr en su dirección... cuántas veces había querido que esa pequeña corriera a sus brazos y hoy era el día en que lo haría. Con una gran sonrisa extendió su brazo esperando a que lo abrazara, pero esa sonrisa se le esfumó al escuchar la voz de Marta, su hijo y su hermano cerca de él. Se paró rápido y vio en la cara de Marta el descontento...

Esteban- ¿Qué hacen acá?, pensé que seguirían durmiendo.

su voz sonó desinteresada y rígida, pronto sintió que alguien jalo suavemente su pantalón, al mirar hacia abajo, vio la carita sonriente de Neilina...

Neil- Señor mejor espadachín, ¿husted es mi papá?_ Lo dijo con sus hijitos destellando _

Esteban no sabía que hacer, parte de él quería abrazarla fuertemente y gritar a todo pulmón que él es su padre, pero en la otra parte estaba su hijo y esposa, que estaban pasando por el peor momento como lo es él raptó de su bebé, no podía hacerlo, pero no sabía cómo hacer que se vaya su hija o como contestarle la pregunta. No tuvo opción más que ponerse serio y con su voz rígida hablarle para que se fuera con su mamá...

Esteban- Niña, es mejor que vayas con tu mamá y no te alejes de ella...

 La miró con desinterés buscando en el fondo que se fuera, que no insistirá con la pregunta.

Neil- Pero, ¿es cierto de que eres mi papá?, porque Stefan me lo dijo mientras me enseñó...

Marta quien agachó la mirada y se mantuvo callada, ya estaba a punto de interferir, pues vio como su esposo se puso blandito con la pregunta de su bastarda, cuando escucho...

Esteban- Solo eres una bastarda, el producto de una mala decisión de tu madre, por el cual me tuve que responsabilizar obligatoriamente.

Soltó todo eso cuando vio a Marta agachar su cabeza, no lo pensó ni un poco, solo lo hizo para evitar más su dolor. Pero al bajar la mirada hacia su hija se arrepintió, está estaba temblando y a punto de llorar. Stefan quien pasaba por ahí, escucho todo y corrió para alzar a su demonio, sin importarle nada ni nadie, se la llevó con su mamá, pero la pequeña no se soltaba de él, hasta que se durmió profundamente mientras él hablaba con Samantha de lo sucedido.

Esteban solo se fue con su familia simulando una cara neutral con respecto a lo que pasó, su hijo iba en brazos de su hermano quién no objetó nada de lo sucedido, solo lo miraba raro y Marta seguía en silencio solo caminaba hasta la casa que al llegar, se encerró en su habitación y no salió en todo el día.

Marta quien se avía olvidado de las dos, ahora tenía ganas de ir a visitarlas, pero tenía que esperar a que sea de noche para que no la descubran, esto que pasó hoy no se puede volver a repetir y le costará caro a la bastarda y su madre, quienes no deberían salir de su casa, ya no va a ser más suave con ambas, no después de lo que pasó, hará que odien a su esposo, que ni siquiera soporten estar cerca de él. Ya hasta las está escuchando gritar y pedirle por favor que paré.

Y así lo hizo durante cinco años dónde les hizo de todo he incluso comían cuando ella quería o lo que ella quería, cómo Stefan no podía ir más a visitarlas y Esteban no se iba más a verlas, ni siquiera de lejos, ella hizo lo que quiso sin ningún reparó.

 Llevando al punto de hacer colapsar a Samantha, ya que está tenía que sanarse y sanar a Neilina ésto consumía mucho de su maná, ya que todas las noches las dejaban cerca de la muerte, de día se quedaba María con ellas, quien se encargaba de ni siquiera dejarlas dormir y apenas le daba de comer restos en muy mal estado...

