Tras las palabras de Dante, Elena estaba más calmada, hacia las remodelaciones del cuarto principal, así como unas al cuarto de Bruno.
En la mansión estaba en calma solo Elena empezaba a sospechar algo, así que hizo una rotación sorpresa de las doncellas, como ya había sido avisados no les extraño solo a una sirvienta llamada Martha, quien había sido cambia a la cocina, pero como ayudante y esto la tenía muy molesta, ella pensó que regresaría a atender los cuartos principales.
-No estoy de acuerdo en estos cambios, hablaré con el Duque, no puede ser que yo esté en la cocina lavando el piso yo era la encargada de los cuartos.
-Vamos Martha no te quejes o serás despedida, además las rotaciones a mí no me desagradan, así cada cierto tiempo cambiamos eso hace que el trabajo no sea aburrido.
-Pues yo no estoy de acuerdo.
La cocinera que estaba ahí le dijo que dejaran de perder el tiempo y se fueran, había que servir la comida y ya era tarde los Duques estaban en la mesa.
Durante unos días Martha estuvo molesta, pero al fin tuvo la oportunidad de entrar al despacho del Duque, el Duque era para ella un hombre justo, cuando ella arreglaba su habitación él siempre fue amable con ella, Martha se considera hermosa por ser rubia y tener buen cuerpo
-El duque me debe recordar, así él sabrá por qué ya no estoy limpiando su habitación.
Martha aprovecho porque mandaron a dejar el té y unas galletas, así que era el momento perfecto
-Excelencia, le traigo su té.
Dante veía por la ventana como jugaba Bruno con Emilio, Elena seguramente está con trabajo igual que él.
-Sí, déjalo ahí.
-Mi señor, quiero decirle algo, soy Martha antes era la encargada de ordenar su habitación, solo que desde que la señora realizó unas rotaciones me han cambiado de puesto y yo no estoy de acuerdo es injusto, yo hacía bien mi trabajó y usted lo sabe.
-Dices que te llamas Martha, no te recuerdo
Si usted limpiaba mi habitación la verdad no sé, mi esposa es la que se encarga del personal, así que si no está usted de acuerdo puede renunciar, le diré a mi esposa que le dé una carta sencilla de recomendación, ahora puede retirarse.
-Pero Duque, está bien comprendo gracias.
Martha se sorprendió cuando él dijo que no sabía quién era y que si no estaba a gusto que renunciara, ella pensó que él haría algo, pero se equivocó.
En su tarde libre salió de la mansión, ella llevaba una dirección a la que fue, era en un barrio pobre, así que se perdió entre las calles y entró a una casa no muy pequeña, ahí alguien la esperaba
-Vaya pensé que no volverías, la última vez dijo que no se metería en problemas, que cambio.
-Señorita, la Duquesa es mala no merece estar como Duquesa haré lo que me pida solo cuando usted sea la nueva Duquesa me regresara a mi antiguo puesto.
-Está bien acepto, le darás estas gotas a la Duquesa en su comida, es un veneno que no se puede rastrear y que poco a poco la matara sin dejar rastro.
-Si señora
-Del niño me encargaré después, solo mis hijos heredarán el ducado, ese niño me estorba.
Así Martha sin saberlo firmaba su sentencia de muerte, cuando fue a la mansión, Dante ya había ordenado que se le vigilará, así que llegó y guardo el frasco en un lugar secreto, pero unos ojos guardianes vieron lo que guardo.
Al día siguiente la cocinera la puso a lavar y fregar los pisos no tenía tiempo de salir de la cocina así que el caballero tomó el frasco y se lo llevó al Duque, quien cambió el frasco por agua, con el médico mandó analizar el frasco si era veneno, el mismo la mataría.
Los días pasaban y Martha en el fondo no quería hacerlo, al pasar los días se había calmado y pensado mejor, si la descubren la matarían, pero ese día, Martha llevaba bocadillos al jardín de regreso por los pasillos vio pasar a Dante y lo siguió hasta otro pasillo donde vio como él abrazaba a Elena y le daba besos en el cuello
-Como esa mujer puede tenerlo, no eso no lo voy a permitir, yo regresaré a limpiar su cuarto entonces él me verá a mí.
Así aprovecho la hora de la cena para poner las gotas en el plato y guardo el frasco en su ropa.
Ella misma llevo los platos al comedor y lo sirvió personalmente
En el comedor reían los tres Bruno les contaba que había estado jugando con los niños de la villa de empleados, ya tenían su escuela así que él iba de vez en cuando a jugar.
Dante solo veía a la sirvienta nerviosa, ya que lo normal era que sirviera primero el plato de él y luego el de Elena, pero llegó directamente a Elena, después a él y por último con Bruno.
Cuando Elena probó la sopa puso una cara de desagrado.
-Amor estás bien?
-La sopa está amarga.
La sirvienta se puso pálida e intento salir pero un caballero detrás de ella se lo impidió.
-Llévala al calabozo yo mismo la voy a interrogar.
-Si Duque.
Martha solo lloraba y suplicaba, en el comedor Elena y Bruno no sabía qué pasaba.
-Papá que pasa hizo algo malo?
-Bruno solo termina de comer y ve con tu maestro de idiomas, ella no es importante
-Si papá.
A Elena le trajeron otro plato así que desayuno sin contratiempos, en el calabozo Martha estaba muerta de miedo el Duque la mataría, quiso pedir ayuda pero nadie la escucho, no podía contactar a la señorita Michelle, además si no la mata el Duque la matara ella.
-Elena esa sirvienta trajo veneno pero uno de los caballeros cambio el frasco, lo que puso en tu plato solo son gotas amargas, tenía que hacerlo para que fuera detenida.
-Quee, quien se lo ordeno alguien debió hacerlo
-Eso voy a averiguar en este momento.
En el calabozo llego el Duque al interrogarla solo dijo que ella actuó sola, por celos y rabia al ser cambiada.
-El veneno que has traído es caro no creo que lo compraras tú, dime a quien proteges si me lo dices no sufrirás.
-No Duque fui solo yo, el veneno solo lo conseguí acostándose con el vendedor.
-Guardar silencio no te ayudará, no le den comida y que reciba 20 latigazos, para que recuerde quien la contrato.
Dante subió con Elena para hacerle saber lo que pasa.
-Ella no va a hablar, no tiene nada que perder o la matas tú o la mata la otra persona.
-Sí, creo tienes razón debo de mantener la mansión vigilada, por si hay otro sirviente en complicidad con ella.
-Pasando a otro tema, en un mes vendrá el conde Relish a supervisar la mina, los mineros reportaron que han encontrado una nueva mina pero de diamantes, las minas son del reino así que el conde viene para supervisar la construcción de la nueva mina, las minas quedan cerca del marquesado de tus padres, quieres que vayamos y en los que yo voy a supervisar con él ustedes están en el marquesado.
-Si me parece bien.
-El Duque viaja con su esposa y sus dos hijos, son pequeños así que Bruno tendrá con quien jugar.
-Si eso está bien, le llevaré niños a mis padres 😅 jeje, ya que insiste tanto.
-Me alegra que lo tomes así, nuestro hijo llegara el día menos pensado, no pienses mucho en eso, sabes que te amo, me voy nos vemos en la cena.
-Si yo también te amo.
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Comments
Claudy
como si su cómplice la fuera a dejar viva... esa no quiere competencia
2025-02-04
2
Claudy
y con esas palabras se le pinchó el globo a la agrandada
2025-02-04
2
Claudy
sólo eres un cadáver andante
2025-02-04
1