Comienzo...

En una casa cercana a un bosque, se encontraba una mujer hermosa de cabellera blanca y ojos azules, llorando y rezando para que su bebé de días nacida, viva ya que no tenía señal alguna de estarlo. Cuando en su desesperación estaba por hacer una locura, vió como sus pequeños ojitos se empezaron a abrir despacito…

-Gracias a la diosa estás viva!! Mi niña hermosa nunca más me asustes así princesita mía…

La mujer besaba y abrazaba a su bebé mientras lloraba de felicidad…

Hasta qué, de golpe un hombre entró y aunque miró con desagradó a la mujer se acercó para mirar a la bebé…

-Por lo menos es mí hija, _ Mira serio a la bebé _ pero eso no cambia cómo lograste engendrar la así que no esperes que elija el nombre y menos que participe en el bautizo. No pienso volver a fallarle a mi esposa, cayendo en tus artimañas otra vez. _ Perfora a la mujer con una mirada gélida _

La mujer tiembla por la mirada pero igual así mantiene una mirada firme y con seriedad dice…

-Señor Archiduque Salvatore, sé que las circunstancias de su creación no fue la mejor, pero lleva su sangre y lo demuestra en su apariencia… no le estoy diciendo que la quiera, pero ella no tiene la culpa de nada, ni siquiera pidió venir al mundo. Así que, desquitarse con ella no es recomendable Archiduque, aparte, husted creé que soy la culpable de lo sucedido ese día, entonces desquite sé con migo y déjela afuera de su enojó. _ La mujer no apartó ni cambio la mirada firme y sería al hablarle _

Él sólo la miró con odió, dándose vuelta….

-Ja, si que eres zorra, ella para mí no es nada al igual que vos, solo te acepte como concubina obligado por ser la princesa Samantha Stone del Reyno Sagrado. _ Se paró enfrente de la puerta _ Mira solo quiero decirte que no te acerques a la casa principal, ni a mi esposa e hijo, confórmate con está casa y lo esencial que te daré, y no esperé mi vista ni siquiera para verla a ella, princesa.

Sin más, se fue azotando la puerta y sin mirar atrás, provocando el llanto de la bebé…

-Cálmate amor que aunque tú padre no te quiera, yo te voy a dar todo mi amor para que no sientas su ausencia y crezcas feliz hija mía.

Extrañamente la niña confirmó lo que dijo con su cabecita, o eso quiso hacer junto con una sonrisa que hizo a su mamá feliz.

Aunque pensó que estaba equivocada, por qué como su bebé de días nacida podía entender lo que dijo, por más genio que fuera nadie tan chiquito podría entender algo. Pero dejó de pensar en eso y se dispuso a alimentar a su hija, luego tendrá que limpiar la casa y cocinarse ella sola por qué no tiene a nadie que le ayude.

Así pasó día tras día y noche tras noche, Samantha solo vivía por su hija, él Archiduque nunca más fue a verla, solo le envía un montó que prácticamente es una burla, por qué ni para comer o para comprarle cosas necesarias para su bebé le alcanza, gracias a qué el capitán de la primera guardia le enseño a cazar y pescar es que come, también recoje del bosque frutas y lo que le sirva para hacer pomadas medicinales ya que sabe de herbolaria, ésto lo vende a los soldados y con eso compra lo básico, al saber costura ella misma compra las telas para hacerse ropa, es persistente e inteligente, y cría a su hermosa bebé, Neil Imara Salvatore Stone, que crece rodeada de su amor, cariño y el esfuerzo que con cada día logra brindarle todo lo que necesita.

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