Esa misma noche dónde Neilina estaba desesperada para que, no tocaran a su mamá que estaba muy mal y apenas se mantenía de pie. Marta le propuso que si complacía con su boca al soldado (amigo de Juan) Pedro Violesqui, no la tocaría y la dejaría recuperarse, cosa que no cumplió por más que se dejó hacer todo lo que se le ocurrió, esa noche Samantha murió de la peor forma, violad* por los tres soldados que se unieron a Marta y enfrente de una pequeña Neilina de ocho años, quién por más que intentó sacarse las cadenas puntiagudas no pudo, porque se clavaron en su piel e igual así continúo, hasta que su mamá cayó al frío piso, desnuda, golpeada y ensangrentada, mientras que todos ellos reían y se burlaban de ella. Las arrastraron hasta sacarlas del calabozo dónde las tenían, y las dejaron tiradas en el suelo frente a las escaleras. Samantha con él único poco de vida que tenía curó las heridas más graves mientras acariciaba la espalda de su pequeña que estaba llorando abrazada a ella y pidiendo que no la dejé...

Neil- Mami por favor no me dejes sola, no lo hagas má, yo te voy a cuidar, seré muy fuerte y nos sacaré de aquí para ser feliz, seré tu caballero y te protegeré de todo...

Sam- Mi niña, no importa que yo no esté, sé fuerte y feliz así lo seré yo también, cumple tus sueños sí, _ agarró su carita, la levantó para verla, darle un beso por última vez y sonreírle para que sepa qué todo va a estar bien. _ te amo mucho y por favor, busca a tu hermana gemela ella no te dejará sola, se llama Tea Hécate Silva cuídense entre las dos yo las estaré cuidando en su camino sin importar para dónde se vallan, Cof, Cof...

 Y con esas últimas palabras se despidió de su pequeña Neilina, que estaba en mal estado y llorando sin ningún consuelo, abrazada al cuerpo ya sin vida de Samantha en el suelo.

Luego de tres días, recién fueron a verlas llevándose el espanto de ver, el cuerpo de Samantha sin vida, tapada con un mantel y a la niña sentada en el frío y sucio suelo viéndola, con un aspecto horrible y una mirada vacía que a cualquiera le causaría escalofrío.

Al llegar Esteban, no podía creer lo que el médico del escuadrón le dijo, pues esté revisó a Samantha dándose cuenta de que la violaron brutalmente y todo el abuso que recibió durante años.

Y aunque no reviso a Neilina, el solo verla de lejos se nota: la gran cantidad de cicatrices y heridas que tiene, también está sus ojos qué refleja el dolor, la tristeza y un terrible vació, y su ropa toda rota y con sangre. Lo que es evidente que fue igual de maltratada que su mamá y teme que la violaron también. Pero que a pesar de todo ella no murió porque, Samantha la sanaba más que así misma a por más débil que estaba, no solo por el maltrato o los golpes, también por falta de alimentos y descansó.

Neilina estaba en la pieza dónde llevaron el cuerpo de su madre para revisarla, nadie podía decirle nada o acercársele siquiera, por la mirada vacía, pero penetrante que tenía y el aura aterradora, pero fría que emanaba, así que cuando entraron las sirvientas para querer arreglar a Samanta, ella les dijo que se encargaría de limpiarla, cambiarla y arreglarla para el velorio, con una voz tranquila, pero igual así se les erizó la piel al escucharla.

Ese mismo día, le llegó a Esteban una carta del emperador, pues Luna Stone la "santa" y hermana de Samantha, estará de visita en el imperio por su luna de miel, ellos avisaron que pasaran a visitar a Samanta y también conocer a su sobrina, dentro de dos semanas.

A lo que Esteban mando con su águila una carta, dónde comento por arriba lo sucedido con su concubina al emperador, quien de inmediato y con la misma águila, le contesto que partiría a su territorio por el velorio y para hablar seriamente con él acerca de lo sucedido y lo que le van a decir a su hermana.

