Soy la Duquesa

Durante unos días, Dante pensó en lo que Elena dijo, solo le faltaba dar el primer paso para hacerlo.

-Bruno mañana te invitaron a un cumpleaños, iremos los dos y le llevarás un regalo a la niña cumple 5 años, así conocerás otros niños y los podremos invitar para tu cumpleaños.

-Voy a tener una fiesta de cumpleaños, con un pastel y regalos.

-Claro, voy a poner adornos en todo el jardín y una gran mesa de postres y dulces.

-Gracias mamá

-Ahora puedes hacerme un favor, puedes ir por tu papá que está escondido atrás del árbol, si gustas puedes decirle "papá" él no se molestará.

-Mamá estás segura de que no se va a enojar

-No, él no se molestará, al contrario, te apuesto que le va a gustar, es más extiende los brazos para que te cargue.

Bruno fue corriendo con su padre quien pensó que no lo habían visto, incluso se asustó al escuchar la voz de Bruno.

-Papáaaaaa, mi mamá dice que tomes limonada con nosotros vamos!!

Bruno extendió sus brazos para qué lo cargará, afortunadamente Dante entendió lo que quería y lo cargo, no le quedo más que salir de entre los árboles y su asistente solo reía.

-Dante que haces ahí escondido, te dije que podías venir cuando quisieras.

-Si disculpa no quería incomodar.

Ruth le servía su limonada y trajo algo de comer para los tres, pasaron unas horas ahí jugando con Bruno

-Dante estás más tranquilo, mañana estaremos en la casa de tu socio, es el cumpleaños de su hija.

-Que bien que Bruno salga con niños de su edad.

-Dante, quiero hacerle una fiesta de cumpleaños a Bruno, en lo que juega con Ruth puedo preguntar, si él sabe como murió su madre?

-No, bueno di órdenes que nadie le dijera nada.

-Dante, puedo hablar con Bruno respecto a eso, sé que es pequeño pero es importante que lo sepa, no quiero que alguien más le diga y se sienta mal por eso, ni él ni nadie tiene la culpa o prefieres hacerlo tú.

-Yo, no, no puedo, mejor tú.

-Bueno, gracias pero ve y juega un rato con él.

-Este, si, si ya voy.

Dante se sentía nervioso, le pide la pelota a Ruth y él es el que juega con él, Elena solo lo ve y sonríe.

-Esta feliz señora, Disculpe soy Ernesto asistente del Duque, me dejo en la capital a cargo de unos negocios pero ya regrese.

-Si ya sé quien eres, que bueno que estés aquí, a ti podré darte más trabajo y me ayudaras a liberar la agenda del Duque, para que tenga tiempo de estar con Bruno.

-Heeee, señora 😔

-Je, je, je solo bromeo, pero si dile al duque que cuando esté con algo de tiempo venga a comer con nosotros.

-Si así lo haré.

Pasaron unas horas ahí jugando, Dante no se dio cuenta del tiempo, solo cuando Elena le dijo a Bruno que es hora de su baño.

-Papá juega otro día conmigo, me gusto mucho, me voy a bañar, mamá nos vemos en la cena.

Así Bruno se fue, quedando solo Elena con Dante, quienes entregaron a la mansión

-Elena, gracias iré a terminar unos asuntos.

-Puedes cenar con nosotros si gustas, yo también tengo algo de trabajo, pero aunque no termine me gusta pasar tiempo con Bruno, si tienes mucho yo te ayudo más tarde.

-Sí, estaré con ustedes, mi trabajo no es tanto, creo que si tengo un espacio.

Ambos se despiden y Dante cumple su palabra de estar en la cena, Bruno se sorprende pero Elena le guiña un ojo en señal de que su papá esta ahí por él. Bruno esta feliz siempre había comido solo en ese comedor o solo en su cuarto, así que ahorita él está feliz de ver a su padre y a su madre ahí con él.

Al día siguiente Dante salió temprano, pero dejó dicho que llegara para la cena.

Bruno está emocionado por la fiesta así que desde muy temprano pide que lo alisten pero Elena lo convenció de esperar.

En la fiesta hay algunos nobles de alto rango e intermedios, la fiesta es de niños pero muchos también aprovechan para hacer uno que otro negocio

Los anfitriones se sorprenden cuando llega el carruaje con el escudo de la familia Moretti y más es su sorpresa al ver bajar a Elena y tomar de la mano a Bruno.

