Presentación.

Repítelo, te reto.- digo apretando el volante, mientras mis venas se asoman en mis brazos.

- ¿Enojado?.- se ríe, como si estuviera divirtiendo.- Como soy una molestia para ti, quizás para tu amigo no lo sea, tiene buen cuerpo, bonitos ojos, linda labia. creo que complementamos, ¿no crees?.- finaliza con cínicos.

Enojado y a punto de explotar tiro de su teléfono y escribo mi número. Eso sería como verla a ella con él y eso no lo soportaría, porque tenía que parecerse tanto, si este es mi karma no lo quiero, porque debí conocerla, desde el segundo uno mi vida se está tornando un infierno.

- Gracias.- dice sonrientemente, es como una niña que le han regalo un dulce.

Molesto la ignoro, volviendo a poner andar el coche. Con mucha dificultad y casi al borde de la locura llegamos a mi casa, la cual esta ubicada a las afueras de la ciudad, específicamente en las rosas, zona exclusiva de Sevilla (España). Sin embargo, esa ha sido la peor idea que he tenido en mi vida, la cara de desconcierto e impresión de todos habla por si sola, supongo que debí dejarla en algún hotel.

Rápidamente, la tomo en mis brazos y la dirijo a mi habitación, otra idea estúpida a la lista y eso sumándole a que esta ya no se limita como antes, ahora empieza a llorar mientras lo maldice, alterando mis sentidos.

Exhausto la dejo en la cama, mientras tomo asiento, necesito tiempo para procesar esto. Luego de unos minutos de lamentos, me mira fijamente, solo para disculparse.

- Lo siento, vuelvo a ser una molestia, debiste llevarme a mi casa.- ¿Qué?, se está escuchando, me canse de preguntarle su dirección y solo se negaba, ahora el culpable soy yo.

- Hasta ahora lo notas.- digo exasperado sin poder aguantar más, ya me imagino los chismes y encabezados de los periódicos de mañana: "El galán y joven empresario Julián Santos es captado con una chica de desconocida identidad, muy acaramelados", ya preveo las inesperadas visitas que recibiré, maldita sea que he hecho.

- Si te puedo dar un consejo es que no te enamores, es el peor sentimiento, mucho dolor te espera.- dice con profundo sentir.

Sintiéndome identificado habló un poco, desde mi experiencia.

- Lamento decepcionarte, pero ya lo hice y aparte de ti, algo mayor que una infidelidad nos separó.- le confieso, dejando ver la pena que aún me aqueja.

- Gracias por recordármelo, no lo recordaba ya- me mira con odio, para después tumbarse en la cama y guardar silencio.

Creyendo que es otro truco para molestarme me dirijo a ella, para pedirle que deje de jugar este estúpido juego, solo para comprobar que esta profundamente dormida y que no me escuchara. Con la cabeza inundada de pensamientos le quito sus tacones y la arropó, para después quedarme a contemplarla, de tan solo verla mi ser se retuerce, porque debe verse casi igual, solo el color de cabello y ojos son diferentes, hasta su personalidad es parecida.

- Espero que este encuentro, solo quede en eso, Aurora.- digo antes de salir de la habitación, dejándola sola y cubierta de mi añoranza.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

**** Aurora ****

¿Conocen el arrepentimiento?, eso es lo que tengo ahora mismo, salir ayer fue mi peor decisión, en estos momentos no aguanto la cabeza y a eso sumándole que me despierto en un cuarto totalmente distinto al mío y para saber donde estoy; obviamente mi primera reacción fue revisar que no hicieron nada indebido conmigo y gracias a Dios así fue. Más tranquila me levanto de la sedosa cama y empiezo a detallar esta magnífica habitación, aunque es muy sencilla el lujo destila, todos esos colores matices contrastan con blanco de paredes, realmente alguien con mucho dinero debe vivir aquí, pero la pregunta ahora es quién.

Por más que trate de traer recuerdos de mi memoria todo es confuso, a las malas entendí que no se debe mezclar pena con alcohol, el resultado es desastroso. Percatándome que ese no es mi principal problema tomos mis cosas, necesito huir, no sé que hice anoche, qué tal si cometí un grave error y me torturaran por eso o si caí en las manos de un mal hombre y ahora estoy secuestrada; malos pensamientos pasan por mi cabeza, hasta que me acuerdo de Daniela, ¿qué habrá pasado con ella?.

Ansiosa me dirijo a mi bolso y busco desesperadamente mi celular, necesito pedir ayuda, cuando estoy por dar con él, una voz grave me congela.

- Al fin te levantas, ya estaba pensando en buscar un doctor, realmente debes controlarte, beber no es bueno para la salud.- dice fríamente.

Nerviosa y con temor de voltear, aprieto mis puños, tengo miedo de ver el rostro de la persona que tal vez le dije todo de mí.

- ¿Tímida?, ayer no hacías más que hablar, hasta creí que debía taparte la boca.- dice con tono sarcástico.

Enfurecida y con todo el valor reunido volteo, necesito averiguar en que clase de situación me encuentro, solo para llevarme una dulce, pero peligrosa sorpresa, ¿este tipo de hombre si existe?.

- ¿Quién eres?.- digo con cierto recelo, no por ser guapo me voy a dejar manipular, quizás mi pellejo este en juego.

- Ja, ja, ja, ¿de verdad no te acuerdas?, definitivamente no te hace bien tomar.- se ríe en mi cara mientras se acerca a mí.

Con temor retrocedo los pasos que este avanza hasta que quedar sin espacio y no tener más opción que me arrincone.

- Eres muy diferente sobria que borracha, pero no me mires así, no te he tocado y no te haré daño. Soy un hombre que considera que el respeto es el principal valor y respondiendo a tu pregunta soy Julián Santos.- me extiende su mano.

Insegura vacilo un poco, aunque se esté presentando no signifique que no pueda tener malas intenciones, pero que querría una persona que vive bien, de un simple mortal.

- ¿No la tomarás?, tu rostro de desconfianza me causa gracias, pero tranquila no eres de mi gusto.- dice lo obvio, pero eso no signifique que deba agradarme.

- No me digas, el sentimiento es mutuo y te podrías alejar.- lo miro con resentimiento, ya me cayó mal.

- Ja, ja, ja, de verdad eres única, relájate y sal cuando quieras, solo pasaba a despedirme y decirte que alguien te llevará a donde quieras, fue un gusto conocerte Aurora.- me vuelve a extender su mano.

Algo insegura se la tomo, quizás solo estoy exagerando, pero ¿quién hace hoy en día algo gratis sin nada a cambio?.

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