Al otro día, en la tarde fue el velorio y entierro de Samantha, Neilina no se despegó ni un segundo de su féretro, Esteban no sabía como acercarse a consolarla, así que se quedó cerca con su hijo y Marta, que solo asistió porque sabía que estaría los emperadores y la reina, junto a sus hijos.

Cada uno de ellos vinieron con un propósito diferente, todos se quedaron en silencio ante la niña que ni siquiera dio vuelta a verlos o saludarlos, pero ninguno podía decirle nada y menos acercarse, el único que vino sin intención y la vio con una tristeza real, fue el príncipe heredero que se animó a pararse junto a ella durante todo el velorio, viendo como únicamente salía algunas lágrimas de su rostro sin expresión. En el entierro, ya todos fueron retirándose y dejaron a la pequeña sola viendo como terminaban de enterrar a su madre.

Neilina quién no se despegó de su madre, aguantándose las ganas de llorar hasta que se fueran todos y ahí recién se derrumbó por completo enfrente de los humildes señores que cuidan el cementerio, donde estaban enterrando a su madre.

Entrando la noche llegó sola a su casa, donde ya estaba una sirvienta esperando a que llegara, no le dijo nada solo la guío hasta su pieza y luego de bañarse, comió lo que le dejó en una fuente sobre su cama, a los pocos segundos de haber terminado todo, sintió su cuerpo sumamente pesado e incontrolable, tanto que se le cayó todo en el suelo y medio de su cuerpo quedó tendido en la cama, pero aún consiente escuchando una risa burlona cerca de la puerta, pero por más que intento no pudo moverse o gritar.

Escucho como lentamente alguien entraba en su oscura habitación y la empezó a tocar, pero por más que sentía asco se resignó, no pensaba luchar y aunque quiera ni su voz lograba salir, así que solo serró sus ojos deseando poder irse con su mamá, pero escucho una risita muy conocida pues se trataba de uno de los amigos de Juan, Carlos quien también participó en la asquerosidad que le hicieron a su madre y que justo ahora le está haciendo a ella...

Carlos- ja, ja, ja, eres más dócil que la zorra de tu madre, sabes que, me dio asco c0j3rm3la, el solo hecho de imaginarme a vos fue lo que me motivo, aunque sacaste lo fácil de ella...

Neilina quién ya sentía su cuerpo quemarse intensamente no le importaba, el escucharlo hablar de su madre, la hacía querer matarlo con el peor sufrimiento posible, peor aún quería matar a todos y hacerlos sentir su dolor, dentro de su cabeza solo escuchaba una voz que se apoderaba de su mente...

¿- ¿Matarlo?..., mato a tu mamá... que sufra... Peor que vos... Mata, mata, ... Mataa... Todos, mueran... Mueran todos... Hazlo sufrir... Mata... Ma... TA... Los... To, to, todos... Muertos...

Él no pudo seguir al ver los ojos rojos de Neilina, que le anunciaba su muerte y no le permitía moverse o decir alguna palabra más, su pequeño cuerpo con toda su ropa rasgada por él, se movió tan rápido que no pensó en nada más que intentar huir, si es que podía.

Un aura roja como la sangre la envolvió completamente, Carlos tarde se dio cuenta de que, no podía moverse o hablar ya que ella no se lo permitía, solo lograba temblar como una presa al ser acorralado por un depredador ansioso de derramar su sangre, porque era eso lo que veía en sus ojos escarlatas, las profundas ganas de hacerlo sufrir a un nivel que nadie nunca lo ha hecho.

La pequeña se levantó de la cama y junto del suelo un pedazo puntiagudo del plato roto. Lo empezó a cortar y meterle dentro los pedazos de toda la porcelana rota anteriormente, hasta que no quedó ninguno en el suelo. Al percatarse de como lo veía sonriendo de cintura para abajo, se le empezó a caer las lágrimas, por el terror que sentía al tener los pantalones abajo e imaginarse lo que lo haría, mientras él solo podía emitir un chillido y no erró, pues aunque no lo allá cortado completamente, le ató de tal manera qué cuando él lo desate terminé de castrarse solito, con un dolor intenso que poco a poco lo llevará a la muerte segura, por desangrarse... Al terminar, le dijo que se vaya rápido antes que se arrepienta, después de todo va a morir igual.