-Duquesa pero que sorpresa por favor pase mi esposa e hija están adentro en el jardín, joven maestro adelante sea bienvenido.

-Gracias Marqués, muy amable.

El marqués está emocionado por la visita debe atenderla bien, el Duque Dante es un buen socio y desea tener más amistad con él, su esposa y su hijo son un buen pretexto.

En el jardín están los niños, Bruno entrega su regalo y Elena le indica que vaya a jugar, ella toma asiento en una mesa vacía.

Pero no tardan en llegar las damas chismosas como ella les llama.

-Pero que sorpresa Duquesa Moretti, no sabía que acompaña a su hijastro.

-Es mi hijo, querida, así lo veo yo.

-Si por supuesto, esperemos que pronto tenga un hermano o hermana, ya lleva dos años casada, ya es tiempo.

-Eso lo dirá el tiempo por el momento no quiero hijos Bruno es pequeño todavía.

La mujer mejor se despidió, ya que no logró molestarlos, Elena en algunas otras fiestas perdia el control cuando le mencionaban a los hijos, pero esta vez estaba tranquila.

Otra chica de cabellos rubios se acercó pero con ella si converso bien era esposa de un barón y tenía un hijo de la edad de Bruno su nombre es Fátima, así que pasaron una linda platica, aprovechando otra mujer de cabello rojo que se veía muy presumida se atrevió a preguntar por el Duque

-Duquesa que bueno verla, casi ya no ha asistido a fiestas de té, Él Duque no asistió con usted?

-Buenas tardes, señorita Michelle, no ya tengo otras ocupaciones con Bruno, ya creció ahora tiene otras clases y yo me hago cargo de su educación y mi esposo tenía un compromiso, no pudo asistir

-Si me imagino, ha de ser difícil ser una niñera de tiempo completo.

-No soy la niñera, soy su madre y la Duquesa Moretti, es muy diferente.

La pelirroja se atrevió a sentarse sin siquiera preguntar si podía, Fátima se disculpó por qué su hijo se había caído y fue en su auxilio.

-Y dígame Duquesa su matrimonio con el Duque ya va bien.

-Eso no le incumbe, mi relación con mi esposo es privada, acaso usted sabe algo que yo no.

-No para nada, solo lo que se dice, que el Duque a usted no la ama, que se casaron porque él necesita una madre para su hijo.

-Si bueno en eso tiene razón, si lo dice para hacerme sentir mal, entonces no se preocupe, yo tengo este anillo en mi mano, es el anillo de la Duquesa de la casa Moretti, con este anillo tengo cartera libre para comprar lo que se me antoje y aunque mi matrimonio sea por un arreglo ala que le dicen Duquesa es a mí.

La joven no sabía que contestar, pensó que la haría enojar pero no lo consiguió, así que se paró y se fue solo que al girar vio entrar a Dante y corrió para saludarlo, ella sabe que si él está ahí es por el marqués, pero con lo que no contaba es que él había ido por Elena y Bruno, así que paso de largo sin saludar a nadie hasta llegar con Elena.

La señorita Michelle se quedó ahí totalmente ignorada, el Duque ni siquiera volteo a verla

-Elena, me desocupé antes y vine a verlos.

Todos los presentes quedan sorprendidos por qué la saluda con un beso en la frente, ella solo se quedó quieta por qué se sonrojó y le dio pena.

-Dante que bueno que llegues, mira Bruno está jugando muy feliz.

-Si, me apure en lo que tenía que hacer.

El marqués con su esposa fueron a saludar al Duque, se sorprenden que esté ahí pero les conviene ser amables, no son ambiciosos en sí solo que el Duque es alguien muy importante.

Al terminar la fiesta Dante carga a Bruno quien está muy cansado y se despiden, fue un día largo para los tres, en el carruaje Bruno le cuenta a su padre que se divirtió mucho y que quiere que todos esos niños vayan a su fiesta.

Al llegar sale corriendo y Mary lo acompaña, lo tiene que bañar y alistar para la cena pero Bruno solo toma leche y se duerme, está agotado.

En la cena solo están Dante y Elena quienes cada vez que están solos hablan normalmente de los pendientes de la casa y sobre todo de Bruno, sin darse cuenta hablan como cualquier matrimonio, de lo que les paso en el día y lo que harán al siguiente día.

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