El hombre al poder moverse desapareció corriendo, dejando su sangre por dónde pasaba, solo el ruido de la puerta principal se escuchó cerrarse, la sirvienta enojada por no recibir su pago, se levantó rápido para reclamarle viendo el desastre de sangre que dejó a su pasó, un escalofrío por su espalda sintió, pues fue el mismo Esteban que los puso al cuidado de la bastarda y sabe como es su señor, pero también espió a las doncellas de la señora cuando las visitaban cada noche.

 Está segura que fueron ellas con algunos soldados, los que asesinaron a la concubina y como se lograron salir con la suya, pensó que sería igual con ella y encima recibiría un buen pago. Pero si él la mató, la culpa sería de ella, ya que estaba intacta y ni aunque lo intente podría lastimarse seriamente como para fingir que también la agredieron.

Subió las escaleras lo más rápido posible y al irse acercando a la habitación escucho un chillido que le puso los pelos de punta, y al estar enfrente de la puerta para pasar, la vocecita de la niña aceleró su corazón...

Neil- ¿por qué me hicieron esto?, snif, snif, yo no hice nada malo, Cof ¿o sí?, Cof, Cof, ¿Qué hice yo? Sniff sniff...

Todos sus sentidos le decía huye, no entres, es peligroso, pero en su cabeza se autoconvenció de que era exagerada e igual así entró... Solo la luz de la luna iluminaba esa oscura pieza, sin alejarse de la puerta, buscó con su mirada a la niña, por la cantidad de sangre que había, pensó que estaría moribunda tirada en alguna parte del piso, pero la vio de cuclillas y con la cabeza entremedio de sus piernas, en una esquina donde no le pegaba nada de luz.

Lentamente, procedió a acercarse para ver qué tan mal estaba, pero en eso se levantó y la vio fijamente a sus ojos rojos intensos. Terminó corriendo hacia la puerta, pero al estar cerca, se cerró y por más que intento abrirla no pudo abrirla.

Pasando las horas la sirvienta le rogaba que la matará, Neilina agarró un palo y sonrió...

_Ahora sabrás lo que se siente zorra*, ja ja ja_

Lo dijo con una voz de ultratumba, tan perturban te que la hizo mearse en sima.

Una vez que la dejó irse arrastrándose como un gusano, sentía que iba a quemarse viva, un dolor inmenso se apoderó en todo su cuerpo, y la hizo ver todo negro, sintiendo como caía en el frío e húmedo pienso.

Un sin fin de recuerdos llegaron a ella, tardo un poco de comprender qué eran de su otra vida y aunque no deseaba seguir viviendo tenía que cumplir la voluntad de la diosa y la demonia o el trato se cancela, y que esa era su verdadera vida, la otra nunca lo fue.

Poco a poco sus ojos se abrieron, el dolor ya había cesado por lo que puede escuchar un mundo de voces a fuera un llanto ahogado seguido de un golpe, y de golpe un tacho con agua se callo en el suelo, junto a unos gritos desesperados que la aturdieron...

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Comments

Izza Miguel

Izza Miguel

cuanta maldad y odio al padre por ser tan imbesil, como pueden ser tan crueles con una niña, pero la culpa de todo la tiene el marido, si el desde un principio no la hubiese tocado a ella, ya que decía que podía aguantar los afrodisíaco y el.mismo lo confiesa. Malditos, mol veces malditos.../Cry//Cry//Cry/

2024-05-25

1

Ricky Paulino

Ricky Paulino

uff pensé que sería interesante mujer estúpida

2024-05-26

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Ophelia Palafox

Ophelia Palafox

se escribe. moho

2024-05-17

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